Espiritado o espirituado
Nuestros escritores ascéticos usan con frecuencia esta palabra, para designar a los que se hallan poseídos del demonio: y con más frecuencia la usa todavía el vulgo en algunas provincias, especialmente en las aldeas. (Véase Demoniacos, tomo III, pág. 482; y Energúmenos, arriba, pág. 127).