Filosofía en español 
Filosofía en español

Hipótesis

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

no figura

Diccionario filosófico abreviado · 1959

Hipótesis

(del griego ὑπόθεσις: fundamento, conjetura). Presuposición con que, partiendo de varios hechos, se infiere una consecuencia sobre la existencia de un objeto, de una relación o de la causa de un fenómeno, con la particularidad de que no es posible considerar tal consecuencia como plenamente demostrada. Se llama asimismo hipotético el razonamiento correspondiente. La necesidad de la hipótesis se presenta en la ciencia cuando no resulta claro el nexo entre los fenómenos, la causa de los mismos, pese a conocerse muchas circunstancias que los preceden o acompañan; surge dicha necesidad, cuando a partir de ciertas características de lo presente ha de restablecerse el cuadro de lo que fue o bien cuando tomando en consideración lo pasado y lo presente de un fenómeno se ha de llegar a una conclusión acerca de su desarrollo futuro. Ahora bien, la formulación de una hipótesis partiendo de determinados hechos no constituye más que un primer paso. La hipótesis misma, en virtud de su probabilidad, ha de ser comprobada, demostrada. Después de tal comprobación, se convierte en teoría científica, se modifica o –si el resultado es negativo– se desecha. Las reglas fundamentales para la formulación y la comprobación de hipótesis son las siguientes: 1. La hipótesis ha de hallarse en concordancia o, por lo menos, ha de ser compatible con todos los hechos a los que concierna. 2. De varias hipótesis contrapuestas entre sí aducidas para explicar unos hechos, es preferible la que los explica de una misma manera en mayor número. Desde luego, para explicar algunos de los hechos dados, cabe presentar lo que se denomina una hipótesis de trabajo. 3. Para explicar una serie de hechos concatenados entre sí, es necesario formular el menor número posible de hipótesis diferentes y su conexión ha de ser lo más estrecha posible. 4. Al presentar una hipótesis es necesario tener clara idea del carácter de probabilidad de sus conclusiones. 5. Si dos hipótesis se contradicen entre sí, no pueden ser ambas verdaderas, a excepción del caso en que expliquen distintos nexos y facetas de un mismo objeto. Los positivistas modernos, los empíricos, los “paninductivistas”, &c., entienden que la ciencia está llamada simplemente a registrar y anotar los hechos y no a elaborar hipótesis acerca de las leyes del mundo objetivo, dado que, a su juicio, las hipótesis desempeñan sólo un papel de “trabajo” sin poseer un significado real. El carácter de la ciencia moderna, la mayor complejidad del experimento en la investigación científica hacen apremiante la necesidad de recurrir cada vez con mayor frecuencia al pensamiento teórico, a las amplias hipótesis científicas y confirman la tesis de Engels según la cual “la forma de desarrollo de la ciencia natural, en tanto que ésta piensa, es la hipótesis” (Dialéctica de la naturaleza, pág. 191).

Diccionario filosófico · 1965:217

Hipótesis

(gr. hypothesis: fundamento, suposición): sistema de deducciones, con ayuda del cual, sobre la base de una serie de hechos, se hace la conclusión de la existencia del objeto, relación o causa del fenómeno, pero esta conclusión no puede considerarse absolutamente verdadera. Se denomina hipótesis también el contenido de dicha conclusión. La ciencia necesita hipótesis cuando no está clara la conexión entre los fenómenos y su causa, aunque se conozcan muchas circunstancias precedentes o acompañantes; cuando, valiéndose de algunas características del presente, se tiene que restablecer el cuadro del pasado o sacar, sobre la base del pasado y el presente, la conclusión acerca del desarrollo futuro del fenómeno. Ahora bien, promover una hipótesis sobre la base de determinados hechos es sólo el primer paso; la propia hipótesis, en virtud de su carácter probabilitario, exige verificación, demostración. Después de tal verificación, la hipótesis o bien se convierte en teoría científica, o bien es modificada o rechazada en caso de que la verificación dé resultados negativos. Las reglas básicas del planteamiento y verificación de las hipótesis son las siguientes: 1. La hipótesis debe coincidir o, al menos, ser compatible con todos los hechos a que atañe. 2. De un conjunto de hipótesis opuestas unas a otras, promovidas para explicar una serie de hechos, es preferible aquella que explica uniformemente un número mayor de éstos; claro está que para explicar algunos hechos de esta serie pueden utilizarse las denominadas hipótesis de trabajo. 3. Para explicar una serie coherente de hechos hay que promover el número menor posible de hipótesis distintas y su interconexión debe ser, en la medida de lo posible, más estrecha. 4. Al promover una hipótesis, se debe tener conciencia del carácter probabilitario de sus conclusiones. 5. Las hipótesis contradictorias no pueden ser verdaderas a la vez salvo en el caso de que expliquen los distintos aspectos y relaciones de un mismo objeto. Los positivistas, empíricos, &c. modernos consideran que la ciencia está llamada a registrar en forma de protocolo los hechos, y no construir hipótesis sobre las regularidades del mundo objetivo, pues las hipótesis, a su juicio, desempeñan tan sólo un papel auxiliar y no tienen contenido objetivo. Ahora bien, el hecho de que las hipótesis se transforman en teorías científicamente demostradas atestigua lo contrario. La hipótesis, puesto que siempre se basa en determinados datos objetivos, tiene la posibilidad de ser desarrollada hasta el grado de teoría. El carácter de la ciencia moderna y la complicación de los mecanismos de observación y experimentación obligan a investigar cada vez más atentamente esta fase del pensamiento científico.

Diccionario de filosofía · 1984:208-209