Instituto de Cultura Hispánica

El Instituto de Cultura Hispánica ocupa un primer plano en la preocupación política española, porque en pocos años ha logrado penetrar y conquistarse para España los más interesantes y multiformes aspectos de la vida americana. Casi la totalidad de relaciones con América pesa actualmente sobre este organismo joven y amplio, rápido y eficaz. En los meses de julio y agosto de 1946 los diversos grupos universitarios de las distintas nacionalidades hispanoamericanas, reunidos en Madrid con ocasión del XIX Congreso Internacional de «Pax Romana», se reunieron espontáneamente en sesiones íntimas y redactaron el Acta fundacional de la Asociación Cultural Iberoamericana. Los términos de este Acta y el espíritu de aquellas reuniones han sido los que han informado la acción del Instituto de Cultura Hispánica, creado por el Estado español por ley de 11 de diciembre de 1945.

En el artículo segundo del título primero del reglamento se señalan los fines específicos de su actividad. Éstos son: A) El estudio, defensa y difusión de la cultura hispánica. B) El fomento del mutuo conocimiento entre los pueblos hispánicos y la intensificación de su intercambio cultural. C) La ayuda y coordinación de todas las iniciativas públicas conducentes al logro de los anteriores fines.

El presupuesto general del Estado asigna al Instituto de Cultura Hispánica la cantidad de diecisiete millones de pesetas. Con esta modesta cifra, el Instituto, además de atender los gastos de personal y de material de oficinas, realiza la espléndida labor que sugieren los apartados que a continuación se indican: Edificios: sede del Instituto y Colegio Mayor Hispanoamericano «Nuestra Señora de Guadalupe». Becas para estudiantes. Adquisición de libros. Impresión de publicaciones y edición de cuatro revistas. Atenciones sociales y recibimientos a personalidades. Intercambio cultural. Cátedra «Ramiro de Maeztu» y Seminario de Problemas Hispanoamericanos. Estancia de profesores e invitados. Bolsas de llegada a los becarios. Pasajes de regreso a becarios e invitados especiales. Participación en Congresos. Colaboración en películas y envíos de música folklórica a América. Ayuda a Colegios Mayores y Residencias. Subvención a instituciones adheridas. Becas de preparación sacerdotal. Cursos de verano. Viajes culturales por España de los becarios. Premios «Cultura Hispánica» de arte, investigación, literatura y cinematografía. Conservación y restauración de lugares hispánicos.

La actividad técnica del Instituto se realiza a través de departamentos, secciones auxiliares y oficinas especializadas. Fundamentalmente, la estructura del Instituto se apoya en los servicios de los siguientes departamentos: De estudios, dirigido por el director del Instituto, se ocupa en los problemas actuales del mundo hispánico, de la formación de especialistas en los mismos, así como de proponer a la Junta de Gobierno la adopción de aquellas medidas que, como consecuencia de tales estudios, crea idóneas al logro de los fines específicos del Instituto. De este departamento dependen: La comisión de estudios jurídicos y la comisión de Estudios económicos. Escuela de Estudios Hispanoamericanos. Directamente vinculada con el departamento de Estudios, ha comenzado a funcionar la Escuela de estudios hispanoamericanos, que se ha originado como consecuencia de la transformación del Seminario de Problemas Hispanoamericanos, en cuyos trabajos de investigación sobre los hechos vivos que afectan a Hispanoamérica se han fundamentado, científicamente, las grandes iniciativas del Instituto. En colaboración con el Patronato «Saavedra Fajardo», dedicado a temas internacionales, el Instituto de Cultura Hispánica mantiene el estudio de la máxima actualidad por medio del Seminario de Problemas Hispanoamericanos, que suele distribuir a final de dichos cursos diplomas de colaboradores del Instituto, después que los alumnos han elaborado algún tema monográfico. Por el Aula Poética Hispanoamericana van desfilando los poetas del momento hispánico, quienes de este modo difunden por España los mensajes de creación de la presente generación.

La Secretaría de Cursos y Conferencias asiste, con su actividad técnica, a la Escuela y a la organización de los ya tradicionales cursos de verano de Santander, en los cuales se tratan problemas contemporáneos. Además de atender a los cursos propios del Instituto, la Escuela y la Secretaría cooperan con los que se realizan en distintas Universidades, llevando a ellos la presencia de los temas hispanoamericanos. Los becarios del Instituto de Cultura Hispánica, más otros universitarios agregados, asisten a estos cursos de verano, la mejor oportunidad para ponerse en contacto con la juventud universitaria española. El departamento de Información mantiene una información recíproca, constante, por medio de un Boletín semanal, titulado Información Hispánica, que es enviado a las distintas agencias y periódicos por vía aérea. También envía artículos de colaboración a distintas revistas y periódicos acompañados de material gráfico. Semanalmente, en colaboración con Radio Nacional, organiza emisiones de radio (miércoles, a la 1,55 de la madrugada) en la que intervienen becarios hispanoamericanos y personalidades hispanoamericanas y españolas. El objetivo del departamento de Intercambio cultural es mantener una estrecha vinculación entre los intelectuales y los organismos universitarios de España e Iberoamérica, y de éstos con los del resto del mundo. Una de las funciones importantes de este departamento consiste en la coordinación de vinculación entre los Institutos y Asociaciones culturales de Iberoamérica. Estos Institutos de Cultura Hispánica y Asociaciones Culturales Iberoamericanas, existentes, son completamente autónomos, aunque mantienen una relación estrecha con el Instituto central. La misión del departamento de Asistencia Universitaria es atender a todo lo referente a los estudiantes becados por el Instituto que proceden de todos los países iberoamericanos y que realizan o complementan sus estudios en las Universidades españolas. En estrecha vinculación con este departamento se ha instalado la Secretaría de Colegios Mayores para atender las dos grandes fundaciones de Instituto: el «Colegio Mayor de Nuestra Señora de Guadalupe» (Madrid) y el «Colegio Mayor Hernán Cortés» (Salamanca). El número de becarios atendidos por el Instituto desde su fundación asciende a 525.

Organismo de vital importancia dentro del Instituto es la Biblioteca Hispánica, cuyas flamantes instalaciones le permitirán constituirse dentro de muy poco en la más especializada del mundo con respecto a la producción bibliográfica de Hispanoamérica. Junto a la biblioteca funciona una nutrida hemeroteca, y en su seno dos oficinas complementan sus servicios: el Consultorio Bibliográfico, que atiende todas las consultas hechas por investigadores y estudiosos que tengan interés en trabajar sobre la cultura hispánica, y la Sección de Musicología y Folklore, que dedica sus actividades al estudio de la música hispanoamericana y al fomento de las relaciones entre los medios musicales de estos países. La Sección de Musicología y Folklore, por su parte, viene organizando conciertos en Madrid, en los que el público español ha podido ir conociendo diferentes matices de la creación musical hispanoamericana.

El Instituto ha ejercitado además, en varias ocasiones, su organización y programa en actos de múltiple y colectiva resonancia, como ha sido en los distintos Congresos celebrados hasta la fecha. Con el Congreso Guadalupano, el Instituto buscó asentar firmemente toda su labor hispánica en el sentimiento religioso, esfera que puede imprimir en los pueblos cierta obligación moral. Con el Congreso de Educación se respondió a la necesidad urgente de establecer un vínculo renovador en materia educativa, vínculo que está tramitando ahora una nueva organización pedagógica hispana, tanto en la temática como en los textos, ambientación filosófica y técnica de la enseñanza. El Congreso de Historia intentó infundir un nuevo sentido de lo histórico, suscitando, de acuerdo con una genuina interpretación de los hechos, cierta reivindicación esencial de temas y personas. El Congreso de Cooperación Intelectual intentó, a propósito de una polémica suscitada por Papini, cierta revalorización entusiasta y creadora de los proyectos culturales idóneos que la cultura hispánica tiene planteados, viendo en esta comunidad de pueblos una unidad imprescindible y salvadora en la crisis actual. Por medio del Congreso de Seguridad Social, España quedó fijada y enclavada, ante el mundo hispánico y la conciencia universal, como alma cristiana del Occidente que aboga y exige por todas aquellas reformas y leyes que puedan suponer y delimitar un modo de pensar y sentir referente al hombre y a sus necesidades. También el Congreso de Derecho Internacional equivale a un replanteamiento de conflictos y problemas cuya norma y criterio pudiera servir para un reajuste en la doctrina clásica española, base del Derecho internacional puesto que está fundamentado en la categoría cristiana del individuo y la sociedad.

El Estado español ha construido, en la Ciudad Universitaria de Madrid, un magnífico palacio, que fue entregado al Instituto por el Jefe del Estado, Generalísimo Francisco Franco, en el acto solemne realizado el 12 de octubre de 1952 en presencia de los representantes diplomáticos de los países iberoamericanos. En este edificio se han reunido todas las dependencias del Instituto y se han instalado locales especiales para ser puestos a disposición de las Oficinas internacionales.