Filosofía en español 
Filosofía en español

Pedro Alberto David Singer  1946

Pedro Singer Ideólogo australiano, adalid de la «Liberación Animal», nacido en Melbourne el 6 de julio de 1946 en el seno de una acomodada familia de ascendencia judía. En los años treinta, tras la anexión de Austria promovida por la Alemania de Hitler, los padres de Pedro Singer tuvieron que abandonar su Viena natal y tomar rumbo al estado australiano de Victoria. Comenzó a estudiar derecho, y más tarde filosofía, en la Universidad Monash de Melbourne. En la segunda mitad de la década del sesenta Pedro Alberto David marcha a la prestigiosa Universidad de Oxford, en la que el joven estudiante recibirá decisivas influencias de Richard Mervyn Hare (1919-2002), a cuyo través se inicia en la lectura de los clásicos de la tradición anglosajona de la filosofía moral (particularmente en la línea utilitarista de Jeremías Bentham o de Juan Stuart Mill, pero también Guillermo Godwin o Enrique Sidgwick). Durante su estancia en el Reino Unido, participó Singer activamente en las algaradas y movimientos estudiantiles en contra de la guerra que mantenían los Estados Unidos del Norte de América contra Vietnam: tal participación habría de quedar inmortalizada en un texto tan de circunstancias como pueda serlo Democracia y desobediencia, de 1973. También en el elitista y confortable entorno oxoniense, Peter Singer entra en contacto con activistas del animalismo tales como el psicólogo Ricardo Ryder, Joanne Bower (miembro por entonces de la Farm and Food Society de Londres), Catalina Jannaway (1915-2003, vinculada a la Vegan Society of the United Kingdom –fundada en 1944–) o los beligerantes estudiantes vegetarianos Richard Kelshen, Roslind Goldovitch y Stanley Goldovitch. Al parecer Singer conoce a estos últimos en el otoño de 1970, según reconstruye el filósofo de Melbourne en los agradecimientos de la primera edición inglesa de su libro Liberación animal:

«En otoño de 1970 yo era un estudiante de postgrado en la Universidad de Oxford. Aunque me había especializado en Filosofía moral y social, no se me había ocurrido –como a casi nadie– que nuestras relaciones con los animales planteasen un serio problema moral. Sabía por supuesto, que se trataba cruelmente a algunos animales, pero suponía que eran abusos accidentales y no una indicación de algo fundamentalmente injusto.
Mi complacencia se turbó cuando conocí a Richard Keshen, también estudiante de Oxford y vegetariano. En una comida le pregunté por qué no comía carne y empezó a contarme las condiciones en que había vivido el animal cuyo cuerpo estaba comiendo yo. Por medio de Richard y de su mujer Mary, mi mujer y yo nos hicimos amigos de Roslind y Stanley Goldovitch, también vegetarianos que estudiaban filosofía en Oxford. A través de las largas conversaciones que tuvimos los cuatro –especialmente con Roslind Godlovitch, quien había elaborado su postura ética con bastante detalle– me convencí de que comiendo animales estaba participando en una forma de opresión sistemática de mi propia especie sobre otras. Las ideas centrales de este libro se derivan de aquellas conversaciones.
Llegar a una conclusión teórica es una cosa, y ponerla en práctica es otra. Sin la ayuda y el aliento que me proporcionó Renata, mi mujer, que estaba tan convencida como yo de que nuestros amigos tenían razón, es posible que aún siguiera comiendo carne, aunque con remordimientos de conciencia.» (Liberación Animal, Trotta, Madrid 1999, página 33.)

Así pues, estas influencias no tardaron en ilusionar al joven estudiante de postgrado en sus hábitos dietéticos, de suerte que, a la altura de 1998, Pedro Singer podía ya aderezar su contribución al libro de Sian Griffiths y Jennifer Wallace, Consuming Passions: Food in the Age of Anxiety, con párrafos como el siguiente:

«Esta receta vegana [esto es, que no contiene ningún producto animal] es muy simple, nutritiva y sabrosa. La consumen a diario cientos de millones de personas. Ingredientes: 1 taza de lentejas rojas, 3 tazas de agua, 1 cebolla cortada, 2 dientes de ajo picados, 2 cucharadas de aceite, 1 bote de kilo de tomates o su equivalente de tomates frescos triturados, 1 rama de canela, 1 hoja de laurel, 1 cucharadita de curry molido al gusto, 50 gramos de crema o leche de coco (opcional), el zumo de un limón (opcional), sal al gusto. En una sartén honda, se calienta el aceite y se fríen la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes. Se añaden las lentejas y se fríen durante uno o dos minutos. A continuación se añade el agua, la hoja de laurel, la canela y el curry, se mezcla todo y se cuece a fuego lento durante veinte minutos, añadiendo de vez en cuando un poco más de agua si va quedando seco. A continuación se añaden los tomates de bote y se los deja cocer diez minutos más hasta que las lentejas estén muy blandas. Se agrega la crema o leche de coco, el zumo de limón y la sal hasta el punto deseado. Se quita la rama de canela y el laurel antes de servir. El producto final no ha de estar apelmazado, por lo que se añadirá más agua si ha quedado demasiado compacto. Normalmente se sirve sobre una base de arroz blanco con algún trozo de lima y una salsa china de mango. Rodajas de plátanos son también un buen acompañante, al igual que los poppadams [panecillos crujientes hindúes]» («Una filosofía vegetariana», en Peter Singer, Desacralizar la Vida Humana, Cátedra, Madrid 2003, págs. 387-388.)

En julio de 1969 Singer alcanza el grado de Master of Arts por la Universidad de Melbourne, con una tesis titulada ¿Por qué debo ser moral? (Why Should I Be Moral?, 246 páginas). A partir de 1970 procura comenzar a hacerse un sitio en el entorno filosófico anglosajón, como lo atestiguan diversos artículos suyos, especializados en cuestiones de ética y filosofía moral, que por entonces empiezan a ver la luz en publicaciones como Philosophical Review, American Philosophical Quaterly o Philosophy and Public Affairs.

En 1975 aparece la primera edición de Liberación animal, obra que muy pronto ejercerá el papel de «manual de formación» de las jóvenes hornadas de activistas del movimiento animalista. En este mismo contexto tiene el mayor interés recordar aquí que este ideólogo australiano tampoco ha desdeñado la lucha activa junto a quienes están empecinados en instaurar tales programas emancipadores de las bestias:

«Utilizando su gran habilidad para dirigir la opinión pública hacia cuestiones prácticas importantes, Singer mostró en las calles de Melbourne, sentado en el interior de una jaula para hacer más vívido su relato, la tortura de las gallinas confinadas de por vida en un espacio que no les permitía erguirse ni cambiar de postura; en otra ocasión fue arrestado en una granja de explotación intensiva de cerdos cuyo propietario era en parte el entonces primer ministro Paul Keating. Como le contó entonces a los medios de comunicación, las pocilgas no dejaban a los animales espacio para volverse y andar libremente, ni les daban acceso a los pastos ni a un lecho apropiado, estando además los cerdos sometidos a constantes mutilaciones, que incluían el corte del rabo, las muescas en las orejas y el recorte de los colmillos. "Dado que Paul Keating es nuestro líder nacional, la condición de sus cerdos es propiamente un asunto nacional."» (Helga Kushe, «La ética práctica de Peter Singer», Introducción a Desacralizar la Vida Humana, Cátedra, Madrid 2003, pág. 22.)

Durante el curso académico 1973-1974 fue Singer profesor visitante del Departamento de Filosofía de la Universidad de Nueva York; en ocasiones ulteriores lo ha sido de universidades como las de Washington, Vancouver, Boulder, Irvine, Roma, &c. Ha ejercido como catedrático de Filosofía en la Universidad Monash, en Melbourne y como director del Centro de Bioética Humana y codirector del Instituto de Ética y Política Pública, instituciones anejas a la Monash University. Además, ha sido coeditor, de consuno con Helga Kushe, de la revista Bioethics. Desde 1999 ostenta Pedro Singer la Cátedra Ira W. DeCamp de Bioética, adscrita al Center of Human Values de la Universidad de Princeton, en los Estados Unidos del Norte de América. Este nombramiento llevó aparejada una estridente controversia, suscitada por el escándalo que la personalidad del nuevo profesor produjo en los diversos grupos Pro-Vida, ante todo como resultas de sus propuestas sobre la eutanasia, la eugenesia, el aborto e incluso el infanticidio. Steve Forbes, el filantrópico millonario estadounidense, llegó incluso a amenazar con la retirada de sus generosas dádivas a la Universidad princetoniana, caso de hacerse efectivo el ingreso de Singer en el claustro de esta institución universitaria de la ciudad de Nueva Jersey.

«En 1999 parecía como si la historia se repitiese, aunque afortunadamente esta vez la libertad de pensamiento ha triunfado. La prestigiosa universidad de Princeton había buscado por todo el mundo al ético aplicado más eminente para cubrir su nueva cátedra DeCamp de Bioética. La elección había recaído finalmente en Peter Singer, por entonces director del Centro de Bioética Humana de la Universidad de Monash, en Australia. Nada más conocerse la decisión los grupos antiabortistas ejercieron una feroz presión sobre la universidad para que anulara el nombramiento. Incluso el millonario y candidato presidencial Steve Forbes amenazó con retirarle sus generosas subvenciones. De todos modos la universidad no se dejó amedrentar y ratificó el nombramiento. Desde 1999 Peter Singer ocupa su cátedra en Princeton. Cansado de ser atacado por gente que nunca ha leído sus libros, artículos y argumentos y que falsea sus posiciones decidió publicar una antología de varios textos breves pero esenciales extraídos de sus diversas obras que facilitase al público la tarea del acercarse a su pensamiento.» (Jesús Mosterín, «La ética se remanga», El País, 11 de mayo de 2002.)

«–P. El millonario Steve Forbes juró que congelaría sus donaciones a la Universidad de Princeton hasta que ese centro se deshiciera de usted. ¿Por qué? –R. No estoy muy seguro de que valga la pena entrar en eso. Por la época en que me nombraron profesor en Princeton (1999), Forbes aspiraba a salir elegido candidato a la presidencia por el Partido Republicano. En su calidad de miembro de la junta directiva de la Universidad de Princeton, se volvió vulnerable a los ataques por mi nombramiento (al que no se opuso cuando se debatió el tema en la junta). Sospecho que eso es lo que le indujo a atacarme, y a decir que no pensaba donar más dinero a la universidad mientras yo permaneciese en ella. Pero no creo que nadie hiciese mucho caso de esa amenaza.» (Javier Sanpedro, «Peter Singer: prefiero investigar con un embrión humano que con una cobaya», El País, 11 de mayo de 2002.)

Pedro Alberto David Singer, es, por lo demás, autor o coautor de numerosos manuales, libros, artículos, antologías, &c., dedicados al tratamiento de las cuestiones más candentes de la filosofía moral y la bioética. Mencionaremos, de entre los más significativos, Liberación animal (1975), Ética práctica (1979), En defensa de los animales (1986), Ética para vivir mejor (1993), Repensar la vida y la muerte (1994), Una izquierda darwiniana (1999), Ehics into Action: Henry Spira and the Animal Rights Movement (1998), &c. En marzo de 2003 publicó Pushing Time Away. My Grandfather and the Tragedy of Jewish Vienna, libro en el que perfila la biografía de su abuelo, el psicoanalista austríaco David Ernesto Oppenheim (1881-1943).

Desde 1993 Pedro Singer ha venido presidiendo la plataforma animalista conocida como «Proyecto Gran Simio» (Great Ape Project), además de figurar como máximo responsable (junto con la ideóloga italiana Paula Cavalieri) en la edición del libro homónimo. En razón de tales publicaciones y actividades, el autor de Liberación animal, es en ocasiones considerado por algunos de sus más acérrimos partidarios españoles (siempre ansiosos de modelos que escriban en inglés), como la máxima autoridad en el campo de la «ética práctica» y de la «moral aplicada».

«Hasta la llegada de Peter Singer a la palestra, gran parte de la ética académica estaba aquejada de un grado extremo de abstracción e irrelevancia. Los filósofos de tradición idealista planteaban su temática en función de un reino de espíritus puros; los de tradición analítica limitaban el alcance de la ética al estudio del significado de los términos morales. Ni unos ni otros se manchaban las manos hurgando en los dilemas éticos que planteaba la sucia realidad contemporánea. Singer ha sido el primer filósofo moral de talla en remangarse y en bajar la ética del mundo ideal al mundo real. Está reconocido como el fundador de la ética práctica o ética aplicada, que incluye la bioética, como atestiguan sus numerosas obras, como Practical Ethics (Ética Práctica) y recopilaciones como A Companion to Ethics (Compendio de Ética ) y A Companion to Bioethics (Compendio de bioética).» (Jesús Mosterín, «La ética se remanga», El País, 11 de mayo de 2002.)

«Singer es la antítesis perfecta del filósofo encerrado en su torre de marfil, desvinculado de los problemas reales del mundo, y dedicado a divagar en un lenguaje dificilísimo sobre cuestiones que no preocupan a nadie. Todos sus libros tratan sobre temas sobre los que es necesario pensar. Necesario e inevitable.» (Paula Casal, «Presentación», en Peter Singer, Liberación Animal, Trotta, Madrid 1999, pág. 12.)

Bibliografía de Pedro Alberto David Singer en español

Sobre Pedro Alberto David Singer

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