Filosofía en español 
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Teoría de la Sociedad política y del Estado

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Fase secundaria (estatal) del curso de la sociedad política

La transición de las sociedades políticas en fase primaria a la fase secundaria la concebimos como un proceso distinto de aquel que preside la transición de unas sociedades naturales a primarias o de primarias entre sí: las sociedades secundarias se constituyen en virtud de procesos de co-determinación de las sociedades primarias precursoras, que, lejos de comportar una “composición por integración” de las sociedades primarias generadoras (precursoras), comportan una “disociación dialéctica” –no una mera separación o desintegración– por cuanto las sociedades precursoras, al componerse por codeterminación, se constituyen precisamente y recíprocamente como unidades discretas (dadas en un orden más alto, el secundario). Unidades mutuamente enfrentadas, porque la disociación entre ellas no tiene el sentido del alejamiento sino de mutua referencia dialéctica (la guerra). Aun cuando estas sociedades busquen relacionarse pacíficamente. Lo que llamamos sociedades políticas de la segunda fase no son otra cosa sino los Estados en el sentido histórico tradicional del término. [574]

Ahora bien, la codeterminación puede ser parcial o total:

(1) Codeterminación parcial. Es aquella mediante la cual una sociedad queda enfrentada a otra pero no enteramente (es decir, por la totalidad de su periferia) sino parcialmente. Hablaremos de sociedades secundarias mixtas (de primaria y de secundaria). Pues, en cuanto enfrentadas a otras sociedades de su rango, asumirán la función de Estados; pero en cuanto enfrentadas a otras sociedades de un rango más bajo (uniarquías, sociedades naturales), la sociedad de referencia no se codetermina propiamente por ellas, sino que, a lo sumo, se internará a través de ellas anexionándolas, saqueándolas, etc., como si de “hordas bárbaras”, percibidas como Naturaleza o selva, se tratase. Tal es la situación más favorable para la constitución de los Imperios universales: Estados co-determinados (Roma y Cartago) que han podido extenderse por un amplio entorno “bárbaro”. Colonialismo (ante las sociedades situadas en un nivel político más primitivo) e imperialismo (ante las sociedades que son ya Estados) se nos muestran de este modo como procesos íntimamente relacionados.

(2) Codeterminación total. Es aquella en la que cada Estado se encuentra codeterminado por otros Estados de un modo continuo, es decir, sin que quede opción alguna al colonialismo, en el sentido antes establecido. Esta es una situación límite pero que está siendo alcanzada en nuestros días en los que ya no queda prácticamente un kilómetro cuadrado del planeta que no pertenezca al territorio de algún “Estado esférico”. Pero este límite de estatalización se ha alcanzado más bien en un plano formal y jurídico, el orden formal del derecho internacional. Si mantenemos la coherencia con nuestras premisas habrá que decir que el Estado, ante los otros Estados que le rodean, no puede mantener relaciones imperialistas, propias del estado de naturaleza. Pero, antes de alcanzar esta situación límite del “orden de las esferas” hay que reconocer grados diversos posibles en las situaciones de codeterminación total de cada Estado. Pues una cosa es que refiramos la codeterminación total a una “región de Estados” (por ejemplo, Europa) y otra cosa es que la refiramos a la universalidad de las sociedades políticas. La codeterminación total en un ámbito regional del planeta, es compatible con la indeterminación de los Estados de esa región, respecto de otras sociedades lejanas, por respecto de las cuales estos Estados podrán desarrollar un colonialismo ultramarino como el que tuvo lugar a partir del siglo XVII. Lo que suele llamarse “aparición del Estado moderno” es un proceso que se corresponde a esta situación de codeterminación regionalizada (en Europa), que coexistía con los proyectos remanentes del Imperio y que alcanzaría su formulación más rotunda con la doctrina de los Estados naturales que formuló Mancini.

La tendencia a la integración de los Estados europeos en un Superestado o Estado continental de un orden de magnitud comparable al de los estados continentales ya existentes (la Unión Soviética y los Estados Unidos) se mantiene dentro de la fase secundaria. Porque un Estado continental sigue siendo un Estado, en la medida en que se enfrenta a otros Estados continentales (China y Japón). También es cierto que habrá de considerarse como abriendo camino hacia una tercera fase postestatal. {PEP 246-247, 256-260}

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