Filosofía en español 
Filosofía en español

Fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad

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Diccionario filosófico marxista · 1946

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Diccionario filosófico abreviado · 1959

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Diccionario filosófico · 1965

Fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad

Factores esenciales, necesarios y de larga acción, que aseguran el funcionamiento, desarrollo y progreso de la sociedad. Los partidarios de la interpretación idealista de la historia reducen las fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad a los impulsos ideales y motivos de la actividad histórica de los hombres, buscándolas en la naturaleza inmutable de los mismos, en la naturaleza exterior, en las fuerzas supranaturales, en la combinación mecánica de los diversos factores. Los clásicos del marxismo-leninismo descubrieron las fuerzas propulsoras materiales, demostraron su carácter primario y determinante respecto a las políticas y espirituales, así como la condición activa y la relativa independencia de estas últimas, e hicieron ver el papel de las masas populares como fuerza motriz determinante de la historia. En forma general, entre las fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad figuran las contradicciones sociales, que dan el impulso definitivo al automovimiento y autodesarrollo; la actividad progresiva de los sujetos sociales que resuelve estas contradicciones; las fuerzas motivadoras de esta actividad (necesidades, intereses, &c.). En el aspecto funcional-estructural, las fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad se dividen en factores naturales (demográficos y geográficos) y sociales; los factores sociales se dividen en económico-materiales, sociopolíticos y espirituales, objetivos y subjetivos. La principal fuerza motriz histórica general es el modo de producción de los bienes materiales. La principal fuerza motriz específica de todas las formaciones antagónicas es la lucha de clases. En la historia aumenta la eficiencia de las fuerzas motrices, cuyo tipo superior se constituye en la formación comunista. En la sociedad socialista desarrollada, su núcleo lo constituyen las contradicciones no antagónicas; en ella, la fuerza propulsora es la unidad socio-política e ideológica de la sociedad, encabezada por la clase obrera y dirigida por el Partido Comunista; se desarrollan estímulos materiales y morales cada vez más eficaces para el trabajo, desplegándose ampliamente la emulación socialista; crece el papel de las masas populares en todas las esferas de la vida social; actúan fuerzas motrices espirituales como el patriotismo y el internacionalismo socialistas, la crítica y autocrítica, &c. A consecuencia de ello se acelera el ritmo del progreso social, y sus adelantos se utilizan cada vez más plenamente para bien de los trabajadores.

Diccionario de filosofía · 1984:189