Filosofía en español 
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Populismo

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Populismo

Ideología pequeño-burguesa, idealista, que hizo su aparición en Rusia durante las décadas del sesenta y del setenta del siglo pasado. Lenin dio la siguiente definición del populismo: “Representa los intereses de los productores desde el punto de vista del pequeño productor, del pequeño burgués” (Lenin, Obras, Ed. rusa). La ideología populista extrae sus orígenes de las condiciones de la vida material de la sociedad, de la preponderancia numérica de la clase de los pequeños productores en la Rusia capitalista posterior a la reforma. Es preciso distinguir entre los viejos populistas y los que les siguieron después, los populistas liberales. Los primeros populistas vivieron y actuaron en las décadas del sesenta y del setenta cuando la diferenciación entre el campesinado no era tan señalada. Creyendo en la posibilidad de la revolución social campesina, los populistas de la década del setenta, la joven intelectualidad no procedente de la nobleza, vistiendo ropa campesina, iban a la aldea, al “pueblo” para levantarlo a la lucha contra el zarismo (de aquí su nombre de populistas).

Los populistas consideraban como fuerza revolucionaria principal al campesinado. Al negar la necesidad del desarrollo del capitalismo en Rusia, los populistas hacían la deducción de que era imposible el crecimiento de la clase obrera y no reconocían su papel decisivo en la lucha revolucionaria. El atraso económico de Rusia sirvió de base social para la aparición de teorías utópicas sobre el futuro régimen socialista, de acuerdo con las cuales éste podría ser establecido únicamente en base al movimiento campesino de la comuna rural rusa, sin movimiento obrero, sin dictadura del proletariado.

Los populistas afirmaban que la historia la hacen los “jefes”, las grandes personalidades, los “héroes” a los que sigue ciegamente la masa, la “multitud”, el pueblo.

Los contactos con el “pueblo” corrigieron las ideas de los populistas sobre los “instintos comunistas” de los campesinos organizados en comunas rurales. Los campesinos no siguieron a los populistas. Se pusieron de manifiesto divergencias en el seno de los populistas, sobre cuestiones tácticas en la lucha contra el gobierno zarista. Esas divergencias se manifestaron de un modo particularmente agudo en el congreso de “Zemlia i Volia” (Tierra y libertad) realizado a fines de junio de 1879, en Voronezh. Algunos meses más tarde, “Zemlia i Volia” se escindió en dos organizaciones: “Narodnaia Volia” (voluntad del pueblo) y “Chorni perediel” (Reparto negro). “Chorni perediel” quedó bajo la dirección de Plejanov (ver), Axelrod, Deutsch, &c. Los partidarios de “Narodnaia Volia” (Gelabov, Figner, Mijailov y otros) defendían y aplicaban la táctica del terror individual. Por heroica que fuera su lucha revolucionaria contra el zarismo, su táctica seguía siendo profundamente errónea. El populismo liberal de las décadas del ochenta y el noventa, representado por Danielson, Vorontsov, Krivenko, Yujakov, Mijailovski (ver), &c., expresaba los intereses de los kulaks.

El populismo es fundamentalmente hostil al marxismo. Idealistas en filosofía, los populistas unían los elementos más heteróclitos: positivismo (ver), anarquismo (ver), neo-kantismo (ver), &c. Eran adeptos de lo que se llamaba el método subjetivo en sociología (ver), ignoraban las condiciones de la vida material de la sociedad, negaban las leyes objetivas del desarrollo social, oponían el “individuo de espíritu crítico” al pueblo, representaban a las masas populares como una fuerza “inerte” de la historia, incapaz de actuar por sí misma, &c. No comprendían el papel histórico del proletariado, veían en éste una “desgracia histórica”. Ahora bien, el proletariado es justamente la única clase capaz de abolir el capitalismo y de crear la sociedad socialista. La comunidad campesina que los populistas idealizaban viendo en ella el “embrión del socialismo”, no era en realidad más que una forma cómoda de cubrir la dominación de los kulaks y un medio de que disponía el zarismo para forzar a los campesinos a pagar los impuestos según el principio de la garantía solidaria.

Denunciando el pseudo socialismo de los populistas, Lenin mostró que la crítica del capitalismo ruso hecha por los populistas era ilusoria y reaccionaria, pues ellos mismos se mantenían en las posiciones del capitalismo, pero de un capitalismo menos evolucionado, limitado por todos lados por las supervivencias feudales. La teoría y la práctica de los populistas constituía un obstáculo serio para el desarrollo y la propagación del socialismo científico, para el florecimiento del movimiento obrero. Así, pues, el marxismo no podía desarrollarse en Rusia sin entablar una lucha hasta el fin contra el populismo, sin aplastarlo ideológicamente.

Fue Plejanov quien asestó el primer golpe a la ideología populista. Lenin demolió a fondo el populismo en el plano ideológico, y desbrozó el terreno para la victoria del marxismo en Rusia. Lenin jamás dejó de luchar contra los grupos populistas que habían vuelto a remozar su fachada: los socialistas-revolucionarios, los socialistas populares, &c. Pero ese combate se desarrolló en la época en que Lenin había fundado un partido marxista. La lucha del partido contra los populistas en los comienzos del siglo XX, fue al mismo tiempo una lucha contra la ideología reaccionaria pequeño-burguesa en general. Y culminó con el aplastamiento completo de los grupos populistas, los peores enemigos del pueblo.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:413-414

Populismo

Ideología de la democracia campesina pequeñoburguesa rusa. Los rasgos específicos del populismo como variedad de la ideología democrática son: 1) quimeras socialistas, esperanzas de eludir la vía del capitalismo, creer que se podría evitar; 2) propugnar un cambio radical de las relaciones agrarias. El populismo posee significado internacional. Es propio de los países que entraron relativamente tarde en el camino de la revolución democrático-burguesa, cuando el capitalismo en la Europa occidental y en América del Norte ya había puesto al desnudo las contradicciones que le son inherentes y engendrado el movimiento socialista del proletariado. La raíz social de la ideología populista en Rusia se hallaba en la lucha del campesinado para acabar con los latifundios feudales y redistribuir por completo la tierra de los grandes propietarios. Los fundadores de la ideología populista en Rusia fueron Herzen y Chernishevski, los primeros en plantear la cuestión acerca de la posibilidad de que la comunidad campesina pasara directamente a la forma superior, comunista. En la década de 1870 cobra impulso el denominado populismo de acción, que aspiraba a dar vida real, al programa político del populismo, a despertar al campesinado y alzarlo para llevar a cabo la revolución socialista. Entre los ideólogos más destacados del populismo figuran Bakunin, Lavrov y Piotr Nikitin Tkachov. El populismo de la década indicada, que por su contenido político-social era la ideología del democratismo revolucionario combativo, en el aspecto teórico dio un paso atrás en comparación con Chernishevski. Los populistas contraponían el “socialismo” a la “política”, consideraban que la lucha por las libertades políticas sólo era provechosa para la burguesía. Se negaba todo carácter progresivo del capitalismo. En filosofía, los teóricos populistas de la escuela subjetiva preconizaban el agnosticismo, repetían los argumentos de los positivistas, de los neokantianos y de los machistas contra el materialismo. A diferencia de Chernishevski, quien examinaba la evolución social desde el punto de vista de la necesidad histórica, los populistas miraban los fenómenos sociales a través del prisma de un ideal abstracto. Aplicando el método subjetivo en sociología, los ideólogos populistas intentaban demostrar que era posible el progreso no capitalista. Aunque formalmente los populistas no negaban la importancia de las masas en la historia, hacían depender el movimiento de las mismas (y, correspondientemente, la orientación del progreso histórico) de la actividad de una minoría intelectual. La tesis básica de la teoría económica del populismo radica en la tendencia a demostrar que la pequeña economía campesina (la “producción popular”) se contrapone al capitalismo. Mediados los años ochenta, domina en el populismo la corriente liberal, reformista (V. V. [Vorontsov], Mijailovski, Serguéi Nikoliáievich Krivenko, Serguéi Nikoláievich Iuzhakov y otros). Ante la evidencia de los hechos, parte de los populistas se vieron obligados a reconocer la evolución capitalista del país y la diferenciación del campesinado. Sin embargo, el reconocimiento de que el capitalismo se desarrollaba en Rusia estaba apostillado con proyectos utópicos y reaccionarios de todo género acerca de la ayuda a la “producción popular”. Los representantes del populismo liberal sostuvieron una activa lucha contra el marxismo hasta que quedaron derrotados ideológicamente por completo. El ascenso del movimiento campesino a comienzos del siglo XX y la revolución da 1905-07 constituyeron un terreno propicio para que apareciesen varios grupos y partidos populistas, de los cuales el más izquierdista era el de los eseristas, cuya ideología presentaba un carácter ecléctico. En ella se conjugaban los viejos dogmas populistas con algunos principios tergiversados del marxismo. En el curso de la revolución, los eseristas constantemente vacilaban entre la subordinación a la hegemonía de los liberales y la lucha enérgica contra la gran propiedad terrateniente. Lenin y Plejánov hicieron una profunda crítica del populismo.

Diccionario filosófico · 1965:368

Populismo

Sistema de concepciones de la democracia pequeño-burguesa campesina en Rusia. Un rasgo específico del populismo como ideología es el entrelazamiento de la democracia agraria con el socialismo utópico campesino y la esperanza de soslayar el capitalismo. El populismo es típico de los países que emprendieron relativamente tarde la vía de la revolución democrática burguesa, cuando el capitalismo reveló ya sus contradicciones y generó el movimiento socialista del proletariado. El populismo ruso fue fundado por Herzen y Chernishevski, que fueron los primeros en plantear la cuestión de la posibilidad de pasar a la forma superior, comunista, a través de la comunidad campesina. En los años 70 del siglo 19, el populismo se convierte en corriente predominante del movimiento democrático ruso y adquiere nuevos rasgos: la revolución campesina se pone al orden del día. Los ideólogos más notables del populismo de los años 70 fueron Bakunin, Lavrov, Tkachiov, &c. Siendo por su contenido socio-político la ideología de la democracia revolucionaria militante, el populismo dio un paso atrás en el sentido teórico en comparación con Chernishevski. Así, conjugaba las ardientes simpatías hacia la lucha histórica universal del proletariado socialista internacional con la denuncia romántica de las lacras del capitalismo; la aspiración a luchar contra la posesión agraria de los terratenientes y contra la monarquía zarista, con la fe en el camino absolutamente original de desarrollo de Rusia, &c. El populismo rechazaba, como una supuesta justificación de la vía burguesa de desarrollo, inadmisible para los revolucionarios, la idea central de la concepción sociológica de Chernishevski: la idea de la necesidad histórica. En filosofía, los teóricos del populismo de los años 70 predicaban el positivismo. Rechazaban el materialismo filosófico y su gnoseología como “sintetización metafísica” que rebasa el marco de la ciencia. Desde mediados de los años 80 del siglo 19, el populismo entra en el período de una profunda crisis, condicionada, de un lado, por el fracaso de la propaganda socialista del populismo en el campo y la destrucción de la “Voluntad del Pueblo” y, del otro, por los cambios de clase en el país: la evolución burguesa del campesinado, el crecimiento del proletariado y el desarrollo de su lucha. Una parte de los revolucionarios (Plejánov y otros) rompieron con el populismo y adoptaron las posiciones del marxismo. En el populismo tomó liderazgo la corriente liberal (Mijailovski, S. Yuzhakov y otros), que renunció a la lucha por el derrocamiento revolucionario del régimen existente. la idea principal del populismo de los años 80-90 consistió en oponer la pequeña hacienda campesina al capitalismo. Una parte de los populistas se vieron obligados a reconocer la evolución capitalista del país y la diferenciación del campesinado. Pero ellos también redactaban proyectos utópicos pequeñoburgueses de defensa de la “producción popular” contra el capitalismo. Los representantes del populismo liberal sostenían una enérgica lucha contra el marxismo, la cual terminó con la completa derrota ideológica para ellos. El auge del movimiento campesino a comienzos del siglo 20 y la revolución de 1905-07 condicionaron la aparición de una serie de grupos y partidos populistas, comprendido el partido eserista. La ideología de los eseristas era ecléctica y unía los viejos dogmas del populismo con algunas tesis desvirtuadas del marxismo. En el curso de la revolución, los eseristas oscilaban constantemente entre el sometimiento a la hegemonía de los liberales y la lucha resuelta contra la posesión agraria de los terratenientes. Lenin y Plejánov criticaron a fondo el populismo.

Diccionario de filosofía · 1984:341-342