Filosofía en español 
Filosofía en español

Carlos Quirós Rodríguez  1884-1960

Carlos Quirós

Sacerdote, arabista y militar español –cuyo nombre completo era Carlos Vicente Quirós y Rodríguez– nacido el 27 de octubre de 1884 en Pola de Siero y fallecido en la misma localidad el 23 de julio de 1960, a los 75 años de edad. Reza su esquela con los méritos conseguidos en vida: «Coronel Castrense del Ejército del Aire, Cruz y Placa de San Hermenegildo, Eminente Arabista, Correspondiente de la Real Academia de la Historia, Miembro del Instituto de Estudios Asturianos e Hijo Predilecto de Siero.»

Se doctoró en 1908 en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Santiago de Compostela. Obtuvo en septiembre de 1944 el título de Licenciado en Filosofía y Letras, Sección de Filología Semítica, por la Universidad de Granada. En febrero de 1908 era secretario de la Asociación de la Buena Prensa de Santiago. Se ordenó sacerdote y ofició su primera misa el 11 de junio de 1908, en la iglesia parroquial de San Pedro de Pola de Siero. Fue coadjutor de la de Ceceda (Nava) hasta aprobar las oposiciones al Cuerpo de Capellanes Castrenses –en enero de 1911– en el que alcanzó el grado de Coronel Capellán Jefe de los asuntos religiosos del Ejército del Aire.

Miguel Asín Palacios, que dirigió desde octubre de 1910 la «Investigación de las fuentes para la historia de la filosofía árabe española», tuvo entre sus alumnos más destacados a Pedro Longás Bartibás, Maximiliano A. Alarcón, Cándido Ángel González Palencia y al propio Carlos Quirós. Durante los años veinte y treinta permaneció en el norte de África. Desde 1931 hasta 1942 fue profesor de árabe literal en el Centro de Estudios Marroquíes, de Tetúan, del que llegó a ser su director. Ejerció como profesor de la Escuela de Estudios Árabes de Granada y como profesor encargado del curso de Lengua Árabe de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. Se le nombró correspondiente de la Real Academia de la Historia en 1942.

Carlos Quirós

Ingresó por oposición en la Sección de Oficiales Intérpretes afectos al Ministerio de Guerra. El 21 de mayo de 1935 fue Condecorado Oficial de la Orden Civil de África por la Presidencia del Consejo de Ministros español.

Cuentan sus sobrinas que la curiosidad y el interés por la cultura musulmana le llevaron al estudio del árabe. Se inició en la lengua árabe de forma autodidacta como cuenta Sarah Addin Almunayyid en el diario An-Nasr de Damasco con fecha 1 de septiembre de 1954, donde relata un encuentro que tuvo con D. Carlos en el paseo de la Castellana en el que el arabista asturiano le confesó que había comenzado a estudiar árabe por su cuenta a los veinte años (hacia 1904).

Sostuvo una sonada y agria polémica con Emilio García Gómez, traductor de El collar de la Paloma de Ibn Hazm. En la revista Arbor Carlos Quirós se despacha a gusto y prolijamente sobre la traducción de Emilio García Gómez. Hay constancia manuscrita de todo ello en su legado, incluido el borrador de una dura carta dirigida al susodicho, en la que se queja con sincera amargura de su expulsión de la Escuela de Estudios Árabes de Madrid y de las tareas docentes que tenía en la Universidad de Madrid. Ostracismo que atribuye al propio Emilio García Gómez.

Compendio de Metafísica

«Averroes, compendio de Metafísica. Texto árabe, con traducción y notas de Carlos Quirós Rodríguez. Madrid, imprenta de Estanislao Maestre, 1919. Un volumen de XL + 308 + 175 páginas, en 8.º Precio, 6 pesetas. La Real Academia de Ciencias Morales y Políticas acaba de editar el segundo volumen de su "Biblioteca de pensadores españoles", poco ha inaugurada por el académico señor Bonilla y San Martín, con la traducción de la Etica aristotélica del renaciente Simón Abril. Este segundo volumen contiene la edición de la Metafísica de Averroes, hecha con todo esmero, según el manuscrito XXXVII (Gg. 36) de nuestra Biblioteca Nacional, acompañándola de una fidelísima, correcta y clara traducción española, anotada sobria y oportunamente en sus pasajes obscuros. El editor y traductor ha enriquecido además su trabajo con una extensa y erudita Introducción, en la que informa al lector acerca de la vida y obras de Averroes, con muchos datos y noticias nuevas, ademas de describir con escrupuloso esmero el manuscrito árabe.» (La Lectura, revista de ciencias y de artes, Madrid, noviembre 1919, año XIX, nº 227, pág. 308. Reproducido –saltándose una línea de texto– por Heraldo de Madrid, viernes 21 de noviembre de 1919, pág. 2 y por El Globo, Madrid, jueves 4 de diciembre de 1919, pág. 5. Reproducido íntegro, en la "Revista bibliográfica" firmada por Salvador Canals y Alvarez, en Nuestro Tiempo, Madrid, diciembre de 1919, año XIX, nº 252, págs. 358-359.)

«Compendio de Metafísica, de Averroes. Texto árabe, con traducción y notas de Carlos Quirós Rodríguez. Imprenta de Maestre, Madrid 1919. Tiene este libro el gran interés de ser una versión exacta de una de las obras de Averroes, filósofo hispanoárabe de gran valer. Viene, pues, la obra a dar luz en el estudio de la filosofía hispanoárabe, que tan abandonado estuvo siempre, lo mismo que el de toda la cultura árabe. El autor nos cuenta en la introducción algunos pormenores de la vida de Averroes y el gran interés con que éste estudió a Aristóteles, cuya doctrina resume en estos manuscritos. Es, pues, digna de todo elogio la ardua labor del Sr. Quirós, que promete continuar en otros volúmenes.» ("Revista bibliográfica" firmada por Salvador Canals y Alvarez, Nuestro Tiempo, Madrid, agosto de 1920, año XX, nº 260, pág. 215.)

Entre su bibliografía destaca, además de la traducción del Compendio de Metafísica de Averroes (1919); un estudio sobre la escuela Malekita de derecho musulmán que lleva por título Instituciones de Derecho Musulmán (Escuela Malekita) (1942); una traducción de poemas selectos de veintiún poetas árabes entre los que destaca Almotamid, rey de Sevilla, que tituló Poetas Hispanoárabes (1952); Tahāfut-al-tahāfut de Averroes, Cuestión decimoséptima, revista Pensamiento, nº 63, págs. 331-348 (1960). Publicó también numerosas monografías como El poder judicial y la propiedad inmueble en el Derecho malequita (1935), Instituciones de religión musulmana (1939), Estudios sobre el Habus (en la revista Mauritania de Tánger), Dinastías bereberes: I. Los almorávides (1955) o El poder en el Islam (1965).

En la actualidad se conserva un número muy reducido de traducciones originales e inéditas de Carlos Quirós. En su legado se encuentra una traducción manuscrita de De differentia spiritus et animae de Qusṭā ben Lūqā (m. c. 912) de cuyo libro se hizo una traducción al latín del original árabe, en el siglo XII, realizada por Juan de Sevilla (Juan Hispalense o Hispano). El tratado recoge la tradición hipocrática con cuya ayuda Qusṭā ben Lūqā intenta reducir la psicología aristotélica a principios fisiológicos. Del mismo año 1913 es la traducción, también manuscrita, fechada en Melilla, del Tratado sobre el alma del obispo jacobita Gregorio Abu-l-Jarach conocido con el nombre de Bar Hebreo (1226-1286). Este último destaca por su actitud positiva ante el islam hacia finales de califato abasí. Sobre algunos de los originales del legado:

El Mujtasar

En su legado se encuentra también una copia dactilográfica titulada «Derecho Penal Musulmán según la escuela malekita» con arreglo al texto árabe del compendio de Sidi Jalil, comentario de El Jarxi, glosa de El Adui, edición de la imprenta Amiriya Bulak, año 1317 de la hégira (1899 d.C.), fechada en Santa Cruz de Tenerife, en octubre de 1924. Por mano de Carlos Quirós, aparece, en una de las páginas de este trabajo, una lista de otras traducciones relacionadas con el derecho musulmán que Carlos Quirós había concluido: «El habus en la escuela malekita, De la función judicial, Adquisición originaria de la propiedad (Derecho de vivificación de las tierras muertas, de caza y pesca; aprovechamiento de aguas, pastos y montes». Y, a continuación, dice: «En preparación: Derecho público musulmán, Derecho militar (guerra santa), Asociaciones para la explotación agrícola de la tierra». Carlos Quirós era un experto en derecho islámico, concretamente en la escuela malekita que profesaba tanto la Córdoba de Averroes como todo el norte de África; esta escuela jurídica aun está vigente en la actualidad. En 1942 publicó Instituciones de derecho musulmán (Escuela Malekita), en 1939 Instituciones de religión musulmana y en 1935 Poder judicial y la propiedad inmueble en derecho malequita. Estas obras permiten definir jurídicamente la idiosincrasia árabe mucho más allá de los tópicos y vaguedades a las que estamos acostumbrados.

Como bien explica la investigadora del CSIC Amalia Zomeño, en su artículo El derecho islámico a través de su imagen colonial durante el protectorado español en Marruecos (Madrid, 2002), los estudios relativos al derecho islámico fueron escritos fundamentalmente por militares durante el Protectorado español. Este esfuerzo de Carlos Quirós por hacer asequible todo cuanto tuviera relación con las leyes marroquíes responde a que las citadas leyes se encontraban dispersas entre el Corán, la Sunna, el «Digesto» de Jalil y la enseñanza oral que transmitían los maestros de la Universidad de Fez. Al igual que los franceses, los españoles intentaron conformar un código o digesto que contuviera todo el derecho musulmán aplicable por el que pudieran guiarse cuando tuvieran que intervenir para juzgar las causas marroquíes. Parece que se encontró en el Mujtasar de Jalil. Se tenía noticias de que Carlos Quirós –a la sazón profesor de árabe literal y de derecho musulmán en el Centro de Estudios Marroquíes de Tetuán– había comenzado a realizar esa traducción pero –como había ocurrido con el Tahāfut al-tahāfut– no pudo confirmarse hasta el momento en que se dio a conocer el legado en los ambientes académicos.

Tahāfut-al-tahāfut

Disponemos aproximadamente de un 45,61% del total de la traducción que Carlos Quirós realizó del Tahāfut-al-tahāfut, cuyas cuestiones aparecen fechadas, no todas, en diferentes años: Tetúan 1916, 25 y 29 de septiembre de 1948, 2 de febrero de 1960. Esta traducción se creía perdida para la Historia de la Filosofía española aunque se sabía de su existencia por Salvador Gómez Nogales S. J. tal y como cuenta Idoia Maiza Ozcoidi en su libro La concepción de la filosofía en Averroes. Análisis crítico del Tahāfut al-tahāfut. En la introducción dice que Gómez Nogales confirmaba disponer de la traducción de Carlos Quirós pero también dice que nadie llegó a verla. La familia de don Carlos me ha facilitado una serie de cartas en las que se confirma la existencia de esa traducción y de alguno de los avatares por los que pasó en vida y luego tras la muerte de don Carlos. En carta fechada el seis de abril de 1963, S. Gómez Nogales escribe al albacea testamentario Ricardo Peña del Cueto y, entre otras cosas relativas al legado, dice lo siguiente:

«Con respecto a la publicación de la traducción, como del Ministerio no han venido nunca por ella (es muy probable que cuando se llegue a las inmediatas, encuentre dificultades en los medios oficiales por las polémicas que Vds. conocen), he recurrido a la solución que les propuse al principio, en caso de que no diese resultado lo del Ministerio, que es sencillamente publicarlo yo por mi cuenta. Ya he hablado con la editorial Aguilar (que como saben es una de las más importantes de España) y han aceptado la publicación de la traducción.»

Sin citarlo, es evidente que se refiere al Tahāfut-al-tahāfut. Indicio de ello es una carta anterior, del diez de octubre de 1960, dirigida al Padre Nogales, en la que se hace referencia explícita a la traducción del libro:

«Reverendo Padre: El pasado viernes, nos recibió el Excmo. e Ilmo. Sr. Patriarca y Obispo de Madrid-Alcalá, para hacernos entrega personalmente del original de la traducción hecha por D. Carlos Quirós (q.e.p.d.) de la obra de Averroes Tahāfut-al-tahāfut. (…) Por correo certificado se la remitimos a Vd., con el ruego de que una vez en su poder, tenga la amabilidad de acusarnos recibo de esta obra y de su valor.»

Ya a la muerte de Carlos Quirós se bregaba por el reconocimiento de sus derechos de autor como consta en carta del 10 de octubre de 1960, dirigida a S. Gómez Nogales S.J., posiblemente por Ricardo Peña del Cueto. En ella le comunica a Gómez Nogales las gestiones que Francisco de Caveda y González Salcedo realiza ante el gobierno marroquí para que se le reconocieran los derechos de autor de una obra sobre el habús, obra de la que se apropió este gobierno –dice la carta– como suya, sin más. Recordemos que España concedió la independencia a Marruecos en marzo de 1956.

De differentia spiritus et animae

Este tratado u opúsculo fue escrito por Qusta ben Luka, científico y traductor de origen cristiano. Trabajó en Bagdad como doctor y traductor. Tuvo una reputación tan grande como la de Hunayn ben Ishak (cristiano nestoriano que tradujo al siriaco y al árabe la obra de Galeno). Manejaba con fluidez el griego, siriaco y el árabe. Destaca su excelente estilo en esta última lengua. Murió en Armenia ca. 300 (hégira) / 912-3 (d.C.). Se dice que era versado en medicina, filosofía, geometría, aritmética, astronomía y música. Tratados médicos: sobre la gota; enfermedades infecciosas; insomnio; conocimiento de las fiebres; tipos de crisis en la enfermedad; el pulso; tipos de parálisis, causas y tratamientos; los cuatro humores; y un tratado sobre flebotomía. Los tratados no médicos incluyen varios tratados sobre filosofía y lógica; sobre astronomía; sobre la esfera celeste; dos comentarios a los Elementos de Euclides, un tratado sobre álgebra, un comentario al libro de Diofanto sobre álgebra; un tratado sobre la báscula; sobre pesos y medidas; y sobre espejos ustorios. Tradujo a Diofanto, Teodosio, Autoliko, Hipikles, Aristarco y Herón.

Al inicio de su traducción, nos advierte Carlos Quirós lo siguiente: «Este tratado fue traducido al latín en el siglo XII por Juan Hispalense o Hispano, quien llamaba al autor Constantino el Africano. Tal traducción publicose impresa por primera vez en Basilea, el año 1536; volviose a imprimir en Barach el año 1878 en la «Colección de filósofos de la Edad Media». El original árabe fue publicado por el P. Luis Cheijo en el libro «Traités inédits d’anciens philosophes arabes musulman et chretiens» impreso en Beyrouth 1911 (2ª edición)».

Este tratado, de corte galénico, comienza por una disección anatómica del aparato circulatorio-respiratorio con el fin de determinar la función fisiológica del espíritu (hálito) vital o pneuma. A continuación define el alma con la ayuda de la doctrina platónica y aristotélica para acabar analizando la función que espíritu vital y alma tienen en el funcionamiento del cuerpo humano.

El interés del tratado estriba en que: 1º No hay en español otra traducción que la de Carlos Quirós. 2º Modifica la psicología aristotélica a la luz de los conocimientos anatómicos galénicos, proporcionando, así, una idea del alma y del cuerpo muy alejada de las concepciones escolásticas. Aparece en esta breve epístola el vislumbre de lo que será el camino que seguirán, mucho después, Servet, Descartes y Spinoza.

Otras referencias sobre Carlos Quirós Rodríguez

«Clero castrense. Ingreso. Teniendo en cuenta las razones que consigna el provicario general castrense en su escrito de 18 del mes próximo pasado; para ampliar hasta 48 el número de plazas de capellanes segundos del Cuerpo Eclesiástico del Ejército, sacadas a concurso por Real orden de 19 de Noviembre de 1908; considerando que los ejercicios practicados por estos opositores son muy notables y que tal concesión proporciona la ventaja de disponer de personal eclesiástico apto para el desempeño de su cometido sin lesionar ninguna clase de intereses, se ha concedido derecho a ingresar en el referido Cuerpo, con el empleo de capellán segundo, a los 28 opositores aprobados que figuran en la siguiente relación, los cuales serán colocados por el orden que se clasifican, cuando por turno les corresponda, en ocasión de vacante, debiendo los no ordenados de presbíteros, efectuarlo en el término de un año, a partir de esta fecha, pues de lo contrario perderán el derecho adquirido: D. Fermín Martínez Ruiz, D. Juan Palacios Palacios, D. Domingo Borruel Coarasa, don José López López, D. Arsenio Díaz-Maroto Villarrubia, D. José Planas Vidal, D. Juan Antonio Ayala Valiente, D. Juan Gilart Boqué, D. Agustín Trejo Macías, D. Ángel Barranco Sánchez, D. Tirso Aldea Sánchez, D. Pascual Sánchez Olaechea, D. Emilio Santos de la Peña, D. Emeterio García Balbás, D. Felipe Martín Anderica, D. Carlos Quirós Rodríguez, D. Casiano Durán Barrios, D. Manuel Carballal Cota, D. Joaquín de la Villa García, don Desiderio Díez Estévez, D. Pablo Rafael Moya Fernández, D. Luis Vidal Linares, D. Amando Aceves Martín, D. Francisco Vicente Vicente, D. David Araujo Selas, D. Julián Muñoz Moreno, D. Manuel Loureiro Lorenzo y D. Francisco Caballero García.» (La Correspondencia Militar, Madrid, sábado 9 de abril de 1910, pág. 3.)

«Clero castrense. Teniendo en cuenta las razones expuestas por el provicario general castrense, el ministro de la Guerra ha dispuesto que se amplíe hasta cuarenta y ocho el número de plazas de capellanes segundos sacadas recientemente a concurso. El "Diario Oficial del Ministerio de la Guerra" publica hoy la relación de los que tienen derecho a ingresar en el Cuerpo con arreglo a la resolución mencionada, y que son los siguientes: D. Fermín Martínez Ruiz, D. Juan Palacios Palacios, D. Domingo Borruel Coarasa, don José López López, D. Arsenio Díaz-Maroto Villarrubia, D. José Planas Vidal, D. Juan Antonio Ayala Valiente, D. Juan Gilart Boqué, D. Agustín Trejo Macías, D. Ángel Barranco Sánchez, D. Tirso Aldea Sánchez, D. Pascual Sánchez Olaechea, D. Emilio Santos de la Peña, D. Emeterio García Balbás, D. Felipe Martín Anderica, D. Carlos Quirós Rodríguez, D. Casiano Durán Barrios, D. Manuel Carballal Cota, D. Joaquín de la Villa García, don Desiderio Díez Estévez, D. Pablo Rafael Moya Fernández, D. Luis Vidal Linares, D. Amando Aceves Martín, D. Francisco Vicente Vicente, D. David Araujo Selas, D. Julián Muñoz Moreno, D. Manuel Loureiro Lorenzo y D. Francisco Caballero García.» (La Correspondencia de España, Madrid, lunes 11 de abril de 1910, pág. 4.)

«En el cuerpo eclesiástico militar han sido destinados: Los capellanes segundos don Eloy Hernández Vicente, al noveno regimiento montado de artillería; don Ramón Elías Rodergas, al castillo de Montjuich; don Argimiro Nieto Muñoz, al primer regimiento artillería de montaña; don Manuel Martínez González, al hospital militar de Logroño: don José Planas Vidal, al regimiento cazadores de Treviño; don Emeterio García Balbás, al de infantería de Asia; don Felipe Martín Anderica, al de San Quintín, y don Carlos Quirós Rodríguez al batallón cazadores de Alfonso XII.» (La Vanguardia, Barcelona, martes 31 de enero de 1911, pág. 10.)

«Mundo eclesiástico. Ha sido nombrado capellán del batallón cazadores de Alfonso XII, de guarnición en Vich, el presbítero D. Carlos Quirós Rodríguez.» (La Correspondencia de España, Madrid, sábado 25 de febrero de 1911, pág. 4.)

«Vida militar. Han llegado a Valladolid D. José de Verga, mayor de Intendencia; D. Benito Herrero, oficial tercero de Intendencia, […] y D. Carlos Quirós, capellán del regimiento Infantería de Isabel II.» (La Correspondencia Militar, Madrid, miércoles 4 de agosto de 1915, pág. 3.)

«Merced al impulso que ha dado Asín a los estudios filosóficos y teológicos, se ha formado un núcleo de laboriosos y muy inteligentes investigadores y traductores, entre los cuales se cuentan: Agustín Alarcón, traductor del tratado de política Lámpara de príncipes, de Abubéquer de Tortosa, próximo a ver la luz; Ángel González Palencia, traductor del tratado de lógica Rectificación de la mente, de Abusalt de Denia (Madrid, Centro de est. hist., 1915); Pedro Longás, autor del estudio histórico Vida religiosa de los moriscos (Madrid, Centro de est. hist., 1915); José A. Sánchez Pérez, autor del estudio jurídico-matemático, Partición de herencias entre los musulmanes del rito malequí (Madrid, Centro de est. hist., 1914); Carlos Quirós, traductor del Compendio de metafísica, de Averroes, próximo a ver la luz; Manuel J. Casas, traductor de la Historia universal de las ciencias, de Sáid de Toledo.» (Julián Ribera Tarragó, contestación al discurso de recepción en la Real Academia Española, el día 26 de enero de 1919, de Miguel Asín Palacios, La escatología musulmana en la Divina Comedia, Madrid 1919, págs. 400-401.)

«Otros libros. Compendio de Metafísica, Averroes. Texto árabe, con traducción y notas de Carlos Quirós Rodríguez.» (ABC, Madrid, lunes 15 de diciembre de 1919, pág. 24.)

«Marruecos. […] Larache, 19, 23. Marchó al zoco El Jemis de Beni Arós el general Sanjurjo y los jefes del Estado Mayor, policía, artillería e ingenieros para estudiar el emplazamiento de aquél y hacer las variaciones necesarias que aconseja el nuevo plan. —Las fuerzas continúan diariamente haciendo paseos militares por los campamentos, contribuyendo ello a la tranquilidad reinante. —En los Juegos Florales que se celebrarán el 24, otorgóse la flor natural al capellán del batallón de León, don Carlos Quirós Rodríguez. Este eligió reina a la princesa doña Isabel de Orleans, hija de la duquesa de Guisa, la cual nombró su corte de amor entre señoritas españolas. Eligióse como mantenedor al sabio escolapio P. Andrés Moreno Gilabert. La fiesta promete brillantez extraordinaria, así como las que componen el programa de los días 22 al 30. Reina gran entusiasmo, esperándose muchos forasteros. Riamora.» (La Vanguardia, Barcelona, viernes 21 de julio de 1922, pág. 11.)

«Las operaciones en Marruecos. […] Juegos Florales. Larache 2, 12 noche. Por primera vez se han celebrado en Larache los Juegos florales organizados por el Círculo de la Unión y Recreo. Asistieron al acto el general Sanjurjo, cónsules, bajá y numeroso público. El poeta premiado con la flor natural fue el capellán del regimiento de León don Carlos Quirós, actuando de mantenedor el escolapio D. Andrés Moreno Gilabert. Leyéronse los trabajos premiados de los señores Amil, López Rienda y Carrasco. Fue reina de la fiesta la bella señorita Purita Miranda. El mantenedor pronunció un elocuente discurso, siendo aplaudidísimo.» (ABC, Madrid, 4 agosto 1922, pág. 13.)

«Intérpretes. Como resultado de las oposiciones celebradas para cubrir plazas de intérpretes de árabe al servicio del ejército en las categorías de Centro y Oficinas, se dispone lo siguiente: […] Se concede la aptitud para desempeñar plaza de intérprete de árabe al servicio del Ejército, en la categoría de Oficina, al capellán primero D. Carlos Quirós Rodríguez, con destino en el hospital Militar de Tenerife, número 1 de los opositores aprobados.» (ABC, Madrid, domingo 2 de noviembre de 1924, pág. 17.)

«La acción de España en Marruecos. […] Desde Tetuán. Tetuán 3, 9 mañana. El general Saro continúa operando en la cabila de Beni Mesaud, marchando ayer hacia el puente internacional, donde tiene establecido su cuartel, después de haber colocado ocho puestos sin sufrir bajas. Nuestra aviación cooperó a estos movimientos. Se ha incorporado el capellán castrense D. Carlos Quirós, inteligente escritor africanista y comentarista de derecho musulmán, que se encargará de la cátedra de Arabe en la Academia militar inaugurada ayer. El Casino Español ha elegido presidente al director de Hacienda en el protectorado, D. Luciano Valverde.» (ABC, Madrid, 4 de febrero de 1925, pág. 9.)

«Nuestro distinguido amigo, el cultísimo arabista Don Carlos Quirós, nos ha proporcionado una nota muy interesante que contiene un Cuadro de Derecho penal musulmán, según Averroes, cuadro que se encuentra en su libro Nihayat el Muchtahid…» (Manuel de Nido, «Derecho penal musulmán. Rebelión y bandolerismo», Revista de Tropas Coloniales. Propagadora de estudios hispano-africanos, [Director: Francisco Franco Bahamonde], Ceuta, julio 1925, nº 7, pág. 13.)

«De Marruecos. […] El día 3 darán principio los exámenes de los alumnos de la Academia oficial árabe de Tetuán, presidiendo el tribunal el general Latorre y actuando como vocales el teniente coronel Larin Sans y varios intérpretes y el director de la Academia, capellán castrense, don Carlos Quirós.» (La Vanguardia, Barcelona, miércoles 30 de junio de 1926, pág. 14.)

«Las entrevistas celebradas por El Bakali, con el fin de obtener elementos de juicio acerca de los medicamentos por él empleados han sido varias; la primera fue en el despacho de la Farmacia del Hospital Militar de Tetuán en compañía de su yerno y del citado intérprete; la segunda y sucesivas, en su domicilio particular acompañados del mismo intérprete y del muy laborioso e inteligente profesor de árabe Capitán D. Carlos Quirós, que mostraba grandes deseos por asistir a estas entrevistas, o de Mohamed Medina.» (Joaquín Mas y Guindal, «Sidi Mohamed Ben Hosmi el Bakali y su terapéutica. Confidencias de un celebrado médico moro de Tetuán», Africa. Revista de Tropas Coloniales. Propagadora de estudios hispano-africanos, [Director: Francisco Franco Bahamonde], Ceuta, julio 1928, nº 43, pág. 20.)

«El capellán castrense don Carlos Quirós, director de la escuela árabe de Tetuán, dio una conferencia para oficiales de intervenciones militares, disertando sobre el tema "La guerra santa entre musulmanes". Hizo un acabado estudio histórico filosófico y racial de esta modalidad de la religión musulmana desde un punto de vista sumamente discreto y lleno de enseñanza.» (La Vanguardia, Barcelona, jueves 4 de octubre de 1928, pág. 22.)

«Tetuán, 13, a las 15,30. El Casino Militar de clases de segunda categoría celebró con varios actos la Fiesta de la Raza, dando una interesante conferencia el escritor de la prensa de Tánger don Santos Fernández, quien desarrolló el tema: "Aspecto de la futura política exterior de España". […] —Terminó el primer ciclo de conferencias para oficiales de intervenciones militares, que vinieron de otras zonas, disertando el capellán castrense don Carlos Quirós, director de la Academia Árabe sobre el derecho musulmán y el comandante señor Portillo, sobre la política a seguir en el trato con los indígenas y autoridades musulmanas, justicia y consejos a los interventores para la resolución de los múltiples asuntos que se presentan en las oficinas enclavadas en las líneas avanzadas. Terminado el acto reuniéronse todos los oficiales, obsequiando con una copa de vino español a los que marchan hoy a reintegrarse a sus destinos.» (La Vanguardia, Barcelona, domingo 14 de octubre de 1928.)

«El Diario Oficial del Ministerio del Ejército, publica hoy una Real orden circular en conformidad con la propuesta del Vicario General Castrense, por la que se concede al personal del Cuerpo eclesiástico del Ejército comprendido en la siguiente relación, el premio anual de efectividad que en la misma se señala: Capellanes primeros […] Don Carlos Quirós Rodríguez, Profesor de la Academia de árabe de Tetuán, 500 pesetas por un quinquenio, por llevar diez y ocho años de oficial.» (El Siglo Futuro, Madrid, jueves 17 de enero de 1929, pág. 2.)

«Como resultado de las oposiciones celebradas recientemente han sido nombrados profesores titulares y auxiliares de la nueva Academia de Arabe y Bereber que se fundará en Tetuán, D. Carlos Quirós (Arabe literal), D. Clemente Cerdeira (Religión y Derecho musulmán), D. Cándido Castillejos (Cheiia) y D. Francisco Limiñana (Derecho administrativo). El primer curso se inaugurará el 1º de marzo próximo.» (ABC, Madrid, 7 de febrero de 1931, pág. 49.)

«Orden de 18 de marzo de 1940 autorizando a usar sobre el uniforme la Cruz del Mérito de la Orden del Águila Alemana, de tercera clase, con espadas, a los Oficiales cuya relación empieza por el Capitán don Carlos Quirós Rodríguez y termina con el Alférez don Luis Durillo Taure. […]. Madrid, 18 de marzo de 1940. Yagüe.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, 29 de marzo de 1940, págs. 2139-2140.)

«Ministerio del Aire. Bajas. Orden de 26 de noviembre de 1943 por la que se dispone cause baja en este Ejército, quedando a disposición del de Tierra, de donde procede, el Teniente Vicario de segunda del Cuerpo Eclesiástico don Carlos Quirós Rodríguez. Por haber sido promovido a su actual empleo, en Orden del Ministerio del Ejército de fecha 7 de junio último (Diario Oficial núm. 128) el Teniente Vicario de segunda del Cuerpo Eclesiástico don Carlos Quirós Rodríguez, actualmente destinado en el Aeródromo de Granada, causa baja en este Ejército y pasa a disposición del de Tierra, de donde procede, quedando sin efecto la Orden de 19 de agosto próximo pasado (Boletín Oficial del Aire núm. 102), por la cual se le confirma en el mencionado destino. Madrid, 26 de noviembre de 1943. Vigón.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, 29 de noviembre de 1943, págs. 11466-11467.)

«Convocatorias para hoy. A las siete: En el Instituto de Estudios Africanos (Medinaceli, 4). D. Carlos Quirós, sobre "La adquisición originaria de la tierra en el Derecho musulmán malekita".» (ABC, Madrid, miércoles 23 de marzo de 1949, pág. 18.)

«De sociedad, ecos diversos. Enlace Caveda-Barroeta en la iglesia del Cristo de la Salud. En la iglesia del Santísimo Cristo de la Salud se ha celebrado la boda de la señorita Isabel Barroeta y Bretos, marquesa de la Puebla de Rocamora, con D. Francisco de Caveda y Tejón, apadrinados por el conde de La Granja, tío de la novia, y doña Carmen Tejón de Caveda, madre del novio. La desposada lucía precioso traje de tul adornado con encajes de 'Valenciennes'. Bendijo la unión el R. P. D. Carlos Quirós, coronel castrense del Ejército del Aire y representó al Juzgado D. Rafael de Balbín y Villaverde, fiscal del Tribunal Supremo…» (ABC, Madrid, viernes 16 de diciembre de 1949, pág. 19.)

«Ministerio de Educación Nacional. Orden de 4 de marzo de 1950 por la que se nombra a don Carlos Quirós Presidente del Tribunal de oposiciones a cátedras de Árabe vulgar de Escuelas de Comercio. Ilmo. Sr.: Por renuncia de don Emilio García Gómez, primero, y fallecimiento del señor González Palencia, después, ha quedado vacante la Presidencia del Tribunal designado por Orden ministerial de 14 de enero de 1947 para juzgar las oposiciones a cátedras de Árabe vulgar vacantes en varias escuelas de Comercio, convocadas por Orden ministerial de 14 de noviembre anterior; y en cumplimiento del artículo 12 del Reglamento de oposiciones, este Ministerio ha resuelto designar Presidente efectivo de las mencionadas oposiciones a don Carlos Quirós, académico correspondiente de la Real de la Historia y colaborador del Instituto de Estudios Árabes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Lo digo a V. I. para su conocimiento y efectos. Dios guarde a V. I. muchos años. Madrid, 4 de marzo de 1950. ibáñez martín. Ilmo. Sr. Director general de Enseñanza Profesional y Técnica.» (Boletín Oficial del Estado, Madrid, 21 de marzo de 1950, pág. 1206.)

«Convocatorias para hoy. A las siete: En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Medinaceli, 4), R. P. don Carlos Quirós Rodríguez, "Dinastías bereberes. Los almorávides".» (ABC, Madrid, miércoles 10 de marzo de 1954, pág. 24.)

«La Vanguardia en Madrid. Madrid 10, 12 noche. De nuestra redacción, por teletipo. […] Conferencias sobre un tema africano. Bajo la presidencia del director general de Marruecos y Colonias, coronel Díaz de Villegas, pronunció esta tarde una conferencia en el Instituto de Estudios Africanos el reverendo padre Carlos Quirós Rodríguez, sobre el tema "Dinastías bereberes: los almorávides". Empezó señalando cómo después de las grandes conquistas de los agarenos a costa de Persia y Bizancio, los pueblos sometidos, bien que perfectamente islamizados, tuvieron conciencia de su propio poder y surgieron las dinastías nacionales e indígenas. Una de ellas fue la de los almorávides, pueblo bereber del desierto del sur del Atlas, que logró formar un gran Imperio dentro de cuyos límites quedaban encerrados todo el África del Norte y la España musulmana. Relató después cómo la suerte de las armas entre los bandos cristianos y los musulmanes se decidió a favor de los segundos, y describió la pelea sangrienta por ambas partes, poniendo de relieve por último la esterilidad de esta plena victoria musulmana. El conferenciante fue muy aplaudido.» (La Vanguardia Española, Barcelona, jueves 11 de marzo de 1954, pág. 7.)

«Audiencia civil de S. E. el Jefe del Estado. Madrid, 24. Su Excelencia el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, ha recibido hoy la siguiente audiencia civil: […] don Carlos Quirós Rodríguez, coronel capellán del ejército del Aire, retirado.» (La Vanguardia Española, Barcelona, jueves 25 de noviembre de 1954, pág. 4.)

«Cuando la Academia de Árabe y Bereber, creada en 1929, se transformó en Centro de Estudios Marroquíes, llegó un momento en que el Director, a la sazón D. Carlos Quirós, propuso hacerse cargo de aquellos libros almacenados y organizar una biblioteca que sirviese para sus propios estudios y de utilidad pública. Así se hizo, y los libros que fueron de la Delegación General, a los que se unieron otros procedentes de diferentes organismos oficiales, constituyeron la nueva biblioteca del Centro de Estudios Marroquíes.» (Guillermo Guastavino Gallent, «La acción española en los archivos y bibliotecas de la zona norte de Marruecos», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, tomo LXV, 1958, pág. 147.)

«13 de enero de 1953. En Velintonia. Comento con Aleixandre el asunto del día, el ataque del padre Carlos Quirós contra Emilio García Gómez en la revista Arbor, donde ha publicado una reseña muy dura sobre la versión que ha realizado Emilio de El collar de la paloma, la obra maestra de Ibn Hazm. Versión admirable, que todo el mundo elogia, empezando por Ortega, quien ha puesto un estupendo prólogo al libro. Ataque inesperado de un subordinado a su director en la Escuela de Estudios Árabes de Madrid. Es un nuevo capítulo de la historia del resentimiento español. El padre Quirós, que tiene ya 70 años, aspiraba hace tiempo a ser catedrático de Árabe en la universidad y pidió a García Gómez que le apoyara en sus pretensiones. Pero Emilio no le prometió hacerlo, y le sugirió que debería dejar las cátedras para los arabistas jóvenes. Quirós no se lo ha perdonado y ahora intenta dañar el prestigio científico de García Gómez censurando la versión que éste ha hecho de El collar. Me dice Vicente que Emilio piensa contestar al ataque en la revista Al-Andalus, pues está furioso y ha reaccionado violentamente contra el Opus, en cuyas manos está Arbor, la revista donde ha aparecido la reseña del padre Quirós.» (José Luis Cano, «El Opus y otras censuras», El País, Madrid, 25 de junio de 1985, pág. 13.)

«Esto explica quizá también que el más virulento ataque a la traducción de Emilio García Gómez, y de rebote al propio prologuista, fuera una rastrera crítica de un capellán castrense con pretensiones de arabista, Carlos Quirós. El tono de la crítica –y también, ay, el de la réplica– son una muestra del estilo «intelectual» que se llevaba entonces; un modo zafio que buscaba las entrañas del hombre y siempre parecía que discutía de algo que iba más allá del objeto de la discusión, que estaba cargado de sobrentendidos. En su afán por menoscabar el prestigio de Emilio García Gómez el sacerdote Carlos Quirós llega a acusarle nada menos que de robar libros de la biblioteca de la Escuela de Estudios Árabes, y lo hace en la propia revista del CSIC, Arbor. La reacción del ofendido García Gómez no es manca. Primero, valiéndose de su cargo en la cúpula del CSIC, prohíbe la distribución del número. Segundo, obliga a reproducir su réplica de sesenta páginas –marzo de 1953–, hecho sin precedentes en la historia de Arbor. El tono de la respuesta es desaforado y apunta hacia una supuesta conspiración contra él, que queda reflejada incluso al final del propio artículo, y que nos deja sumidos en la perplejidad sin sacarnos de la ignorancia: «Somos muchos los que sabemos por qué se ha escrito, y por qué se ha publicado… Es un secreto a voces, y por ser un secreto a voces no hace falta decirlo». Este asunto, que por su ingravidez intelectual no alcanza ni la categoría de chascarrillo, puso a Ortega y Gasset en estado de gran preocupación. Entre otras cosas porque Julián Marías, que como siempre estaba rodeado de casullas y aguas benditas, era amigo del tal clérigo castrense, y en carta a su maestro osó calificar la actitud de García Gómez como «patológica», palabra muy de uso orteguiano por otra parte, lo que le sumió en absoluta indignación. A ello hay que añadir que, conforme la relación con García Gómez, por razones de pasado y afinidades, se estrechaba, la de Marías se distanciaba más, agravada por la marcha de éste a Estados Unidos. Lo curioso de esta polémica es que gracias a ella don José Ortega y Gasset escribió una carta a su hijo José (marzo de 1953) en la que calificaba la crítica de «la voz castrense» –ironía orteguiana para definir al capellán militar– como «un ataque totalitario a la posición científico-social» de García Gómez. Hete aquí, pues, que utilizó el término «totalitario», aunque sea en privado y referido a asunto de tan poca monta como las peleíllas entre dos personas interesadas ambas en tener influencia cerca del poder político –eso que Ortega eufemísticamente denomina «posición científico-social»– en todo lo referente a las relaciones con los países árabes.» (Gregorio Morán, El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cultura del franquismo, Tusquets, Barcelona 1998, págs. 365-366.)

«Corrales elevará al Pleno la petición de una calle para el arabista Carlos Quirós. El alcalde ha remitido a los portavoces la solicitud formulada por un familiar. El sacerdote castrense poleso fue profesor, traductor, poeta y estudioso. El alcalde de Siero, Juan José Corrales, elevará al Pleno municipal la propuesta de concesión de una calle de la capital al arabista poleso Carlos Quirós Rodríguez. El regidor ha dado traslado a los portavoces de los grupos una vieja petición de la familia de Quirós, encabezada por su sobrino, el periodista César González-Perabeles Riera. El sacerdote castrense Carlos Quirós Rodríguez (1884-1960), que es hijo predilecto de Siero, fue uno de los arabistas más importantes del siglo XX en España. En los años cuarenta, dirigió los Centros de Estudios Árabes de Tetuán y de Granada y estuvo afincado en Marruecos durante casi tres décadas de su vida. Al abandonar la escuela primaria, Carlos Quirós cursó estudios de latín en la preceptoría de la Pola. De allí pasó al Seminario Conciliar de Oviedo, donde estudió Filosofía, Teología y el plan de estudios de la carrera sacerdotal. Cuando concluyó su formación en el seminario, ingresó en la Universidad Pontificia de Santiago de Compostela, donde obtuvo el doctorado. Quirós se ordenó como sacerdote el 16 de junio de 1908 en la iglesia de San Pedro de Pola de Siero e inició su actividad pastoral como coadjutor en la parroquia de Ceceda (Nava). Fue allí cuando decidió opositar al Cuerpo de Capellanes Castrenses, donde obtuvo la plaza con brillantes calificaciones e ingresó de inmediato en el Ejército. Como militar, alcanzó el grado de coronel capellán jefe, la categoría más alta a la que puede aspirar un sacerdote castrense. Quirós fue un arabista autodidacto y su afición por este tipo de estudios comenzó a la temprana edad de 20 años. Con la llegada de la República y la supresión de los capellanes castrenses, el sacerdote opositó de nuevo y obtuvo la plaza de profesor de Árabe en el Centro de Estudios Marroquíes de Tetuán, del que llegaría a ocupar la dirección. También consiguió el número uno en otra oposición para ingresar en la Sección de Oficiales de Intérpretes vinculados al Ministerio de la Guerra. Aún le sobraría tiempo libre para estudiar Filosofía y Letras y licenciarse en la Universidad de Granada. La labor de Quirós fue premiado y distinguido en los años cuarenta por la Real Academia de la Historia por sus trabajos de investigación, entre ellos, uno referente a los árabes españoles. Quirós también destacó como traductor de pensadores como Averroes, del que tradujo su 'Metafísica', y de escritores árabes. Incluso cultivó la poesía en esa lengua, lo que le valió el preciado galardón de La Flor Natural en los Juegos Florales celebrados en 1922 en Larache (Marruecos) con su trabajo poético 'Canto al Lucus'. Sus obras se encuentran depositadas en diferentes bibliotecas europeas y marroquíes. El periodista poleso César González-Perabeles Riera es productor de Canal Sur Radio en Sevilla y ha trabajado junto a profesionales del prestigio de Carlos Herrera, Marisol del Valle, Joaquín Durán o Valerio Lazarov.» (El Comercio, Gijón, 22 de febrero de 2008.)

Selección bibliográfica de Carlos Quirós Rodríguez

1919 Traducción de Averroes, Compendio de Metafísica, texto árabe con traducción y notas de Carlos Quirós Rodríguez, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid 1919, XL + 307 + 175 págs. Edición facsimilar, con una presentación de Josep Puig Moncada, por Universidad de Córdoba 1998, XXXIV + 307 + 175 págs. Existe facsímil digital disponible libremente en internet.

1935 El poder judicial y la propiedad inmueble en el derecho malekita, Curso de Perfeccionamiento de Interventores, Alta Comisaría de España en Marruecos, Delegación de Asuntos indígenas, Tetuán 1935, 40 págs.

1939 Instituciones de religión musulmana, Alta Comisaría de España en Marruecos, Tetuán 1939, 186 págs. Alta Comisaría de España en Marruecos, Delegación de Asuntos Indígenas, Tetuán 1947, 181 págs.

1942 Instituciones de derecho musulmán (escuela Malekita), Centro de Estudios Marroquíes, Ceuta 1942, 180 págs.

1942 El poder del Islám. Última conferencia pronunciada en el Centro de Estudios Marroquíes durante el curso 1941-42, Centro de Estudios Marroquíes, Tánger 1942, 11 págs.

1952 Poetas hispanoárabes interpretados en verso castellano, Estades, Madrid 1952, 84 págs.

2009 Traducción de Averroes, El libro del Yihad, introducción y edición de Manuel Enrique Prado Cueva, Biblioteca Filosofía en español, Pentalfa Ediciones, Oviedo 2009, 82 págs.

Este libro se presentó en el Club de Prensa Asturiana de Oviedo el viernes 13 de noviembre de 2009.
Intervinieron Gustavo Bueno Sánchez, José Manuel Rodríguez Pardo y Enrique Prado Cueva.

Sobre Carlos Quirós Rodríguez en Filosofía en español

1932 Cómo se preparan los funcionarios españoles para la conquista espiritual de Marruecos

2009 Enrique Prado Cueva, Carlos Quirós: biografía y legado

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