Filosofía en español
Una de las fuerzas motrices de la sociedad socialista, uno de los principios más importantes de las nuevas relaciones entre naciones, propias de la sociedad socialista, fuente inagotable de la potencia y de la invencibilidad de la Unión Soviética. La amistad de los pueblos se forjó sobre la base de las conquistas históricas de la Gran Revolución Socialista de Octubre (ver) y de la victoria del socialismo en la URSS.
Históricamente, la amistad de los pueblos del País de los Soviets se constituyó gracias al desarrollo de los lazos económicos y culturales entre los pueblos de la antigua Rusia, a su lucha común por la independencia de la patria contra el invasor extranjero, a la unidad de acción de las masas trabajadoras de diversas nacionalidades quienes, agrupadas alrededor del proletariado ruso bajo la dirección del Partido Comunista, derribaron el zarismo y el capitalismo. La Gran Revolución Socialista de Octubre creó todas las condiciones necesarias para transformar esta unión revolucionaria de los trabajadores en unión de los pueblos dentro de un Estado bajo la forma de la República de Rusia y demás repúblicas soviéticas, primero, y más tarde, bajo la forma de la poderosa Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. Al instaurar la dictadura del proletariado, el Partido Comunista consolidó la unión revolucionaria de los trabajadores de las diversas nacionalidades con el proletariado ruso a la cabeza, y dio a esta unión formas estatales adecuadas: la federación y la autonomía soviéticas de los pueblos.
Para establecer definitivamente relaciones de amistad entre los pueblos de la URSS, era necesario crear una economía socialista, abolir las clases explotadoras, hacer triunfar el socialismo en la ciudad y en el campo, liquidar definitivamente la ideología burguesa manifestada tanto en el nacionalismo agresivo de gran potencia como en el nacionalismo local estrecho; era necesario poner fin a la desigualdad económica y cultural de las diferentes naciones y asegurar el desarrollo impetuoso de las culturas populares, nacionales por su forma, socialistas por su contenido. La victoria del socialismo en la URSS ha contribuido poderosamente a cimentar la amistad indestructible de los pueblos de la Unión Soviética, y ha servido de base para la formación y florecimiento de las naciones socialistas soviéticas. El antiguo retraso económico de las repúblicas nacionales, consecuencia de la política colonial del zarismo, fue superado en el curso de la lucha por el socialismo. En las regiones llamadas periféricas, la industria se desarrolló con ritmo inaudito. Así, mientras que en 1940, la producción global de la industria pesada de la URSS había crecido en la proporción de 12 veces con relación a 1913, esa producción había aumentado durante el mismo período, en la proporción de 22,2 en Kazajstán, de 26,4 veces en Georgia, de 160 veces en Kirguizia, y de 242 veces en Tadzhikistán. El retraso de los pueblos antes oprimidos, fue igualmente liquidado en el dominio cultural.
El pueblo ruso acudió generosamente en ayuda de las otras nacionalidades, y eso desempeñó un papel decisivo en la lucha por la victoria de la revolución proletaria y el triunfo del socialismo. Sin la ayuda inmensa que el pueblo ruso les aportó, los pueblos oprimidos por el zarismo no hubieran podido cumplir en un lapso de tiempo tan corto, progresos tan prodigiosos en su vida económica, política y cultural.
La política nacional practicada por el Partido Comunista, culminó con la creación de un Estado nuevo, el Estado Socialista Soviético multinacional, fundado en la amistad indestructible de pueblos y nacionalidades. Los principales factores que han contribuido a crear ese Estado son: primero, la ausencia, en la URSS, de clases explotadoras en quienes reside la causa primera de los odios nacionales; segundo, la ausencia, en la URSS de la explotación que hace nacer la desconfianza mutua y atiza las pasiones nacionalistas; tercero, la presencia de la clase obrera en el Poder, enemiga de toda forma de esclavitud, fiel sostenedora de las ideas del internacionalismo; cuarto, la ayuda mutua de los pueblos soviéticos en todos los dominios de su vida económica y social; quinto, el florecimiento, en todos los pueblos de la URSS, de una cultura nacional por la forma y socialista por el contenido. Todos estos factores han cambiado fundamentalmente la fisonomía de los pueblos soviéticos. Desaparecido el sentimiento de desconfianza, ocupó su lugar el sentimiento de colaboración fraternal en el seno de un Estado federal único.
Madurada en la lucha por el socialismo, y habiendo logrado en la lucha por el socialismo su florecimiento completo, la amistad de los pueblos se ha convertido en la poderosa fuerza motriz de la sociedad soviética. Esta fuerza se manifiesta en el amor y la fidelidad sin límites de los pueblos de la URSS hacia su patria socialista, en su orgullo nacional soviético, en su ardiente patriotismo soviético. Se encarna en el trabajo heroico de las masas de todas las nacionalidades, en las inmensas proporciones que adquiere la emulación socialista, en el cumplimiento y en la superación de los planes de desarrollo económico y cultural de las repúblicas y regiones, en el impulso creciente de la actividad y de la iniciativa en el trabajo entre los patriotas soviéticos. La amistad indefectible de los pueblos de la URSS se traduce de manera elocuente en la actividad política de los soviéticos, como lo testimonia la victoria del bloque de comunistas y sin partido en las elecciones a los Soviets, y el apoyo unánime que otorgan los trabajadores de cualquier nacionalidad a la política interior y exterior del Partido Comunista y del gobierno soviético. La amistad de los pueblos de la URSS pasó por la dura prueba de la gran guerra nacional.
Esta amistad constituye una de las poderosas fuerzas motrices de la sociedad soviética en el período de transición gradual del socialismo al comunismo.
El Partido Comunista enseña a los soviéticos a mantener en toda su pureza así como a levantar en alto la bandera del internacionalismo, la bandera de la amistad y la fraternidad de los pueblos; a reprimir sin vacilación toda tentativa de atizar el odio nacional, debilitar los vínculos de amistad que unen a las naciones socialistas, o minar el internacionalismo proletario. En los nuevos estatutos del Partido Comunista aprobados por el XIX Congreso, se dice que una de las principales tareas del P.C.U.S. consiste en “…educar a los miembros de la sociedad en el espíritu del internacionalismo y en el establecimiento de lazos fraternales con los trabajadores de todos los países…” (Estatutos del P.C.U.S., p. 3, Ed. esp., Moscú, 1953).
Las relaciones cordiales entre los pueblos de la URSS se desarrollan y se afianzan en el curso de la edificación comunista, gracias a una lucha infatigable contra las supervivencias nacionalistas. Las supervivencias del capitalismo son particularmente vivaces en el dominio de la cuestión nacional, puesto que pueden disimularse bajo una máscara nacional. El nacionalismo burgués es enemigo jurado del comunismo, de modo que es preciso combatirlo de una manera consecuente y enérgica.
El Partido Comunista de la Unión Soviética exige que sean denunciadas todas las manifestaciones de nacionalismo (ver) burgués, de cosmopolitismo (ver) y en general todas las tentativas enemigas que tengan el propósito de debilitar la gran comunidad de naciones socialistas.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:12-14
Colaboración fraternal y ayuda mutua de naciones y nacionalidades de la sociedad socialista, ley característica y fuerza motriz de dicha sociedad. La amistad de los pueblos constituye un nuevo tipo de relaciones internacionales basadas en la economía y en la democracia socialistas, en la ideología marxista-leninista del internacionalismo. Las relaciones entre las naciones de la U.R.S.S. constituyen un brillante ejemplo de esa amistad, que se ha desarrollado al formarse las naciones socialistas. Es un resultado normal de la Gran Revolución Socialista de Octubre, de la edificación del socialismo, de la consecuente aplicación de la política nacional leninista por parte del Partido Comunista. La amistad de los pueblos de la U.R.S.S. es una fuente de la potencia del Estado soviético, acelera el avance de la sociedad soviética hacia el comunismo. En el transcurso de la edificación comunista en gran escala, nueva etapa en el desenvolvimiento de las relaciones nacionales, se produce un ulterior progreso multilateral de las naciones socialistas y un mayor acercamiento entre las mismas. Los pueblos de la U.R.S.S. mantienen una actitud amistosa respecto a los trabajadores de todos los países. Se desarrolla con singular éxito la colaboración fraternal y la ayuda recíproca entre los pueblos de los países que constituyen el sistema socialista mundial.
Diccionario filosófico · 1965:11
Diccionario de filosofía · 1984