Filosofía en español
Principal arma ideológica de la reacción imperialista moderna. El contenido básico del anticomunismo está formado por calumnias contra el régimen socialista, por la falsificación de la política y de los objetivos de los partidos comunistas, de la doctrina marxista-leninista. En el terreno de la economía, el anticomunismo se manifiesta ante todo en la negación del carácter socialista del sistema económico de la U.R.S.S. y de los países de democracia popular, en el intento de presentar la economía de los países del socialismo como economía capitalista de Estado; en la esfera de la política, se manifiesta en las invenciones calumniosas sobre el “totalitarismo” soviético, sobre el carácter agresivo del comunismo mundial; en la esfera de la ideología, se da en la machacona reiteración de la estúpida cantilena sobre la “standardización” del pensamiento bajo el socialismo. Tales deformaciones encuentran su remate en la falacia sobre la “deshumanización” de las relaciones sociales en el régimen socialista, sobre la transformación del hombre en un simple instrumento para cumplir tales o cuales objetivos de la “dirección”, sobre lo “utópico” de las líneas programáticas del comunismo científico, “El anticomunismo es un reflejo del grado extremo de degradación a que ha llegado la ideología burguesa” (“Materiales del XXII Congreso del P.C.U.S”, pág. 358). Los ideólogos de la burguesía no están en condiciones de presentar ningún programa positivo que responda a los intereses de las masas. De ahí que el anticomunismo cale en todas las facetas del pensamiento burgués. El odio hacia el comunismo se debe al miedo de las clases privilegiadas ante él, se debe al miedo por el progreso social. La propaganda masiva del anticomunismo tiene por objeto paralizar el movimiento revolucionario de los trabajadores, sembrar la desconfianza hacia las consignas e ideales del comunismo, desacreditar y ahogar todo el movimiento auténticamente democrático de la actualidad. El anticomunismo no es sólo un conjunto de ideas. Es, también, el elemento determinante de la línea política real de los círculos más reaccionarios de los estados imperialistas, que aspiran a rematar, mediante la guerra atómica contra los países socialistas, su lucha contra el comunismo. Los éxitos cada día mayores del sistema mundial del socialismo, la lucha por la paz, la lucha contra el anticomunismo en los mismos países capitalistas son una prueba de la infructuosidad de éste y demuestran que está condenado al fracaso.
Diccionario filosófico · 1965:15-16
Principal instrumento ideo-político de la burguesía imperialista contemporánea. El anticomunismo emana de la propia naturaleza de esta clase, la cual ha perdido la iniciativa histórica y siente pavor ante el progreso social, ante los movimientos revolucionarios de la contemporaneidad. En las condiciones de la encarnizada lucha que se libra entre los dos sistemas, el anticomunismo es elevado en los países capitalistas al rango de política estatal. Los estados burgueses elaboran la estrategia y la táctica del anticomunismo, financian la propaganda anticomunista, crean centros propagandísticos especiales. Los ideólogos burgueses despliegan febriles esfuerzos para acuñar teorías y doctrinas que se opongan a la difusión de las ideas del marxismo-leninismo entre las masas. Al lado de la calumnia del régimen socialista, de la grosera falsificación de la política de los estados socialistas y de los llamados a la agresión, los ideólogos burgueses utilizan recursos más “elásticos” que se orientan a socavar el socialismo desde dentro. Tal es, por ejemplo, la concepción del “desarme ideológico” con su consigna del “pluralismo” (pluralidad) de ideologías, de su coexistencia pacífica. Y su teoría de la “convergencia”, afín a la anterior, que propugna el acercamiento entre el socialismo y el capitalismo, su fusión en algo nuevo, en una sociedad perfecta (la “sociedad industrial única”), que conjugue los rasgos de ambos sistemas sociales. Todas estas doctrinas están al servicio de la política de “tendido de puentes”, cuyo objetivo consiste en esfumar la contradicción fundamental del mundo contemporáneo (la contradicción entre el socialismo y el imperialismo), en provocar la “erosión” de la sociedad socialista y de su ideología, en distanciar a los países socialistas y debilitar las fuerzas del antiimperialismo. A fin de dar fundamento “teórico” a esta política los ideólogos del anticomunismo utilizan diversas concepciones sociales y filosóficas. Especulan también con las ilusiones y prejuicios de las masas, cifran esperanzas en el revisionismo y el nacionalismo. La lucha contra el anticomunismo es parte integrante fundamental de la lucha de las masas trabajadoras por la paz y el progreso social. La crítica de la ideología del anticomunismo implica desenmascarar las concepciones burguesas, defender los principios de la teoría marxista-leninista y desarrollarla con espíritu creador, elaborar con profundidad teórica los problemas del desarrollo social contemporáneo.
Diccionario marxista de filosofía · 1971:18
Principal arma político-ideológica de la actual reacción imperialista. El contenido fundamental del anticomunismo son la calumnia contra el régimen socialista, la falsificación de la política y los objetivos de los partidos comunistas y la franca apología del régimen capitalista. En el campo de la economía, el anticomunismo se manifiesta, ante todo, en la negación del carácter socialista del sistema económico de la URSS y otros países socialistas y en el intento de presentar la economía de dichos países como capitalismo de Estado; en el campo de la política, en las calumnias sobre el “totalitarismo” soviético, sobre la infracción de los “derechos humanos”, sobre el “carácter agresivo” del comunismo mundial; en el campo de la ideología, en el machaqueo de la versión absurda sobre la “standarización” del pensamiento en la sociedad socialista. Estas tergiversaciones son coronadas por la mentira acerca de la “deshumanización” de las relaciones sociales en las condiciones del socialismo, sobre la transformación del hombre en simple medio de realización de unos u otros fines de la “dirección” y sobre el “carácter utópico” de las exigencias programáticas del comunismo científico. El odio al comunismo, que permea todos los aspectos del pensamiento burgués, está condicionado por el miedo a él y el temor al progreso social. La propaganda masiva del anticomunismo tiene por objetivo paralizar el movimiento revolucionario, sembrar la desconfianza en las consignas y los ideales del comunismo, desacreditar y reprimir todos los movimientos auténticamente democráticos de nuestra época. El anticomunismo no es sólo un conjunto de ideas, determina también la línea política real de los círculos más reaccionarios de los Estados imperialistas.
Diccionario de filosofía · 1984:17-18