Filosofía en español 
Filosofía en español

Raúl Castro

 
Conclusiones del Comandante Raúl Castro Ministro de las FAR en la Segunda Reunión de Organización del PCC en las FAR.

Para el estudio de los militantes del Partido y la UJC en el MININT
 

CONCLUSIONES DEL COMANDANTE RAÚL CASTRO MINISTRO DE LAS FAR EN LA SEGUNDA REUNIÓN DE ORGANIZACIÓN DEL PCC EN LAS FAR
SEPTIEMBRE 27 DE 1970
 

Queridos compañeros:

Permítanme concluir esta gran reunión con un pequeño discurso. Durante estos tres días en las plenarias y las comisiones se ha trabajado intensamente.

En el transcurso de ese tiempo fueron agotados todos los temas que abarcaban la discusión del Informe Central y los Reglamentos del Partido y de los Organismos Políticos, de la Unión de Jóvenes Comunistas y de Documentación.

En esta II Reunión Nacional de Organización del Partido en las FAR fueron escuchadas y debatidas todas las ideas, se profundizó en los temas que requerían mayor análisis y en general se adoptaron los mejores acuerdos; esto se produjo por la amplia participación de los delegados, dentro del marco de la más absoluta democracia interna del Partido.

Por tal motivo se ha logrado plenamente el propósito de esta reunión: estudiar los métodos y objetivos del trabajo político en las FAR.

No obstante, leyendo las intervenciones, a través de las notas taquigráficas tomadas en las diferentes comisiones de trabajo, es fácil percatarse de una simple ojeada de gran parte de las deficiencias que aún tenemos:

—Todavía hablamos mucho y concretamos poco, y a veces por cuestiones de detalles nos apartamos de lo fundamental, incluyendo casos aislados que pretendieron presentarse como generalidades. (Hay quienes dicen injustamente que los comunistas hablamos mucho y desgraciadamente a veces les damos la razón).

—Aún se detectan algunas confusiones sobre temas de vital importancia de la vida del Partido en las FAR.

—Aún se nota poco dominio de algunos aspectos tratados.

—Y en algunas cuestiones teóricas elementales de nuestra ideología revolucionaria se ha profundizado poco.

Aún es largo el camino que nos queda por recorrer para alcanzar la madurez.

Pero estas deficiencias no nos sorprenden, ni mucho menos podrán amilanarnos, porque nos indican hacia dónde debemos dirigir nuestros esfuerzos principales.

A su vez, los datos presentados en el Informe Central de la Dirección Política, con un breve recuento desde la construcción del Partido hasta nuestros días, demuestran lo mucho que hemos avanzado.

Baste recordar que próximamente hará 7 años que iniciamos la construcción del Partido, que estuvo llevándose a cabo durante 3 años y aún no habíamos concluido al 100% esta tarea, cuando se hizo imprescindible la I Reunión Nacional de Organización en febrero de 1966, hace poco más de 4 años. Podemos decir, que como promedio, el Partido tiene unos 5 años de vida en nuestras FAR.

Durante todo este tiempo, se ha ido cumpliendo paso a paso, teniendo en cuenta las realidades nacionales y el grado de nuestro desarrollo, la estrategia que habíamos trazado para el cumplimiento de esta misión.

¿Y qué hemos logrado?, no voy a referirme a la enorme ayuda que en todos los aspectos ha significado el Partido en la vida de las FAR, sino al Partido y la UJC como tales.

En primer lugar, contamos con una enorme masa partidista que casi alcanza los 50 mil militantes y conociendo todos nosotros con el rigor y la seriedad con que es discutido un aspirante al Partido o a la Juventud, la cifra es respetable, no sólo por la cantidad sino también por la calidad, en sentido general, de sus miembros.

Es verdaderamente alentador que de toda nuestra joven oficialidad, el 70% forma parte del Partido y de la Juventud. Sin contar los organismos políticos ni las comisiones adjuntas; los núcleos y Burós, comités de base y de dirección, suman 5.804 organizaciones del Partido y la Juventud.

A esta cifra hay que añadir 3.691 brigadas rojas que agrupan en su seno 81.521 brigadistas, que como decía el Informe Central “han llevado a cabo un gran volumen de tareas y a la vez han servido de fértil cantera para el crecimiento de la Juventud”. Cuando comenzamos, apenas teníamos unos cuantos cuadros políticos; en la actualidad el completamiento de las plantillas es de un 76% y con la próxima graduación del actual curso de la Escuela Política y el perfeccionamiento de la estructura orgánica de las FAR, para fines del presente año, tendremos aproximadamente el 100% de completamiento de los cuadros políticos, con los desniveles culturales conocidos, pero con una buena experiencia.

Estos datos globales que les estoy ofreciendo han sido el fruto de estos años de trabajo político en las FAR.

Todo esto constituye en su conjunto un tenaz, constante y modesto trabajo, es el resultado de la labor de todos, y como señalara el Informe Central “sabemos valorar el esfuerzo que se ha llevado a cabo por los Jefes, organismos políticos y organizaciones del Partido y la UJC”.

Si nos preguntaran si hemos alcanzado el objetivo deseado, contestaríamos que no, que aún falta un largo trecho por recorrer.

Pero si nos preguntaran qué opinión tenemos del esfuerzo que se ha realizado y del resultado del mismo hasta la fecha, sin vacilar, creo que todos tenemos que convenir, que del esfuerzo y del resultado del trabajo político en las FAR durante ese tiempo, nos sentimos satisfechos.

Hemos alcanzado una meta en el camino, hemos hecho un alto para el balance necesario e inmediatamente nos lanzaremos detrás de otra meta.

En una palabra: acabamos de concluir una etapa, que independientemente de las deficiencias aún existentes, constituye una base sólida sobre la que continuaremos construyendo con plena confianza.

Convencidos de que el trabajo político-partidista es el medio más importante para la formación de la conciencia de nuestros combatientes, cuyo papel y significado crece constantemente en la lucha que libramos por la defensa y construcción del socialismo en nuestro país y sabiendo que del convencimiento ideológico, de la moral combativa y de la firme convicción de los combatientes en la justeza de nuestra lucha y objetivos, depende en gran medida la resistencia y la victoria sobre nuestros enemigos; debemos trabajar permanentemente por la elevación del papel y la influencia de las organizaciones del Partido en todos los aspectos de la vida y actividad de las FAR. Para lograr este objetivo, es necesario que empecemos por llevar a cabo, cada uno de nosotros, una intensa vida del Partido, educándonos y ayudando a educar a los demás en los deberes de un militante comunista.

Todos tenemos que trabajar ardientemente por la plena aplicación del centralismo democrático y muy especialmente por la democracia interna del Partido.

Nunca olviden que quien no tiene donde plantear un problema, evacuar una duda o hacer una crítica, habla donde no debe o con quien no le corresponde. Si no habla, piensa con amargura que no tiene dónde acudir. Estos males sólo se evitan cuando cada cual sabe dónde puede acudir para plantear el problema; educarnos y ayudar a educar a los demás a que planteen los problemas observando las reglas de lugar, tiempo y forma. O sea: en el lugar indicado, en el momento oportuno y con la forma correcta.

El principio dirigente de la estructura orgánica del Partido es el centralismo democrático que significa:

1) Carácter electivo de todos los órganos dirigentes del Partido desde los niveles inferiores hasta los superiores.

2) Rendición de cuentas periódicas de los órganos del Partido ante sus organizaciones y órganos superiores.

3) Observación rigurosa de la disciplina partidista, obligatoria para todos los miembros del Partido.

4) Subordinación de la minoría a la mayoría.

5) Cumplimiento obligatorio e indiscutible por loa órganos inferiores de las decisiones de los órganos superiores.

Además del amplio espíritu democrático, esta II Reunión Nacional de Organización, se caracterizó por el debate y posterior aprobación unánime por parte del Pleno de los acuerdos relativos al ejercicio de la crítica.

Todos nosotros debemos trabajar por la más completa aplicación de este principio, de acuerdo a la forma establecida en el Reglamento, cuyas partes fundamentales deseo repetirles: “El ejercicio de la crítica y autocrítica en el seno del Partido tiene una particular importancia, considerando el papel que ésta juega en el mismo para la educación y formación marxista-leninista de todos los miembros.

Las organizaciones del Partido están en el deber de enseñar y educar a todos sus miembros en la correcta utilización y comprensión de la crítica, basándose en el concepto del Comandante en Jefe de: “combatir los defectos y no a los hombres”. La crítica debe ser ejercida oportunamente, no siendo necesario esperar la celebración de las reuniones para plantearlas.

No se pueden criticar las órdenes y disposiciones de los Jefes. Cuando el militante considere que por la importancia o reiteración del error cometido, la crítica debe ser conocida por todos los compañeros del núcleo, formalizar la misma en la reunión ordinaria más próxima o en reuniones extraordinarias que se convoquen al efecto.

Las organizaciones del Partido deben proceder en su vida diaria al análisis de todos los factores que afectan la aplicación de los reglamentos, directivas y disposiciones existentes, detectarán los incumplimientos y violaciones y criticarán a los responsables de los mismos.

Todo miembro del Partido tiene derecho a criticar y por ende, en el seno del mismo nadie está exento de ser criticado.”

Compañeros:

A la vista de lo que hemos analizado, podemos asegurar que en nuestras FAR tenemos un Partido cuantitativamente grande y cualitativamente bueno, con militantes capaces de los mayores sacrificios, de incluso morir cumpliendo cualquier misión en defensa de la Patria Socialista, en defensa de las ideas del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario.

Podría alegarse que la simple enumeración de estos factores es suficiente, pero aún carecemos en muchos casos del desarrollo teórico necesario para defender el marxismo-leninismo también en el campo de las ideas. Siendo éste un terreno de lucha que no debemos subestimar interna o externamente.

Son frecuentes las muestras de diversionismo ideológico que aparecen en el extranjero destinadas a minar las ideas del marxismo-leninismo y en algunos casos el apoyo de las masas populares de esos países a nuestra Revolución. A veces esas mismas ideas, entran en nuestro país como mercancía de contrabando y desdichadamente en ocasiones encuentran eco en círculos reducidos, por ignorancia política o fatuidad más que por cualquier otra cosa, originando manifestaciones que pretenden ser revolucionarias y son realmente ajenas al marxismo-leninismo; expresiones que constituyen una mezcla de pobreza ideológica y petulancia intelectual muy distante de las ideas de la Revolución.

El marxismo-leninismo es una ciencia, no una especulación. No existen “varios marxismos-leninismos”. Cualesquiera que sean las cuestiones secundarias puestas a investigación y debate en los círculos revolucionarios, el marxismo ofrece un fondo de verdades incontrovertibles que han sido probadas hasta la saciedad en el terreno de las ciencias y en el de la lucha social. La Revolución abre el campo de la investigación científica en todas las direcciones y no intenta amputar ningún esfuerzo seriamente concebido. Pero una cosa es investigar y otra es aprovechar conocimientos –casi siempre mal digeridos– para socavar con especulaciones irresponsables las bases de nuestra ideología. Sobre todo es necesario aclarar que esas especulaciones, como las que aparecen con frecuencia en las páginas de la revista “Pensamiento Crítico”, no constituyen, por supuesto, la expresión de los criterios de nuestro Partido.

La aclaración además, es necesaria, por cuanto existe la confusión en algunos compañeros que nos han preguntado si la publicación mencionada constituye el órgano teórico del Partido. Nosotros hemos conocido directamente algunas experiencias de este tipo. Tenemos, en el Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas, centenares de oficiales estudiando en aulas universitarias distintas carreras. En más de una ocasión, hasta nosotros han llegado las inquietudes de estos compañeros, muy especialmente los de Ciencias Políticas, sobre planteamientos realizados por algunos profesores, de confuso carácter ideológico cuando no absolutamente contrarios al marxismo o irrespetuosos a la autoridad de sus fundadores gloriosos. Hace aproximadamente un año nosotros teníamos en la mano un caso concreto, esto lo comuniqué personalmente a las autoridades de la Universidad de La Habana. Pero todavía hace algunos días transitando por un despacho, nos hemos encontrado a un compañero oficial que trabaja directamente con nosotros y estudia en la Universidad, esta vez en la Escuela de Ciencias Jurídicas, dedicado al estudio de un artículo de la mencionada revista, de carácter contradictorio y revisionista, que se le había recomendado en el aula por un profesor.

Se ha llegado en determinados círculos a extremos ridículos a los que sólo puede llevar el intelectualismo desarraigado de la realidad y una buena dosis de autosuficiencia.

A las “interpretaciones” y “versiones” de Marx y Engels, tan pomposas como superficiales, se unen hechos increíbles como el de recomendar el estudio del proceso revolucionario de Octubre prescindiendo de Lenin, negándolo, utilizando a veces las versiones de tránsfugas de las ideas revolucionarias, enemigos del socialismo y de la Unión Soviética.

Esto es ni más ni menos, como si a alguien se le ocurriera explicar la Revolución Cubana sin acudir a los discursos y las intervenciones de nuestro Comandante en Jefe, y como si fuera poco, fueran a estudiar la Revolución Cubana a través de los libros de nuestros detractores, de nuestros enemigos. Lo que hay que hacer es estudiar a Marx, estudiar a Engels, estudiar a Lenin y no criticarlos. Seguir lo que Fidel nos ha enseñado. Recordemos sus palabras el pasado 22 de abril, en el discurso conmemorativo del Centenario del nacimiento de Lenin. Decía así:

“Creemos sinceramente que estudiar la vida de Lenin, estudiar el pensamiento de Lenin, las doctrinas de Lenin y el ejemplo de Lenin constituye no un homenaje sino una conveniencia, un beneficio para los pueblos.

El homenaje a Lenin se le puede brindar con el sentimiento. Pero cuando se estudia su obra y su vida, cuando se estudia su pensamiento y su doctrina, los pueblos adquieren lo que pudiera llamarse verdadero tesoro desde el punto de vista político.

Y creemos que este magnífico movimiento alrededor del Centenario de Lenin debe proseguir en el estudio de la vida y de la obra y de la doctrina de Lenin.”

Continuaba Fidel:

“Esos criterios, esas obras, son numerosas. Algunas son más circunstanciales, otras son de un valor perenne, de un valor duradero, de un valor eterno. Pero prácticamente no hay una sola palabra, un solo escrito de Lenin que no tenga un valor por sí mismo. Y creemos que debemos hacer un esfuerzo por continuar imprimiendo, divulgando, y estudiando las obras de Lenin”, concluyó Fidel.

Estas palabras no dejan lugar a dudas.

Sin embargo, quienes sustentan posiciones teóricas inadmisibles cierran todo oído a la crítica. A quien les haga una objeción le instalan inmediatamente en el campo de los “dogmáticos” y se dan por satisfechos. Cuando se les indica que sus planteamientos coinciden con los que fuera de Cuba mantienen conocidos enemigos de la Revolución, responden que razonar así es seguir un “método policiaco”. Bueno pues digan lo que digan, hay que señalarles con toda claridad que esas posiciones son contrarias a lo sustentado por nuestro Partido.

Se ha pretendido corregirle la plana a Marx, a Engels y a Lenin abordando sus obras capitales con el desenfado propio de la superficialidad y la más increíble vanidad.

Esta actitud, que, a veces se trueca en la típica de los “perdonavidas”, va acompañada de estudios y adiciones para completar, supuestamente, lo que se le olvidó a aquellos genios.

Se ha faltado el respeto más elemental a los fundadores de nuestra ideología y los que tal han hecho, penosamente, se han faltado el respeto a sí mismos.

A veces nos preguntamos al conocer ciertos pronunciamientos formulados en Cuba y en el exterior, ¿cuál es el socialismo que le viene bien a esta gente? y nos respondemos que tal vez sea el que no existe, el que no ha triunfado en ninguna parte. Mucha gente esconde su ojeriza al campo socialista y muy específicamente a la Unión Soviética (aplausos), tras un perfeccionismo y purismo que nada tiene que ver con las realidades de la vida y de la historia. Son los que, como dijo Fidel, en el discurso mencionado, no quisieran perdonar a la Unión Soviética su existencia y quisieran una Unión Soviética modelada a su imagen peregrina, a sus idealizaciones ridículas.

Nosotros somos ardientes partidarios de lo mejor que pueda existir, pero para mejorar una situación, primero hay que crearla. Y existe una realidad en el mundo que nadie que se precie de poseer un espíritu revolucionario o dos dedos de frente puede desconocer: los imperialistas yanquis son los enemigos mortales de los pueblos del mundo. Ellos y sus aliados, lacayos y títeres libran una descomunal batalla, sangrienta y agresiva, contra los pueblos que se han liberado y luchan por liberarse. Directamente, de frente a esa coalición reaccionaría, se alzan los países del socialismo, aún con todas sus imperfecciones, incluyendo dentro de éstas, las propias nuestras.

Es justo reconocer que en el reducido grupo de los que se dedican a estas lucubraciones, hay compañeros estudiosos, inteligentes, jóvenes en su mayoría, cuyo interés merecía emplearse en una dirección correcta. Es necesario decir además que nuestro Partido, ocupado en tareas inmediatas, no ha podido atender éstos temas debidamente y algunos de estos compañeros se han sumergido en especulaciones sin que se discuta y se les oriente.

Pero peor aún: es que esas ideas de las que ellos son portadores, en muchos casos se las están enseñando a sus alumnos.

Dicho esto, debemos aclarar, que la Revolución no es un debate académico interminable. La ideología que se estudie y se enseñe en nuestro país no puede ser otra que la que sustenta nuestro Partido, el marxismo-leninismo. Somos partidarios de la confrontación de ideas que redunde en resultados útiles y esclarecedores –y esta reunión que concluimos es el mejor ejemplo de ello–, pero no de que bajo el rótulo de marxismo-leninismo pretenda exhibirse todo lo que es realmente contrario al mismo. Por estas razones es que los comunistas debemos ahondar en el marxismo-leninismo y librar cuantas escaramuzas se nos presenten en el campo de las ideas.

No deseo que estas palabras sean interpretadas como un ataque particular a nadie. Sencillamente hicimos uso de la misma libertad que emplearon ellos para exponer sus ideas tranquilamente y durante años sin que nadie los “molestara”, pero además, nosotros tenemos el deber de orientar a nuestros militantes (aplausos).

Compañeros delegados e invitados:

En la actualidad confrontamos dificultades en distintos aspectos de la vida nacional como ha explicado el compañero Fidel.

En esta situación el Partido en las FAR debe exigir de sus miembros la mayor cohesión y el más alto espíritu de trabajo, la decisión de desplegar el más grande esfuerzo para salir victoriosos. En la lucha por vencer las dificultades existentes, las FAR, junto a nuestros obreros y campesinos, junto a todo el pueblo, son un firme baluarte, nucleados alrededor de nuestro Partido y nuestro Comandante en Jefe (aplausos).

Por su parte el imperialismo no deja de trabajar contra nosotros. El gobierno de Nixon que ha superado el grado de criminalidad de sus antecesores de la Casa Blanca, que ha extendido la guerra en Indochina, amenaza al mundo árabe, colabora en la masacre de los palestinos, maniobra contra el pueblo chileno y asume una descarada actitud intervencionista en todas partes; nos agrede a través de infiltraciones y lleva a cabo provocaciones de todo tipo; se vale para unas empresas de los mercenarios, para otras, de algunos de sus títeres latinoamericanos sin descansar un minuto en su guerra contra Cuba. Nosotros no podemos aspirar a tregua alguna. Nuestro deber sencillamente, es seguirnos preparando y mantenernos listos para resistir victoriosamente cualquier agresión imperialista.

En este punto queremos hacer llegar nuestro saludo y felicitación a los compañeros del Ejército y el Ministerio del Interior de la provincia de Oriente, a los milicianos y, sobre todo, al pueblo de Baire por el rápido aplastamiento de la banda de mercenarios que se infiltró en días pasados (aplausos). A ellos, que mantienen la defensa de la Patria precisamente en la provincia donde el imperialismo tiene como un puñal contra nuestro país, la Base Naval de Guantánamo, foco de innumerables provocaciones y agresiones, y que la mantiene contra la voluntad absoluta de nuestro pueblo, les enviamos nuestra más sincera y firme felicitación combativa. La actitud asumida por ellos ha de ser en   todo momento la de nuestras FAR y de todo nuestro pueblo: luchar heroica y tenazmente hasta liquidar toda agresión enemiga que se realice contra nuestro país (aplausos).

Sirvan estas palabras para dejar concluido este evento no sin antes señalar que podemos sentirnos satisfechos tanto por los resultados de la misma como por el clima en que se ha desarrollado.

Finalmente, queremos expresar nuestro agradecimiento a todos los compañeros y compañeras que han trabajado en los diversos aseguramientos y en la organización de esta Reunión.

Ahora lo más importante es llevar a la práctica los acuerdos que aquí se adoptaron; convirtamos estos principios en actividad diaria en nuestras unidades para ser dignos militantes del Partido de Mella, de Camilo Cienfuegos, del Che, del Partido de Fidel.

 

¡VIVAN NUESTRAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS!
(aplausos y gritos de Viva)

¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA!
(aplausos y gritos de Viva)

¡VIVA NUESTRO COMANDANTE EN JEFE!
(aplausos y gritos de Viva)

¡PATRIA O MUERTE!
(gritos de Venceremos)

 

dirección política
M I N I N T

[ Versión íntegra del texto contenido en un opúsculo impreso de 16 páginas más cubiertas publicado en Cuba en 1970. ]