Obras completas de Platón
 
Madrid 1871-1872

<<   >>Imprima esta página Avise a un amigo de esta página

Obras completas de Platón
puestas en lengua española por Patricio de Azcárate
 

Obras completas de Platón, Madrid 1871

Platón

Protágoras o los sofistas

Obras completas de Platón, tomo 2, Medina y Navarro, Madrid 1871, págs. 1-92 (argumento, por Azcárate: 9-13, Protágoras o los sofistas: 15-92).

El nombre de Protágoras puesto a la cabeza de este diálogo; la solemnidad de una especie de presentación oficial del joven Hipócrates al célebre sofista, hecha delante de testigos por Sócrates; lo escogido de los personajes que deben asistir a la discusión que se va a suscitar, Antimoeros de Mendo, Hipias de Elea, Prodico de Ceos, amigos de Protágoras; Palaros, Jantipo, Agaton, sus discípulos; esta reunión imponente de sofistas, de jóvenes y de extranjeros, que concurren como a un espectáculo, constituyen un conjunto de detalles característicos, que descubren el pensamiento íntimo de Platón en esta composición a la vez divertida y severa, irónica y profunda; deleitar e ilustrar todo a la vez, poniendo en acción, por medio de la crítica, las costumbres y el espíritu de los sofistas. Este es uno de esos cuadros, aunque más en grande, que Sócrates acostumbraba a presentar en sus polémicas diarias a vista del público, para llevar a cabo su reforma, y en las que empleaba con arte la ironía y el buen sentido para desacreditar la escuela sofística, entregando al ridículo y, por último, condenando al silencio a sus más famosos jefes.
Era preciso dar representación a estas escenas de comedia, en las que Protágoras desempeña el papel de corifeo de los sofistas, mientras que Sócrates se complace en tomar, tan pronto el papel de un farsante burlón, tan pronto el de un espectador descontento y despiadado, y de aquí el objeto de la discusión producido naturalmente por la situación del joven hijo de Apollodoro. Hipócrates solicitó, en efecto, de Sócrates que le proporcionara un maestro capaz de enseñar lo que debe saber un joven de su edad. ¿Qué otra cosa puede ser sino la virtud? ¿la virtud puede ser enseñada?; hé aquí la cuestión. Protágoras sostiene la afirmativa, y Sócrates la tesis contraria; y este debate contradictorio forma el curso de este diálogo, que algunas líneas bastarán para resumir.

Facsímil del original impreso de esta parte en formato pdf


www.filosofia.org
Proyecto Filosofía en español
© 2009 www.filosofia.org
Obras completas de Platón
Patricio de Azcárate
Platón