Emeterio Valverde Téllez (1864-1948) · Crítica filosófica o Estudio bibliográfico y crítico de las obras de Filosofía escritas, traducidas o publicadas en México desde el siglo XVI hasta nuestros días (1904)
Capítulo IX
Ediciones de las obras de Balmes y de otros apologistas católicos
ADA nación, como es natural, produce sus propios ingenios, y éstos, por lo común, se cultivan, se orientan, o se extravían, según las escuelas que frecuentan o los autores que leen. Los sabios de primer orden son en el mundo de la inteligencia, como otros tantos soles que constituyen diversos centros en cuyo derredor giran los astros, o sean los talentos que quieren participar de su luz. Así se han formado y se forman los partidos filosóficos. En nuestra República ha tenido gran ascendiente Balmes, el gran filósofo del sentido común, el inmortal autor de El Criterio. Sus obras han sido leídas siempre con entusiasmo y provecho, principalmente por todos los pensadores y publicistas católicos, y aún han servido de texto en algunos colegios. No obstante los numerosos ejemplares que de los escritos de Balmes nos han venido de España y de Francia, aquí en México se han publicado casi todas sus obras. Vamos, pues, a dar noticia de esas ediciones, siquiera sea a título de curiosidad bibliográfica; de algo servirá; porque atravesamos un tiempo en que todo dato se recoge con avidez, para que no quede trunca la historia de cualquiera ramo de los conocimientos humanos.
1º. En El Católico, año 1846, se publicó mucho de [120] La Sociedad (Barcelona 1843) por ejemplo, los magníficos artículos de Balmes sobre La Frenología, y la brillante Biografía de O'Connell.
2º. La elegante tipografía de R. Rafael, que estuvo en la casa núm. 13 de la calle de Cadena, y en donde se editaron tres de nuestros mejores periódicos, El Católico, El Ilustrador Católico y El Observador Católico, imprimió en 1846, El Protestantismo comparado con el Catolicismo; –en 1847, las Observaciones sociales, políticas y económicas sobre los bienes del clero; –en 1850, las Poesías póstumas, de Balmes.
3º. En 1847, se hizo una edición de El Criterio en la imprenta de D. Mariano Arévalo, núm. 12 de la calle el Puente de San Dimas, donde se editó el tercer tomo de El Católico.
4º. El establecimiento tipográfico de La Voz de la Religión, que estuvo situado en la calle de San José el Real, núm. 13, dio a la estampa en 1846 el Curso de Filosofía Elemental, que comprende Lógica, Metafísica, Ética e Historia de la Filosofía; –en 1850, la Noticia histórico-literaria del Doctor Don Jaime Balmes, Presbítero, su autor Don Buenaventura de Córdoba, a la que precede un retrato del ilustre catalán y el facsímil de su firma; –en el mismo año y en dicha imprenta, se publicó la Selecta Colección de los escritos del Doctor Don Jaime Balmes.
5º. La Librería de El Siglo XIX, calle de Plateros número 1, hizo en 1850 la publicación de la Lógica.
6º. El periódico Variedades de la Civilización, impreso por D. Juan N. Navarro, calle de Chiquis núm. 6, años 1851 y 1852, dio cabida en sus columnas a varios artículos filosóficos, entre los cuales figuran los que Balmes escribió acerca de la palabra Filosofía, y los que llevan por rubro La Civilización.
Ya que hemos tenido que mencionar el periódico Variedades, no será superfluo recordar que en él se publicaron [121] seis discursos sobre la influencia de la literatura, y principalmente de las letras cristianas en la civilización, pronunciados en la «Academia de San Juan de Letrán» y en el «Liceo Hidalgo», por D. Francisco Granados Maldonado, joven entonces de 25 años de edad y amante del saber; tales discursos fueron muy aplaudidos; pero vistos de cerca son de muy discutible mérito, así por sus huecas declamaciones, como por sus graves inexactitudes; no dejarán, empero, de servir a quien estudie la historia literaria de México. Más tarde, desde Toluca, y a 1º de Mayo de 1857, dedicaba Granados a D. Francisco Zarco, famoso director de El Siglo XIX, una traducción en verso suelto castellano del Paraíso Perdido de Milton (México, Imprenta de Ignacio Cumplido, calle de los Rebeldes núm. 2, 1858), y ofrecía dar a luz «algunas traducciones, particularmente del latín»; ignoramos si llegó a cumplir la promesa.
7º. De la misma imprenta de Navarro salieron al público los Escritos Póstumos de Balmes en 1851.
8º. En el Curso de Filosofía impreso por Viscayno en 1852, encuéntranse la Ideología pura, del Presb. D. Jaime Balmes.
Por ahora no sabemos más sobre ediciones mexicanas de los escritos de Balmes.
9º. Blair Hugo, | Sermones o discursos de filosofía moral y cristiana. | México. | 1831. | Imp. de Rivera. | 1 vol. 4º, pta.{87}. –Era, sin embargo, pastor presbiteriano.
10º. Sturm, | Reflexiones sobre la naturaleza, para todos los días del año, | Quinta impresión, | México. | 1833. | Galván, 6 vols. pta.{88}
11º. Salignac de la Motte Fenelon François. | Demostración de la existencia de Dios y de sus atributos. | Traducida del francés al castellano por Lamberto Gil P. | México, | 1852. | Tip. de Rafael y Vila. | 1 vol. 4º, pta.{89}. [122]
12º. Aunque Pascal se distinguió, ante todo, por sus descubrimientos matemáticos y físicos; aunque en el orden teológico perteneció a una escuela heterodoxa, la jansenista, que colmó de amargura a la Iglesia; aunque fue cruel y gratuito enemigo de la Compañía de Jesús, como lo testifican sus maliciosas Cartas Provinciales; emitió, no obstante, muchas y, preciosas ideas acerca del cristianismo, la Filosofía, la moral y las bellas letras: ignoramos si la traducción de la obra será mexicana; pero sí lo es la edición de los Pensamientos sobre la Religión y otras materias, | que escribió en francés Blas Pascal. | Aumentados de una tabla analítica, y traducidos de la edición de 1821, que comprende también algunos que no se habían publicado. | Tomo I y II. | Méjico 1834. | Imprenta de Galván, a cargo de M. Arévalo, Calle de Cadena núm. 2.
13º. Es también de nuestra propiedad un ejemplar de El Principio Regenerador de toda sociedad, por el Conde José de Maistre. | Traducido del francés por un Mexicano amante sincero de su Nación. | México. | Imprenta de Galván, a cargo de Arévalo, Calle de Cadena núm. 2. | 1835. Obrita pequeña en volumen; pero grande en su mérito y digna del sabio controversista católico, autor del libro El Papa y de las Veladas de San Petersburgo. ¡Ojalá le hubieran leído y meditado nuestros famosos constituyentes de 1857!; quizá no hubieran producido un engendro tan monstruoso que deja atrás el descrito por Horacio Flacco. Ahí demuestra el Conde José de Maitre en su incisivo y original estilo, que Dios es el origen supremo de toda sociedad y es, por consiguiente, su verdadero, único y eficaz principio regenerador, y que nunca un pueblo se constituye humanamente a priori.
14º. Hemos visto dos ediciones mexicanas del Genio del Cristianismo, o Bellezas de la Religión Cristiana, por P. A. de Chateaubriand: la primera, de La Voz de la Religión en 1851, y la segunda de Juan R. Navarro en 1852. [123]
15º. En las prensas de La Voz de la Religión, trasladadas ya a San Juan de Letrán, se imprimió en 1853, La razón filosófica y la razón católica, del R. P. Ventura de Ráulica.
16º. El Arca del Pueblo, | escrita en Francés por Platón Polichinelle y traducida al castellano (son dos tomos), | Inter folia fructus. | México. | Imp. de Andrade y Escalante. | Calle de Cadena núm. 13. | 1858. El autor había escrito ya su Despertador del Pueblo «que ha corrido la Europa y atravesado los mares.» El prólogo lleva la fecha de 8 de Diciembre de 1850. En El Arca para salvar al pueblo, dirige sus tiros con notable acierto contra los principales errores de la filosofía moderna, y desbarata las objeciones que más comúnmente suelen ponerse contra la Religión. La obra, pues, supone erudición y dominio de la materia, es útil y oportuna.
17º. Algunos años después, en 1860, se publicó el libro Mis deberes para con la sociedad, | o bien sea, necesidad de la Religión para la organización, estabilidad, civilización, felicidad y verdadera libertad de las naciones, | por un abogado de los tribunales nacionales. | México, Imprenta de Andrade y Escalante. | Calle de Cadena núm. 13. El autor cuyas iniciales son L. D. J. A. C. J., parece que fue español y sacerdote; dedicó su trabajo a D. Pedro de la Hoz, fundador y director de La Esperanza, magnífico periódico que se publicaba en España.
18º. En 1881, la Tipografía de Las Noticias editó el precioso libro de D. Severo Catalina, La Mujer.{90}
19º. Finalmente, los periódicos católicos mexicanos del segundo tercio del siglo XIX, hicieran honor a la nación más adelantada de la tierra, y estamos por asegurar que con los siete volúmenes de La Cruz, sin contar con los apéndices, llegó a su apogeo nuestro periodismo, sin que por esto [124] desvirtuemos en nada el mérito que corresponda a La Sociedad Católica, La Voz de México, El Tiempo, El País y otros muchos de la Capital y de los Estados; pero estas últimas publicaciones han tenido que entrar, al menos en parte, a la corriente del noticierismo, para llenar las exigencias del momento que atravesamos. En aquellos semanarios, la polémica, por la sabiduría, por el vigor del raciocinio y la limpidez de la frase, fue digna y estuvo a la altura de los asuntos que se ventilaban. Será imperecedera la memoria que como polemistas se granjearon los inspirados y cultos poetas D. José Joaquín Pesado y D. José María Roa Bárcena; y vivirán también rodeados de gloria los nombres de D. Rafael Roa Bárcena, autor de las bellísimas Cartas a Josefina; de D. José Bernardo Couto, de D. Alejandro Arango y Escandón, de D. José Sebastián Segura, de D. José Mariano Dávila, de D. Ignacio Aguilar y Marocho, D. Tirso Rafael Córdoba, y tantos y tantos egregios varones que con su fe, su ciencia y su valor civil, contribuyeron a levantar esos gloriosos monumentos del periodismo mexicano.
20º. En el tomo V y siguientes de La Cruz, apareció la Introducción filosófica al Estudio del Cristianismo | por Monseñor Affre, Arzobispo de París... (5ª edición.) –Traducida al español por Fr. Pablo Antonio del Niño Jesús, Carmelita. Dedicó Fr. Pablo su traducción a los Sres. D. Felipe Escalante y D. José María Roa Bárcena, editor el uno y redactor el otro de La Cruz, y firmó la dedicatoria en el Carmen de San Ángel a 19 de Junio de 1857.
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{87} Catálogos de la Biblioteca Nacional, 1889.
{88} Ibidem.
{89} Ibidem.
{90} Catálogos de la Biblioteca Nacional, 1889. Conocemos también otra edición hecha por J. Buxó y Comp., editores, México. Imp. de la Librería Madrileña, 1897.