Pedro Mexía 1497-1551
Humanista del renacimiento español, recordado sobre todo por su Silva de varia lección.
«Si alguna duda hubiera en el origen y patria del sapientísimo varón Pero Mexía, y si estuvieran en su antigua prosperidad la docta Atenas y la triunfante Roma, no dudo que contendieran entre sí, atribuyéndoselo cada una por suyo, y fuera no menos justa la causa que en las siete ciudades de Grecia por Homero. Mas el generoso cielo se lo dió a esta ciudad, Sevilla, por hijo, siendo con él tan pródiga la naturaleza, que no le negó secreto suyo ni le dejó de dar cosa de las que dan estimación a los hombres. El fué caballero notorio y de tan singular ingenio, que alcanzó lo que dirá brevemente este elogio. Aprendió la lengua latina en esta ciudad y prosiguió en Salamanca los estudios de las leyes, y por ser de natural brioso y determinado, se aventajó tanto en la destreza de las armas, que ninguno le igualaba. Florecía en aquel siglo, entre otros varones, la elocuencia de Luis Vives, a quien escribía muchas cartas latinas con tanta elegancia, que vino a ser de él muy estimado. Entreteníase también en componer versos castellanos, y por su agudeza y dulzura fué muchas veces premiado. Creciendo en años y moderando los bríos de la juventud, le fué utilísimo el trato familiar con don Fernando Colón, hijo del primer Almirante de las Indias, y el de don Baltasar del Río, Obispo de Escalas, que despertó en Sevilla las buenas letras, el cual le comunicó algunos libros extraordinarios y con este socorro se acrecentó tanto, que era tenido de todos por varón eminentísimo. Pero quien lo hizo más admirable fué el uso de las matemáticas y astrología, en que era conocidamente el más aventajado, pues por excelencia fué llamado el Astrólogo, como Aristóteles el Filósofo. Con este conocimiento predijo muchas cosas y su misma muerte veinte años antes. Sobrevínole una gran enfermedad de la cabeza, que le duró todo el tiempo que vivió, por donde parece increíble haber leído tantos libros y compuesto las obras que divulgó, sin faltar al trato de sus amigos y de los caballeros de esta ciudad y a los cargos que en ella administraba, porque fué alcalde de la hermandad del número de los hijodalgos, contador de Su Majestad en la Casa de la contratación y uno de los regidores que llaman veinticuatro. Con tan continuo trabajo vino a debilitarse de manera que en quince años jamás salió al sereno de la noche. En su manjar y bebida era muy templado y guardaba mucha igualdad. El sueño no pasaba de cuatro horas, y si llegaba a tres no se tenía por descontento. Sólo se hallaba con fuerzas para estudiar y escribir y para los ejercicios del alma, tanto más despierta, cuanto con mayor flaqueza el cuerpo; la mañana asistía en la iglesia y lo que le sobraba del día gastaba en los ministerios que tenía a su cargo, las noches eran todas de los libros: que, como se recogía temprano y salía tarde, dormía tan pocas horas, que le sobraban muchas que gastar en sus estudios. Compuso primero la Silva de varia lección y sirvió en ella al emperador Carlos V, y fué recibida con tanto aplauso, que luego se animó a ordenar la Historia de los emperadores, que salió a luz el año 1545, dirigida a don Felipe, príncipe de España, que, gustoso de ella, respondió a su carta prometiendo su favor. […]» (Francisco Pacheco –1540-1599–, Libro de descripción de verdaderos retratos, de ilustres y memorables varones, Sevilla 1599; este libro del ilustre pintor real, maestro y suegro de Velázquez, permaneció autógrafo e inédito hasta su edición por José María Asensio en Sevilla 1870, el fragmento citado en págs. 25-26.)
«Mexía (Pedro) Español, natural de Sevilla, fue de honor, y gloria a su país por su saber, reinando Carlos V, quien lo hizo su cronologista. Compuso algunas obras. La primera que publicó fue la de Sylva de varia lecion, que se recibió con aplauso general y que se tradujo en muchas lenguas. Ministró también después los Césares; Laus Asini, &c. Trabajaba la vida del emperador Carlos V y murió antes de terminarla hacia el año 1552. Vitupérale Andrés Matamoros el que había introducido voces latinas en el idioma español. * Matamoros, de Doct. Hisp. viris. Andrés Scot y Nicolás Antonio, bibliot. Hisp. Le Mire, de script. sac. XVI.» (Luis Moreri, El gran diccionario histórico, París & León de Francia, 1753, tomo 6, pág. 438.)
Algunas menciones a Pedro Mejía en el proyecto Filosofía en español
1590 «Y no es de maravillar que Filipo hiciese esta merced tan grande por sus letras a Aristóteles, a quien (si damos crédito a Ateneo en el lib. 9 y lo trae Pedro Mexía en su Silva {Ateneo Sil. 2 p. cap. 9.}) le dio el Magno Alejandro ochocientos talentos (que es una gran suma) porque (a su instancia) escribió el libro de los animales (como afirma Plinio en el lib. 3. {Pli. 3 li.}).» (Pedro Sánchez, La vida de Aristóteles… § primero.)
1730 «En el Diccionario Universal de Trevoux son citados dos Autores Españoles Pedro Mejía, y Don Pedro, Obispo de León, de los cuales el primero dice, que en el año de 1343 los Moros, en un sitio puesto por el Rey Don Alonso XI, disparaban unos morteros de hierro que hacían estrépito semejante al del trueno….» (Feijoo, Teatro crítico, tomo IV, discurso doce, punto 52: Resurrección de las Artes, y Apología de los Antiguos.)
1998 «Nadie, que yo sepa (aparte de Floranes), dice que el doctor Plata copia de la Silva de Pedro Mexía, a quien, por cierto, también pertenece la frase del doctor Plata, tan celebrada por algunos, que condena como poco provechosa la lectura de libros de caballerías. Aunque realmente insólito, más que pintoresco, era lo de Granjel, autor, como se dijo, de un artículo sobre Pedro Mexía y la Silva, publicado en 1953, al que siguió otro trabajo sobre el doctor Plata, en 1973. Cómo es posible que Granjel no mencione en ningún momento el plagio es algo que aún hoy me resulta inexplicable.» (Elena Ronzón, «El médico Juan Sánchez Valdés de la Plata y su libro sobre el hombre. Historia de una investigación», El Basilisco, nº 24, 1998, pág. 80.)
Sobre Pedro Mejía
MOS II:65-69 · BLH 1984 XIV:4236-4369
Algunas ediciones de Pedro Mejía
1540 Libro llamado silva de varia lección. Dirigido a la S.C.C.M. del Emperador y rey ntro. Señor don Carlos quinto deste nombre. En el cual a manera de Silva, sin guardar orden en los propósitos, se tratan por capítulos muchas y muy diversas materias, historias, ejemplos, y cuestiones de varia lección, y erudición. Dominico de Robertis, Sevilla 1540, 8 hs + 136 folios, a 2 columnas, letra gótica.
— …segunda vez impresa y añadida por el mismo autor. Juan Cromberger, Sevilla 1540.
Silva de varia lección… Juan Cromberger, Sevilla 1542, 143 págs.
— Jacome Cromberger, Sevilla 1543, 143 págs.
— Martín Nucio, Amberes 1544, 16h. + 303 fols.
— Martín Nucio, Amberes 1546, 16h. + 303 fols.
— Bartolomé de Najera, Zaragoza 1547, 12h. + 240 fols. [Google libros]
— Martín Nucio, Amberes 1550, 16 h. + 303 fols.
— Juan de Villaquirau, Valladolid 1550, 8 h. + 143 fols.
— Cuarta parte…, Esteban de Najera, Zaragoza 1551, 4h. + 145 fols. [Google libros]
— Gabriel Giolito de Ferrariis y sus hermanos, Venecia 1553, 39 h. + 348 fols. [Google libros]
…
— Hernando Díaz, Sevilla 1570, 8 h. + 187 fols. + 2 h. [Google libros]
— Martín Nucio, Amberes 1593, 28 + 929 págs. [Google libros]
— Luis Sánchez, Madrid 1602, 4 h. + 591 págs. [Google libros]
— Imprenta Real, Madrid 1669, 8 + 555 + 11 + 159 + 5 páginas [Google libros]
— Mateo de Espinosa y Arteaga, Madrid 1673, 12 + 571 + 12 páginas [Google libros]
1545 Historia Imperial y Cesarea: en la cual en suma se contienen las vidas y hechos de todos los Césares emperadores de Roma: desde Julio César hasta el emperador Maximiliano, Juan de León, Sevilla 1545, 6 hs. + 423 fols.
1547 Coloquios o Diálogos nuevamente compuestos por… en los cuales se disputan y tratan varias y diversas cosas de mucha erudición y doctrina, Dominico de Robertis, Sevilla 1547, 173 fols.