Filosofía en español 
Filosofía en español

Analogía

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Analogía

Semejanza parcial o similitud entre diferentes objetos o fenómenos. Dentro de ciertos límites, la analogía puede servir de medio para conocer los caracteres y las propiedades todavía no reveladas de tales o cuales objetos. En lógica, la analogía constituye una modalidad del razonamiento: la similitud de ciertos caracteres de dos objetos permite concluir, por analogía, la similitud de otros caracteres. Sin embargo, la analogía no proporciona un medio seguro y eficaz de conocimiento: al servirse únicamente de ella, se corre el riesgo de borrar las diferencias cualitativas entre los fenómenos y procesos en apariencia similares. Así, los mencheviques identificaban la revolución democrático-burguesa rusa de 1905 y la revolución burguesa francesa de 1789; y de esta analogía errónea sacaban conclusiones políticas reaccionarias. Sin negar la posibilidad de utilizar la analogía en el conocimiento, el marxismo exige el estudio de las condiciones concretas en las cuales se desarrolla tal o cual proceso histórico.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:15-16

Analogía

(Del griego αναλογία: proporción, correspondencia.) Semejanza de ciertas facetas, cualidades y relaciones entre objetos no idénticos; son razonamientos por analogía las deducciones que se hacen sobre la base de dicha semejanza. Esquema corriente del razonamiento por analogía: el objeto B posee las notas a, b, c, d, e; el objeto C posee las notas b, c, d, e; por tanto el objeto C tiene probablemente, la nota a. La analogía es de gran valor para la investigación. En las etapas iniciales del desarrollo de la sociedad, la analogía sustituye a la observación sistemática y al experimento, sus conclusiones se fundamentan en el parecido de caracteres externos y secundarios. Así surgen la mayor parte de las concepciones de la filosofía de la naturaleza en la Antigüedad. Más adelante, la analogía pierde su significado como medio de explicación, pero conserva el papel de brújula que señala los problemas. Así, Huygens, después de descubrir la analogía entre el comportamiento de la luz y el del sonido, llegó a la idea de la naturaleza ondulatoria de la luz: Maxwell hizo extensiva esta conclusión a la naturaleza del campo electromagnético. Considerada aisladamente, la analogía carece de fuerza probatoria concluyente, pues la deducción por ella inferida posee sólo un carácter de probabilidad. De ahí que sea necesario aplicarla junto con otras formas de cognición. Con el fin de elevar el grado de probabilidad de la deducción por analogía, se recaba el cumplimiento de los requisitos siguientes: 1. La analogía ha de basarse en notas esenciales y en un gran número –en la medida de lo posible– de propiedades comunes a los objetos que se comparan. 2. El nexo entre el carácter respecto al que se infiere la deducción y los caracteres comunes descubiertos en los objetos, ha de ser lo más estrecho posible. 3. La analogía se propone establecer una correspondencia entre objetos sólo en un determinado nexo, pero no en todas las relaciones. 4. Como quiera que la analogía tiene como fin inmediato establecer la semejanza de los objetos, no hace más que señalar sus diferencias y ha de completarse con la investigación de los mismos. En la ciencia moderna, constituye una amplia esfera para la aplicación de la analogía, la denominada teoría de la semejanza, utilizada en la modelización.

Diccionario filosófico · 1965:12-13

Analogía

(del griego, analogía, afinidad, semejanza.) En el sentido común y corriente es la afinidad existente entre los objetos en cualquier relación. Con este término se identifica también cierto método de investigación de los objetos, determinado recurso para ampliar nuestro conocimiento. Al reconocer la similitud entre los objetos por cualquiera de sus rasgos podremos asimismo concluir su semejanza por otros rasgos suyos. Esta conclusión se llama inferencia por analogía, la cual nos permite transferir el conocimiento adquirido acerca de un objeto, a otro. Sin embargo, hay que considerar en gran parte sólo con cierto grado de exactitud esta transferencia del conocimiento, ya que puede resultar no completa la semejanza entre los objetos. No por el hecho de que éstos tengan ciertas propiedades generales podemos afirmar siempre con absoluta certidumbre que disponen de propiedades comunes y otras. Newton, por ejemplo, al notar que los cuerpos que brillan se distinguen por su gran capacidad para refractar la luz, dedujo que el diamante es la substancia más brillante en virtud de que refracta intensamente la luz. Esta deducción es correcta. Sin embargo, pudo no serlo, pues existen algunos minerales que no brillan y que son altamente refractarios a la luz. La conclusión por analogía será más exacta si la semejanza entre los objetos se establece tomando en cuenta sus rasgos esenciales y no los externos. El que los fenómenos sean afines por su esencia (naturaleza) permite aplicar los métodos empleados en el estudio de unos fenómenos, a otros. Ello dará a la analogía mayor consistencia. Ejemplo de esto es la analogía establecida ya en el siglo XVIII por Huygens entre los fenómenos del sonido y la luz. Pese a que en esta analogía no se descubrió del todo la naturaleza de la luz, se logró dilucidar, con ayuda de los métodos de estudio de los procesos ondulatorios, muchos fenómenos luminosos (interferencia, difracción, polarización de la luz). Es común en la ciencia tratar de solucionar ciertas tareas complejas con ayuda de otras más simples, estudiar los procesos que se operan en algunos fenómenos, en otros, si es que no hay posibilidad de investigar directamente los primeros. No es raro en estos casos el que se tenga que recurrir a la analogía. De ahí que ésta tenga una estrecha vinculación con la modelación, de amplia utilización en la ciencia moderna. La teoría de la semejanza en que se funda este método, estudia los procedimientos para hacer más exactas las conclusiones por analogía, esclarece las condiciones bajo las cuales estas conclusiones serán más fidedignas. Debido a que el juicio por analogía no siempre nos da una conclusión justa, se afirma con frecuencia que la analogía no tiene gran fuerza demostrativa, que la comparación no es demostración. Cierto, la analogía no es criterio único para demostrar la justeza o falsedad de una u otra tesis; sus conclusiones deberán ser fundamentadas por las subsiguientes investigaciones. Sin embargo, no pocas veces la analogía da la pauta para que se arribe a valiosas conjeturas y proposiciones científicas, para adelantar hipótesis, sin las cuales la ciencia no tiene posibilidad de avanzar. Más de una vez las conclusiones por analogía han conducido a importantes descubrimientos científicos. En cuanto parte integrante del sistema de formas y procedimientos del pensamiento científico, la analogía es instrumento insustituible en la elaboración de teorías y recursos para fijar los límites de su aplicabilidad.

Diccionario marxista de filosofía · 1971:16-17

Analogía

(griego analogia: correspondencia.) Coincidencia de objetos no idénticos en algunos aspectos, cualidades y relaciones. El razonamiento por analogía es una conclusión acerca de la presencia de determinados rasgos sobre la base de la fijación de la coincidencia existente entre algunos de los otros rasgos. El esquema corriente de la deducción por analogía es el siguiente: el objeto B posée las rasgos a, b, c, d, e; el objeto C posee los rasgos b, c, d, e; por consiguiente, el objeto C posee probablemente el rasgo a. En las primeras etapas del desarrollo de la ciencia, la analogía sustituyó a menudo la observación y la experimentación sistemáticas, y las conclusiones por analogía se basaban, por lo común, en la coincidencia de las características exteriores y secundarias. Hasta el Medioevo tardío, la analogía constituyó la base de la mayoría de las concepciones natural-filosóficas; mediante la analogía se fundamentaba la semejanza del Estado con el organismo humano, y en la época del mecanicismo, del organismo con el mecanismo del reloj, &c. En el curso del desarrollo sucesivo de la ciencia, la analogía pierde el significado de medio de explicación, pero sigue desempeñando un importante papel en la formulación de hipótesis, como medio de comprender el problema y la orientación de su solución. Así, apoyándose en la analogía de las propiedades de la luz y el sonido, Ch. Huygens llegó a la conclusión acerca de la naturaleza ondulatoria de la luz; J. C. Maxwell extendió esta conclusión a la caracterización del campo electromagnético. Tomada aisladamente, la analogía no posee gran fuerza demostrativa, no sólo porque su conclusión sea sólo probable, sino, también, porque el grado de esta probabilidad puede ser no muy grande debido a la coincidencia casual o la fijación de indicadores no esenciales de los objetos comparados. En la ciencia moderna, una esfera desarrollada del empleo sistemático de la analogía es la denominada teoría de la semejanza, que se utiliza ampliamente en el modelado. En las investigaciones científicas y en la práctica de dirección se difunden ampliamente los dispositivos de modelado por analogía, capaces de crear modelos eléctricos análogos a los procesos investigados, así como el modelado matemático de los procesos.

Diccionario de filosofía · 1984:15