Filosofía en español 
Filosofía en español


En la Escuela de Hostelería

(Madrid, 16 de enero de 1945.)

Camaradas: La inauguración de esta Escuela de Hostelería es una muestra de la magnífica acción formativa que desarrolla la Delegación Nacional de Sindicatos. Hay aquí en el servicio de una necesidad social la satisfacción de un anhelo de tipo nacional. Porque si se sirve a la justicia facilitando a los trabajadores los medios para elevar el nivel y la categoría profesional de sus vidas, se hace Patria adiestrando un grupo de expertos cuya futura acción supone un alza de clase en la Hostelería nacional.

Como siempre, lo social y lo nacional que cuando se falsean se separan, cuando se persiguen con sinceridad se identifican. En vosotros camaradas aprendices no sólo puede hacerse compatible, sino que tiene que ser inseparable, esta unidad natural de vuestro legítimo interés individual y vuestro orgullo español de formar técnicamente a la par –mejor dicho a la cabeza– de los profesionales de Europa. Nosotros tenemos excepcionales calidades humanas en todas las ramas del esfuerzo, y la falta de posibilidades materiales para que los hombres desarrollen sus aptitudes determina con frecuencia nuestra escasez de especialistas. Esta inteligente directriz del Sindicato falangista –de la que esta Obra es una lograda concreción– viene a facilitar aquellas posibilidades. Queremos resucitar en estos nuevos grupos de trabajadores formados con arreglo a la técnica profesional más moderna, el viejo sentido de entender el trabajo de nuestros viejos gremios que es orgullo de la propia destreza, amor a la propia profesión y legítima vanidad del trabajador artista que se recrea en la perfección de sus servicios.

Tenéis a vuestro frente un camarada, condecorado por sus méritos con la Medalla del Trabajo, que debe ser para vosotros ejemplo, porque es un obrero español que venció sin estas ayudas cara a cara en áspera lucha por la vida.

No quiero terminar sin expresar mi simpatía a los trabajadores empresarios que tan generosamente han contribuido a la creación de esta Escuela. Porque para nosotros, a quienes tantas voces tachan de clasistas –extremistas en lo social– porque no estamos conformes con ese viejo sentido limosnero y ocasional de entender la justicia –del pobrecito obrero y los donativos de calderilla– la mayor alegría es poder estrechar sinceramente a unos españoles la mano y decirles: No hagáis caso de los avarientos. Este es el camino de la hermandad; la obra social estable y eficaz en la que porque servís el interés de vuestros hombres y el vuestro propio, rompéis una lanza por España.

¡Viva Franco! ¡Arriba España!

 
(Madrid, 16 de enero de 1945.)