Ante el fallecimiento de
Antonio Jiménez García
Navalmoral de la Mata 13 junio 1950 / Zaragoza 28 julio 2008
El lunes 28 de julio de 2008 falleció en Zaragoza, a los 58 años de edad, el filósofo español Antonio Jiménez García:
- Circular de la Asociación de Hispanismo Filosófico
- Fallece el doctor en filosofía moralo Antonio Jiménez
- Antonio Jiménez García, José Luis Mora García
- Todo un profesor universitario, José Luis Abellán
Antonio Jiménez
Asociación de Hispanismo Filosófico, lunes, 28 de julio de 2008
Queridos amigos: Terminamos julio con una muy mala noticia para todos nosotros. A primera hora de la mañana recibíamos la noticia del fallecimiento de Antonio Jiménez. Cuesta creerlo pero la muerte produce un vacío inmenso. Tantos años de lucha, de esfuerzo y de compromiso con la Historia de la Filosofía Española parecen desvanecerse de repente. Ha fallecido un profesor universitario dicho en el pleno sentido de la palabra. Desde la Universidad Autónoma desde donde enviamos este correo recordamos su compromiso con la Universidad Complutense de Madrid, su formación en la cátedra con José Luis Abellán, magisterio que siempre reconoció con plena honestidad intelectual y su prolongada actividad hasta la defensa de la Historia de la Filosofía Española en la reforma en marcha. La ilusión que tenía tras los acuerdos de la Junta de Facultad no ha bastado para mantenerle vivo, ni siquiera el río Ebro, fuente de vida, ha sido suficiente. Extremeño de raíz, prohijado en Aragón y siempre hijo del Madrid “castizo” ha sido Antonio un hombre de bien, sin dobleces, sincerote y, sobre todo, un enorme trabajador. Lector infatigable, bibliógrafo de pro y gran conocedor de nuestra historia era una autoridad entre los estudiosos del siglo XIX. También recordamos la ayuda que siempre nos prestó en tribunales, comisiones o en todo aquello que le pedíamos. Siempre estaba dispuesto a colaborar. En realidad lo hizo con todos.
Desde la aventura del Seminario salmantino hace ahora justamente treinta años no ha llegado a ver la celebración que tenemos preparada para recordar también veinte años de historia de la AHF. ¡Cuántas horas de trabajo e ilusiones han quedado en ese Hospital de Zaragoza! ¡Cuesta trabajo creer que sus textos del número 13 de la revista sean ya póstumos. Y que uno de estos textos esté dedicado a la memoria de otro buen amigo común, Luis Jiménez, parece ser un juego del destino para que las memorias se entrelacen.
De manera improvisada hacemos llegar a todos los socios nuestro pesar que seguro compartimos por la muerte de un amigo de todos nosotros, actual vicepresidente de la AHF de la que llegó a ser presidente. Nos queda su obra y el recuerdo de sus muchas intervenciones en tantas actividades compartidas. Y nos queda esa sinceridad a bote pronto que no abunda en el mundo académico.
Su mujer, Teresa, va a encontrar un vacío grande por la falta de quien la ha ayudado tanto a cuidar de su anciano padre aun a costa de su propio tiempo. Junto a la sinceridad, la generosidad. Dos virtudes quizá heredadas de aquellos viejos maestros a los que tanto estudió y que se esforzó en practicar. Los amigos podemos contribuir a llenar parcialmente ese vacío con nuestro cariño. Trataremos de hacérselo llegar por todos los medios.
Un abrazo a todos.
José Luis Mora, Presidente. Marta Nogueroles, Secretaria.
Fallece el doctor en filosofía moralo Antonio Jiménez
cpcampoaranuelo, Navalmoral de la Mata, lunes, 28 de julio de 2008
El lunes 28 de julio de 2008 falleció en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza el catedrático de filosofía moralo, Antonio Jiménez García. Antonio se encontraba pasando unos días de vacaciones en la localidad zaragozana de Orera, cerca de Calatayud, pueblo natal de su esposa Teresa. Allí le sobrevino un ictus cerebral. A pesar de que fue atendido con rapidez e incluso fue trasladado de urgencia en helicóptero hasta el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa, no se pudo hacer nada para salvarle la vida.
Antonio fue estudioso de la vida y obra del filósofo moralo Urbano González Serrano y fue uno de los promotores para dar el nombre de dicho filósofo a la parte de la calle principal comprendida entre la iglesia de San Andrés Apóstol y la Cruz de los Caídos. El sepelio tendrá lugar en Orera (Zaragoza) el martes 29 de julio de 2008, a las 17:00 horas. Descanse en paz Antonio Jiménez García.
José Luis Mora García
Antonio Jiménez García
Antonio Jiménez interviniendo el pasado día 10 de julio de 2008
en la Sede de la Sociedad Catalana de Filosofía
Nació hace 58 años en Navalmoral de la Mata (Cáceres), casi al lado de donde lo había hecho Urbano González Serrano, un siglo antes, y junto a la Fundación Antonio Concha donde pasó tantas horas estudiando a estos antepasados extremeños que consiguieron echara raíces el viejo espíritu de la Institución Libre de Enseñanza por tierras comunales. Ha venido a fallecer, el día 28 de julio de 2008, a orillas del Ebro, esa fuente inmensa de vida, incapaz por esta vez de ejercer sus mágicos poderes. Una metáfora de la España que amó este profesor de la Universidad Complutense de Madrid, residente en el barrio de Chamberí, capaz de armonizar –no podía ser de otra manera hablando de la herencia krausista– los valores populares con una sólida formación académica. Se nos ha ido de repente un amigo con quien hemos compartido muchas horas desde las sesiones del Seminario del Instituto «Fe y Secularidad», pasando por la fundación del Seminario de Historia de la Filosofía Española en Salamanca con el profesor Heredia (1978) hasta la puesta en marcha de la Asociación de Hispanismo Filosófico que cumplirá el próximo otoño veinte años de vida.
Se formó con el profesor Abellán en la Universidad Complutense, de la que era profesor y director del Departamento de Filosofía III, y ha dedicado su vida entera a la investigación y docencia de la Historia de la Filosofía Española. Ha sido conocido por sus trabajos sobre González Serrano, por su libro El krausismo y la ILE y por sus muchas investigaciones historiográficas en las que era un maestro forjado en la constancia. Ahí quedan sus artículos sobre las traducciones de nuestros exiliados más ilustres que le condujeron hacia el interés de los últimos años por el pensamiento latinoamericano como aportación sobresaliente.
Pero Antonio era alguien más. Pertenecía a esa clase de personas a quienes se conoce en la cercanía. Era ahí donde desplegaba esa sinceridad a bote pronto, hecha de sentimientos al más puro estilo de los personajes de Clarín o Pérez Galdós, escritores tan próximos a sus autores. En ese círculo se practicaba, a la manera de Gracián y según gustaba decir otro amigo, Luis Jiménez, la escuela de hacer personas. Lector empedernido, bibliógrafo exquisito, guardaba Antonio Jiménez una herencia de siglos de la que uno solamente se hace merecedor estudiándola. Lo mejor de todo es que la compartía con los amigos y con sus muchos estudiantes que también terminaban siendo amigos. Pero, aún mejor si cabe, es que esta enseñanza invade el ámbito del recuerdo y sobrevive a la misma muerte. Él mismo lo había aprendido de su maestro el P. Mindán Manero.
José Luis Mora García
Universidad Autónoma de Madrid
José Luis Abellán
Obituario: En memoria de Antonio Jiménez
Todo un profesor universitario
El País, Madrid, 13 de septiembre de 2008
El día 29 de julio pasado, a sus 58 años, enterramos en un pueblo próximo a Calatayud (Zaragoza) al profesor Antonio Jiménez García, titular de Historia de la Filosofía Española en la Universidad Complutense. Por su formación y su entusiasta dedicación estaba destinado a ser el continuador de mi Cátedra en la Facultad de Filosofía, si el destino no hubiera truncado su trayectoria vital.
Había sido aventajado alumno mío y un profesional de primer orden por su riguroso trabajo de investigación, que le llevó a realizar singulares aportaciones a la filosofía española del siglo XIX con libros muy valorados: El krausismo y la institución libre de enseñanza (1986) y Urbano González Serrano y la evolución de la filosofía krausista en la segunda mitad del siglo XIX (1985). Era un profesor universitario en el pleno sentido de la palabra y bibliófilo apasionado. Gracias a su esfuerzo, la asignatura de Historia de la Filosofía Española se consolidó en los futuros planes de estudio.
Al momento de morir era jefe del Departamento de Filosofía III sobre "Hermenéutica y Filosofía de la Historia" y vicepresidente de la Asociación de Hispanismo Filosófico, organismo internacional muy activo en la difusión del pensamiento español. Se han recibido pésames sinceros de Portugal y de varios países iberoamericanos, donde dio cursos y tenía muchos amigos. Su muerte es una pérdida invaluable en el mundo académico y en el de todos los que le conocían, por su valor académico y sus virtudes personales: sinceridad, laboriosidad, responsabilidad y amor a los libros.
José Luis Abellán es ensayista y catedrático de Historia de la Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid.