María Zambrano Alarcón 1904-1991
“Pensadora” católica española, nacida en Vélez-Málaga el 22 de abril de 1904 y muerta en Madrid el 6 de febrero de 1991, “católica, apostólica y romana, en cuya fe y doctrina fue educada y en cuyo seno desea morir”, enterrada en el cementerio de su pueblo, como había dejado dispuesto, amortajada con el blanco hábito de hermana terciaria franciscana: “Surge, amica mia, et veni”, reza su lápida sepulcral.
«Entre algunos intelectuales y periodistas se consolida la costumbre de llamar “pensador”, en sentido ponderativo, a quienes antes solía llamarse “filósofo”. “Pensador” desborda sin duda el momento subjetivo del pensamiento, pero sin que llegue a determinarse cuales son los contenidos del pensamiento del pensador. Cuando un periodista, artista, o guionista de cine, llama “pensadora” a la señora María Zambrano no se compromete a determinar los contenidos de su pensamiento. Da por supuesto que estos contenidos son “muy profundos”, pero sin que haga falta entrar en detalles, cosa que no es posible cuando se habla de un filósofo. “Filósofo” es término que pide inmediatamente ser especificado: o es estoico, o es epicúreo, o es platónico, o es aristotélico, o es idealista, o es materialista. Pero “el pensador” no necesita tales especificaciones. Es pensador, y basta.» (Gustavo Bueno, “‘Pensamiento Alicia’ sobre la ‘Alianza de las Civilizaciones’,” El Catoblepas, noviembre 2005.)
Evolución de la presencia de ‘María Zambrano’ en distintas lenguas 1920-2019
Dando el valor que se le quiera dar a Google Ngram, la impresionante herramienta de uso libre y gratuito que ofrece el gráfico de las frecuencias porcentuales, por años y por lenguas, de los términos o secuencias de términos identificados entre todos los textos que tiene fagocitados Google en sus entrañas, se advierte, para la secuencia ‘María Zambrano’, el inicio de una mayor presencia en español a partir de 1980, un pico en 2006 y un descenso continuado hasta 2015, con tendencia a una leve recuperación, a porcentajes de 1984 (tres años después del lanzamiento mediático ideológico institucional que se inició con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1981 a la “pensadora” entonces exiliada).
En francés y en italiano, en general, la evolución es similar a la advertida en lengua española: rápido crecimiento seguido de apreciable decaimiento. El caso del francés (corpus 2019) se advierte un primer incremento de presencia en 1987-1991, un decaimiento en 1993-2000, un pico en 2012 seguido de una tendencia decreciente. En el caso del italiano (corpus 2019) la mayor presencia se inicia en 1997, alcanza su máximo en 2004 y se estabiliza hacia 2011.
En inglés (corpus 2019) y en alemán (corpus 2019) la tendencia relativa al ámbito de cada lengua ofrece una presencia más tardía con interés en creciente sostenido en el presente. En inglés en 1993-2008 se aprecia cierta presencia menor, que se va incrementando de manera sostenida en los siguientes años. En alemán se aprecia un incremento 1986-1988 que se estabiliza hasta 1993, una continuada pérdida de interés hasta 2004, seguida de un incremento sostenido desde 2008.
El curioso podrá seguir, mediante Google Ngram, la evolución que esta situación de 2020 va conociendo en cada lengua en 2030, 2040, 2050…
Nacida en Vélez Málaga en 1904, su familia se desplaza en 1910 a Segovia, donde Blas José Zambrano es nombrado Regente de la Escuela Aneja de la Normal de Magisterio. En 1924 se establece en Madrid, para completar sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras, que había comenzado como alumna libre en 1921. Alumna de José Ortega y Gasset, de Javier Zubiri y de Manuel García Morente.
1920 «En el teatro Juan Bravo. Dando las últimas campanadas de las seis entrábamos nosotros en el teatro. La sala, ofrecía un golpe de vista bellísimo. Toda la buena sociedad, con su séquito de muchachas bonitas, allí se había dado cita. En el palco del centro, Carmina Ponce de León, presidenta de honor de la fiesta, rodeada de su corte compuesta por las señoritas María Zambrano, Mercedes de Antonio, Carmen Fernández y Engracia Hernández. Todas lucían mantillas de casco y grandes peinetas. Excuso decir a ustedes que la presidenta y su corte, transformaban el palco en la quinta esencia de la belleza.» (La tierra de Segovia, Segovia, 13 febrero 1920, pág. 4.)
1921 «Noticias y vida de sociedad. Nueva alumna de la Universidad. Con brillante calificación ha aprobado el curso preparatorio en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, la bella y distinguida señorita María Zambrano, hija de nuestro querido amigo don Blas. Reciban la alumna y sus padres nuestra felicitación.» (La tierra de Segovia, Segovia, 6 octubre 1921, pág. 4.)
María Zambrano y su profesor Javier Zubiri
Fragmentos, sin notas, del capítulo 10, “Catedrático”, del libro de Jordi Corominas y Joan Albert Vicens, Xavier Zubiri. La soledad sonora, Taurus, Madrid 2006, páginas 183-194.
¡Ahí llega!
Sólo cinco estudiantes esperan a la puerta del aula al nuevo catedrático, que hoy, un día de enero de 1927, va a impartir su primera lección. El auxiliar y sustituto interino de Bonilla, el señor Ovejero, apenas ha podido mantener la asistencia a clase.
Xavier llega embutido en su sotana y abrigado con el gabán con que esquiva los fríos invernales de Madrid. Camina deprisa, con su cartera negra bajo el brazo. Todos le notan un nerviosismo que quiere disimular. Hace unos días que ha regresado de San Sebastián y, a la fatiga causada por las propias oposiciones, se unen ahora la de las celebraciones familiares en honor de su cátedra y la del trabajo apresurado para preparar las primeras clases.
—Pasen ustedes.
Estudiantes y profesor entran en el aula. Zubiri va a impartir este año las asignaturas de “Historia de la Filosofía Griega”, “El Platonismo del Renacimiento” y “Descartes”1.
—Ustedes saben bien que asisten a mi estreno como catedrático de esta casa…
Tiene que interrumpir su discurso porque entra en el aula una alumna rezagada.
—Disculpe, profesor, no sabía en qué aula iba a dar usted sus clases. Zubiri se queda mirando a la muchacha, sorprendido por la naturalidad con que excusa su retraso. Se trata de la malagueña María Zambrano, la única mujer que cursa en Madrid la especialidad de Filosofía. Xavier se levanta a ofrecerle una silla, y todos, incluida la propia interesada, se quedan extrañados ante esta deferencia de caballero del profesor-sacerdote2.
María Zambrano es una joven que, recién llegada de Segovia, reside en la madrileña plaza de los Carros. Está completando sus estudios de Filosofía y piensa realizar sus exámenes de licenciatura el próximo mes de junio. No es una mujer guapa, pero tiene una maravillosa voz y unas piernas bonitas que muchos hombres saben apreciar de inmediato. En su rostro resaltan unos ojos de mirada triste y melancólica. De salud precaria, su ánimo pasa por altibajos a causa de sentimientos tendencias encontrados: sus proyectos chocan con su talante inseguro y sus dudas. Inteligente y contestataria, es lectora fiel de los escritores del 98 y se interesa por la política, No está dispuesta a ceder en nada por el hecho de ser mujer. Ha vivido de cerca la amistad intensa de su padre, don Blas Zambrano, catedrático de Gramática, con Antonio Machado y se ha relacionado ya con gente joven de las nuevas letras españolas, como León Felipe y Federico García Lorca. Empieza a manejar bien la lengua castellana. […]
María Zambrano, que prefiere a los profesores que, como Ortega, plantean sus clases en forma de diálogo con sus alumnos, se atreve a insinuarle una alternativa.
—Señor Zubiri, veo que no piensa dar a sus clases el carácter de un seminario, ni seguir con nosotros un método más socrático.
Zubiri se sorprende otra vez ante esta mujer, que ahora no tiene empacho en cuestionarle en voz alta sus decisiones pedagógicas.
—Señorita, yo desconfío de ese método socrático. Ese método sólo es eficaz cuando se da una condición esencial evidentemente imposible en la universidad y en el espacio de las pocas horas con que contamos: la convivencia de los alumnos con el profesor. Sin embargo, les digo desde ahora que si alguno de ustedes se sintiera con una vocación filosófica especial, no tendré ningún reparo en prestarle ayuda, dirección y medios de trabajo.
María se siente aludida por esa oferta de su nuevo profesor y pronto conseguirá que se haga efectiva. […]
—A continuación, pueden ustedes plantearme sus dudas. No sé si han seguido bien mi exposición.
—El tema era complicado –se adelanta a contestar María Zambrano–. Nosotros hemos hecho lo que hemos podido, pero usted explica la filosofía de un modo matemático.
Zubiri sonríe ante el elogio de María, compatible con el reconocimiento de las propias limitaciones y de la dificultad de los asuntos tratados.
—Vamos a ver, expóngame sistemáticamente sus dudas –le invita Xavier a la salida de clase.
—Si fueran sistemáticas, no serían ya apenas dudas –responde María.
—Tiene usted razón. A veces, no sabemos ni formular nuestras dudas. Usted siente que todo se le ha convertido en un problema cuyos términos aún no puede precisar cabalmente. Eso está muy bien, por ahí hay que empezar.
Desde entonces, comienza a ser una estampa frecuente la de ambos conversando animadamente sobre cuestiones filosóficas en el patio de la universidad, sentados uno frente a otro en un aula vacía o caminando juntos hacia el centro de la ciudad. Sin darse cuenta, los dos van creando un ámbito de convivencia donde se desdibuja la relación rígida que Zubiri establece en el aula con sus alumnos. En ese espacio de encuentro personal, Xavier se presta a un verdadero diálogo filosófico, socrático, con María. No toma ante ella una actitud profesoral, sino casi de hermano mayor, de compañero en la búsqueda de la verdad.
A Zubiri le interesa cada vez más esta muchacha de espíritu libre e inteligencia aguda, siempre dispuesta a pensar con el cuerpo y el alma enteros, como si en ello le fuera la vida misma. Sobre su relación filosófica va creciendo la amistad y un cariño que empieza a manifestarse discretamente en forma de actitudes y de gestos.
Un día, Xavier le sugiere que comience a pensar en el doctorado.
—Yo podría dirigirle la tesis, si es que no tiene usted ya otra idea.
—No tengo ninguna. La verdad es que ni siquiera he pensado en el tema. Si quiere, podría usted proponerme uno.
Unos días después, Zubiri le entrega a Zambrano medio folio doblado en el que reza: “La teoría de la definición en Aristóteles y santo Tomás”6.
Los amigos de María se dan cuenta de la amistad creciente entre ella y el catedrático. Pedro Caravia, uno de sus compañeros de la facultad, propenso al cinismo, la quiere provocar recordándole su formación con los jesuitas de Comillas.
—Mira, María, lo tuyo con Zubiri está claro. Tú eres una “comillera” y por eso te entiendes bien con él.
—Y tú un idiota –responde fulminante María.
En privado, otro universitario que está muy enamorado de Zambrano, Enrique Azcoaga, le comenta a Caravia lo que todos piensan.
—Sólo tiene ojos para Zubiri.
—Yo creo que para ella es sólo un capricho –responde Pedro.
Zubiri empieza ya a formar parte del paisaje universitario de Madrid. Mantiene una buena relación con profesores y alumnos. No es raro ver a éstos planteándole todo tipo de consultas, y él no deja de asistir a las excursiones a la sierra que se organizan como jornadas de convivencia de la Facultad de Filosofía.
Las pocas alumnas de la universidad sienten por Xavier una atracción especial. Le ven guapo y elegante, les llama la atención su fama de genio y les divierte practicar con él el juego de la seducción, en la convicción de que no se exponen a los mismos peligros que con cualquier otro hombre.
—El negro de la sotana le queda elegantísimo –comenta una de ellas.
—Yo le encuentro “bonito” –opina Maruja Mallo, la mejor amiga de María Zambrano, una mujer hermosa de verdad que trae locos a todos los hombres.
—Es esbelto como un lirio… –dice Zambrano exagerando la nota deliberadamente7.
—No te le arrimes demasiado, María, que es un cura –añade la Mallo, que no simpatiza precisamente con el clero.
Maruja Mallo es una artista provocadora, dedicada a la pintura, y a la que le gusta escandalizar. Más de una vez, cuando pasa por casa de María a buscarla, le grita desde la calle:
—¡Eh! ¡Puta! ¡Baja de una vez!
Y el padre de María, don Blas, sale al balcón hecho un energúmeno.
Su atrevimiento llega, al extremo cuando un domingo, para provocar a los católicos, entra corriendo desnuda en una Iglesia en plena misa de doce.
Hace unos años, María Zambrano se había enamorado locamente de su primo hermano Miguel Pizarro, y don Blas, progresista y socialista, intervino para atajar de raíz unos amores que consideraba incestuosos. Esta prohibición le causó a María gran impotencia y dolor, y contribuyó a acentuar aún más su espíritu de rebeldía. Ahora, no acepta que la frontera de sus actos venga determinada por lo socialmente aceptable. Con Zubiri, no piensa dar un paso en falso, pero tampoco está dispuesta a condicionar su amistad a una sotana. Quiere tratarle con toda libertad y será él quien tenga que elegir cómo ejerce la suya.
Zubiri se da cuenta de su ascendente sobre las mujeres. Se siente observado por ellas y experimenta una secreta satisfacción, un orgullo muy masculino, porque sabe que les gusta. No hace demasiadas concesiones a las alumnas que le parecen poco valiosas, sin auténtico interés por el estudio y la cultura. Con éstas suele ser frío y hasta duro. En cambio, trata con toda delicadeza a María Zambrano, en la que reconoce un auténtico espíritu intelectual.
Ahora que se ha situado en su nueva posición social, cuida más que nunca su aspecto, su peinado, sus modos elegantes. Un día, cuando se dirigían a la tertulia de la Revista de Occidente, coinciden en el ascensor del edificio Francisco Ayala y Manuel García Morente. El primero percibe enseguida el olor a perfume.
—Parece que hoy vamos a tener damas entre nosotros.
—No te hagas ilusiones –le aclara don Manuel–. Es el perfume de Zubiri8.
Y así es. Arriba esta Zubiri, con lo que Ayala califica de “un atildamiento de abate dieciochesco”. Cuando puede, Xavier asiste a estas reuniones, a las que también se irán incorporando algunas damas de la alta sociedad, como la condesa de Yebes, o intelectuales como Rosa Chacel o la misma María Zambrano, a quien Ortega da clase en la universidad. Don José la considera una alumna inteligente y hermética, apasionada por aprender, muy trabajadora. Más de una vez, en las clases, viendo cómo se preocupa de anotar todo lo que dice, no puede menos de llamarle la atención.
—¡María, eso no se copia, eso se entiende primero!
Zambrano, que se siente también discípula de Ortega, va a contribuir a que entablen relación con el algunos escritores jóvenes, como Antonio Sánchez Barbudo o José Antonio Maravall.
Entrada la primavera, María Zambrano siente que no puede seguir el ritmo que le imponen sus maestros y se sume en una de sus crisis vitales. Trabaja continuamente, dedicada a la lectura y el estudio, pero no le parece que esté recogiendo fruto alguno. Las dificultades de las explicaciones que recibe, la oscuridad de los textos filosóficos y lo intrincado de las cuestiones que tratan, casi llegan a convencerla de que no está hecha para la filosofía y de que lo mejor será que abandone su estudio su estudio y se dedique a otra cosa. […]
Cuando más adelante le confiese a Zubiri la crisis extrema por la que acaba de pasar, éste se ofrece a ayudarla.
—Yo podría darte clases particulares para ayudarte en tus estudios. Puedo ir a tu casa por las tardes y allí trabajaremos juntos en los temas que tengas entre manos.
María acepta entusiasmada la propuesta. Hasta final de curso y durante todo el año siguiente, Xavier Zubiri irá a su casa diariamente para ser su profesor particular, aunque en otras ocasiones será ella quien vaya a casa de Zubiri a recibir sus clases. Siempre recordará el cuidado con que Xavier la fue llevando por los recovecos de la historia del pensamiento occidental. Durante los primeros meses, leen y comentan la Ética de Spinoza y la Sexta Enéada de Plotino.
—Quizás te interesaría más la filosofía de Malebranche como tema de tesis –le insinúa Zubiri constatando el poco éxito de su anterior propuesta.
—A mí me da lo mismo –contesta María. […]
En estos encuentros filosóficos con María, Zubiri no actúa como el encumbrado profesor universitario, sino como el amigo paciente capaz de esperar, tanto como sea necesario, que ella comprenda cada cosa. La relación entre ambos se va aventurando lentamente más allá de lo académico, sin que ninguno de los dos se atreva a expresarlo con las únicas palabras que dirían la verdad. […]
En la facultad, Zubiri se entiende muy bien con Ortega y con Morente. Además de con María Zambrano y José Gaos, también traba una amistad especial con Pedro Caravia, compañero de curso de María, que se convierte en uno de sus predilectos. […]
Cuando Zubiri abandona Madrid, María Zambrano siente el vacío de su ausencia. Pero por entonces ya se ha involucrado muy activamente en una militancia político-cultural que la ha movido a participar en la fundación de la Liga de Educación Social, una versión actualizada de la orteguiana Liga de Educación Política de 1914. No obstante, toda su vida guardará una foto de Xavier, en cuyo reverso ella misma anotará con lápiz: “Al final él no se decidió”25.
1928 «Aire libre. De la nueva generación. Tenemos una clasificación vital de los hombres. Mozos, maduros y viejos Nosotros somos los mozos de hoy, los maduros son los que nos interesan, y los viejos, a los que consideramos. En los maduros los hay de dos clases: maduros de cabeza clara y maduros de cabeza torpe con reacciones estúpidas. Estos últimos no se enteran jamás –aunque pongan empeño en ello– de que en la vida pasa algo más que intentar ponerse cuello de pajarita. Los que en El Socialista renuncian a un diálogo claro con nosotros están irremisiblemente –bien a nuestro pesar– en la clasificación segunda de maduros; por lo tanto, no es para ellos ni por ellos lo que a continuación decimos. En la imaginación de las gentes no suele caber más que su visión triste, sin atender a la verdad de que las cosas y los hechos es algo que pasa, y que los gestos y los procedimientos de los de menos edad prometen ser profundamente diferentes de los que constituyen su vida. Pocos son –los de cabeza clara– los que se dan cuenta de la enorme transformación que se está efectuando en el ciclo vital de la nueva gente; y una de ellas es el modo de actuar frente a las masas. Se vitorea y encumbra al vencedor; pero no al que está en medio de la carrera. Hasta que la meta no está lograda es uno más –uno de tantos– que intenta vencer. Los caudillos sin victoria, en nosotros, no tienen valor. Tenemos conciencia reflexiva de nuestro impulso; no es uno o unos los que se encaraman para que sus apellidos figuren en lista; a los más aptos se les sacará entre todos. La actual generación quiere que de su sondeo salga su propia orientación. Todo esto y algo más dijimos en nuestra primera salida. Calladamente los jóvenes de todas las regiones se entrecruzan sus deseos y aspiraciones para ver y saber decir qué clase de vida les gusta vivir. Para darles a esos maduros de cabeza clara los medios de que puedan conocerlos sin confundirlos con su propia juventud, ya pasada, y por consiguiente, distinta de la nuestra. Por lo tanto, lo que nosotros realizamos no es una idea de uno ni de muchos, sino la expresión de los jóvenes españoles. No son apellidos, sino resoluciones comunes de nuestra generación. Ahora bien; hasta hoy hemos huido de exhibiciones inútiles. Mas para que vea El Socialista que no nos asusta su fiereza casera y que las afirmaciones estampadas en esta sección siguen sin réplica, a pesar de que hay quienes responden de ellas en todo lugar, diremos que “Aire libre” está redactado por María Zambrano, José López Rey, Domingo Díaz Ambrona, Fe Sanz, Pablo de la Fuente, Antolín A. Casares y Ricardo Alba, recientemente incorporado.» (El Liberal, Madrid, jueves 19 de julio de 1928, pág. 3.)
«19 Septiembre. R. O. 1499. Oposiciones a plazas de Inspectoras. En el expediente de oposiciones convocadas por Real orden de 6 de julio último para proveer ocho plazas de Inspectoras de Primera enseñanza, en cumplimiento de lo dispuesto en los artículos 14, 15 y siguientes del Real Decreto de 8 de abril de 1910. S. M. el Rey (q. D. g.) se ha servido disponer que se publiquen las listas de las opositoras admitidas al referido certamen […] (Gaceta 30 septiembre.) Opositoras admitidas: […] Doña Francisca Ortiz Ruano, María Zambrano Alarcón, Margarita Juan Angulo…» (El Magisterio Español, Madrid 3 octubre 1928, nº 8144, págs. 45-46.)
→ María Zambrano, “Mujeres obreras” (El Liberal, Madrid, 11 octubre 1928.)
«Liga de Educación Social. Ha quedado constituida la Liga de Educación Social, cuyo objeto primordial es despertar el interés público hacia las cuestiones llamadas sociales, comprendiendo en ellas las modernas ideas acerca de Pedagogía, Economía, Religión, Política, &c., &c., por medio de folletos, hojas sueltas, libros, y en su día una revista periódica. También organizará la Liga cursos de conferencias, mítines, veladas y cuantos actos públicos estén a su alcance. La orientación de esta nueva entidad arranca de la declaración de los derechos del hombre hasta las más avanzadas concepciones de la moral laica y civil. Iniciada esta labor por un grupo de jóvenes, cuyo núcleo principal radica en Madrid, bien pronto ha encontrado la debida resonancia en diversas capitales. Añádase a esto la cariñosa acogida que ha tenido dicha iniciación por parte de destacados elementos de la intelectualidad española, y se comprenderá el entusiasmo con que unos y otros se disponen a trabajar hasta conseguir el triunfo de los ideales que defienden. En la asamblea celebrada para constituir oficialmente la Liga fue designada la siguiente junta directiva: presidente, D. Ramón Pérez de Ayala; secretario, D. Ricardo Alba; tesorero, D. Salvador Téllez Molina; bibliotecario, D. Francisco Giral; vocales: D. Luis Jiménez Asúa, señorita María Zambrano y D. Pablo de la Fuente.» (La Voz, Madrid, 19 de octubre de 1928, pág. 4.)
«El próximo viernes, día 16, a las nueve y media de la noche, en el local de la Federación Nacional de Obreros Tabaqueros (Embajadores, 24), y organizado por la Líga de Educación Social, se verificará un acto público en el que tomarán parte, en nombre de la entidad organizadora, D. José López Rey, que disertará acerca del tema “La casa y la calle”; la señorita María Zambrano hablará de “El matrimonio fuera del amor”, y D. Pablo de la Fuente, que explicará el enunciado “Trusts y Gobiernos”.» (El Imparcial, 14 de noviembre de 1928, pág. 2.)
«Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Dirección General de Primera Enseñanza. Relación de opositoras admitidas a los ejercicios para proveer ocho plazas de Inspectoras de Primera enseñanza. Número 1. Doña Irene Roji Acuña. 2. Doña Teresa Rodríguez Álvarez. 3. Doña Concepción González Ramiro. 4. Doña Ascensión Martín-Chacón y de Santiago. 5. Doña Dolores Ballesteros Usano. 6. Doña Socorro Mora y de Aoiz. 7. Doña Purificación Navas Guillén. 8. Doña Dolores Palma López. 9. Doña Teresa Bernard Cabrera. 10. Doña Dolores Tenas Graciós. 11. Doña Antonia Mariño Alba. 12. Doña María Josefa Arriero Sánchez Manjón. 13. Doña Jesusa Lobo Chicote. 14. Doña Antonia Vidal Juárez. 15. Doña Julia Samaniego Rodríguez. 16. Doña Ángeles Mateo Lafuente. 17. Doña Victoria Palomino García. 18. Doña Flora Millán Barea. 19. Doña Josefa Guimerá Miralles. 20. Doña Esperanza Rabanal Flores. 21. Doña María Teresa Bonilla González. 22. Doña Elisa Darías Montesino. 23. Doña María Velao Oñate. 24. Doña Basilisa Vecino Domínguez. 25. Doña Plácida Ramos Fernández. 26. Doña María de la Esperanza Vicente Manzano. 27. Doña Encarnación Gurrea Romo. 28. Doña María Cid López. 29. Doña María del Carmen Paulo y Bondía. 30. Doña Concepción Flores Cáceres. 31. Doña Aurora Bonera de Tejada. 32. Doña Manuela Lois García. 33. Doña María de las Hermitas García. 34. Doña Rosa Cobo Etayo. 35. Doña María de la Encarnación Sanz Ramón. 36. Doña Salvadora Manzano Torres. 37. Doña Isabel Socorro Santos y Santiago. 38. Doña María Adoración Salinas. 39. Doña Concepción Blázquez Mancebo. 40. Doña María Teresa Muñoz y Gaspar. 41. Doña Esperanza González de Miguel. 42. Doña Salvadora Cartamil González. 43. Doña María Barrios Sánchez. 44. Doña Emilia Santos Santiago. 45. Doña Pilar García Mazón. 46. Doña María del Carmen Arroyo Hernández. 47. Doña Mercedes López Bergaz. 48. Doña Consuelo Hervella Nieto. 49. Doña Dolores Romero Abello. 50. Doña Piedad Palacios Martínez. 51. Doña María Antonia Muñoz Ruiz del Castillo. 52. Doña Francisca Ortiz Ruano. 53. Doña María Zambrano Alarcón. 54. Doña Margarita Juan y Angulo. 55. Doña María Victoria Díaz Riva. 56. Doña Emilia Espejo García. 57. Doña Marcelina Díaz Gayoso. 58. Doña Justa Guerrero Puente. 59. Doña Blanca Soto y de Angulo. 60. Doña Emilia Miguel Eced. 61. Doña Zoila Martín González. 62. Doña María de la Purificación Merino Villegas. 63. Doña Luisa Santa María Sáenz. 64. Doña Asunción de Haro Espejo. 65. Doña Josefa Álvarez Díaz. 66. Doña Margarita Adanez Muelas. 67. Doña María F. Darsui y Godoy. 68. Doña Concepción González Cotorruelo. 69. Doña María Gudín Fernández. 70. Doña Florentina Deleyto Cabo. 71. Doña Concepción Bermejo Fraile. 72. Doña María Luisa Sanz Osés. 73. Doña Josefina Oloriz Arcelús. 74. Doña María Luisa Perote Carranceja. 75. Doña Marina Fuentes Carrión. 76. Doña María Datas Gutiérrez. 77. Doña Pilar Fernández y Fernández. 78. Doña Carmen García Martín. 79. Doña Ana María Alemany Climent. 80. Doña Paula Margarita Blanco. 81. Doña Rosa Bohigas Gavilanes. 82. Doña María de la Soledad Cuadrillero. 83. Doña Rosa González Escribano. 84. Doña Carmen Arteaga Hervele. 85. Doña María Luisa García Medina. 86. Doña Manuela Higelmo Martín. 87. Doña Josefa Alonso de Leciñaña. 88. Doña María de Guadalupe Martín Pinto. 89. Doña María Nieves López de Jorge. 90. Doña Inés Crespo Medal. 91. Doña Rosa Cabo García. 92. Doña María de los Dolores Martín Bribián. 93. Doña Mercedes Vega y Rato. 94. Doña María López Corts. 95. Doña Santas Núñez Salinero. 96. Doña Carmen Ochoa Balao. Madrid, 23 de Noviembre de 1928. El Director general, Suárez Somonte.» (Gaceta de Madrid, Madrid, 7 diciembre 1928, nº 342, pág. 1552.)
«El frío en Valladolid… Valladolid, 11. Un grupo de jóvenes denominado “Caminar” celebrará un acto en el Ateneo, y vendrá de Madrid la propagandista María Zambrano, que pronunciará un discurso.” (La Vanguardia, Barcelona, 12 diciembre 1928, pág. 27.)
1929 «Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza.— Oposiciones en turno libre a las cátedras de Filosofía vacantes en los Institutos nacionales de Segunda Enseñanza de Calatayud, Zafra y Tortosa, convocadas por Real orden de 1 de agosto de 1928.— A los efectos y en cumplimiento de lo prevenido en los artículos 14 y 15 del reglamento de oposiciones de 8 de abril de 1910, se hace público lo siguiente: 1.º Que el Tribunal que ha de juzgar dichas oposiciones quede formado de la siguiente manera: Presidente, R. P. Clemente Martínez, consejero de Instrucción pública; vocales: D. Miguel Mateo Rioja Rubio, D. Alejandro Díez Blanco, D. Antonio Losada Diéguez y D. Eugenio Montes Domínguez; suplentes: D. Juan Placer Escaño, D. Ángel Cruz Rueda, D. Enrique Millán Pérez y D. Pío Buchs Sitjar, catedráticos de la misma asignatura que las vacantes. 2.º Que por haber presentado sus instancias debidamente documentadas dentro del plazo de la convocatoria y acreditado las condiciones exigidas en la misma, han sido admitidos los siguientes aspirantes: Número 1. D. Miguel Serra y Balaguer; 2. D. Juan Planella Suille; 3. D. Luis Abad Carretero; 4. don Juan Colom Románs; 5. D. Eladio Leirós Fernández; 6. D. Juan Balóns Plana; 7. D. Emilio Donato Prunera; 8. D. Gonzalo Suárez Gómez; 9. D. Felipe Andrés Cabezas; 10. D. Camilo Chosa López; 11. don Juan Gallego Gavilán; 12. D. Mariano Quintanilla Romero; 13. don Glicerio Albarrán Puente; 14. don Fulgencio Egea Abelenda; 15. don Lorenzo García Jiménez; 16. D. Daniel Augusto García González; 17. D. Aurelio del Pino Gómez; 18. don Fernando Puig Gil; 19. D. Rafael Selfa Mora; 20. D. Julián Zapatero García; 21. D. Ramón Díaz-Delgado y Viaña; 22. D. Luis de Peralta Barbier; 23. D. Gerardo Pérez de Madrid y Céspedes; 24. doña María Zambrano y Alarcón; 25. D. Gabriel Álvaro Baraja y Gómez; 26. D. Joaquín Amigo Aguado; 27. doña Juliana Izquierdo Moya; 28. D. Eufrasio Alcázar Anguita; 29. D. Agustín del Campo Armijo; 30. D. Juan García Fernández; 31. don Vicente Losada Díez; 32. D. Francisco López Juanes; 33. D. Andrés Martínez de Azagra Beladier; 34. D. Narciso Vicente Peinado Cervello; 35. D. Luis Villar Somoza; 36. D. Teodomiro Lozano Aguilera; 37. D. Salvador Millán Albalat; 38. don Ramón Roger Vilarrasa, y 39. don José Chacón y de la Aldea. 3.º Que por no acreditar las condiciones exigidas en la expresada convocatoria quedan excluidos: Número 1, D. Antonio Respino Díaz, por falta de reintegro en la hoja de servicios; 2. D. Manuel Losa Álvarez, por falta del acta de nacimiento y certificado de Penales; 3. D. Ignacio Corral de la Torre, por falta del acta de nacimiento y del certificado de estudios; 4. D. Agustín Muñoz Carrascosa, por lo mismo que el anterior; 5. D. Antonio Matéu y Alonso, por faltarle toda la documentación; 6. D. Valentín Pérez Ramos, por lo mismo que el anterior; 7. D. Eulogio Ramos Gangoso, por falta de reintegro en el certificado de Penales. 4.º Que desde el día que se inserte este anuncio en la Gaceta de Madrid comenzarán a contarse los diez días de término a que se refieren los artículos 14 y 15 del Real decreto de 8 de abril de 1910, para que puedan formular las reclamaciones a que se consideren con derecho los opositores, como las recusaciones contra los jueces y suplentes que se consideren incompatibles. 5.º Que los opositores que figuran con derecho a opositar las mencionadas cátedras deberán justificar previamente ante el Tribunal haber abonado los derechos a que hace referencia la Real orden de 24 de marzo de 1925.» (El Sol, Madrid, 20 julio 1929, pág. 2.)
1930 «Bibliografía. María Zambrano. Horizonte del liberalismo. Colección “Nueva Generación”. Madrid, Morata. 2'50 pesetas. Es este el segundo volumen de la serie “Nueva Generación”, en la que, a juzgar por el título ya publicado –Castidad, Impulso, Deseo, por C. Diez Fernández– y por este delicado presente, van a ser abordados, juvenil y resueltamente, los temas más variados y los asuntos más candentes, cuyos problemas serán enjuiciados por positivos valores de nuestra grey universitaria. Volúmenes escritos con sencillez, ofrendados a la juventud que inquiere y a la madurez que medita, estamos seguros que toda persona que “sienta” la inquietud del momento los leerá deleitándose. Su lectura, pues, constituye un deber indeclinable para los unos y para los otros; que nada hay tan merecedor de atención como el pensamiento y el esfuerzo de la juventud. María Zambrano estudia en este breve y bello libro la política conservadora y la revolucionaria; el liberalismo y la ética, y la religión y el problema social; y cierra sus páginas con un canto optimista y enérgico hacia un nuevo liberalismo. Que no sea éste “un libro más”; que quienes pueden y deben, recojan el pensamiento de esta pulcra y novel escritora y le den la realidad necesaria, para que nunca más sea preciso a la juventud entonar este canto de esperanza que es, a la vez, una salmodia trágica contra el abandono anterior.» (El Noticiero. Diario de Cáceres, 29 enero 1930, p. 3.)
→ Julio 1930: Cuadernos de Cultura anuncia “en preparación… Señorita María Zambrano: Estampas del romanticismo español”. No se publicó.
«El Presidencialista. Hemos recibido el número extraordinario (correspondiente a Agosto y Septiembre) de El Presidencialista, órgano de la Juventud Republicana Presidencialista de España. Contiene trabajos de María Zambrano, Ana Marín, Heliodoro Gras, Luis Hernández Alfonso, Emiliano Aguado, Manuel Feijóo, Vicente Riscos, León de Huelves, Luis Muñoz, Carlos Fernández de la Torre, Agapito Gómez, Manuel Sancho, Fernando Maura, Luis Perezagua, F. Rodríguez Dopico, Luis López Burgos, El Doctor Hache y “Cardonio”. Completan el número varios editoriales, apostillas, &c., que junto con los vibrantes artículos hacen de este periódico una muestra del esfuerzo y el entusiasmo de los jóvenes presidencialistas, a quienes animamos en su bien orientada campaña.» (La Libertad, Madrid, jueves 9 octubre 1930, pág. 8.)
«Horizonte del liberalismo. María Zambrano. Colección “Nueva Generación”. Madrid. Es este el segundo volumen de la serie “Nueva Generación”, en la que van a ser abordados, juvenil y resueltamente, los temas más variados y los asuntos más candentes, cuyos problemas serán enjuiciados por valores de nuestra grey universitaria. Volúmenes escritos con sencillez, ofrendados a la juventud que inquiere y a la madurez que medita. María Zambrano estudia en este breve libro la política conservadora y la revolucionaria, el liberalismo y la ética, y la religión, y el problema social.” (La Vanguardia, Barcelona, 1 noviembre 1930, pág. 23.)
1931 «Aunque ya publicamos los nombres de las personalidades que componen la Junta central de las subscripciones a favor de los perseguidos con motivo de los sucesos políticos de Diciembre último, a ruego de lectores que no los conocen, los reproducimos: Señora de Castro, señora de Bustelo, señora de Azcárate, don Gregorio Marañón, D. Ramón Pérez de Ayala, D. Luis de Tapia (tesorero), D. Luis Jiménez de Asúa, D. Teófilo Hernando, D. Fernando Coca (por Acción Republicana), D. Francisco Rubio (por el partido radical), señorita Victoria Kent (por el partido radicalsocialista), D. Leoncio Navarro (por el partido federal), D. Guillermo F. López (por la F. U. E.), señorita María Zambrano (por la F. U. E.) y D. Manuel García Rodrigo (por la derecha liberal republicana), secretario. Las cantidades que lleguen a nuestro poder se las enviamos al tesorero, D. Luis de Tapia, Velázquez, 38.» (La Libertad, Madrid, 21 febrero 1931, pág. 3.)
→ María Zambrano, “La Universidad libre” (La Calle. Revista gráfica de izquierdas, Madrid, 13 marzo 1931.)
«En la plaza de toros de Albacete. Albacete, 6. En la plaza de todos se celebró un mitin de propaganda republicano-socialista, al que acudieron 12.000 personas. […] Doña María Zambrano, profesora de la Universidad de Madrid, dijo que la República es cuestión de vida o muerte. Sostuvo que Primo de Rivera fue un general de opereta, y que la monarquía ha hecho del pueblo español un guiñapo. Atacó a las instituciones de damas españolas, y dijo que la verdadera mujer española será republicana, aludiendo a la madre de Galán y a la mujer de García Hernández. La disertación de doña María Zambrano produjo una emoción profunda. Don Vicente Gaspar, abogado madrileño, se ocupó de las próximas elecciones.» (La Libertad, Madrid, martes 7 abril 1931, pág. 5.)
«El bloque de las Juventudes antidinásticas. “Jóvenes estudiantes y obreros: El bloque de las Juventudes antimonárquicas, considerando su deber velar por la pureza del sufragio en las próximas elecciones municipales, convoca a los jóvenes antimonárquicos madrileños, afiliados o simpatizantes, y especialmente a los estudiantes, a que acudan a una reunión que se celebrará hoy miércoles, por la tarde, a las siete, en la terraza de la Casa del Pueblo. La reunión tiene por objeto asignar a cada joven su misión el día 12. ¡Jóvenes obreros y estudiantes, no dejéis de acudir a la cita! ¡Viva la revolución! Madrid, 7 de Abril de 1931. Por la Juventud Socialista: Felipe Ronda, Agapito G. Atadell y Santiago Carrillo; por la Juventud Republicana Federal: M. Delgado y Francisco Blasco; por la Juventud Republicana Radical: Arturo Sanjurjo, José Fernández y Norberto Guerra; por la Juventud Republicana Radical-socialista: Antonio Bertolucci y Francisco Fernández Calleja; por el grupo Tierra: F. Flórez y Carlos Santander; por la Juventud Al Servicio de la República: María Zambrano, Emilio Morayta y Joaquín Vázquez Naranjoz.” […] Círculo Republicano Federal (Echegaray, 20), a las diez de la noche, en donde hablarán Eusebio Moratilla, Rafael Valdivieso, Guillermo Cabanellas de Torres, María Zambrano, Enrique Vázquez López, Mariano Sánchez Roca y Agapito G. Atadell, que presidirá.» (La Libertad, Madrid, miércoles 8 abril 1931, pág. 9.)
«Mitin en La Solana. Ciudad Real, 10. En la plaza de todos de La Solana se celebró un mitin de propaganda electoral organizado por la coalición republicano-socialista. Redondel y localidades del coso taurio aparecieron llenos de público. […] A continuación hizo uso de la palabra la culta profesora de la Universidad doña María Zambrano. En un breve y emocionante discurso saludó a la mujer manchega, a la que exhortó a influir en el hogar cerca de sus esposos y sus hijos para que éstos logren la salvación del país proclamando la República. Acto seguido el escritor Joaquín Pérez Madrigal pronunció un elocuente discurso, definiendo la labor de la República española y combatiendo el régimen monárquico y el caciquismo.» (La Libertad, Madrid, sábado 11 abril 1931, pág. 10.)
«En otros coches con banderas republicanas iba la señorita María Zambrano, profesora de la Universidad Central, y hermana, con gran número de estudiantes; en otro, los auxiliares de la Facultad de Medicina señores Méndez, Ochoa y Hernández Guerra. Asimismo, la peña de la F. U. E. en la Granja, que se encontraba en la puerta, era objeto de la simpatía de sus compañeros, que los abrazaban con grandes muestras de entusiasmo, especialmente a los componentes de sus Juntas de gobierno, Sres. Vázquez López y García.» (“La primera noche de la República”, La Voz, Madrid, 15 de abril de 1931, pág 1.)
«Dos candidatos que no aceptan. La señorita María Zambrano y D. Prudencio Sayagués (de la F.U.E.) nos ruega hagamos constar que no aceptan su inclusión en la llamada candidatura del pueblo para las próximas Cortes Constituyentes.» (La Libertad, Madrid, 21 junio 1931, pág. 5.)
1932 «Un grupo de jóvenes quiere constituir el Frente Español. Un grupo de jóvenes ha publicado un manifiesto para constituir una agrupación que denomina Frente Español. En ese manifiesto, después de censurarse a los republicanos, porque, en opinión de los jóvenes firmantes, cuanto se hizo desde el advenimiento de la República fue una serie de tanteos en el vacío, y de afirmarse que los partidos que han hecho la Constitución no representan a España, afirmación que seguramente llenará de regocijo al Sr. Pildain y al Sr. Gil Robles […]. El documento lleva las siguientes firmas: María Zambrano Alarcón, Elisa García del Moral y Bujalance, Salvador Lisarrague Novoa, José Antonio Maravall, Antonio Riaño de Lanzarote, José Ramón Santeiro, Abrahán Vázquez y Sáenz de Hermúa.» (La Voz, Madrid, 15 de marzo de 1932, pág. 2.)
«Ilmo. Sr.: En cumplimiento de prevenido en el artículo 10 del Decreto de 4 de Septiembre próximo pasado, con las modificaciones habidas por renuncias, que se aceptan, de los Sres. […] se publican a continuación los Tribunales de oposiciones a Cátedras de que se hará mérito, a saber: […] Filosofía (turno libre), de los Institutos de Alcoy, Lugo, Reus, Maragall, de Barcelona, y Cervantes, de Madrid.– Presidente, D. Joaquín Álvarez Pastor. Suplente, D. José Gaos y González Pola. Vocales: apartado B), propietario, D. Joaquín Xiráu Paláu, propuesto por la Unión Federal de Estudiantes Hispanos. Suplente, D. José de Castro y Castro, propuesto por la Universidad de Sevilla. Apartado C), D. Vicente Losada Diéguez, del Instituto de El Ferrol. Apartado D), D. Joaquín Carreras Artáu, del Instituto de Barcelona, y don Gabriel Callejón Maldonado, del de Almería. Suplentes: apartado C), D. Salvador Millán, del Instituto de Tortosa. Apartado D), D. Tomás Alonso de Armiño, del Instituto de Burgos, y D. Hipólito R. Romero Flores, del de León. Filosofía (turno de Auxiliares), de los Institutos de Alicante, Osuna y Mahón.– Presidente, D. Rubén Landa. Suplente, D. Joaquín Xiráu Paláu. Vocales: apartado B), D. José de Castro y Castro, propuesto por la Universidad de Sevilla. Suplente, D. José Zubiri Apalategui, propuesto por la Universidad de La Laguna. Apartado C), D. Manuel Heredero Pérez, del Instituto de Gijón. Apartado D), D. Alejandro Díez Blanco, del Instituto de Vigo, y D. Rafael Selfa Mora, del de Albacete. Suplentes: apartado C), D. Perfecto García Conejero, del Instituto de Córdoba. Apartado D), D. Agustín Catalán Latorre, del Instituto de Zaragoza, y D. Salvador Núñez González, del de Badajoz. […] Relación de opositores admitidos por reunir las condiciones de la convocatoria a las Cátedras de Filosofía (turno libre), vacantes en los Institutos Nacionales de Segunda enseñanza de Alcoy, Lugo, Reus, Maragall, de Barcelona, y Cervantes, de Madrid. Número 1. D. Rafael Selfa Mora. 2. D. Emilio Huidobro de la Iglesia. 3. D. Antonio Linares Herrera. 4. D. Juan Planella Guille. 5. D. Estanislao Tricas Sipán. 6. D. Heriberto Morilla Luengo. 7. D. Honorato Pinedo Amigorena. 8. D. Rafael Fernández Álvarez. 9. D. Ramón Díaz Delgado. 10. D. Luis Burgell y Boix. 11. D. Pedro Guirao Gabriel. 12. Doña Isabel Taronjí Orfila. 13. D. Camilo Chousa López. 14. D. Esteban Herrero García. 15. D. Francisco de P. Ribelles. 16. D. Antonio Bernárdez Tarancón. 17. D. Juan F. Yela Utrilla. 18. Doña Juliana Izquierdo Moya. 19. D. Eladio Leirés Fernández. 20. D. Antonio Álvarez de Linera. 21. D. Fernando Puig Gil. 22. D. Daniel Augusto García González. 23. D. Luis de Peralta Barbier. 24. D. Glicerio Albarrán Puente. 25. D. Juan Bonet Bonell. 26. D. Santiago Bernard Olivert. 27. D. Emilio Donato y Prunera. 28. D. Blas Navascués Moreno. 29. D. Eugenio Montes Domínguez. 30. D. Francisco Moltó Pascual. 31. D. Agustín Muñoz Carrascosa. 32. D. Pedro Caravia Hevia. 33. D. Eufrasio Alcázar Anguita. 34. D. Luis Villar Somoza. 35. D. Julián Zapatero García. 36. D. Manuel Cardenal e Iracheta. 37. D. José María Conillera. 38. D. Ignacio Carral de la Torre. 39. D. Andrés Martínez de Azagra. 40. D. Mariano Quintanilla Romero. 41. D. Félix García Blázquez. 42. D. Andrés Aguirre y Respaldiza. 43. D. José Mediavilla Liñán. 44. D. Juan Pérez Millán. 45. D. Enrique Míguez Tapia. 46. D. Vicente Feliú Ejido. 47. D. Francisco López Juanes. 48. D. Juan Manuel de las Heras. 49. D. Hipólito R. Romero Flores. 50. D. Francisco Vergés Soler. 51. D. Perfecto García Conejero. 52. Doña María Zambrano Alarcón. 53. D. Cristóbal Caballero Rubio. 54. D. José Chacón y de la Aldea.» (“Orden nombrando los Tribunales para las oposiciones a las Cátedras que se indican de los Institutos Nacionales de segunda enseñanza, y listas de los opositores admitidos y excluídos a las mismas”, Gaceta de Madrid, Madrid, 17 mayo 1932, nº 138, págs. 1250-1255.)
Adviértase la grandeza de las leyes y normas españolas, incluso en tiempos de República burguesa: María Zambrano, aspirante a las cátedras vacantes de Filosofía en los Institutos Nacionales de Segunda enseñanza de Alcoy, Lugo, Reus, Maragall, de Barcelona, y Cervantes, de Madrid, convertida, a propuesta de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos, en miembro del tribunal que había de juzgar las oposiciones a las cátedras vacantes de Filosofía de los Institutos Nacionales de Segunda enseñanza de Alicante, Osuna y Mahón:
«Ilmo. Sr.: El Consejo de Instrucción pública ha emitido el siguiente dictamen: “Por haber renunciado los cargos de Vocal propietario y Vocal suplente del Tribunal que ha de juzgar las oposiciones, turno de Auxiliares, a las Cátedras de Filosofía de los Institutos de Alicante, Osuna y Mahón, D. José de Castro y Castro y D. José J. Zubiri, nombrados conforme al apartado B) del Reglamento de oposiciones a Cátedras de Institutos de 4 de Septiembre de 1931. El Consejo acuerda proponer para sustituirlos a la señorita María Zambrano, propuesta por la Unión Federal de Estudiantes Hispanos, como Vocal propietario, y a D. Juan Zaragüeta, propuesto por las Universidades de Madrid y Santiago, como Vocal suplente.” Este Ministerio de acuerdo con lo propuesto en el preinserto dictamen, ha resuelto como en el mismo se propone. Lo digo a V. I. para su conocimiento y demás efectos. Madrid, 13 de Junio de 1932. P. D., Domingo Barnés. Señor Subsecretario de este Ministerio.» (Gaceta de Madrid, Madrid, 16 junio 1932, nº 168, págs. 1953-1954.)
«Indice de La Gaceta. Día 16 de junio. […] Otra nombrando a la señorita María Zambrano y a don Juan Zaragüeta vocales propietario y suplente, respectivamente, del Tribunal de oposiciones, turno de Auxiliares, a las Cátedras de Filosofía de los Institutos de Segunda enseñanza de Alicante, Osuna y Mahón.» (El magisterio español, Madrid 18 junio 1932, pág. 472.)
«Ateneo de Madrid. Los cargos en las Secciones. El lunes tuvieron lugar en el Ateneo las elecciones para la provisión de cargos de las Secciones de Ciencias morales y políticas, Ciencias históricas, Ciencias económicas, Literatura y Filosofía. […] Sección de Filosofía. Presidente, Javier Zubiri; vicepresidente, Eugenio Montes; secretario primero, María Zambrano; secretario segundo, Manuel Souto Vilas; secretario tercero, Salvador Lissarrague; secretario cuarto, Ramón Núñez.» (La Libertad, Madrid, 6 julio 1932, pág. 8.)
1933 «Ilmo. Sr.: Vista el acta del Jurado del concurso nacional de Literatura, fecha 28 del corriente, constituido por los señores doña María Goyri de Menéndez Pidal, Presidente, y los Vocales doña María Zambrano y D. Fernando Sáinz: Resultando que en el acta indicada el Jurado propone, por mayoría de votos, a la Superioridad que el premio de 5.000 pesetas sea rebajado a 4.000 y se conceda al autor del trabajo número 28, lema “Fontefrida”, de don Alejandro Rodríguez Álvarez. Asimismo propone, por unanimidad, que las 1.000 pesetas restantes del primer premio se concedan, en concepto de recompensa, al autor del trabajo número 24, lema “Angelines”, de don Antonio Robles. Que el segundo premio, de 2.000 pesetas, se adjudique al autor del trabajo número 15, lema “Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo ni el ánimo será imposible”, de D. Fernando José de Larra; y Que el tercer premio, de 1.000 pesetas, se conceda al autor del trabajo número 21, de doña Josefina Bolinaga: Considerando que se han cumplido todos los trámites y bases de la convocatoria de este concurso, y de acuerdo con la mencionada propuesta, Este Ministerio se ha servido disponer lo siguiente: 1.º Que el premio de 5.000 pesetas, rebajado a 4.000, sea concedido a don Alejandro Rodríguez Álvarez, y las 1.000 pesetas restantes a D. Antonio Robles, en concepto de recompensa. 2.º Que el segundo premio, de 2.000 pesetas, se conceda a D. Fernando José de Larra. 3.º Que el tercer premio, de 1.000 pesetas, se adjudique a doña Josefina Bolinaga. 4.º Que de acuerdo con la base 3.ª de la convocatoria, los Sres. D. Alejandro Rodríguez Álvarez, D. Fernando José de Larra y doña Josefina Bolinaga podrán retirar sus originales, dejando copia de los mismos en la Secretaría de los concursos nacionales. 5.º Que las citadas cantidades serán abonadas a los interesados en la forma procedente por la Habilitación de este Ministerio de los fondos que para este servicio le han sido librados; por Orden de 1.º del actual, procedentes del capítulo 14, artículo 3.º, concepto 4,º del presupuesto vigente. Lo que comunico a V. I. para su conocimiento y efectos. Madrid, 30 de Diciembre de 1932. P. D., Domingo Barnés. Señor Director general de Bellas Artes.» (Gaceta de Madrid, Madrid, 3 enero 1933, nº 3, pág. 60.)
1934 «Continuó sus tareas la Conferencia de Interayuda Universitaria. Esta mañana ha continuado sus tareas la Conferencia Franco-española de Interayuda universitaria. Se trató el tema “Las tendencias políticas de las nuevas generaciones”. En primer término intervino el delegado francés M. Joxe, quien trazó un cuadro de los partidos políticos franceses y de la actitud de las generaciones universitarias ante estas organizaciones. Seguidamente interviene don Luis Recasens Siches, ponente español. Dice que no habla como hombre de partido, pero sí que adopta una posición crítica necesaria para tratar de estos problemas. Es evidente la crisis del estado moderno, pero con ser ésta conocida, todavía no se la valora. Lo que está en crisis es el sistema de formas institucionales que adoptó el Estado en el siglo XIX, pero no se puede, no se debe considerar caducados los principios de libertad, de democracia y de justicia social. Lo que ha fracasado es una especial versión de estos principios. Lo caducado es el liberalismo económico, pero jamás el respeto a la libertad individual del hombre como expresión de su dignidad espiritual. En cuanto a la democracia, debe subsistir como forma de equidad de todo poder público. En resumen: los principios históricos de libertad, democracia y justicia humana, deben pervivir. Conservan toda su virtualidad, pero han de ser unidos a otros nuevos modos y conseguir de ellos una nueva versión a tono con las necesidades urgentes del momento actual. Alguna parte de la juventud española se ha dejado conquistar por los gestos banales de los extremismos dialécticos, pero en cambio, hay una juventud española que, aun siendo profundamente afectada por la crisis, reflexiona y trabaja en busca de nuevas ideas y formas que sirvan a nuestra República para cumplir su gran deber histórico de renovación nacional. A continuación intervinieron los representantes franceses de las ideologías de Acción Francesa y de “Ordre nouveau”. Después hablaron los señores Castiella que defendió los ideales tradicionalistas, basados en el sentimiento católico. Semprún, que destacó la importancia de una libertad individual. Por último, habló doña María Zambrano, que dijo: nada de revolución, ni tampoco de contrarrevolución, ambas son ideas viejas. Nación por una parte y trabajo por otra. Todos los oradores fueron aplaudidos.» (La Vanguardia, Barcelona, sábado 7 de abril de 1934, pág. 25.)
«Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Órdenes. Ilmo. Sr.: Vistas las propuestas definitivas formuladas por el Consejo Nacional de Cultura para la constitución de los Tribunales que han de juzgar las oposiciones a Cátedras de Institutos Nacionales de Segunda enseñanza, así como las reclamaciones que contra las provisionales fueron elevadas en tiempo oportuno, y teniendo en cuenta lo dispuesto en el Decreto del 23 de Agosto último, Este Ministerio ha resuelto lo siguiente: […] 4.º Que los Tribunales que han de juzgar las oposiciones de cada asignatura queden constituidos con carácter definitivo en la siguiente forma: […] Filosofía. Turno libre. Para las vacantes en los Institutos de Mahón, Osuna y Zafra: Presidente, D. Rubén Landa Vaz, Catedrático del Instituto de Segovia, agregado al de El Escorial, y Consejero. Vocal, apartado B), D. José Castro y Castro, Catedrático de la Universidad de Sevilla. Suplente, ídem, D. Juan Díaz del Moral. Vocal, apartado C), D. Román del Prado Alonso, Catedrático del Instituto de La Coruña. Suplente, ídem, D. Emilio Donato Prunera, ídem del de Figueras. Vocales, apartado D): D. Antonio Bernárdez Tarancón, ídem del de Bilbao, agregado al “Velázquez”, de Madrid, y D. Pedro Guirao Gabriel, ídem del de Vitoria. Suplentes, ídem: D. Manuel Heredero Pérez, ídem del de Gijón, y D. Eugenio Frutos Cortés, ídem del de Cáceres. Turno de Auxiliares. Para las Cátedras vacantes en los Institutos de Baeza y Vigo: Presidente, D. José J. Zubiri Apalategui, Catedrático de la Universidad Central. Vocal, apartado B), D. José Gaos y González Pola, Catedrático de la Universidad de Madrid. Suplente, ídem, doña María Zambrano. Vocal, apartado C), D. Ramón Roquer Villarrasa, Catedrático del Instituto “Maragall”, de Barcelona. Suplente, ídem, D. Manuel Cardenal Iracheta, ídem id. del “Cervantes”, de Madrid. Vocales, apartado D): D. Eloy Luis André, Catedrático del Instituto “Cardenal Cisneros”, de Madrid, y D. Juan Aznar Ponte, ídem del de Ávila, agregado al “Goya”, de Madrid. Suplentes, ídem: D. Ángel Cruz Rueda, ídem del de Cabra, y D. Juan Planella Guillé, ídem del de Reus y agregado al Elemental de Tarrasa. Turno restringido. Para las Cátedras vacantes en los Institutos de “Velázquez”, de Madrid; “Miguel Servet”, de Zaragoza; Elche, Torrelavega y Béjar, así como las agregadas de los de “Goya”, de Madrid; “Lagasca”, de ídem; “Quevedo”, de ídem; “Ganivet”, de Granada, y Bilbao (Deusto): Presidente, D. Joaquín Xirau, Catedrático de la Universidad de Barcelona. Vocal, apartado B), D. Manuel García Morente, Académico y Catedrático de la Universidad de Madrid. Suplente, ídem, D. Jaime Serra Hunter, Catedrático de la Universidad de Barcelona. Vocal, apartado C), D. Vicente Losada Díez, Catedrático del Instituto de El Ferrol. Suplente, ídem, D. Salvador Millán Albalat, ídem id. de Tortosa. Vocales, apartado D): D. Joaquín Álvarez Pastor, ídem id. de “Luis Vives”, de Valencia, agregado al “Pérez Galdós”, de Madrid, y D. Hipólito R. Romero Flores, ídem id. de León. Suplentes, ídem: D. Mariano Quintanilla Romero, ídem del de Zamora y agregado al “Calderón de la Barca”, de Madrid, y D. José Verdes Montenegro, ídem del de “San Isidro”, de Madrid.» (Gaceta de Madrid, 19 septiembre 1934, nº 262, págs. 2433-2437.)
María Zambrano, recien nombrada para un nuevo tribunal de oposiciones a cátedras de instituto en el turno de auxiliares, esta vez como suplente de José Gaos, es requerida pocos días después, junto con otros muchos opositores, con fecha 25 de septiembre de 1934 (Gaceta de Madrid de 23 de octubre de 1934, pág. 635), para que complete la documentación E (acreditar haber satisfecho los derechos de oposición) y G (acreditar poder tomar parte en el turno restringido) dentro de la Lista de solicitantes a las Cátedras de Filosofía anunciadas a oposición, turno restringido, de los Institutos de “Velazquez”, de Madrid; “Miguel Servet”, de Zaragoza; Elche, Torrelavega y Béjar; así como las agregadas de las de “Goya”, “Quevedo”, de Madrid; “Gavinet”, de Granada, y Bilbao (Deusto).
El 5 de junio de 1936 la Gaceta de Madrid publica una orden firmada el día anterior convocando oposiciones a cátedras vacantes en los Institutos nacionales de Segunda enseñanza, y vuelve a presentarse para las cátedras vacantes de Filosofía (Gaceta, 1 julio 1936, nº 183, pág. 30), junto con otros 81 candidatos, setenta y cuatro precedidos por “D.” y siete por “Doña”: Concepción Casanova Danés, Amalia Tineo Gil, Vicenta Alonso Delgado, Francisca Bohigas Gavilanes, Edith Tech de Huidobro, Juliana Izquierdo Moya y María Zambrano Alarcón. La convocatoria precisaba que los ejercicios de las oposiciones comenzarían el 3 de agosto en el turno restringido y el día 10 en el libre…
«Ilmo. Sr.: Vista la situación anómala por que atraviesan algunas provincias españolas que no permite el desarrollo normal de oposiciones y cursillos, Este Ministerio ha acordado suspender la celebración de todas las oposiciones y la de los cursillos, tanto de primera como de segunda enseñanza, hasta nueva orden. Igualmente se interrumpen todos los plazos que con las oposiciones se relacionan. Madrid, 20 de Julio de 1936. Francisco Barnés. Señor Subsecretario de este Ministerio.» (Gaceta de Madrid, 23 julio 1936, nº 205, pág. 794.)
Firma en Madrid, a finales de julio de 1936, el “Manifiesto de la Alianza de Escritores Antifascistas para la Defensa de la Cultura”.
«Ministerio de la Gobernación. Junta Central de Socorros. Junta de Socorros con motivo de la rebelión militar de Julio de 1936. Cantidades recibidas en concepto de donativo. (Continuación.) […] D.ª Esperanza García… 13,25. D.ª Carmen García… 13,25. D.ª María Zambrano… 10,65. D. Serapio Martínez… 5,40. D. Francisco Donato… 6,70 [pesetas]» (Gaceta de Madrid, 20 agosto 1936, nº 233, pág. 1375.)
Iniciada la guerra civil, en septiembre de 1936, matrimonia con Alfonso Rodríguez Aldave, siete años más joven que ella, marchando pronto a La Habana, pues él acaba de ser nombrado secretario de Embajada, en la de Santiago de Chile. Unos meses después vuelven a España, y María Zambrano asiste al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (Valencia, julio 1937).
1938 María Zambrano, “Materialismo español” (La Vanguardia, Barcelona, sábado 5 de febrero de 1938.)
«Cuentan que el Premio Nacional de Literatura de 1938 iba destinado al joven poeta levantino Juan Gil-Albert. Cuando María Zambrano, integrante del jurado que concedió el galardón, le presentó el acta al asturiano Wenceslao Roces, entonces subsecretario de Instrucción Pública (algo así como el segundo de a bordo del Ministerio de Educación y Cultura), Roces dijo que no, que él tenía un candidato mejor. Y le dio el premio a otro poeta del Sur, Pedro Garfias, autor del célebre canto a “Asturias” (“…si yo supiera, si yo pudiera cantarte”). Garfias, poeta de trinchera, tuvo el tiempo justo para huir al exilio con el premio bajo el brazo.» (Eduardo García, “Wenceslao Roces. Una figura histórica del comunismo español que vuelve a primer plano”, La Nueva España, 23 marzo 2003.)
En enero de 1939 sale María Zambrano de España, tras breve escala en París, y pasando por Estados Unidos y Cuba, llega el matrimonio a México. En enero de 1940 se establecen en Cuba hasta 1945, con visitas a la Universidad de Río Piedras, en Puerto Rico.
1941 «Ensayo. María Zambrano, Pensamiento y poesía en la vida española, México, La Casa de España en México, 1939, 179 págs. Recoge aquí María Zambrano tres conferencias que dio en México sobre la trayectoria del pensamiento en España, tema que, como ella confiesa en las palabras preliminares, se había presentado con urgencia a su atención, ocupada antes en estudios filosóficos de tipo más universal, con toda la angustia del trance desesperado porque su patria pasa desde 1936. Esta angustia da calor y emoción a todas sus palabras y no es este el menor mérito del libro. Pero acostumbrada a un rigor de pensamiento aprendido en su maestro Ortega, María Zambrano, una de las inteligencias juveniles más vigorosas de España, sabe ordenar serenamente sus ideas. Así resulta que más que conferencias, con lo que de improvisado suele tener esta forma de actividad intelectual, encontramos tres magníficos ensayos. Vuelve en ellos la autora sobre ideas muy debatidas ya desde Unamuno y el 98. Se trata de una indagación más sobre lo que se llamó entonces la esencia de España. No es, por tanto, la novedad lo que caracteriza al libro. Mas las ideas ya conocidas cobran nuevo aliento al ser planteadas de nuevo por un espíritu como el de María Zambrano que une aquí a su sólida cultura filosófica actual un fervoroso anhelo de comprender el destino de España en su agonía que ella ha sentido de cerca como joven y también como mujer. Porque hay un dolor genuino y casi se diría maternal en sus ensayos que es acaso lo que más los diferencia de los muchos que sobre el mismo problema se han escrito. Examina en el primero, bajo el título, “Razón, Poesía, Historia”, la peculiaridad de la posición de España en el cuadro de la cultura europea; en el segundo, “La cuestión del estoicismo español”; y en el último, titulado “El querer”, las formas del voluntarismo que al quedarse sin objeto en los últimos siglos engendra ese ensimismamiento de España en su sangre, al margen de la Historia, que llega hasta nosotros a través de la lenta y resignada disolución del siglo XIX. Aparte de la claridad común a toda la exposición, son muchos los aciertos de expresión y muchas también las interpretaciones inquietantes o sugestivas de estos ensayos. Sin poder enumerarlos todos, aludiremos a la explicación del realismo español; al comentario luminoso sobre “La Epístola Moral a Fabio” que cobra en el análisis de María Zambrano una significación no subrayada lo suficientemente hasta ahora; a la definición de las formas que la voluntad toma en el español, &c. Hay además juicios penetrantes sobre Unamuno, Galdós y Azorín. Debemos señalar, por último, una intuición que apenas queda sino apuntada al principio y que es acaso la más original del libro: la de que la peculiaridad permanente y antigua de lo español pueda proceder de un primitivo fondo religioso que no logra ser asimilado plenamente por el pensamiento greco-cristiano que modela la cultura moderna de todo el occidente. Libro en resumen este de María Zambrano quizá no madurado del todo, pero que merece un puesto importante en el ensayismo contemporáneo. A. R.» (Revista Hispánica Moderna, Nueva York, enero-abril 1941, año 7, nº 1-2, pág. 91.)
Firma en La Habana, el 25 de noviembre de 1941, el manifiesto de “La Conferencia de La Habana” de Cooperación Intelectual.
«Su viaje [de José Ferrater Mora] a Chile, en 1941, se gestó a través de Alfonso Rodríguez Aldave, marido de María Zambrano y ex secretario de la embajada de España en Chile, que le propuso en La Habana trasladarse a Chile. Le entregó unas cartas de recomendación para que se las diese a conocidos e influyentes directores de periódicos chilenos con el propósito de buscarle una ocupación profesional de acuerdo a su valía intelectual.» (Julio Ortega Villalobos, “José Ferrater Mora en Chile: filosofía y exilio”, El Basilisco, 21:86-89.)
Prologa María Zambrano el primer libro de versos de Bernardo Clariana Pascual, Ardiente desnacer. Testimonio poético (La Habana 1943).
Terminada la guerra mundial, María Zambrano viaja a París, donde se reencuentra con su hermana Araceli (1911-1972), de la que ya no se separa. En 1948 se separa de su marido, y vuelve a La Habana con Araceli.
1953 «Tanto la Universidad como los pequeños círculos filosóficos de Cuba han recibido la influencia de los profesores españoles que desde poco antes de 1930 han pasado por La Habana. Es una influencia difícil de precisar y no lo intento. José Gaos, Joaquín Xirau, María Zambrano, han dado cursos entre nosotros. Luis Recasens, autoridad en Filosofía del Derecho, ha dejado su huella. La dejó también don Fernando de los Ríos, a quien perdimos hace poco. Sus disertaciones eran sobre temas varios, pero siempre de vinculación filosófica. Ortega y Gasset no vino al fin. Digo esto, porque se anunció su visita. En cambio su influjo es intenso, al menos como autor que se lee. Gaos ha influido con los numerosos libros de Filosofía traducidos por él en los últimos veinte años y con sus lecciones en la Universidad. María Zambrano, diríamos casi que se ha quedado en La Habana. Ha trabajado entre nosotros, con la maestría y el fervor que le son propios. Casi diría yo que deja discípulos, si no en lo tocante a doctrinas, al menos por la simpatía que logra en los grupos de sus cursos. Sabido es, por lo demás, que ella se atiene, en parte, a la enseñanza de su eminente maestro Ortega y Gasset.» (Medardo Vitier, “Cincuenta años de estudio de la filosofía en Cuba”, Bohemia, La Habana, 10 de mayo de 1953.)
«Así nació Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura, cuyo primer número vio la luz en marzo de 1953, en el que figuré como secretario de redacción. Entre los intelectuales españoles en el exilio pronto colaboraron Ramón J. Sender, María Zambrano, Américo Castro, Francisco Ayala, Claudio Sánchez Albornoz, Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez y otros muchos más. A ellos de unieron luego escritores residentes en España como Vicente Aleixandre, Julián Marías, Aranguren, Tierno Galván, C. J. Cela, Laín Entralgo… De los latinoamericanos contamos con la colaboración de Alfonso Reyes, Roa Bastos, Manach, Gabriela Mistral, Borges, Murena, Verissimo, Rosa Arciniegas, Luis Alberto Sánchez, &c. O sea, con las más revelantes firmas de aquella época, tanto en lo que concierne a los españoles como a los latinoamericanos. También contó con las firmas de conocidos hispanistas franceses como Jean Cassou, Charles V. Aubrun y Jean Camp.» (Ignacio Iglesias Suárez.)
«En su número 3 (último trimestral de la revista, que a partir de 1954 pasará a ser bimestral) aprovecha Cuadernos que Ortega ha cumplido setenta años para rendirle “respetuoso homenaje” como “uno de los maestros indiscutibles de la intelectualidad hispánica” (y de paso apropiarse de su nombre), con un texto de María Zambrano, “Ortega y Gasset, filósofo español”, y otro de Segundo Serrano Poncela, “Razón y débito a Ortega”. (María Zambrano de la misma generación que Gorkin; más joven Serrano Poncela –que había sido Delegado de Orden Público en Madrid a las órdenes de Santiago Carrillo, y de quien muchos aún no le habían olvidado como firmante de las órdenes de extracción de mil detenidos en la Cárcel Modelo de Madrid, en noviembre de 1936, asesinados en Paracuellos–, nacido en 1912 y quinto, por tanto, de Iglesias y de Ferrater.) Es muy probable que un ejemplar de este número 3 tan orteguiano fuera el que recibiera Ferrater junto con la invitación a colaborar en la revista. […] Cuadernos se hizo eco del fallecimiento de Ortega en su número 16 (enero-febrero 1956) –pues la revista se preparaba con cierta antelación sobre la fecha de portada– con un artículo de María Zambrano y otro de Madariaga.» (GBS, “José Ferrater Mora y el Congreso por la Libertad de la Cultura”, El Catoblepas, noviembre 2012.)
En 1953 las dos hermanas se establecen en Roma, donde permanecen hasta 1964.
1956 «Roma, 2 de noviembre de 1956. Querido Vicente: Muchas veces, en el curso de este viaje, te hemos recordado, pensando si habrías realizado ya tu rápida ida a visitar la familia, y por dónde andarías en el momento. Ahora, ya, doy por supuesto que estarás ahí, en Princeton, y te envio estas lineas, después que estuvimos hablando largamente de tí, y sobre todo de tu libro, en una reunión con María Zambrano y Max Aub. Ella vive aquí desde hace tres años; y Max está pasando unos días de vacaciones. Él y yo nos referimos a tu obra en el curso de la conversación (ella no la conocía), y nuestro amigo se comprometió a hacérsela enviar tan pronto como regrese a México.» (Carta de Francisco Ayala a Vicente Lloréns, 2 de noviembre de 1956, Epistolario Francisco Ayala, Fundación Francisco Ayala, ffayala.es)
1962 «Ensayo y filosofía. María Zambrano. La España de Galdós, Madrid, Taurus, 1960, 114 págs. (Cuadernos Taurus, 30.) Este pequeño libro, de la conocida serie de ensayos de filosofía, historia y crítica literaria publicada por Taurus, es algo más que lo que sugiere el título, análisis de la obra de Galdós y del ambiente en que escribía. Es además un análisis filosófico de lo que es una novela, basado en el novelista central de la España moderna, en la novela central de su obra, Misericordia, y en el personaje central de dicha novela, Nina. ¿Cómo resumir en pocas palabras el pensamiento complejo y sugestivo de la autora? Ensayaremos: dado el conflicto humano entre vida e historia como tema fundamental de la obra de Galdós, ¿es éste un conflicto típicamente español, o es que Galdós ha sido quien mejor ha podido expresar este conflicto novelísticamente? Pero el conflicto reside en los personajes, y ¿qué es un personaje de novela? Los hay de dos especies, los ávidos de realidad y los sedientos de ser (recuérdese lo del “querer ser” de Unamuno), y son éstos los que “pasan más por la conciencia del autor y son vistos a una cierta distancia” y aquéllos los que “parecen no recortarse apenas, no rozar apenas su conciencia como hijos de su alma”. Y Nina, por ejemplo, ¿de cuál de estos tipos es? “...Nina ni se consume, ni siquiera se afana por ser. Es lo contrario: es consumida hasta en su ser. Y hasta a costa de su ser, poniéndolo en peligro de vida.” Y luego pasa al análisis de esta Nina... ¿Ensayo de explicación o de re-creación? El hecho es que luego de leído este ensayo, se conocerá mejor el arte de Galdós y se sabrá un poco más lo que es este género novelístico.– Oliver T. Myers, Universidad de California (Davis).» (Revista Hispánica Moderna, Nueva York, enero 1962, año 28, nº 1, pág. 65.)
Responde al cuestionario del vidrioso agente Sergio Vilar en Manifiesto sobre Arte y Libertad. Encuesta entre los intelectuales y artistas españoles (Las Américas Publishing Company, Nueva York 1963, págs. 286-289).
María Zambrano
Estudió filosofía en la Universidad de Madrid y pasó muchos años en ella trabajando al lado de Ortega. Pertenece, pues, al grupo de sus próximos discípulos. Posteriormente fue profesora ayudante de dicho centro docente. Fuera de España ha sido profesor de filosofía en México, La Habana y Puerto Rico. Tomó parte en la “Conferencia de Cooperación Intelectual”, en La Habana (1942), en la “Conferencia de Universitarios Españoles en el Exilio”, en La Habana (1943), y últimamente (1962) en “Los Coloquios de Royaumont”, cuyo tema era Les Reves et les Sociétés Humaines.
Ha publicado las siguientes obras: Pensamiento y Poesía en la vida española, Filosofía y Poesía, El pensamiento vivo de Séneca, La agonía de Europa, Hacia un saber sobre el alma, El Hombre y lo Divino, La España de Galdós y Persona y Democracia.
Entre las numerosas revistas literarias de todo el mundo en que colabora o ha colaborado, están: Revista de Occidente, Cruz y Raya, Hora de España, Papeles de Son Armadans e Insula, en España; Sur, El Hijo Pródigo, Revista de las Indias, Cuadernos Hispanoamericanos y La Torre, en Hispanoamérica; Diogéne y Cahier d'Arts, en Francia; Botteghe Oscure, L'Approdo, El Punto y Paragone en Italia. Con motivo del fin de la guerra civil, salió de España y vive en el exilio desde entonces. En la actualidad reside en Roma.
Respuestas
1ª. No creo que pueda determinarse normativamente la base o fundamento del arte. Ya que el arte está ahí y no es posible inventarlo desde la raíz. Y ha ido haciéndose o revelándose en un proceso que esperamos no esté acabado. Lo que sucede es que a estas alturas de los tiempos, se tiene conciencia de aspectos del arte y de la actividad artística de los que antes no se tenía. Y precisamente, este aspecto de la “libertad creadora” es quizás el que más haya ganado la conciencia, no ya del artista sólo sino del contemplador. Y así, han ido apareciendo problemas y hasta conflictos inéditos que, en ocasiones, paralizan un tanto al artista. Puesto que parece haber perdido inocencia y con ella capacidad de obediencia y de entrega.
Claro que aquí se abre el pavoroso conflicto de la soledad del hombre actual, especialmente del que hace algo que se llama crear. Los que creaban dentro de una religión o de una sociedad de tipo comunitario –que no se ha dado nunca sin una religión– no tenían siempre, ni todos, conciencia de estar creando sino estar sirviendo. Mas, el que de veras sirve se olvida también de ello como el que ama como el que se sacrifica, cuando tiene algo o alguien a quien servir, a quien sacrificarse. Amor, servidumbre, sacrificio, entrega en suma, se hacen conscientes cuando son rechazados o cuando flotan en el vacío. Con lo cual ya está indicado que el arte no puede –no es que no deba– basarse únicamente en la libertad, en la soledad creadora del artista. Lo que puede suceder es que en ella, en esa libertad creadora haya sin parecerlo, una entrega, una obediencia o una búsqueda a lo menos, de un orden; del orden, más allá del caos. En toda sociedad, si es verdadera, hay un hambre de comunión.
2ª. ¿En qué Estado? Pero en cualquier Estado, lo bueno sería que existiera un contar con el arte acompañado, sino engendrado por el respeto. En cuanto a proponerle y más aún, imponerle “objetivos” resulta utópico y catastrófico. El Estado como tal, no puede “inspirar” el arte. Y si algún Estado hubiera en que sucediese así… pues nada habría que decir.
3ª. Al prójimo y a… todo lo que es. El arte en último término es caridad.
4ª. La libertad personal es indispensable para… la persona, sea o no la de un artista. La libertad política es no más que la consecuencia o la explicitación de la libertad personal. Pero creo también que el hombre teme la libertad tanto como la ama y que la huye o la declina tanto o más que la busca. Hay una especie de vértigo de la libertad que justamente en el que crea, viene superado. Pero claro está que se crea de muchas maneras. El que se entrega a una finalidad ha de ser verdadera y no una monstruosa quimera, esa a que suele agarrarse el que se precipita en el vértigo.
5ª. En la singular manera en que un exilado y de tanto tiempo ya, lo pueda estar. Mas, como no hace mucho he publicado una “Carta sobre el exilio” no me encuentro capaz de repetir lo que en ella escribí. Pero sí diré que al exilado a medida que ha ido corriendo el tiempo adelgazándose la comunidad con la sociedad a que pertenecía –entre otras cosas porque esta sociedad ha cambiado no sólo en virtud de un régimen sino del advenimiento de otras generaciones– pues se le ha ido dando la historia. Ha ido cayendo sobre él la historia, toda la historia de su patria. Paradójicamente tiene más patria o tiene, lleva consigo, más la patria que el que vive en ella, en su sociedad. Se le ha ido purificando, revelando. El peligro, si lo es, es que se le convierta en Dulcinea. Y entonces él mismo, ¿en qué?, ¿en algo así como un caballero andante parado?, ¿sintiendo que cuando vuelva será un llovido del cielo o un fantasma o una esfinge, o qué? Confieso que al escribir “Un Capítulo de la palabra: el idiota” publicado en Papeles de Son Armadans lo tuve a ratos presente. Puesto que el exilado también se ha quedado sólo con el nacimiento. El nacimiento que exige seguir naciendo. Haber nacido español, haber de seguir naciendo todos los días español, sin España. Español de vocación y de pasión.
6ª. La merece el hombre, entre ellos él mismo que lo hace. Pues cierto tipo de acción crea el merecimiento.
Sergio Vilar, Manifiesto sobre Arte y Libertad. Encuesta entre los intelectuales y artistas españoles, Nueva York 1963, páginas 286-289.
María Zambrano y su hermana se establecen en 1964 en Francia, en La Pièce-Crozet: “aquí estoy con mi hermana enmedio del campo, en una casita de cuento infantil, en un claro del bosque, al pie del Jura“, a diez kilómetros de Ginebra. Araceli muere en La Pièce-Crozet en 1972. En 1980 María Zambrano se traslada a Ginebra.
«Mi querido amigo Camilo José Cela: Pocas noticias me han llegado de tu estancia en Siracusa y del investimiento de Doctor Honoris Causa, que me imagino habrá sido muy poético y muy bonito pues que todavía en muchas partes del mundo se cree en ciertos rituales. Y yo digo que por fortuna. ¿No te parece triste que en España y en general en los Países Mediterráneos no se crea ya en nada? Porque esa descreencia no significa, ni mucho menos, ausencia de vanidad, renuncia a los bienes del mundo, &c., &c. No, nada de eso. Me gustó y aun conmovió mucho el número de Papeles dedicado a Silverio Lanza. Y como en aquellos días recibí también el libro de la encuesta llevada a cabo por Sergio Vilar, fui con las dos cosas a casa de mi amiga Elena Croce que este año ha estado encargada de una sección sobre literatura española en la radio de Roma. Así que como a ella las dos cosas le interesaron hizo la reseña y extensa de las dos cosas, dedicándoles una entera emisión que creo pasara en onda a mediados de setiembre. Cuando publiques tu algo no dejes de enviárselo a Via delle Tre Madonne 16. Roma. Ella pasa luego los libros a la biblioteca del centro de “Studi Storici” de Náapoles, donde muchos estudiosos los pueden consultar. He dejado pues Italia. Y aquí estoy con mi hermana enmedio del campo, en una casita de cuento infantil, en un claro del bosque, al pie del Jura. Estábamos ya sobresaturadas de Roma y de nuestras condiciones de vida en ella: soledad, carestía “in crescendo”. Aquí estamos a diez kilómetros de Ginebra, donde un primo hermano, hermano lo que se dice hermano, pues que se crio en nuestra casa, vive desde algunos años, es funcionario en la ONU. Cuando tú venías a casa algún día debiste de verlo, era un niño muy chiquito, sentado en algún rincón escribiendo y dibujando. Él, y un hermano muy bueno que tiene con él, viven casi todo el tiempo con nosotras y cuando bien nos parece nos vamos a Ginebra. Algún viajecito haremos a París. A ver si te acercas por estos lares y nos vemos.» (carta de María Zambrano a Camilo José Cela, “La Piece. 10 de setiembre de 1964. Grozet-par-Gex. Francia. Mi dirección postal: Chez M. Rafael Tomero, 81 Rue de la Servette, Geneve, Suisse”, fragmento.)
1967 «José Luis Abellán. Filosofía española en América (1936-1966). Madrid. Guadarrama. 1966. 321 pages, ill. A belated consequence of the Spanish Civil War, without which the exodus of Spanish thinkers would not have taken place, this book is well organized and deals with the “School of Barcelona” (Joaquín Xirau, Eduardo Nicol, José Ferrater Mora); the Madrid disciples of Ortega (José Gaos, María Zambrano, Francisco Ayala, &c.); the “Independents,” and lesser personalities. The work is useful, timely, and illustrated, with a bibliography (fairly complete). One must conclude that Spanish philosophy had never been in better shape –outside Spain. Manuel Durán. Yale University.» (Books Abroad, Oklahoma, otoño 1967, vol. 41, nº 4, pág. 455.)
Alfonso López Quintás O. de M. le dedica 4 páginas en su Filosofía española contemporánea. Temas y autores (La Editorial Católica, Madrid 1970): “La razón poética: María Zambrano” (págs. 160-164), rejuveneciéndola, al retrasar la fecha de su nacimiento a 1907.
Como había colaborado en la revista Hora de España (1937-1938), prepara 35 años después una glosa para la reimpresión facsimilar (Detlev Auvermann, Glashütten 1972), reeditada en 1977 con el gozosamente recién aparecido y anecdótico número 23 (Topos Verlag + Laia, Liechtenstein 1977), facilitando así el oportuno reverdecimiento del recuerdo de aquella revista durante el tardofranquismo y la transición.
En noviembre de 1975 firma el escrito “El terrorismo franquista en Francia”.
Presencia de María Zambrano en la prensa española en el quinquenio 1976-1980
María Zambrano estaba prácticamente olvidada en España por los días en los que había de producirse necesariamente la sucesión en el régimen salido de la Guerra Civil, por extinción biológica del Jefe del Estado, general Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975. En el mercado pletórico capitalista con el que la derecha socialista había llevado a España a ser entonces décima nación del mundo por su PIB, había quedado “todo atado y bien atado” para que pudiese florecer una democracia coronada, como así sucedió. Así, en el rancio y veterano diario monárquico de Madrid (su hemeroteca digital ahora es de pago, y no amerita detallar menciones), el nombre “María Zambrano” solo pudo leerse seis veces en el quinquenio 1976-1980 (dos veces en 1978, 1979 y 1980). También solo seis veces aparece “María Zambrano”, durante el mismo quinquenio 1976-1980, en La Vanguardia de Barcelona:
1976 «Reunión de la Comisión de Arte y Cultura de la Junta Democrática. Madrid, 2. Unas seiscientas personas, entre las que figuraban intelectuales y artistas, celebraron la noche del pasado sábado una cena en un restaurante de Getafe, convocada por la Comisión de Arte y Cultura de la Junta Democrática de Madrid. A los postres se leyó un documento-manifiesto de la citada comisión. Seguidamente, intervinieron representantes de diversas ramas del arte, entre otros el pintor Genovés, el director de cine Pedro Olea, el poeta Julio Vélez y el director de teatro Enrique Llovet. Mauro Armiño dio lectura a telegramas de adhesión enviados por la Comisión de Arte y Cultura de la Junta Democrática de Sevilla, así como por Rafael Alberti, Ives Montand, Jean Paul Sartre y otros intelectuales franceses e italianos. Por su parte, Begoña Valle leyó una carta enviada por 98 hispanistas e intelectuales españoles residentes en los Estados Unidos, entre ellos Concha Zardoya, Juan Goytisolo, Jorge Guillén, Julio Rodríguez Puértolas y María Zambrano. Asimismo hicieron uso de la palabra representantes de las Comisiones Obreras y de la Comisión Permanente de la Junta Democrática de España.– Pyresa.» (La Vanguardia, Barcelona, 3 febrero 1976, pág. 7.)
1977 «Árbol único e idéntico ya a sí mismo. Así la filósofa María Zambrano, en un ensayo que inserta la colombiana Golpe de dados, define al gran escritor cubano José Lezama Lima, el autor del inigualable Paradiso. A su muerte (1976), el difícil autor, una de las glorias de nuestra lengua, dejó inéditos un libro de poemas y una novela incompleta –Oppiano Licario– cuya edición anuncia la mejicana Ediciones Era para comienzos de año. Un amplio fragmento de esta novela inédita presenta el madrileño El País, con una presentación de la que destacamos unas frases iluminadoras: “A menudo citaba a Tertuliano: ‘El Hijo de Dios fue crucificado, no es vergonzoso porque es vergonzoso, y el Hijo de Dios murió, es todavía más creíble porque es increíble, y después de enterrado resucitó, es cierto porque es imposible’. De esta cita, Lezama Lima hacía derivar dos caminos o métodos poéticos: lo creíble, porque es increíble; y lo cierto, porque es imposible. No es Lezama autor que, como señalase Luis Cernuda, conceda ni la menor ventaja al lector. Sin embargo, quien se aventura por sus páginas halla, a través de esa dificultad, amplia y rápida recompensa traducible en deleite y gratitud”.» (“Libros”, La Vanguardia, Barcelona, 29 diciembre 1977, pág. 37.)
1978 «[anuncio] Hora de España. Hora de España se publicó por vez primera entre enero de 1937 y noviembre de 1938, en Valencia y en Barcelona. Bastaría recomendar Hora de España diciendo que en todos sus números colaboró Antonio Machado, o que entre sus colaboradores habituales figuran los nombres de León Felipe, José Bergamín, Carles Riba, Rafael Dieste, Juan Gil-Albert, César Vallejo, José Moreno Villa, María Zambrano, Miguel Hernández, Dámaso Alonso, Octavio Paz, Max Aub, Pablo Neruda, Joaquín Xirau, Rafael Alberti, Luis Cernuda, José Herrero Petere, Manuel Altoaguirre, &c. Hora de España es una revista-mensual de Ensayo, Poesía y Crítica al Servicio de la Causa Popular. La colección Hora de España en edición facsímil del núm. 1 al núm. 23, se presenta encuadernada en cinco volúmenes. Editorial LAIA.» (La Vanguardia, Barcelona, 15 marzo 1978, pág. 24.)
1979 «María Zambrano: una vida verdadera, una verdad viviente. Entre ser y vida, vida y verdad, poesía y razón, con sólo la palabra. Lo confieso, no tenía referencia alguna de esta insigne pensadora de nuestro país. Y eso es algo que empecé a reprocharme duramente, cuando por primera vez y por casualidad tuve entre mis manos Claros del bosque; el título en sí me resultó lo bastante sugerente; en particular me atrajo una de las frases de la propia María Zambrano en la contraportada del libro: “...pensar es, ante todo, descifrar lo que se siente”. ¿Quién pudiera conseguir a clave capaz de descubrir y descifrar esos sentimientos que nos proporcionaran materia para el bien pensar, entendiendo por bien pensar el pensar auténtico y real? Creo que la comunicación verdadera se establece entre el sentir y el pensar cuando este último es consciente del primero. Pero, vaya, que no soy yo quien tengo que filosofar. María Zambrano, cuya obra está considerada tanto en Europa como en América como una de las más altas del pensamiento español contemporáneo, es la pensadora. […] Aquí, aun sintiéndolo, no será más que un poco de espacio para tan gran pensadora […] “…el hablar de sí mismo y de la propia vida sea una forma de entrega que en alqunos casos llegue a la caridad, con sus riesgos, a la que no haya sido yo llamada. Sí, en cambio, por una llamada, me dispongo ahora a contestar lo mejor que pueda a preguntas que me ha dirigido Lola Molinero, cuya voz, inesperadamente, sonó en mi oído sin irrupción, a pesar de que me declaró en seguida llamarme desde La Vanguardia para pedirme una entrevista. Ante todo, he sido reacia a la entrevista, aun por escrito; y cuando me vine a dar cuenta, la comunicación estaba establecida. ¿Cómo no seguir conversando con quien lo estaba haciendo ya? Gracia de esa voz, gracia del instante. Y así se me ocurrió pedirle que me enviara por escrito sus preguntas, ya que el incierto estado de mi salud me impedía recibirla” […] —Y ¿volver a España? “—No, no puedo volver, tendría que ir. Si el viento del exilio me empuja, acabaré yendo. Mas tiendo a creer que no, pues que no disfruto de la salud indispensable. Y porque no es necesario para que a ella siga dándole lo que me queda: la palabra.” Sí, desde hace largos años viene dándole en revistas, publicaciones, libros. Y surgen relaciones de amistad y entendimiento cada vez con mayor frecuencia. Jóvenes de distinta formación, desde ángulos diversos, le escriben e incluso van a verla. “Y todo porque en momento alguno, ni en sueños, he dejado de ser de España. Un ser tan irreversible como el del exilio, que claro está, a mi ser de España le debo”. – Lola Molinero. » ([Entrevista por escrito realizada por Lola Molinero –esposa de Horacio Sáenz Guerrero, director entonces de La Vanguardia–, a tres columnas con fotografía], La Vanguardia, Barcelona, 25 octubre 1979, pág. 21.)
«Lezama sigue escribiéndonos. Lezama es, quién lo duda, el gran escritor cubano José Lezama Lima, a quien tan hermosa y justamente José Agustín Goytisolo, su introductor entre nosotros, llamó “perla irregular, muy bella y de luz vivísima (como su isla del Caribe), pues ambas surgen del misterio, pero también del trabajo duro y del dolor”, adoptando la definición del barrueco (barroco, en portugués) para quitar la razón a quienes, superficialmente, tildan de barroco a Lezama. Si el poeta nos sorprendía, después de muerto, con el recio Fragmentos a su imán (los poemas escritos en sus seis últimos años, aquí publicados por Lumen en 1978); el prosista, el autor del insuperable Paradiso, se nos brinda, póstumo también, con una selección de las Cartas (Orígenes) que escribiera, entre 1939 al 76 de su fallecimiento, a sus familiares y a otras personas, así Juan Ramón Jiménez o María Zambrano y Severo Sarduy, por citar los más asiduos. Recopiladas y con prólogo de su hermana Eloísa, actualmente docente en la Universidad Interamericana de San Juan de Puerto Rico…» (“Libros”, La Vanguardia, Barcelona, 25 octubre 1979, pág. 41.)
1980 «Ginebra: Concesión de los Premios Platero. Es el único de carácter internacional en lengua española. Ginebra 10 (De nuestro corresponsal.) En el salón de actos de la Organización Internacional del Trabajo tuvo lugar hoy la lectura de los Premios Platero 1980 concedidos en Ginebra por el Club del Libro Español de las Naciones Unidas. El jurado, bajo la presidencia de honor de María Zambrano, estuvo compuesto por Raúl Deustua, Américo Ferrari, Eugenio G. de Nora, Luis López Molina y José Ángel Valente. La secretaria del jurado, Elena Tejero, presentó el acto destacando el hecho de que este premio ha sido creado para alentar a los autores noveles y es el único en lengua española, de carácter internacional, que se concede en Suiza. A continuación, C. Ferrer de Latorre, premio Platero de ensayo, hizo un resumen de su obra, en la que realiza un interesante análisis comparativo de las vidas de Tirso de Molina y Manuel de Falla bajo el título Noches en los jardines de Tirso. Norberto Gimelfarb, premio Platero de novela, presentó su obra Carta a Juan Esteban Fassio, de gran originalidad y en la que incorpora elementos ingeniosos que son una contribución valiosa e innovadora a la novela contemporánea en lengua española. El público tuvo ocasión de escuchar, en la voz de su autor, el cuento Genaro Ortiz, de Julio López Cid, que obtuvo el premio del jurado. El acto concluyó con un recital de guitarra y poesía en el que se leyeron fragmentos del primer premio Platero 1980 de poesía, otorgado a la joven poeta argentina Cecilia Irene Adoue, por su obra Descensos y resurrecciones. Ángel Amezkueta dio muestras de un dominio perfecto de la técnica de la guitarra y una gran sensibilidad artística que llegó al público decididamente con la interpretación de diversos temas españoles. Al finalizar el acto se convocó el premio Platero 1981 de cuento, ensayo, novela y poesía que se fallará en la primavera próxima. No se puede olvidar que desde la época de la Sociedad de las Naciones ha habido y hay un gran número de escritores notables en las organizaciones internacionales, entre los que podríamos citar a Salvador de Madariaga, Azcárate, Cortázar, Deustua, Duque, Loayza, Valente y otros olvidados por su patria. El Club del Libro Español, en su labor de promoción de la lengua y la cultura españolas, contribuye a fomentar a través del premio Platero las jóvenes generaciones de escritores: Platero no es un premio literario más, sino que va dirigido a un sector fecundo e importante de la creación literaria. A. M. L.» (La Vanguardia, Barcelona, 11 diciembre 1980, pág. 33.)
Desde el entorno del diario El País, proyecto que se venía gestando durante el tardofranquismo con la figura de José Ortega Spottorno como aglutinante y cuyo primer número aparece el 4 de mayo de 1976, poco más de cinco meses después de la muerte de Franco, se inicia en 1977 la recuperación sostenida de la figura de María Zambrano. El País publica, el jueves 17 de febrero de 1977, el texto que María Zambrano había leído unos días antes, el 11 de febrero, en el entierro en Ginebra del poeta José Herrera Petere. Y El País publica, el 20 de noviembre de 1977, cuando se cumplían dos años de la muerte de Franco (José Ortega Spottorno ya había sido designado en junio, por el rey Juan Carlos I, senador por designación real de las Cortes constituyentes), una “Carta abierta a José Luis L. Aranguren sobre María Zambrano”, firmada por Joaquina Aguilar: “Ahora que se empiezan a dar indicios de la exhumación de un pensamiento heterodoxo, oculto pero fructífero, perseguido y olvidado, pero actuante en ciertos niveles, no siempre claramente manifiesto…, tendríamos, en mi opinión, que esforzarnos todos por terminar con el olvido injusto que sufre en España una pensadora como María Zambrano, tan cercana a esa corriente” (Joaquina Aguilar, junto con José Ángel Valente, había ayudado a María Zambrano en la preparación de su libro Claros del bosque, Seix Barral, Biblioteca Breve, Barcelona 1977, 159 páginas).
La traductora y editora Joaquina Aguilar argumentaba, en su carta abierta a Aranguren de 20 de noviembre de 1977, que María Zambrano debía ser recuperada como como pensadora heterodoxa, “ahora que se empiezan a dar indicios de la exhumación de un pensamiento heterodoxo, oculto pero fructífero, perseguido y olvidado”. Fórmulas acordes a la entonces en pleno crecimiento y difusión Biblioteca de visionarios, heterodoxos y marginados, que había comenzado a publicar Editora Nacional en 1975, con los Tratados y Cánones de Prisciliano, bajo el impulso del joven Javier Ruiz Sierra (1951). Y precisamente Javier Ruiz Sierra tuvo su participación, nada desdeñable, en el proceso de recuperación y vuelta a España de María Zambrano.
El XVI Congreso de Filósofos Jóvenes tuvo lugar en Sevilla del 15 al 18 de abril de 1979, para tratar de “Imagen, símbolo y realidad”. Fernando Savater (1947) y Tomás Pollán (1948) dedicaron una sesión a glosar la grandeza de la persona y de la obra de María Zambrano, ante jóvenes asistentes que en su mayor parte nunca habían oido hablar de ella. El País reseñaba el 19 de abril que este congreso “ha confirmado el fin de una filosofía escolástica tradicional entre los jóvenes filósofos”... Quien esto recuerda, pues allí estuvo, sí que sabía de María Zambrano desde hacía varios años, pues había sido alumno durante dos cursos (sexto de bachillerato y COU) de don Pedro Caravia Hevia, cercano ya a su jubilación, compañero de curso y admirador de María Zambrano, que siempre estaba presente, junto con sus profesores de entonces, en las abundantes anécdotas y añoranzas de aquellos tiempos con las que regaba sus entretenidas clases.
Pues aunque María Zambrano permaneciera prácticamente olvidada hasta 1980 en la España de la transición, sin embargo su persona y su pensamiento poético reunían características inigualables que favorecían un relanzamiento: con el preciso impulso institucional podría convertirse en neutra y triunfante “filosofía administrada” de la socialdemocracia coronada: exiliada aún en el exilio, mujer, católica, liberal, defensora de España, antifranquista y anticomunista con solera Congreso por la Libertad de la Cultura, delicada de salud y aún republicana…
Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades
La Fundación Principado de Asturias se constituye en Oviedo el día 24 de septiembre de 1980 (El País ya anunciaba el proyecto de su creación el 29 de abril de ese año) y en junio-julio de 1981 reune a los jurados que conceden los seis galardones que se entregan ese año por vez primera, en una solemne ceremonia, el 3 de octubre de 1981. El primer jurado del “Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades” fue presidido por José Ferrater Mora, actuando como secretario Juan Cueto Alas. La candidatura de María Zambrano para ese galardón figura impulsada por el Centro Asturiano de Ginebra (constituido en 1979) y refrendada por el diario El País. Residente en Ginebra y ausente de España desde 1939, María Zambrano no asiste a la ceremonia de entrega, siendo representada por José Ortega Spottorno, fundador de Alianza Editorial y del diario El País, miembro que había sido del jurado.
«Reunido en Oviedo, el día 25 de junio de 1981, el Jurado correspondiente al “Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, 1981”, compuesto por D. Amando de Miguel, D. José Ortega Spottorno, D. Juan Velarde Fuertes, D. José Ramón Álvarez Rendueles, presidido por D. José Ferrater Mora y actuando como secretario D. Juan Cueto Alas, acordó conceder por unanimidad este galardón a Dª María Zambrano Alarcón, por su larga labor filosófica y literaria realizada durante medio siglo, expuesta en numerosas publicaciones, y por su labor docente, tanto en España como en Hispanoamérica.»
«Department of Philosophy • Bryn Mawr College • Bryn Mawr, PA. 19010. 23 de julio de 1981. Sr. D. Graciano García. Fundación Principado de Asturias. Pérez de la Sala, 20. Oviedo. Estimado amigo: Acabo de recibir su carta del 15 de este mes, me apresuro a remitirle la reseña interpretativa que me pide sobre María Zambrano con el fin de incluirla en la Memoria de los Premios. Espero que estas líneas sean lo que usted desea; caso contrario, le ruego me informe de ello. Me permito recordarle, y recordar a Ignacio Martínez, la promesa de remitirme una copia de la videocasette (VHS) con mi entrevista para la TV –si puede ser, transferida al sistema americano, de acuerdo con el ofrecimiento hecho por José Ortega Spottorno, o si es imposible, en su original versión PAL. Le saluda muy atentamente, José Ferrater Mora.» [Transcripción de la copia mecanografiada conservada en el fondo Ferrater de la Universidad de Gerona.]
«La pensadora española formará parte del jurado de los premios Príncipe de Asturias. María Zambrano expresó ayer su intención de viajar a Oviedo el próximo mes de mayo, lo que supondría pisar tierra española por primera vez después de 42 años de exilio, para formar parte del jurado que otorgará el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades los días 13 y 14 del citado mes, en el curso de una conversación telefónica. María Zambrano, que obtuvo este premio de la Fundación del Principado el año pasado, se encontraba ayer muy emocionada en Ginebra, desde donde dijo que hará todo lo posible por estar en Asturias durante esas fechas. “Me siento físicamente mejor”, agregó, “y por eso he aceptado la invitación”. Ante el intento de continuar la entrevista telefónica, María Zambrano respondió con voz entrecortada: “Yo quiero colaborar en lo que pueda... pero, por favor, no me haga más preguntas. No sé en qué forma regresaré a España...; sólo se que quiero ir... Pero no tengo nada más que decir. Compréndalo...”. La aceptación dada por María Zambrano a la invitación asturiana se refiere tanto a estar presente en Oviedo en mayo en tanto que miembro de uno de los jurados, como en octubre, en el acto de la entrega de los premios, que será presidido por el príncipe Felipe, acompañado de sus padres, los Reyes de España. Un portavoz de la Fundación del Principado de Asturias comentaba ayer la posibilidad de que, si la escritora lo deseara, pudiera permanecer en España, por lo menos, el período comprendido entre esos dos meses. La Fundación del Principado de Asturias difundió ayer un escrito en el que calificaba de “hecho de trascendental importancia el regreso a España de María Zambrano tras tan prolongado exilio”. Su director, Graciano García, manifestó que “para la Fundación es un honor servir de medio de reencuentro entre María Zambrano y España”. En la carta de respuesta a la invitación que le hizo Pedro Masaveu, presidente de la Fundación del Principado de Asturias, María Zambrano afirma que “las personas que forman parte del jurado no pueden ser si no aliciente y estímulo para dar mi aceptación. Espero, pues, que mi salud me permita desplazarme a Oviedo”. Del jurado del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades formarán parte, entre otros, José Ortega Spottorno, presidente de PRISA, sociedad editora de EL PAIS, e hijo de José Ortega, maestro de María Zambrano, motivo por el que aquél la representó en el acto de la entrega de premios del año pasado; Miguel Alemán Velasco, vicepresidente ejecutivo de Televisa (México); y los ensayistas y escritores José Ferrater Mora, Pedro Sáinz Rodríguez, Luis María Ansón, Juan Cueto Alas, y Carlos Luis Alvarez (Cándido). María Zambrano agradece vivamente en su carta la valoración “tal vez excesiva que atribuye (se refiere al presidente de la Fundación) al papel desempeñado por mí en el éxito y resonancia internacional alcanzados por la primera edición del premio, y caso de ser así, no puedo hacer más que seguir contribuyendo a ello”. En cuanto a la invitación que se le hizo para participar, también en Oviedo, en la entrega de los premios, acto que se celebrará en octubre, presidido por el heredero de la Corona y los Reyes de España, respondió “con igual buena voluntad y alegría, afirmativamente”. Incluso indica en la mencionada carta que ya ha pensado en la persona que le acompañará en su viaje a España, que se suma a mí alegría. Se trata de Emma García Giner de López Molina, esposa de Luis López Molina, profesor en la Universidad de Ginebra.» (José Manuel Vaquero, “María Zambrano quiere volver a España a después de 42 años de exilio”, El País, Madrid, miércoles, 24 de febrero de 1982.)
María Zambrano no visita España en 1982, ni forma parte del jurado que otorga el segundo “Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades” (que se reune los días 13 y 14 de mayo de 1982, presidido por José Ferrater Mora, actuando como secretario Juan Cueto Alas, y decide conceder el galardón a D. Mario Augusto Bunge, “nacido en Buenos Aires y actualmente profesor de Filosofía en Canadá”). [Mario Bunge había estado en Oviedo un mes antes, participando en el I Congreso de Teoría y Metodología de las Ciencias.] Tampoco en 1983, donde los días 26 y 27 de mayo, reunido en Oviedo el jurado correspondiente al tercer “Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades”, en el que participa Mario Bunge, conceden el galardon precisamente al diario El País.
María Zambrano, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1981
Pensadora y escritora, figura eminente de la reflexión y de las letras españolas, la obra de María Zambrano (Vélez-Málaga, España, 1904 – Madrid, España, 1991) está considerada por los estudiosos como un jalón primordial en el pensamiento filosófico español surgido a partir del siglo XVII.
Perteneciente a la llamada Generación de la República, discípula de Ortega, ha creado una obra singular de indiscutibles valores literarios, en la que se da una maravillosa conjunción entre poesía y pensamiento. Sus escritos se centran sobre el eterno problema de la belleza y la verdad, siendo el acceso a esa verdad una constante fundamental de su proceso intelectivo.
La autora de El hombre y lo divino ha roto fronteras entre el pensamiento y la literatura, alcanzando un estilo de gran belleza formal en el que el acto de pensar se convierte en un saber sobre el alma, en un sueño creador.
Hija del pedagogo Blas José Zambrano, tan sólo permanecería tres años en su tierra natal malagueña, pues su familia se trasladó a Jaén y luego a Segovia, donde María Zambrano cursó el bachillerato y a la que años después dedicaría un importante ensayo. Tras doctorarse en Filosofía y Letras por la Universidad Central, donde fue alumna de Ortega y Gasset, García Morente y Xavier Zubiri, comenzó a publicar sus primeros ensayos en Revista de Occidente, precisamente de la mano de Ortega, y se inició en la docencia como profesora auxiliar de Filosofía en la Universidad Central y como profesora del Instituto-Escuela.
Entre 1930, fecha en que publica Horizonte del Liberalismo, y 1936, cuando contrajo matrimonio con el historiador Alfonso Rodríguez Aldave, María Zambrano organizó en su casa de la plaza del Conde de Barajas reuniones que se convertirían en uno de los más intensos focos culturales de la vida nacional. La guerra civil la llevó a Chile, al ser nombrado su marido segundo secretario de la Embajada. En este país publicó Los intelectuales en el drama de España. Regresó a España en 1937 y vivió, sucesivamente, en Madrid, Barcelona y Valencia. En esta última ciudad se incorporaría al grupo que editaba Hora de España, trabando amistad con personalidades como Emilio Prados, Ramón Gaya y Juan Gil-Albert, y publicando diversos ensayos y artículos.
En 1939 decidió exiliarse, y hasta su regreso a España vivió y trabajó en universidades de América y Europa. Vivió primero en México, donde ejercería durante un curso como profesora en la Universidad de Morelia. Posteriormente se trasladó a Cuba, país en el que residió durante trece años (1940-1953), impartiendo clases en la Universidad de la Habana y en el Instituto de Altos Estudios e Investigaciones Científicas. También dictó cursos en la Universidad de San Juan de Puerto Rico. El pensamiento vivo de Séneca (1944), La agonía de Europa (1945) y Hacia un saber del alma (1950) fueron publicadas en el período americano de su exilio, dominado por dos hechos decisivos: la muerte de su madre, en 1946, y su separación, un año más tarde.
Instalada en Roma en 1953, dio a conocer sucesivamente una serie de obras fundamentales: El hombre y lo divino (1955) –hito irremplazable en el pensamiento español del siglo XX–, Persona y democracia (1959) y La España de Galdós (1960), colaborando asimismo en revistas de la época tan importantes como Botteghe Oscure, Insula o Papeles de Son Armadans. Cuatro años después se traslada a Francia, dando comienzo una etapa de su vida de gran producción intelectual: España, sueño y verdad (1965); El sueño creador (1965); La tumba de Antígona (1967); Obras reunidas (1971); y Claros del bosque (1977). En 1978 cambia su residencia a Suiza, donde vive hasta su regreso definitivo a España, que tendría lugar en 1984, tras 45 años de ausencia.
Doctor honoris causa por la Universidad de Málaga, Premio Extraordinario Pablo Iglesias, Medalla de Oro de Madrid y Premio Cervantes 1988, María Zambrano era uno de esos seres que sólo viven para descifrar el sentimiento. A la poesía y la filosofía les otorgó la virtud de objetivar la verdad buscada, de mostrarla a sus destinatarios y de iniciar a quien esté dispuesto a vivir en ellas.
Sitio de internet institucional fpa.es [agosto 2020]
«María Zambrano, premio Pablo Iglesias 1983. El pasado 24 de junio, debido al cierre de nuestra edición, no pudimos hacernos eco de la concesión a María Zambrano del premio extraordinario Pablo Iglesias de este año, que concede la Agrupación Socialista madrileña de Chamartín, que también premió a Bruno Kreisky, ex canciller austricao. El premio reconoce la destacada labor en el campo de la cultura de María Zambrano, nacida en Vélez-Málaga en 1904. Exiliada desde la Guerra Civil, reside en la actualidad en Ginebra y su regreso a España se ve imposibilitado por motivos de salud. La rehabilitación y conocimiento de su obra comenzaron en el año 1981, con la concesión a la misma del Premio Príncipe de Asturias de Literatura. El pasado 4 de julio se clausuró igualmente un Seminario sobre el pensamiento de María Zambrano que tuvo lugar en la localidad de Almagro (Ciudad Real), en el marco de la Fundación “Conde de Cabra, Antigua Universidad de Almagro”, coincidiendo con el Festival de Teatro Clásico de Almagro. El Seminario contó con la asistencia de destacados filósofos y personalidades del mundo cultural: José L. López Aranguren, Fernando Savater, Andrés Amorós, J. Moreno, Antonio Marí, Javier Ruiz, Fernando Muñoz, Antonio Colinas, José A. Valente, Julio Castillo y José A. Ugalde. María Zambrano, que fue discípula de Ortega y Gasset, posee una obra de exclusiva originalidad y persistente respuesta a la Historia de España, y es una de las personalidades de mayor altura y arraigo del pensamiento español, fundiendo filosofía, poesís y religiosidad.» (Ministerio de Cultura, Secretaría General Técnica, Información Cultural, Madrid, agosto 1983, nº 3, págs. 2.)
Parece que Bernardino Fernández Pérez, de Laviana, entorno UGT, presidente del Centro Asturiano de Ginebra, muy amigo de María Zambrano y de José Ángel Valente (“Gracias a la proximidad, entre otros, al sacerdote asturiano Bernardino Fernández Pérez, antiguo minero y promotor de la GATE –Grupos Autónomos de Trabajadores Españoles en Ginebra–, Valente participó asimismo muy activamente en las huelgas y movilizaciones de los obreros”, Virginia Trueba Mira, en VV.AA., Un duelo de labores y esperanzas, Barcelona 2016, pág. 143), no debió quedar satisfecho del todo con el reconocimiento “monárquico” a María Zambrano, y el Centro Asturiano de Ginebra logra que María Zambrano fuera nombrada “Hija Adoptiva de Asturias” en 1983, por el gobierno regional del PSOE.
«El encuentro, en un paraje paisajística y climatológicamente similar al de Asturias, contó con las actuaciones del grupo El ventolín de Pola de Siero –el padre Carlos, de esta villa asturiana oficiaría la misa de campaña– así como los grupos de baile de los Centros Asturianos de Ginebra y Basilea. Previamente, en la primera de estas dos ciudades suizas, Rafael Fernández se entrevistó con la hija adoptiva de Asturias, María Zambrano, a la que hizo entrega de un centro floral, en nombre del presidente del Principado, Pedro de Silva.» (“Encuentro de Rafael Fernández, presidente del Consejo de Comunidades Asturianas, con emigrantes asturianos en Suiza”, Hoja del Lunes, Oviedo, 17 septiembre 1984.)
María Zambrano aterriza en Madrid el 19 de noviembre de 1984, y al día siguiente El País titula así su crónica: «María Zambrano: “¿Volver a España? Yo nunca me he ido…”»
Tesis doctorales sobre María Zambrano en España 1987-2019
Producción española de doctores zambranólogos por provincias 1987-2019
Según la base de datos pública TESEO, que dicen incorpora datos de todas las tesis doctorales españolas leídas desde 1976 (aunque algunas faltan), se han defendido en universidades españolas, entre 1987 y 2019, un total de 55 tesis doctorales en cuyo título figura María Zambrano. (No contamos entre ellas una tesis en pedagogía que estudia el “CRAI del Campus María Zambrano de Segovia”.)
De los 55 doctores zambranólogos emanados de universidades españolas en ese periodo, 31 utilizan nombre femenino y 24 lo gastan masculino. De los directores, 27 usaban nombre masculino y 11 nombre femenino (en un caso no consta quién dirigió).
Las universidades con mayor productividad de doctores zambranólogos, entre 1987 y 2019, son la Universidad de Málaga (14), la Autónoma de Madrid (8), la de Barcelona (6), Sevilla y Complutense (4), Granada (3), UNED y Zaragoza (2), &c.
El mapa de productividad provincial de doctores zambranólogos permite advertir, en este periodo, un escaso rendimiento de las provincias noroccidentales, y una notable concentración en dos provincias, Madrid y Málaga, que generan el 54,55% de la producción nacional. Por comunidades autónomas, la más fecunda es Andalucía: aporta el 38,18% al total nacional de este producto. Las universidades con sede en el Principado de Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja, Extremadura, Castilla-La Mancha, Islas Baleares e Islas Canarias no aportan doctores zambranólogos en esos años.
El director más fecundo de tesis doctorales de este género ha sido Gregorio Gómez Cambres, con diez tesis defendidas sobre María Zambrano en el periodo considerado. Doctor en 1981 con la tesis doctoral Inmanencia y trascendencia en la realidad según Xavier Zubiri, defendida en Málaga y dirigida por Juan Fernando Ortega Muñoz [a su vez doctor en 1968 con una tesis dirigida por Adolfo Muñoz Alonso], es por tanto “bisnieto doctoral” de la estirpe Juan Francisco Yela Utrilla. Formado en el Seminario de Córdoba, fue profesor en el Colegio Los Olivos, de los Padres Agustinos, en Málaga, y se jubió como Profesor titular de la Universidad de Málaga.
La directora más fecunda de tesis doctorales de este género es Juana Sánchez Gey Venegas, con seis tesis defendidas sobre María Zambrano en el periodo considerado. Doctora en 1983 con la tesis doctoral Origen filosófico común y desarrollo divergente de los sistemas filosóficos de H. Bergson y J. Ortega y Gasset, defendida en la Universidad Complutense de Madrid y dirigida por Ángel González Álvarez, es por tanto “nieta doctoral” de la estirpe Juan Francisco Yela Utrilla. Procuradora general de las Misioneras Identes del Instituto ID de Cristo Redentor (fundado en 1959 por Fernando Rielo) y profesora titular de la Universidad Autónoma de Madrid. Directora del Aula de Pensamiento de la Fundación Fernando Rielo, esta institución viene prestando desde su constitución especial atención a María Zambrano, dotando becas para impulsar estudios sobre su obra, impulsando eventos y publicaciones, &c. Al menos la mitad de los seis “hijos doctorales” de Sánchez-Gey Venegas son misioneros identes. La doctora zambraniana en 2003 María Teresa Otón Parés, es Misionera Idente, y Pro-Rectora Encargada de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Sede Santo Domingo. El doctor zambraniano en 2013 Ángel Martínez de Lara es docente de la UTPL (Universidad Técnica Particular de Loja), impulsada por la MIE (Misión Idente Ecuador) del Instituto ID de Cristo Redentor. La doctora zambraniana en 2013 María Teresa Montes San Pedro, incluye en los agradecimientos de su tesis a la Fundación Fernando Rielo, a la Fundación María Zambrano y a la Fundación Ama Mayte. La doctora zambraniana en 2014 Carmen Villora Sánchez, es religiosa salesiana (Hija de María Auxiliadora), en su tesis doctoral cita más de veinte veces publicaciones de la Fundación Fernando Rielo. El presbítero católico doctor zambraniano en 2019 Yabet Valentín Echarry Sequeiros es Misionero Idente, y dedica su tesis doctoral “a mi Padre celestial, a Fernando Rielo y los misioneros identes…”.
¿Son dos familias zambranistas diferentes las formadas en torno a estos dos fecundos directores de tesis doctorales, Gregorio Gómez Cambres y Juana Sánchez Gey, “padres” del 29% del total de doctores zambranólogos, diez por la Universidad de Málaga y seis por la Universidad Autónoma de Madrid? Como es bien sabido, aunque las normas para crear doctores se van ajustando a los tiempos (así, hasta pocas décadas, los directores formaban parte del tribunal), en el periodo considerado se mantuvieron más o menos estables: cada tesis debía ser juzgada por un tribunal de cinco doctores de diferentes instituciones excluido el director (las dieciséis tesis zambranistas ahora consideradas gozaron tribunal de cinco doctores: las universidades, ante la hemorrágica producción nacional española de doctores –6.944 en 2007, 10.504 en 2012, 20.049 en 2016–, ya aceptan tríos tribunalicios, acordes al desprestigio progresivo de tal institución, tras quedar impunes notables y probados plagios, desvelados negros, &c.). Pues bien, a la vista de los dieciséis tribunales de cinco miembros formados para aprobar o calificar esas tesis (a partir de cierto momento, dentro de este periodo, los tribunales ya no pudieron suspender una tesis, pues se suponía que los filtros previos abolían tal desaire, sólo debían calificarla), cabe concluir que son dos grupos poco o nada distanciados:
- Gregorio Gómez Cambres (Belmez, Córdoba 1944) fue vocal de cinco de los seis tribunales de tesis zambranistas dirigidas por Sánchez Gey.
- Juana Sánchez Gey Venegas (1953) fue vocal de ocho de los diez tribunales de tesis zambranistas dirigidas por Gregorio Gómez Cambres.
- Juan Fernando Ortega Muñoz (Córdoba 1932, Universidad de Málaga) formó parte en nueve tribunales de las diez tesis zambranistas dirigidas por Gregorio Gómez (en ocho fue presidente), y en cuatro tribunales de las seis tesis dirigidas por Juana Sánchez (en uno como presidente).
- Luis Miguel Pino Campos (Cádiz 1953, Universidad de La Laguna) formó parte de cuatro tribunales de las diez tesis zambranistas dirigidas por Gregorio Gómez y en otros cuatro tribunales de las seis tesis del mismo género dirigidas por Juana Sánchez.
- Ángel Casado Marcos de León (Universidad Autónoma de Madrid) formó parte de uno de los tribunales de estas diez tesis dirigidas por Gregorio Gómez y de los seis tribunales de las seis tesis zambranistas dirigidas por Juana Sánchez (en cuatro de ellos como secretario).
- Enrique Baena Peña (Universidad de Málaga) formó parte de tres tribunales de este grupo de tesis dirigidas por Gregorio Gómez (en una como secretario) y fue vocal del tribunal de una de las seis dirigidas por Juana Sánchez.
- José Luis Mora García (1948, Universidad Autónoma de Madrid) fue vocal de dos tribunales de este grupo de tesis dirigidas por Gregorio Gómez y secretario de dos tribunales del grupo de las dirigidas por Juana Sánchez.
- María del Carmen Lara Nieto (Sevilla 1953, Universidad de Granada) formó parte de dos tribunales de las diez tesis zambranistas dirigidas por Gregorio Gómez (una como secretario) y fue vocal del tribunal de una de las seis tesis zambranistas dirigidas por Juana Sánchez.
- Antonio Jiménez García (1950-2008, Universidad Complutense) fue vocal de un tribunal de las tesis de cada uno de estos dos directores.
- Formaron parte más de una vez de los tribunales de las diez tesis zambranistas dirigidas por Gregorio Gómez Cambres: Lourdes Gordillo Álvarez Valdés (Universidad de Murcia, 5 veces), Marco Antonio Parmeggiani Rueda (Universidad de Málaga, 5 veces), José María Atencia Páez (Universidad de Málaga, 3 veces) y María Isabel Aisa Fernández (Universidad de Sevilla, 3 veces). Formó parte más de una vez de los tribunales de las seis tesis zambranistas dirigidas por Juana Sánchez Gey Venegas, Tomás Albaladejo Mayordomo (Universidad Autónoma de Madrid, 4 veces). Otros seis doctores formaron parte de un solo tribunal en estas 16 tesis, cuatro en Málaga y dos en la UAM.
No tiene sentido agotar aquí los múltiples análisis que se pueden hacer sobre el particular. El interesado podrá sacar provecho de esta tabla reordenable que ofrece una selección de datos disponibles en la base de datos pública TESEO, de tesis doctorales que llevan “María Zambrano” en su título:
fecha | universidad | director | nombre | apellido | título |
---|---|---|---|---|---|
1987.0101 | Málaga | - | Chantal | Maillard Decoster | La razón poética en la obra de María Zambrano |
1987.0918 | Sevilla | Diego Romero de Solís | Emilio | Rosales Mateos | Palabra y sentido, el pensamiento estético de María Zambrano |
1993.0101 | Madrid Aut | Manuel Benavides Lucas | Ana María de | Galindo Cabedo | Imagen y realidad en el pensamiento de María Zambrano |
1994.0101 | Salamanca | José Luis López Aranguren | José Ignacio | Eguizabal Subero | María Zambrano y el conflicto de la temporalidad |
1995.0101 | Madrid Com | Octavio Uña Juárez | Ana Isabel | Salguero Robles | El pensamiento político y social de María Zambrano |
1995.0101 | UNED | José Nicolás Romera Castillo | María Luisa | Maillard García | La literatura como conocimiento en María Zambrano |
1996.0101 | UPV-EHU | Fernando Fernández-Savater | María Isabel | Balza Múgica | Tiempo y escritura en María Zambrano |
1997.1211 | Granada | Pedro Cerezo Galán | Alfonso | Lázaro Paniaguea | María Zambrano, política e historia |
1998.0101 | Madrid Com | José Luis Abellán-García | Ana Berta | Hinze Alfaya | Más allá de la filosofía en el pensamiento de María Zambrano |
1998.0603 | Barcelona | Miguel Morey Farré | Rafael | Manjón Rodríguez | La obra de María Zambrano |
1999.0419 | Deusto | María Luisa Amigo Fernández | María Cristina | Cruz Ayuso | La piedad, una aproximación al pensamiento de María Zambrano |
2001.0601 | UNED | Emilio Lledó Íñigo | Cipriano | Javita Villoldo | Historia y razón poética en María Zambrano |
2001.0627 | Barcelona | Fina Birules | Elena | Laurenzi | Una lectura de María Zambrano |
2001.1105 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Brian | Muñoz | La persona en Persona y Democracia de María Zambrano |
2003.0221 | Murcia | José Lorite Mena | María Carmen | Piñas Saura | El pensamiento de María Zambrano a la luz de la razón poética |
2003.0626 | Madrid Aut | Juana Sánchez Gey Venegas | María Teresa | Otón Parés | María Zambrano, razón poética de honda raíz de amor |
2003.1107 | Jaume I | Salvador Cabedo Manuel | Ramón | Roig Barberá | Temps i ser en l’obra de María Zambrano |
2004.0323 | Barcelona | Miguel Morey Farré | Carmen | Danés Rivas | Luz y penumbra en María Zambrano |
2004.0614 | Ramón Llull | Begoña Román Maestre | Ramón | Palol Curto | En el cor del ser, la filosofía auroral de María Zambrano |
2004.0928 | Alcalá | Paul Quinn | Josefa | Jiménez Carreras | La comunicación epistolar entre María Zambrano y José Lezama Lima |
2004.1123 | Madrid Com | Ana María Leyra Soriano | Mercedes | Gómez Blesa | La piedad en el pensamiento de María Zambrano |
2005.0627 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | José María | Martín Ahumada | Figura metafórica del exiliado en los bienaventurados de María Zambrano |
2006.0703 | Málaga | Antonio Gómez Yebra | Darío | Suárez Serón | Presencia del teatro y pensamiento griego en la obra de María Zambrano |
2006.1124 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Eva María | Márquez Jimeno | Poesía, historia y revelación en María Zambrano |
2007.0221 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Sebastián | Molina Aragüez | María Zambrano, el carácter mediático de la piedad y el amor en la persona |
2007.0626 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Víctor Javier | Carvajal Ruiz | Zambrano-Ortega: la poética del ser y la ejecutividad de la vida |
2008.0120 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Juana María | Luque Alba | Persona, sociedad e historia en María Zambrano |
2008.0325 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Luis | Rosa Invernon | Realidad, ser y tiempo en el horizonte de la diafanidad según Zambrano |
2008.0716 | Granada | Francisco Giménez Rodríguez | Francisco | Martínez González | El pensamiento musical de María Zambrano |
2009.1019 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | María Paz | Tenorio González | María Zambrano-Vicente Espinel: razón poético musical |
2010.0324 | Madrid Com | Antonio Miguel López Molina | Humberto | Ortiz Buitrago | Palabra y sujeto de la razón poética en el pensamiento de María Zambrano |
2010.0325 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Ignacio | Millán Gómez | María Zambrano, razón poética, amor y misericordia |
2010.0601 | Granada | María del Carmen Lara Nieto | Antonio | Carrón de la Torre | María Zambrano y San Agustín: diafanidad persona y transparencia del corazón |
2011.1125 | UPSalamanca | Luis Andrés Marcos | José Carlos | Rodríguez Álvarez | El logos del tiempo, introducción filosófica a la obra de María Zambrano |
2012.0504 | Málaga | Gregorio Gómez Cambres | Anastasia | Aladeva | María Zambrano, razón poética y creatividad europea |
2013.0211 | Madrid Aut | Juana Sánchez Gey Venegas | Angel | Martínez de Lara | María Zambrano en la referencialidad cervantina |
2013.0319 | Madrid Aut | Juana Sánchez Gey Venegas | María Teresa | Montes San Pedro | María Zambrano, la Antígona española del siglo XX |
2014.0117 | Barcelona | Carmen Revilla Guzmán | Sara | Bigardi | El delirio en el pensamiento de María Zambrano |
2014.0424 | Madrid Aut | Juana Sánchez Gey Venegas | Carmen | Villora Sánchez | El pensamiento religioso de María Zambrano |
2014.0715 | UPComillas | Miguel García-Baró López | Antonio J.M. | Sánchez Orantos | Dios como fenómeno puro, la experiencia de Dios en María Zambrano |
2015.1214 | Madrid Aut | José Luis Mora García | Elena | Trapanese | Hacia España, desde Italia: el exilio romano de María Zambrano |
2015.1210 | Zaragoza | Elvira Burgos Díaz | María Bárbara | Fogler | Lo otro persistente. Lo femenino en la obra de María Zambrano |
2015.1217 | Málaga | Francisco M. Carriscondo Esquivel | María Mar | Villanueva Martín | La reflexión sobre el lenguaje: Ortega, María Zambrano y Julián Marías |
2015.1218 | Madrid Aut | Juana Sánchez Gey Venegas | María Ángeles | Jiménez Herrera | La metafísica experiencial en María Zambrano |
2016.0118 | Málaga | Juan Antonio García Galindo | Luis | Ortega Hurtado | El periodismo en María Zambrano |
2016.0128 | Zaragoza | Ángeles Ezama Gil | Antonieta | Querales Ortega | El magisterio poético de María Zambrano en la escritora venezolana Reyna Rivas |
2016.0205 | Santiago | Marcelino Agís Villaverde | María Aránzazu | Serantes López | Rosalía de Castro y María Zambrano: la razón poética |
2016.0210 | Sevilla | José Antonio Antón Pacheco | Alicia | Sánchez Dorado | El padecer de la trascendencia, constitución del logos en María Zambrano |
2017.0905 | Barcelona | Rosa Rius Gatell | Patricia | Palomar Galdón | El género literario en María Zambrano |
2017.0921 | Valencia Cat | José Luis Sánchez García | Miguel Pedro | León Padilla | Método y claves de la antropología filosófica de María Zambrano |
2017.0926 | Barcelona | Carmen Revilla Guzmán | María Carmen | Avendaño | Palabra y lenguaje: la razón poética de María Zambrano y la teoría agustiniana |
2018.0922 | Sevilla | Estela González de Sande | María José | Ferrer Echávarri | El feminismo implícito de María Zambrano en La tumba de Antígona |
2018.1207 | Pompeu | Amador Vega Esquerra | José Luis | Zaldo Rebollo | La luz que redime las tinieblas. Elemento femenino divinidad en María Zambrano |
2019.0124 | Sevilla | José Manuel Sevilla Fernández | Lorena | Grigoletto | Monismo estético y razón poética. Pitagorismo en Vasconcelos y M. Zambrano |
2019.0221 | Madrid Aut | Juana Sánchez Gey Venegas | Yabet Valentín | Echarry Sequeiros | Filosofía y educación en María Zambrano |
Esta relación de tesis doctorales se reordena pulsando en el nombre de cada campo
1988 «Ministerio de Cultura. 736 Orden de 25 de noviembre de 1988 por la que se hacen públicos la composición del Jurado calificador del Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel de Cervantes”, correspondientes a 1988, así como el fallo emitido por el mismo. Ilmos. Sres. De conformidad con lo dispuesto en la Orden de 21 de enero de 1988 (Boletín Oficial del Estado número 66, de 17 de marzo), por la que se convoca el Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel de Cervantes” 1988. Este Ministerio ha resuelto hacer públicos la composición del Jurado calificador y el fallo emitido por el mismo. Primero.– El Jurado quedó constituido de la siguiente forma: Presidente: Excelentísimo señor don Jorge Semprún y Maura, Ministro de Cultura. Vocales: Excelentísimo señor don Rafael Lapesa Melgar, Director de la Real Academia Española. Excelentísimo señor don Pablo Antonio Cuadra Cardenal, Director de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Excelentísimo señor don Emilio Alarcos Llorach, designado por el Consejo de Universidades. Ilustrísimo señor don Alfredo Bryce Echenique, designado por el Instituto de Cooperación Iberoamericana. Excelentísimo señor don Alfredo Conde, designado por el Director general de Relaciones Culturales. Ilustrísima señora doña Montserrat Roig, designada por el Director general del Libro y Bibliotecas. Excelentísimo señor don Carlos Fuentes, galardonado en la edición de 1987. Secretario sin voto: Ilustrísimo señor don Juan Manuel Velasco Rami, Director general del Libro y Bibliotecas. Secretario de actas: Ilustrísimo señor don José María Merino Sánchez, Director del Centro de las Letras Españolas. Segundo.– El Jurado calificador acordó, por mayoría absoluta, otorgar el Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel de Cervantes” 1988 a doña María Zambrano. Lo que comunico a VV. Il. para su conocimiento y efectos. Madrid, 25 de noviembre de 1988. Semprún y Maura. Ilmo. Sr. Subsecretario y Director general del Libro y Bibliotecas.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, miércoles 11 enero 1989, nº 9, pág. 787.)
En 2018 la doctora española en filosofía Yera Moreno, incorpora a María Zambrano tanto en la relación de mujeres que debieran estar presentes en el currículum de Literatura como en el de Filosofía:
«3. Incluir, al menos, la misma cantidad de libros escritos por mujeres que por hombres en el currículum de Lengua y Literatura, porque la cantidad importa. Ejemplos de libros y/o autoras clásicas y modernas a incluir: Virginia Wolf, María Zambrano, Emily Dickinson, Marta Sanz, Jeannet Winterson, Ali Smith, Clarice Linspector, Sarah Waters, Alice Walker, Margaret Atwood, Alice Munro…
4. Incluir, al menos, la misma cantidad de mujeres filósofas que de hombres filósofos en el temario de Historia de la Filosofía (de nuevo, la cantidad importa). Ejemplos de mujeres filósofas a incluir: Marina Garcés, Judith Butler, Donna Haraway, María Zambrano, Hipatia de Alejandría, Mary Wollstonecraft, Hannah Arendt, Chantal Mouffe…» (“Breve decálogo de ideas para una escuela feminista”, Revista Trabajadores/as de la Enseñanza, Comisiones Obreras, nº 364, Madrid, febrero 2018.)
★ Sobre María Zambrano en Filosofía en español
1995 José Ramón Alonso Sarro, “María Zambrano: españolidad / europeismo” (El Basilisco, 21:68-69.)
Ana Isabel Salguero Robles, “Escritos de María Zambrano recuperados” (El Basilisco, 21:70-72.)
Luis Llera Cantero, “María Zambrano y la tradición mística española” (El Basilisco, 21:73-75.)
Juana Sánchez-Gey Venegas, “Sobre la mujer: experiencia y reflexión en María Zambrano” (El Basilisco, 21:76-78.)
María Luisa Maillard García, “La literatura y el vivir literario en María Zambrano” (El Basilisco, 21:79-80.)
★ Textos de María Zambrano en Filosofía en español
1928 “Mujeres obreras” (El Liberal, Madrid, 11 octubre 1928.)
1931 “La Universidad libre” (La Calle. Revista gráfica de izquierdas, Madrid, 13 marzo 1931.)
1938 “Materialismo español” (La Vanguardia, Barcelona, sábado 5 de febrero de 1938.)
1953 “Ortega y Gasset, filósofo español” (Cuadernos del CLC, París, septiembre-diciembre 1953, 3:49-53.)
1954 “El poeta italiano Marino Piazzola” (Cuadernos del CLC, París, mayo-junio 1954, 6:102-104.) “El drama cátaro o la herejía necesaria” (Cuadernos del CLC, París, septiembre-octubre 1954, 8:102.) “La obra de Mariano Picón Salas” (Cuadernos del CLC, París, noviembre-diciembre 1954, 9:98-99.)
1956 “José Ortega y Gasset” (Cuadernos del CLC, París, enero-febrero 1956, 16:7-12.) “El arte de Juan Soriano” (Cuadernos del CLC, París, mayo-junio 1956, 18:112-114.)
1959 “La conciencia histórica: el tiempo” (Cuadernos del CLC, París, marzo-abril 1959, 35:25-28.)
1960 “El absolutismo y la estructura sacrificial de la sociedad” (Cuadernos del CLC, París, julio-agosto 1960, 43:61-65.)
1961 “Carta sobre el exilio” (Cuadernos del CLC, París, junio 1961, 49:65-70.)