Filosofía en español 
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“Fiesta de la Raza” | “Día de la Raza”

El rótulo “Fiesta de la Raza” para denominar las celebraciones del doce de octubre fue utilizado en enero de 1913, en una hoja difundida por la asociación Unión Ibero-Americana de Madrid, por inspiración de su presidente, el ex-alcalde de Madrid y ex-ministro Faustino Rodríguez San Pedro:

«Fiesta de la Raza. Es aspiración fomentada por la Unión Ibero-Americana, y para cuya realización se propone efectuar activa propaganda en 1913, la de que se conmemore la fecha del descubrimiento de América, en forma que a la vez de homenaje a la memoria del inmortal Cristóbal Colón, sirva para exteriorizar la intimidad espiritual existente entre la Nación descubridora y civilizadora y las formadas en el suelo americano, hoy prósperos Estados. Ningún acontecimiento, en efecto, más digno de ser ensalzado y festejado en común por los españoles de ambos mundos, porque ninguno más ennoblecedor para España, ni más trascendental en la historia de las Repúblicas hispano-americanas. De no haber sido ineludible el amoldarse a la organización oficial de los agasajos que se celebraron en honor de los Delegados ibero-americanos en las fiestas del Centenario de Cádiz, se hubiera celebrado el té con que les obsequió la Unión el día 12 de octubre en vez del 13, pues tal era el propósito de nuestra Sociedad, el de hacer coincidir con esta fecha el honor de recibir en ella a los emisarios ibero-americanos.»

La explicación no pedida buscaba dar cierta solera a una idea que, sin duda, se inspiraba en la campaña que había iniciado José María González (a) Columbia en octubre de 1912, para que las Naciones hispanas celebrasen, como fiesta nacional, el doce de octubre (aunque el periodista ovetense proponía instaurar entre nosotros, en realidad, el “Día de Colón”, que ya venían celebrando yanquis e italianos; pero aun convencido de que usurpaban su iniciativa, hubo de reconocer que de la fórmula “Fiesta de la Raza” era autor el también asturiano Faustino Rodríguez San Pedro). La organización Unión Ibero-Americana, constituida en 1885, celebra por primera vez la “Fiesta de la Raza” el día 12 de octubre de 1914, en una ceremonia en la que estuvo representado el Gobierno de España en la persona del Marqués de Lema, Ministro de Estado. En el discurso que Faustino Rodríguez San Pedro pronuncia ese día, expresa su voluntad de lograr el reconocimiento oficial de la fiesta en España:

«Señor Ministro, señoras y señores: hay un regla, tanto jurídica como de buen sentido, que dice: a lo imposible nadie está obligado. Yo me encuentro, sin embargo, en el caso de faltar a esta regla, porque evidentemente, comprende esta selecta reunión que es imposible hablar sin voz, y yo, no obstante, tengo necesidad de usar de la palabra al conjuro de nuestro dignísimo presidente, el señor Ministro de Estado; y a la vez de este conjuro, me impulsa a ello el tener que cumplir una manifiesta obligación como Presidente de la asociación Ibero-Americana, que os ha convocado con objeto de celebrar por nuestra parte, en la medida y forma que las circunstancias actuales aconsejan, lo que hemos venido propagando constantemente; la conveniencia de que en este día aniversario del descubrimiento de América, celebremos la Fiesta de la Raza Española, que ha tenido providencialmente la fortuna de llevar la bandera de la civilización y del progreso en aquella memorable empresa, realizada por Colón bajo los auspicios de la gran reina Isabel la Católica. (...)
La Unión Ibero-Americana en el día de hoy, por lo mismo no podía sustraerse a la obligación a que la compromete su propia propaganda, correspondida tan brillantemente desde la Patagonia hasta Texas, y aún podría decir que de Texas arriba también, puesto que los propios Estados Unidos, y sin haber sido requeridos propiamente para ello, se asociaron y celebraron como día festivo aquel en que había de celebrarse la efemérides del descubrimiento de América. Por consiguiente, no podíamos menos de celebrar un acto especial, en que procediéramos según habíamos aconsejado a los demás que procedieron, manteniendo firme este propósito, en que hemos de perseverar hasta su entera consecución; el de que sea declarada Fiesta de la Raza oficialmente, como lo ha sido ya en muchos de aquellos países, la de este día, dando motivo con esta mutua significación del lazo que nos une a estrechar más y más en las voluntades y en los espíritus las relaciones de parentesco en que nos hallamos por razón de procedencia, a los que debemos procurar se agreguen, la de la recíproca conveniencia. (...)

El 12 de octubre de 1915 se habría celebrado por vez primera el “Día de la Raza”, en la Casa Argentina de Málaga, si hemos de creer los hechos que recoge Zacarías de Vizcarra:

«Orígenes del “Día de la Raza”. El poeta y periodista argentino Ernesto Mario Barreda, en un largo artículo publicado en La Nación de Buenos Aires el 12 de octubre de 1935, narra sus visitas al puerta de Palos y al convento de La Rábida en 1908, la entrega que hizo de un álbum que la Sociedad Colombina dedicó al presidente de la nación argentina, la fundación de la Casa Argentina de Palos, llevada a cabo por el cónsul de aquella república en Málaga, el entusiasta hispanófilo D. Enrique Martínez Ituño, y la celebrada el día 12 de octubre de 1915 por primera vez con el nombre de Día de la Raza en dicha Casa Argentina.
El documento impreso que cita está encabezado así: «Casa Argentina. –Calle de las Naciones de Indias Occidentales. –Carretera de Palos a La Rábida. –Club Palósfilo. –Hijas de Isabel. –Día de la Raza, 12 de octubre de 1915.» Luego se copian unos versos del mismo poeta Barreda alusivos a las carabelas de Colón y se exponen las razones de la nueva festividad, epilogadas con este apóstrofe a España: «Reunidos en la Casa Argentina los Palósfilos y las Hijas de Isabel en este Día de la Raza, hacemos votos para que con tus hijas las Repúblicas del Nuevo Mundo formes una inteligencia cordial. Y un abrazo fraterno sea el lazo de unión de los defensores de la Ciencia, el Derecho y la Paz.»
Esta iniciativa encontró eco en América, y sobre todo en Buenos Aires, aunque no todos los que allí aplaudíamos la sustancia de la fiesta estábamos de acuerdo con el nombre con que se la designaba.
Con fecha 4 de octubre de 1917, el Gobierno de la nación argentina, con la firma del presidente y de todos los ministros, declaró fiesta nacional el 12 de octubre, dando estado oficial a la afortunada iniciativa particular nacida dos años antes en una Casa Argentina.
Aunque en el texto del famoso y magnífico Decreto del Gobierno nacional no se habla de Día de la Raza ni se menciona siquiera la palabra «raza», sin embargo, la mayor parte de la Prensa se sirvió de aquella denominación, y se tituló «Himno a la Raza» el que compuso para el 12 de octubre del mismo año el patriota español don Félix Ortiz y San Pelayo, y fue cantado solemnemente en el teatro Colón por cinco masas corales reunidas.» (Zacarías de Vizcarra,Origen del nombre, concepto y fiesta de la Hispanidad”, El Español, 7 de octubre de 1944, páginas 1 y 13.)

A partir del 12 de octubre de 1917 el Ayuntamiento de Madrid asume la celebración de la Fiesta de la Raza en la capital de España, de acuerdo con Unión Ibero-Americana, que venía celebrándola en su domicilio desde 1914, dándole patriótico realce junto con unas fiestas populares del Otoño. La vanidad de Hilario Crespo Gallego, el concejal de Madrid que propuso el 12 de octubre de 1916 que ese Ayuntamiento pidiese que la fiesta fuera reconocida como nacional, animador de la correspondiente celebración municipal desde 1917, le hizo terminar creyendo que él, y el Ayuntamiento de Madrid, habían sido los iniciadores de la Fiesta (ver, por ejemplo, la intervención del Alcalde de Madrid, y la del concejal Crespo, el 12 de octubre de 1924) –incluso en 1930 mantuvo en los periódicos una agria disputa epistolar con José María González Columbia, quien, con razones, desmontó sus pretensiones–.

La propuesta inicial de Unión Ibero-Americana –entidad que gozaba del apoyo público–, secundada después por otras instituciones y particulares, fue incorporada en 1918 a la agenda del jefe político de Rodríguez San Pedro y presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura Montaner, de manera que una Ley sancionada por Alfonso XIII el 15 de junio de 1918 declara fiesta nacional el día doce de octubre de cada año, “con la denominación de Fiesta de la Raza”:

«Real decreto. De acuerdo con Mi Consejo de Ministros, Vengo en autorizar al Presidente del mismo para presentar a las Cortes el adjunto proyecto de ley declarando fiesta nacional, con la denominación de Fiesta de la Raza, el día 12 de Octubre de cada año. Dado en Palacio a 8 de mayo de 1918. –Alfonso. –El Presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura y Montaner.
A las Cortes:
Con ocasión del cuarto centenario del descubrimiento de América, en 1892, un Real decreto de 23 de Septiembre, coincidiendo con determinaciones análogas de otros Gobiernos, declaró día de fiesta nacional el 12 de Octubre.
De aquel día data otro Real decreto que Su Majestad la Reina Regente firmó en el histórico convento de Santa María de la Rábida, autorizando la presentación a las Cortes de un proyecto de ley que perpetuase la festividad cívica. Miramientos que en esta conmemoración retraían a España de adelantarse a los Estados iberoamericanos pudieron demorar el proyecto; mas hoy, la mayor parte de ellos tienen ya establecida la fiesta nacional. Como «homenaje a la Nación española y a Cristóbal Colón» la calificó el Congreso peruano, y en reciente fecha el Poder Ejecutivo de la República Argentina declaraba que es «eminentemente justo consagrar la festividad de esta fecha en homenaje a España, progenitora de naciones, a las cuales ha dado, con la levadura de su sangre y la armonía de su lengua, una herencia inmortal.»
No puede faltar nuestra bandera entre las que son izadas en la anual conmemoración. Hemos de atestiguar nuestra correspondencia agradecida a la filial efusión de aquellas Repúblicas, y todavía más hemos de renovar la perenne afirmación de los vínculos que con ellas nos enlazan, y de la hermandad dentro de la cual queremos asistir a sus prosperidades, al tiempo en que procuramos la propia nuestra.
Movido por estas consideraciones, el presidente que suscribe, de acuerdo con el Consejo de Ministros y autorizado por Su Majestad, tiene el honor de someter a las Cortes el siguiente proyecto de ley:
Artículo único. Se declara fiesta nacional, con la denominación de 'Fiesta de la Raza' el día 12 de Octubre de cada año.
Madrid, 8 de mayo de 1918. –El presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura

«Ley. Don Alfonso XIII, por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España;
A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:
Artículo único. Se declara fiesta nacional, con la denominación de Fiesta de la Raza, el día 12 de Octubre de cada año.
Por tanto: Mandamos a todos los Tribunales, Justicias, Jefes, Gobernadores y demás Autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente ley en todas sus partes. Dado en Palacio, a quince de Junio de mil novecientos diez y ocho. –Yo el Rey. –El presidente del Consejo de Ministros, Antonio Maura y Montaner

La celebración del 12 de octubre de 1918 en España, primer día en el que era nacional la “Fiesta de la Raza”, quedó deslucida por la grippe, epidemia que aconsejaba no convocar actos masivos, aunque en Sevilla, por ejemplo, señoritas representando a las repúblicas americanas fueron recibidas en la celebración por una banda que interpretaba la inapropiada por españolísima marcha de Tanhauser.

Es mismo día, en Buenos Aires, Ricardo Monner Sans, nacido en Barcelona en 1853, cónsul de España en Hawai desde 1882, antes de radicarse en la Argentina en 1889, quien ya en 1892 había organizado el primer Homenaje a Cristóbal Colón en Buenos Aires, siempre atento al cuidado y la expansión de la lengua española, pronuncia el discurso conmemorativo del 12 de octubre en la Escuela Argentina Modelo, y lo titula “La fiesta hispanoamericana”, pues le repugna la frase Fiesta de la raza, “ya que hoy, en el siglo XX, no acierto a ver más que una raza, la humana”:

«A mi parecer, y bien puedo andar descarriado en mi raciocinio, el día 12 de octubre de cada año, no es la fiesta de ninguna raza; es, a lo sumo, y ello ya es mucho y grande e interesante para nosotros, la fiesta de la gran familia española, fiesta íntima a la que asociarse pueden todos los pueblos de la tierra, como a las fiestas íntimas de nuestros individuales hogares se asocian cariñosos amigos y aun deferentes conocidos. Apellidar Fiesta de la raza a lo que es sencilla y netamente fiesta de la familia hispanoamericana, se me antojó siempre inadmisible hipérbole, pues pugna con la lógica y con la historia.» (Ricardo Monner Sans, La fiesta hispanoamericana. Discurso en la Escuela Argentina Modelo (12 de octubre de 1918), Buenos Aires 1918, págs. 4-5.)

El 12 de octubre de 1922 se celebró la “Fiesta de la Raza” en Cádiz inaugurando, con asistencia del infante Carlos de Borbón en representación del Rey, el monumento a Claudio López Bru (1853-1925), Marqués de Comillas, así descrito entonces:

«Sobre amplia base de oscuro mármol de Figueras, escalonado, se eleva el monumento, tallado en azulada piedra de Murcia. En la planicie un cóndor se abraza con un león, América y España, en representación heráldica; otro grupo, éste antropomórfico, simboliza a España y América por dos hermosísimas mujeres. Más alto, en mármol de Carrara, está esculpido el busto del marqués. Un medallón laureado muestra la cabeza de Cervantes, el hombre cuyo verbo, después del Evangelio, ha contribuido más a la formación de una raza hispanoamericana, definitiva en la Historia. Un pilar, también de piedra murciana, mantiene el referido conjunto, llevando a su frente la inscripción que contiene el objeto de la obra: Homenaje al Marqués de Comillas, constante propagandista de la Unión Iberoamericana.» [EUI, 1931, Ap2:801.]

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando instituye un premio anual para solemnizar la “Fiesta de la Raza”; en 1927 el tema era: «Escultura colonial de los siglos XVII y XVIII en cualesquiera de las naciones hispanoamericanas, estimándose como cualidad primordial la documentación gráfica aducente al texto.» [Revista de las Españas, 7-8:284-285.]

En la mañana del “Día de la Raza” de 1928 se descubre, en el madrileño parque del Retiro, una lápida, costeada por varias “colonias hispanas” de la Argentina, en homenaje a Hipólito Irigoyen, elegido de nuevo presidente argentino, para recordar que, siendo presidente en 1917, había declarado Fiesta Nacional en Argentina el día Doce de Octubre. Dionisio Pérez glosa entonces, en Nuevo Mundo, “el sentimiento de hispanidad de Irigoyen”.

El Congreso Mariano celebrado en 1929 en Sevilla aprueba “recomendar que el Día de la Raza se haga Mariano por excelencia, con alguna práctica común a España y América” [Lasanta 1943:463].

A finales de los años veinte, el sacerdote español Zacarías de Vizcarra propone en Buenos Aires que debiera utilizarse “Hispanidad”, en vez de “Raza”, en la denominación de la fiesta del doce de octubre. Ramiro de Maeztu, embajador de España en Argentina en 1928 y 1929, recoge en 1931 la propuesta que venía haciendo Vizcarra (“La Hispanidad”); y el 12 de octubre de 1934, en el Teatro Colón de Buenos Aires, en la velada conmemorativa del “Día de la Raza” (denominación impuesta en Argentina por el uso, pues no figura en el decreto de Irigoyen de 1917 que establece la fiesta nacional argentina), pronuncia el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Isidro Gomá Tomás, su “Apología de la Hispanidad”, convirtiéndose la máxima autoridad de los católicos españoles en apologeta de la idea de la hispanidad defendida por Maeztu. Aunque legalmente la “Fiesta de la Raza” no fue renombrada en España hasta 1958 como “Día de la Hispanidad”, de hecho el rótulo Día de la Hispanidad fue sustituyendo al de Fiesta de la Raza desde los últimos años treinta.

Sobre la “Fiesta de la Raza” y el “Día de la Raza” en el proyecto Filosofía en español

1918 El Día de la Raza (El Litoral, Santa Fe)

La Fiesta de la Raza en Madrid y Sevilla (Blanco y Negro)

1919 Programa para conmemorar el día glorioso de la raza en Córdoba (Argentina) (Mercurio Peruano)

La Fiesta de la Raza en Oviedo (El Carbayón)

1920 La Fiesta de la Raza (El Carbayón)

1921 La Fiesta de la Raza (El Carbayón)

La Fiesta de la Raza en Madrid y Rubén Darío (Cosmópolis)

1922 El día de la Raza y el Imperio español (El Carbayón)

1923 La Fiesta de hoy y el Decreto de Irigoyen (El Carbayón) • La Fiesta de la Raza en Madrid (El Carbayón) • Fiesta de la Raza (EUI, 1923, 49:946.)

1924 Festival para conmemorar la Fiesta de la Raza en el Teatro Real de MadridLa Fiesta de la RazaDespués de la Fiesta de la RazaEntusiasmo americanistaLo que ha palpitado en la Fiesta de la RazaLa raza hispana y el Congreso de Sevilla (Eduardo Navarro Salvador)

1926 La Fiesta de la Raza. Una circular del Prelado (El Carbayón) • La Fiesta de hoy (El Carbayón) • La Fiesta de la Raza (El Carbayón)

1928 Dionisio Pérez, El presidente Irigoyen y las colonias hispanas

1930 El Día de Colón y de la PazLa Fiesta de la Raza en GijónSobre la Fiesta de la Raza. A cada uno lo suyo (Columbia) • Sobre el origen de la Fiesta de la Raza (Hilario Crespo) • El origen de la Fiesta de la Raza (Columbia) • Sobre el origen de la Fiesta de la Raza [2] (Hilario Crespo) • La creación de la Fiesta de la Raza (Columbia)

1934 Isidro Gomá y Tomás, Apología de la Hispanidad (Teatro Colón, Buenos Aires)

1936 José Bergamín, Nuestra fiesta de la raza (El Mono Azul, Madrid, 15 de octubre de 1936)

1937 España celebra la Fiesta de la Raza (ABC, Sevilla, 12 de octubre de 1937)

1938 Manuel Azaña crea con motivo de la Fiesta de la Raza Española el Premio España (Gaceta de la República, Barcelona 1 octubre)

1947 Norteamérica y nuestra fiesta del 12 de octubre (Región)

1966 Murió en Oviedo el hombre que creó el “Día de la Raza” (LNE, 14 abril)

→ “Día de la Hispanidad

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