Protestantismo
El protestantismo es una variante burguesa del cristianismo. El protestantismo apareció en el primer cuarto del siglo XVI, en el curso de la Reforma, como movimiento político-social, dirigido contra el feudalismo y su sostén principal, la iglesia católica. El protestantismo se difundió primeramente en Alemania, donde la desintegración política y el Poder de los diversos pequeños príncipes constituía el obstáculo para el ulterior crecimiento de la burguesía. La iglesia romana extraía de Alemania enormes sumas por medio de impuestos, de diversas colectas, de venta de indulgencias –“el perdón de loe pecados”. El movimiento contra el catolicismo se asoció con el movimiento por la centralización de Alemania, abarcando a todas las clases de la sociedad. De pretexto inmediato para este movimiento sirvió la intervención del profesor de la Universidad de Wüttenberg, Martín Lutero, contra el comercio con las indulgencias, por la reforma de la iglesia católica. Cada clase entendía la Reforma a su manera. Los príncipes, los caballeros, los ricos ciudadanos, querían someter la iglesia y apoderarse de sus bienes. Los campesinos y las capas bajas de las ciudades con sus demandas iban más allá de los marcos de la lucha religiosa y aspiraban a derrocar el feudalismo por vía revolucionaria. El ideólogo de los campesinos y de los pobres de las ciudades fue Tomás Münzer, quien planteó la demanda de la igualdad general, la abolición de la propiedad privada; su filosofía religiosa se aproximaba al ateísmo, y su programa político estaba cerca del comunismo. Münzer se puso rápidamente al frente del movimiento revolucionario de Alemania. La burguesía y Lutero, atemorizados por el ímpetu del movimiento popular que amenazaba la existencia, no sólo del régimen feudal, sino la de la propia burguesía, exigían la implacable represión del pueblo. Los príncipes y los burgueses se avinieron a un acercamiento con la iglesia católica, y en 1529 llegaron a un acuerdo dirigido control la Reforma. La minoría de los príncipes expresó su protesta contra este acuerdo, y desde entonces los partidarios de la doctrina de la Reforma luterana comenzaron a llamarse protestantes. Como resultado de una larga lucha entre los príncipes católicos y los príncipes protestantes, se otorgó a cada príncipe el derecho de la libre elección de la religión. Marx escribía sobre la esencia del luteranismo: “Lutero venció la esclavitud por voto, porque en su lugar colocó la esclavitud por convicción. Derrotó la fe en la autoridad, porque restauró la autoridad de la fe. Convirtió a los frailes en laicos, porque convirtió los laicos en frailes”. La concepción religiosa del mundo de la burguesía en ascenso se expresó más nítidamente que todo en la doctrina de Calvino. La base del calvinismo fue la doctrina sobre la “predestinación”, es decir, la de que ya antes de la creación del mundo, dios predestinó la suerte de cada hombre, y éste por su actividad sólo debe demostrar que está destinado para la “salvación”. Esta doctrina cuadraba con las exigencias de “los más intrépidos burgueses de la época” y era “la expresión religiosa del hecho de que en el mundo comercial, en el mundo de la competencia, el éxito o el fracaso no dependen de la actividad o de la aptitud del individuo, sino de circunstancias independientes de él” (Engels). Calvino desarrollaba su actividad en Ginebra, donde implantó un severo régimen y control sobre la vida de los ciudadanos. La iglesia calvinista tuvo amplia difusión allí donde se desarrollaba la burguesía. Las doctrinas de Calvino se divulgaron principalmente en Suiza. En Francia, los continuadores de Calvino fueron los hugonotes y los jansenistas. El protestantismo desplazó a la iglesia católica en Alemania, Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda y Suiza. La iglesia católica y la orden de los jesuitas respondieron a la propagación del protestantismo con una reacción, cuyo resultado fue el restablecimiento del catolicismo en el sur de Alemania, y la destrucción del protestantismo en Italia, España y Francia.
Diccionario filosófico marxista · 1946:250-251
no figura
Diccionario filosófico abreviado · 1959
Protestantismo
(del latín “protestans”: el que protesta, el que demuestra públicamente.) Tercera variedad del cristianismo, la cual siguió a la iglesia ortodoxa y al catolicismo; surgió en el periodo de la Reforma. El protestantismo forma un conjunto de diversas religiones e iglesias independientes, las cuales se diferencian entre sí por peculiaridades dogmáticas y canónicas. Las religiones protestantes poseen caracteres específicos. Los protestantes no reconocen el purgatorio católico, rechazan el culto a los santos, a los ángeles y a la virgen; el dios trino de los cristianos ocupa en ellos una posición de monopolio absoluto. La diferencia fundamental del protestantismo respecto al catolicismo y a la ortodoxia, radica en la teoría sobre la relación directa entre Dios y el hombre. Según la concepción de los protestantes, la gracia concedida por Dios desciende hasta el hombre sin intervención de la Iglesia, la “salvación” sólo se alcanza gracias a la fe personal del hombre en la voluntad divina. Esta doctrina socavaba el primado del poder eclesiástico sobre el seglar, hacia superfluos la Iglesia católica y el papado romano, libraba de trabas feudales al hombre y despertaba en su alma sentimientos de responsabilidad personal, abría el camino a las libertades democrático-burguesas y al individualismo burgués. En virtud del tipo de relación que establecía entre el hombre y Dios, el protestantismo relegaba a un segundo lugar no solo al clero y a la iglesia, sino además al culto religioso. En las religiones protestantes, no se venera a las imágenes ni a las reliquias, el número de sacramentos se reduce a dos (bautismo y eucaristía), los oficios divinos, por lo común, estriban en sermones, rezos colectivos y canto de salmos. Desde un punto de vista formal, el protestantismo se basa exclusivamente en la Biblia, pero de hecho cada religión protestante posee sus símbolos de la fe, sus autoridades y sus libros “sagrados”, es decir, su “leyenda sagrada” peculiar. El protestantismo contemporáneo se ha extendido, ante todo, en los países escandinavos, en Alemania, Suiza, Gran Bretaña y Estados Unidos. En el siglo XX se desarrolla en el protestantismo un movimiento ecuménico que ha conducido a la formación del Consejo Mundial de Iglesias. En los países capitalistas, la mayor parte de las figuras del protestantismo mantienen (al igual que los católicos) posiciones anticomunistas. En los países socialistas, predomina la tendencia a adaptar el cristianismo a las nuevas condiciones. Muchos protestantes se manifiestan en pro del debilitamiento de la tirantez internacional y en favor del desarme. Mas a pesar de algunas tendencias políticas progresivas que se dan entre una parte de los protestantes, el protestantismo, al igual que toda religión, es anticientífico y reaccionario.
Diccionario filosófico · 1965:380-381
Protestantismo
(latín protestans.) Tercera variedad del cristianismo (después de la ortodoxia y el catolicismo), que surgió en el período de la Reforma. El protestantismo es un conjunto de diversas religiones e iglesias independientes, que se diferencian entre sí por las peculiaridades dogmáticas y canónicas. Los protestantes no reconocen el purgatorio católico, rechazan a los santos, los ángeles y la Virgen ortodoxos y católicos y conceden una posición monopólica absoluta al Dios cristiano trino. La principal diferencia del protestantismo respecto al catolicismo y la ortodoxia consiste en la doctrina del nexo directo entre Dios y el hombre. A modo de ver de los protestantes, la gracia le viene al hombre de Dios, soslayando la Iglesia, y la “salvación” se logra únicamente gracias a la fe personal del hombre y la voluntad de Dios. Esta doctrina torpedeaba la prioridad del poder espiritual sobre el laico y el papel dominante de la Iglesia católica y del papa de Roma, liberaba al hombre de las trabas feudales y despertaba en él sentimientos de la dignidad personal, representaciones individualistas burguesas, &c. En virtud de la actitud distinta del hombre hacia Dios, el protestantismo concede un lugar secundario no sólo al clero y la Iglesia, sino también al culto religioso. No existe la inclinación a los iconos y reliquias, el número de sacramentos está reducido a dos (bautismo y comunión), los oficios divinos consisten de ordinario en prédicas, oraciones conjuntas y canto de salmos. Formalmente el protestantismo se basa sólo en la Biblia, pero de hecho cada una de las religiones protestantes tiene sus propios símbolos de fe, autoridades y libros “sagrados”. Actualmente, el protestantismo está difundido principalmente en los países escandinavos, Alemania, Suiza, Gran Bretaña, EE.UU., Canadá, Australia, &c. En el siglo 20, en el protestantismo se despliega el movimiento ecuménico, que condujo a la institución del Consejo Mundial de Iglesias. El protestantismo está enlazado con distintas tendencias políticas; algunos servidores del culto tratan de ajustarlo a las nuevas condiciones y acercarlo a las aspiraciones políticas progresistas de una parte de los protestantes (lucha por la paz y la distensión internacional).
Diccionario de filosofía · 1984:353