Jóvenes hegelianos
Jóvenes Hegelianos se llamaba el ala radical, “izquierda” de la escuela de Hegel. Los jóvenes hegelianos más destacados fueron Arnoldo Ruge, Bruno Bauer, Ludwig Feuerbach (durante el período prematerialista de su actuación) David Strauss, F. Richter. En las condiciones del atraso político de Alemania en la década del 30 al 40 del siglo XIX, las disputas entre los jóvenes hegelianos y el ala “derecha” de la escuela de Hegel, sobre los problemas de dios, de la inmortalidad personal, de la naturaleza de Cristo, y del origen del evangelio, eran la forma mistificada en que se planteaban los problemas de las rutas del desarrollo histórico de Alemania, del papel de la personalidad y su relación con el pueblo. Los jóvenes hegelianos trataban de demostrar el aspecto transitorio de los fenómenos históricos y aplicaban la dialéctica de Hegel a la crítica del sistema estatal prusiano. Sin embargo, criticando este sistema, los jóvenes hegelianos no iban más allá del círculo de las ilusiones liberales, esperando del gobierno de Federico-Guillermo IV la realización de las reformas constitucionales y la unificación de la desmembrada Alemania. Estas ilusiones fueron más claramente expresadas en Bruno Bauer, quien refutando la realidad histórica de Cristo, dedujo el origen de los mitos evangélicos, no de la substancia de la conciencia popular, como lo hizo Strauss, sino de la actividad creadora de las personalidades selectas, contraponiendo de esta manera, la personalidad “crítica” a la actitud supuestamente pasiva de las masas. Para Marx y Engels, que al comienzo de su camino filosófico estaban colocados en las posiciones de los jóvenes hegelianos, la teoría de estos últimos sobre la autoconciencia fue el punto de partida de la emancipación de las ilusiones de la religión. Sin embargo, ya en La Sagrada Familia y en La Ideología Alemana, Marx y Engels sometieron a una crítica implacable el idealismo de los jóvenes hegelianos, así como sus ilusiones liberales, demostrando que, “no obstante sus frases que aparentemente estremecen el mundo, son los conservadores más grandes”, que “no luchan, ni mucho menos, contra el mundo real, existente”; que combaten contra este mundo “sólo con frases” y que “los únicos resultados que esta crítica filosófica había logrado obtener, eran algunas explicaciones histórico-religiosas, unilaterales, además, sobre el cristianismo”.
Diccionario filosófico marxista · 1946:163-164
Jóvenes hegelianos
Ideólogos del liberalismo alemán de la década del treinta del siglo XIX, representantes del ala izquierda, compuesta por burgueses radicales, de la escuela de Hegel (Bauer, Strauss, Ruge, Stirner). A diferencia de los viejos hegelianos (partidarios del sistema reaccionario de Hegel en su conjunto, y de su filosofía de la religión en particular), los jóvenes hegelianos substituían la “Idea absoluta” (Dios) por la “conciencia de sí”, presentada como el poderoso motor de la historia y encarnada por el Estado y los intelectuales. El pueblo no es más que una “masa de espíritu no crítico”, desprovisto de “conciencia de sí”. Así, Bauer afirmaba que, justamente en la masa y no en otra parte, es preciso buscar el enemigo real del espíritu. Los jóvenes hegelianos condenaban la Revolución francesa de 1789, y le oponían las reformas burguesas realizadas por iniciativa del Estado “razonable” (explotador). En lo que a la transformación burguesa de Alemania se refiere, los jóvenes hegelianos ponían sus esperanzas en el rey de Prusia quien personificaba para ellos el ideal platónico del filósofo elevado al trono. En su crítica al cristianismo ortodoxo y al discutir la autenticidad del Evangelio, los jóvenes hegelianos identificaban la conciencia religiosa a la conciencia popular. El obstáculo principal para el progreso de Alemania no es la dominación de los grandes terratenientes y el absolutismo, sino la religión que deforma la naturaleza supuestamente “razonable” del Estado amenazado por el advenimiento de la masa “irrazonable”. Con su prédica de la separación de la Iglesia y del Estado, y con sus intentos de “hacer entrar en razón” a la monarquía feudal, los jóvenes hegelianos fundaban sus esperanzas en la “potencia” del Estado explotador y se ponían en cuatro pies ante la monarquía prusiana. Convencidos de que la metamorfosis de la conciencia en “conciencia en sí” constituía la condición de la transformación social, los jóvenes hegelianos predicaban en realidad, con su interpretación “razonable” del régimen existente entonces en Alemania, la sumisión a ese régimen. No tenían ninguna idea de la lucha de clases, de las leyes objetivas del desarrollo social, del papel de las relaciones económicas de la producción material en la evolución social. Sus exhortaciones se dirigían a las clases explotadoras. Una de las particularidades de la corriente de los jóvenes hegelianos era su fraseología revolucionaria, la cual se reducía a amenazas liberales dirigidas a las clases feudales dominantes que se resistían al desarrollo del capitalismo en Alemania. La ideología de los jóvenes hegelianos reflejaba la falta de valor de la burguesía alemana, su impotencia para luchar contra el régimen feudal.
Al comienzo de su actividad, Marx y Engels adhirieron al grupo de jóvenes hegelianos, pero ya en esa época se distinguían de ellos por sus convicciones democrático-revolucionarias. Durante el periodo de 1843 a 1846, Marx y Engels criticaron sin piedad el idealismo y los sermones liberales de los jóvenes hegelianos. Y señalaron que estos últimos “a despecho de su fraseología supuestamente destinada a ‘trastornar el mundo’ eran conservadores incorregibles” que luchaban no contra el mundo real, el mundo existente, sino contra las frases de ese mundo. “Los únicos resultados que podía obtener esta crítica filosófica, eran ciertas aclaraciones, incompletas además, sobre la historia religiosa del cristianismo...” (Marx/Engels, Ideología alemana).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:264-265
Jóvenes hegelianos
(o hegelianos de izquierda). Ala radical de la escuela filosófica hegeliana. Su interpretación de la filosofía de Hegel y su crítica del cristianismo constituyeron la forma específica –dadas las condiciones en que se encontraba entonces Alemania– en que despertaron el pensamiento democrático-burgués y el interés político en general. Contribuyó a que se formara el ala izquierda del hegelianismo el libro de David Strauss Vida de Jesús (1835), en el que se analizaban con espíritu crítico los dogmas del Evangelio. Strauss veía a Cristo como una personalidad histórica corriente, cuyo carácter sobrenatural era sólo producto de un mito. Bruno Bauer dio un nuevo paso en la crítica de la religión como falsa forma de la conciencia, consideraba los dogmas evangélicos como manifiestas ficciones y la personalidad de Jesús como una invención. Las teorías de los jóvenes hegelianos son de interés por constituir –tomando la religión como modelo– el primer intento de analizar la conciencia colectiva en calidad de estructura social (ideología). Su interés se centraba en la cuestión de cómo surgen y alcanzan fuerza obligatoria falsas representaciones sobre la sociedad. Strauss explicaba este hecho por la estabilidad tradicional de las concepciones mitológicas; Bauer vela la raíz de dicho fenómeno en la “alienación” de los productos de la “autoconciencia” individual, en el hecho de que los productos de la mente humana empiezan a examinarse como abstracciones independientes de la misma. El análisis crítico de la teoría idealista llevado a cabo por los jóvenes hegelianos puso de manifiesto la limitación del análisis puramente inmanente de la conciencia social, hizo ver la necesidad de investigar las relaciones sociales materiales, de inferir de estas últimas la vida espiritual de la sociedad. Feuerbach ya vio hasta cierto punto esa necesidad, pero quienes llevaron a cabo la tarea fueron Marx y Engels, que participaron en el movimiento de los jóvenes hegelianos a comienzos de la década de 1840, aunque llegaron a una concepción radicalmente nueva del desarrollo social, a la teoría del materialismo histórico. La inconsistencia del hegelianismo de izquierda en tanto que radicalismo burgués resultaba patente sobre todo al subestimar el papel de las masas populares en la historia. Así se ve en los trabajos de Stirner, que se convirtió en uno de los precursores del anarquismo. A los jóvenes hegelianos les era extraña la idea relativa a la lucha de clases, a las leyes objetivas del desarrollo social, al papel de las relaciones económicas en la vida de la sociedad. Lo típico de ellos era la fraseología revolucionaria, que no pasaba de incluir amenazas liberales hacia las clases dominantes, freno del desarrollo burgués de Alemania. Los jóvenes hegelianos veían al pueblo como “enemigo del espíritu” y del progreso, consideraban que la fuerza motriz de la historia radicaba en “la personalidad que pensaba críticamente”. Marx y Engels criticaron las ideas de los jóvenes hegelianos en La sagrada familia y La ideología alemana.
Diccionario filosófico · 1965:253-254
Jóvenes hegelianos
(o hegelianos de izquierda). Ala radical de la escuela filosófica hegeliana. Su interpretación de la filosofía de Hegel y su crítica del cristianismo constituyeron una forma específica –para las condiciones alemanas de aquel entonces– de despertar del pensamiento democrático-burgués y, en general, del interés político. Contribuyó a la formación del ala izquierda del hegelianismo el libro de D. Strauss Vida de Jesús (1835), en el que se analizan críticamente los dogmas evangélicos. Strauss consideraba a Cristo como una personalidad histórica corriente, cuyo carácter sobrenatural era producto del mito. El paso siguiente por el camino de crítica de la religión como forma falsa de la conciencia fue dado por B. Bauer, el cual calificaba a los dogmas evangélicos de ficciones premeditadas, y a la personalidad de Jesucristo, de invención. Las teorías de los jóvenes hegelianos son interesantes como primer intento de analizar, valiéndose del modelo de la religión, la conciencia social como ideología. Los jóvenes hegelianos centraron su atención en la cuestión de cómo surgían y cobraban fuerza coercitiva las nociones falsas sobre la sociedad. Strauss explicaba este hecho con la estabilidad tradicional de los juicios mitológicos. Bauer veía la fuente de este fenómeno en la “enajenación” de los productos de la “autoconciencia” individual, en el hecho de que los productos de la mente humana empiezan a considerarse como abstracciones independientes de esta última. El análisis crítico de la doctrina idealista de los jóvenes hegelianos puso de relieve el carácter limitado de su estudio de la conciencia social y señaló la necesidad de investigar las relaciones sociales materiales y deducir de ellas la vida espiritual de la sociedad. Esta tarea la advirtió hasta cierto grado ya Feuerbach y la cumplieron Marx y Engels, que participaron a comienzos de los años 40 del siglo 19 en el movimiento de los jóvenes hegelianos, pero llegaron a una concepción cardinalmente nueva del desarrollo social, al materialismo histórico. La inconsistencia de dicho movimiento como radicalismo burgués se manifestó más nítidamente en la minimización del papel de las masas populares en la historia. A los jóvenes hegelianos les era ajena la idea de la lucha de clases, las leyes objetivas del desarrollo social y el papel de las relaciones económicas en la vida de la sociedad. Lo específico para los jóvenes hegelianos era la fraseología revolucionaria en forma de amenazas liberales a las clases gobernantes que frenaban el desarrollo burgués de Alemania. Marx y Engels criticaron las ideas de los jóvenes hegelianos en las obras La sagrada familia y La ideología alemana.
Diccionario de filosofía · 1984:240-241