Filosofía en español 
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Dialéctica

[ 103 ]

Criterios para una taxonomía de las figuras de la dialéctica procesual

El fundamento de esta taxonomía [102] no es otro sino la misma conceptuación de la incompatibilidad (o contradicción) ya expuesta: la incompatibilidad como consecutiva a una “fractura” de una identidad [136-137] (de un esquema material de identidad) presupuesta, o de varias: la dialéctica presupone, por tanto, multiplicidad originaria cuanto a los “núcleos” de desarrollo. Podríamos acogernos a la terminología que Platón ofrece en El sofista, al exponer las categorías de lo mismo (tauton) y lo otro (heteron). Diremos que la contradicción o incompatibilidad dialéctica no es la única posibilidad concebible, puesto que cabe establecer cuatro situaciones de movimiento:

a) Aquellas de las que puede decirse que lo mismo se reproduce en lo mismo: sería el caso de la recta inercial descrita por una masa inercial en sucesivos intervalos temporales.

b) Aquellas de las que puede decirse que lo distinto se mantiene como distinto. Dos rectas paralelas que se prolongan indefinidamente durante los intervalos finitos y recurrentes del proceso; o dos rectas convergentes que, tras cruzarse, en un punto, continúan su camino sin confundirse.

Cabría poner en corresponcencia estos dos tipos con los procedimientos llamados analíticos. Podrían también denominarse estos procedimientos como procedimientos de “ratificación”.

c) Conjunto de procesos o cursos tales en los que el desarrollo de lo mismo (de una identidad, según una regla material de identidad) conduce o desemboca en lo otro (en lo distinto) -que se supondrá de algún modo dado: “desembocar en lo otro” es tanto como superponerse con él- incompatible con el origen. Hablaremos de procedimientos dialécticos divergentes o por divergencia.

d) Conjunto de diversos procesos o cursos –más de uno– tales que sus desarrollos, según sus propios esquemas, conducen o desembocan a una misma configuración que obliga a rectificar las originantes. Hablaremos de procesos dialécticos convergentes o por convergencia.

Los procedimientos que corresponden a estas dos últimas situaciones podrán, por consiguiente, ser denominados “dialécticos” (por oposición a los “analíticos”) o de “rectificación” (por oposición a los de “ratificación”).

Los procesos dialécticos pueden considerarse como de rectificación porque tanto en los procesos [(c) y (d)], las “estrategias” que entrañan tienen el sentido de una rectificación. Estas estrategias son de dos tipos:

(A) Reiteraciones progresivas (un progressus) del movimiento (divergente o convergente) hasta el punto en el cual él nos lleva a una configuración que se hace incompatible con el proceso mismo, constituyendo su límite (diríamos que contradice y rectifica el proceso, aun cuando en sí mismo no sea contradictorio; puede incluso aparecer una configuración segregable del proceso dialéctico que la generó).

(B) Tiene que ver con los movimientos de regressus, con una involución determinada porque la configuración a la que nos llevaría el proceso no sólo sería incompatible con él sino autocontradictoria o, mejor, incompatible con terceras referencias presupuestas. Estos regressus presuponen, por tanto, un progressus previo virtual (las figuras del regressus corresponden de algún modo con los argumentos apagógicos).

Cruzando ambos pares de criterios obtenemos una taxonomía de cuatro figuras dialécticas que designaremos, inspirándonos en el término griego baino (que corresponde al verbo latino gradior, “subir, entrar”) para significar el “progressus hacia adelante”, y stasis (estación, detención) para significar la detención, retención o regressus del proceso: metábasis y catábasis son las figuras del progressus; anástasis y catástasis las del regressus.

Criterio 1

Criterio 2

Procesos dialécticos
de divergencia
Procesos dialécticos
de convergencia
En Progressus
  (evolución)
I
Metábasis
III
Catábasis
En Regressus
  (involución)
II
Anástasis
IV
Catástasis

Si mantenemos la concepción de las figuras dialécticas como “maniobras” o “estrategias” orientadas a evitar una contradicción efectiva cabría entender las figuras del regressus (anástasis y catástasis) como modos de repliegue o huida hacia atrás (retirada estratégica) de la contradicción; mientras que las figuras del progressus (metábasis y catábasis) serían los dos modos de “huir hacia adelante” de la contradicción que nos ha salido al paso.

{BS19 47-48}

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