φñZeferino GonzálezHistoria de la Filosofía (1886)

tomo tercero:12345678910Imprima esta página

§ 3. Escuela platónica

Esta escuela renaciente, que pudiera ser denominada escuela platónico-itálica, en atención a que casi todos sus representantes florecieron en Italia, debió su primer impulso al griego Jorge Gemisto, que se dio a sí mismo el nombre de Plethon, o que le dieron sus admiradores (quasi alius Plato, novus Plato) y discípulos. Habiendo venido a Italia para asistir al Concilio de Florencia en 1438, comenzó a exponer y preconizar en aquella ciudad la Filosofía de Platón, produciendo grande entusiasmo por las doctrinas de este filósofo en casi toda la Italia.

En realidad, lo que Jorge Gemisto enseñaba no era la doctrina propia o pura de Platón, sino amalgamada con las teorías de los alejandrinos, o sea según las interpretaciones y sentido del antiguo neoplatonismo. Como todos los partidarios de esta escuela en este período del Renacimiento, Gemisto ataca con encarnizamiento a Aristóteles, especialmente en las teorías que se refieren a la teología y la moral. Los argumentos del fundador del Liceo contra las ideas de Platón, y la doctrina del mismo acerca de las substancias primeras y segundas, son también objeto de vivos ataques y de apasionadas refutaciones [11] por parte del filósofo renaciente. A juzgar por algunos pasajes e indicaciones de sus obras, y con especialidad de la que con el título de Tratado de las Leyes se publicó en 1858, en concepto de obra inédita, el filósofo bizantino llevaba su entusiasmo hasta el punto de reemplazar la religión cristiana por el misticismo alejandrino o neoplatónico, si en su mano estuviera. Plethon inspiró también al duque de Toscana, Cosme de Médicis, extremado amor a la Filosofía de Platón, hasta el punto que, según el testimonio del mismo Marsilio Ficino, la idea o proyecto de fundar la Academia Platónica florentina, que tan famosa llegó a ser en Italia, surgió en la mente del citado Cosme de Médicis al oír a Plethon{1} ensalzar las excelencias y profundidad de la Filosofía del fundador de la Academia.

La campaña emprendida por Gemisto contra Aristóteles y en favor de Platón, fue continuada, aunque con más moderación y con más puro sentido cristiano, por el famoso Besarión, el cual nació en Trebisonda, año de 1388, asistió al Concilio de Florencia como Arzobispo de Nicea, fue después Patriarca de Constantinopla y hecho más adelante Cardenal de la Iglesia romana, cuyos principios y cuya doctrina enseñó y [12] practicó constantemente después del Concilio: falleció en Noviembre de 1472.

En su obra principal, o al menos más conocida, Adversus calumniatorem Platonis, escrita contra la Comparatio Aristotelis et Platonis del aristotélico Jorge de Trebisonda, Besarión ensalza y coloca a Platón sobre Aristóteles, pero procurando al mismo tiempo hacer justicia al último y evitando las exageraciones y exclusivismos de Plethon. El Cardenal griego prestó además servicios importantes a las letras y la Filosofía, traduciendo los Memorabilia de Jenofonte, y principalmente con sus versiones, algo defectuosas por demasiado literales, de la metafísica de Aristóteles y de los fragmentos metafísicos de Teofrasto.

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{1} «Magnus Cosmus, escribe Ficino en su prólogo a la traducción de las Enneadas de Plotino, senatus consulto patriae pater, quo tempore concilium inter Graecos atque Latinos sub Eugenio Pontifice Florentiae tractabatur, philosophum graecum nomine Gemistum, cognomine Plethonem, quasi Platonem alterum, de mysteriis platonicis disputantem frequenter audivit. E cujus ore fervente sic afflatus est, protinus ut inde academiam quamdam alta mente conceperit, hanc opportuno primo tempore pariturus.»