Pierre Bayle (1647-1706)
Destacado publicista y filósofo francés. Como lo señala Marx, Bayle fue el primer filósofo que en Francia quebrantó la confianza en la metafísica y en la escolástica teológica. Fue “el último metafísico en el sentido del siglo XVII y el primer filósofo en el sentido del siglo XVIII” (Marx), siendo también el primer filósofo que anunció como posible la existencia de una sociedad compuesta exclusivamente de ateos. Lo que aniquila al hombre no es el ateísmo, escribía Bayle, sino los prejuicios religiosos. Después de Descartes, Bayle proclama la duda como el único método de conocimiento del mundo objetivo. La duda es la senda que conduce hacia la verdad. Pero la propia verdad existe objetivamente, independientemente del que la está conociendo. “La verdad, dice Bayle, no puede ser destruida nunca, ni por una tradición general, ni por la conformidad unánime de todos los hombres”. Impugnaba preeminentemente a Spinoza y a Leibnitz, como dijo Marx. La crítica que Bayle hizo de Spinoza tendía a demostrar la imposibilidad de identificar a Dios con la sustancia material que es la base de todos los cambios y fenómenos del mundo, identificación que a juicio de Bayle, hace responsable a Dios de todas las maldades y calamidades terrenales. Si admitimos, dice, que los hombres son una partícula de la sustancia divina, ha de aceptarse entonces que cuando se matan unos a otros en la guerra, es una partícula de Dios la que mata a otra partícula de Dios; un absurdo. En esta crítica ingeniosa hay más bien una sátira mordaz a la religión, que una refutación de la sustancia material spinoziana incorrectamente comprendida por Bayle. Al criticar la sustancia única del mundo, Bayle se inclina a la afirmación de que la sustancia es una, pero no la única. Si a juicio de Spinoza cada cosa sólo es un fragmento de la sustancia general e identificada con ella; cada cosa puede ser considerada, según Bayle, como una sustancia autónoma. El Universo se compone, para Bayle, de una multitud infinita de sustancias aisladas y dotadas de razón. Criticó también a Leibnitz por su teoría de la llamada armonía preestablecida. Si admitimos que todo está bien en el mejor de los mundos, como piensa Leibnitz, ¿de dónde provienen, pregunta Bayle, el mal, las calamidades y el engaño, y cómo puede ser castigado el mal si brota necesariamente de la armonía preestablecida? Por eso, según él, la moral no debe ser obligatoriamente vinculada con la religión. Los hombres más religiosos, dice, pueden ser los más inmorales y, por el contrario, los ateos pueden ser hombres de alta moral: “la religión no es la rienda que frena nuestras pasiones”. La razón humana por sí misma, sin la religión, puede determinar acciones que merezcan elogio o censura. Lo bueno debe ser querido por sí mismo, sin temor a un dios. Los ateos pueden servir de ejemplo. Los ateos, dice Bayle, no son hombres capaces de cometer delitos simplemente por no creer en Dios; al contrario, el ejemplo de los epicúreos demuestra que los ateos, sin temor a un dios, pueden sacrificarse y sacrificar su bienestar personal al prójimo. A juicio de Bayle, la conducta del hombre depende, no de las leyes del Evangelio, sino de las leyes del Estado: cambiad estas últimas y tendréis una moral cambiada. La filosofía de Bayle desbrozó el camino para el materialismo del siglo XVIII. La obra principal de Bayle es Diccionario Histórico y Crítico, 1695.
Diccionario filosófico marxista · 1946:25-26
Pierre Bayle (1647-1706)
Eminente filósofo y escritor francés. Según la expresión de Marx, fue quien logró el descrédito de la metafísica y de la teología escolástica. Bayle declaró en voz alta que podía existir una sociedad de ateos puros. No es el ateísmo (ver) lo que rebaja la condición del hombre, sino las supersticiones religiosas. Siguiendo a Descartes (ver), Bayle proclamó la duda como único método de conocimiento del mundo objetivo. El camino de la verdad pasa por la duda. Pero la verdad misma existe objetivamente, independientemente de quien la concibe. La verdad, dice Bayle, no puede ser aniquilada ni por la tradición común ni por el acuerdo unánime de los hombres. El escepticismo era su arma de combate contra la metafísica y la escolástica. Bayle, observa Marx, refutó sobre todo a Spinoza (ver) y a Leibniz (ver). En su crítica a Spinoza, demuestra que es absurdo identificar a Dios y a la substancia material, base de todas las transformaciones y de todos los fenómenos. Se inclina a pensar que la substancia es una pero no la única. Para Spinoza, toda cosa no es más que un fragmento de la substancia general, idéntica a sí misma, mientras que Bayle piensa que cada cosa puede ser considerada como una substancia aparte. El mundo se compondría de un número infinito de substancias particulares dotadas de razón. Bayle critica la teoría de la armonía preestablecida de Leibniz. Si se admite que “todo tiende a la perfección en el mejor de los mundos posibles”, ¿de dónde proceden entonces el mal, las calamidades, la mentira? ¿Y puede ser objeto de castigo el mal si procede necesariamente de la armonía preestablecida? Es por eso que la moral debe ser independiente de toda creencia religiosa. Las personas más piadosas pueden ser las más inmorales y, al contrario, los ateos pueden poseer las cualidades morales más elevadas. La religión es incapaz de frenar las pasiones. La razón es capaz de decir, sin ayuda de la religión, si tal o cual acción merece elogio o censura. Es preciso amar el bien por sí mismo y no por el temor a Dios. La conducta de los hombres depende no de las leyes del Evangelio, sino de las leyes del Estado: cambiad éstas y cambiaréis las costumbres.
Bayle era partidario de la monarquía. Aunque su escepticismo se extendía también a la razón, y aunque su crítica a la religión no fuera lo bastante consecuente, la filosofía de Bayle desempeñó un papel progresivo. Su obra cumbre es el Diccionario histórico y crítico (1695-1697).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:41-42
Pierre Bayle (1647-1706)
Escritor y filósofo francés, escéptico, uno de los primeros representantes de la Ilustración; fue profesor de la Academia de Sedán y de la Universidad de Rotterdam. Después de polemizar contra el catolicismo, renunció a toda religión y propugnó la tolerancia. Bayle no era ateo, mas su indiferencia religiosa poseía tal carácter que permitió decir a Voltaire, con fina observación, que si bien aquél no era ateo, hacía ateos a los demás. Bayle sentó también las bases de la crítica de la doctrina cristiana como variedad de la mitología pagana. Fundamentaba su argumentación crítica en el escepticismo derivado de la duda cartesiana el cual, según Marx, socavó la confianza en toda metafísica y en la teología. Bayle formuló la idea de que los problemas éticos no tienen que relacionarse con la religión, sino que han de ser examinados desde el punto de vista de la razón natural. Demostraba que es posible la existencia de una sociedad compuesta sólo por ateos. Con sus obras (la más importante de todas ellas es el Diccionario histórico y crítico, 1695-1697), Bayle preparó el terreno al materialismo francés del siglo XVIII.
Diccionario filosófico · 1965:40-41
Pierre Bayle (1647-1706)
Publicista, filósofo escéptico, uno de los primeros representantes del Iluminismo francés. Bayle arrancaba de la incompatibilidad entre la religión y el saber, predicaba la tolerancia religiosa. Aunque Bayle mismo no era ateo, el carácter de su indiferentismo religioso lo advirtió Voltaire al decir que, si el propio Bayle no es ateo, él hace ateos a los demás. Bayle puso, comienzo a la crítica de la doctrina cristiana como variedad de la mitología pagana. Su argumentación crítica tenía por base el escepticismo. Expuso la idea de que los problemas éticos no se les debe vincular con la religión, sino que deben ser enfocados desde el punto de vista de la razón natural. Demostraba que era posible la existencia de la sociedad integrada sólo por los ateos. Con sus obras (la principal es el Diccionario histórico y crítico, 1695-97), Bayle preparó el terreno para el materialismo y el ateísmo franceses del siglo 18.
Diccionario de filosofía · 1984:39