Filosofía en español 
Filosofía en español

Aun cuando la enseñanza en general es una función social independiente de toda otra, que debiera vivir y desarrollarse sin intromisiones de los organismos que tienen encomendadas otras funciones en la vida de los pueblos, es un hecho indiscutible que el Estado ejerce hoy una tutoría respecto de aquella función social y que en tal sentido corresponde a los organismos naturales intervenir en la enseñanza. De ahí que con razón se sostenga que al Municipio le atañe entender, como facultad propia y natural, en cuanto hace referencia a la instrucción primaria y que la superior en sus diversos grados corresponde a otros órganos en la vida nacional. Es también indudable aun dentro de este orden de ideas que, en determinadas circunstancias, puede un Municipio por su numerosa población absorber funciones mas amplias a las que como a tal le corresponden, invadiendo un orden superior y en este caso debería hacerse cargo dentro de la enseñanza de aquellas que a su funcionamiento vinieran aparejadas.

Pero aun prescindiendo de este último razonamiento [64] y de que corresponda a unos u otros organismos la elevada misión de la enseñanza será siempre misión de los Ayuntamientos, aun dentro de su esfera administrativa, coadyuvar, fomentar e impulsar toda acción educativa que tienda a vivir y desarrollarse dentro del Municipio. Si debe realizarlo con relación a todas las fuentes de riqueza, ¿cómo puede excluirse la cultura, fuente principal de prosperidad y grandeza de todos los pueblos?

Por esto se propone al Ayuntamiento de Barcelona en el presente plan que ante todo provea, respecto la enseñanza popular, creando una Institución y señalando a ésta el camino que debe recorrer, los principios sobre que debe desarrollarse y proporcionándole por entero los medios de subsistencia; pero no podía terminar aquí su cometido, su esfuerzo debía extenderse a algo más, debía ascender a esferas más elevadas. Prescindiendo de discutir si nuestra capital ha llegado por su rápido crecimiento a encontrarse en situación de reclamar para sí el ejercicio de funciones superiores, entre ellas las que correspondan a la enseñanza, porque no es este momento, ni lugar oportuno, para el examen de tales hechos, no podrá negarse que debía el Municipio de Barcelona figurarse en la necesidad de fomentar los altos estudios; pero al hacerlo debía seguir procedimientos bien distintos de los empleados con relación a la instrucción primaria. Allí debía llevar su espíritu, sus orientaciones, debía entender del problema en toda su extensión y dirigirse seriamente a su resolución; mientras que con relación a éstos debía atender al auxilio de organismos ya creados, que tuvieran vida propia y realizaran aquellos fines que [65] estimara más necesarios y reproductivos en la vida de nuestra sociedad.

Afortunadamente estos centros existen en nuestra ciudad, debidos unos a la iniciativa del mismo Ayuntamiento, otros a la Diputación Provincial y al esfuerzo particular en gran número. La finalidad elevada de todos obligó a detenido estudio, y a fijar un criterio.

Este se inspiró en los siguientes conceptos: prestar un auxilio pecuniario por una sola vez, suficiente para asegurar la eficacia de su desarrollo; que éste se dirigiera con preferencia a instituciones nacientes, tanto por estar más necesitadas de apoyo, como por responder mejor que otras ya antiguas a las orientaciones modernas de nuestra sociedad, y por último, que el auxilio prestado fuera de tal índole que aun cuando las eventualidades del porvenir hicieran desaparecer las instituciones, no resultara estéril el esfuerzo de este Municipio y pudiera él recoger lo donado para que continuaran disfrutándolo sus administrados.

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Partiendo de esta base fijóse, en primer término, en la propuesta que el «Institut d'Estudis Catalans», creado por la Diputación Provincial, le había dirigido, pidiéndole auxilio para la creación de una Biblioteca. La necesidad de este centro de cultura en nuestra ciudad es notoria para cuantos se dedican al estudio, pues la población de Barcelona sólo cuenta con una Biblioteca provincial, formada con los volúmenes recogidos de las claustrales; y aunque [66] algunas de éstas fueran en su época bien nutridas, respondían a las necesidades de los que las formaron y utilizaron y, por lo tanto, no corresponden a todas las que hoy se sienten. Además, aquella Biblioteca es estacionaria, no avanza a la par que los estudios modernos y es inútil recurrir a ella para vivir al día la vida de la ciencia. Si estas razones, por sí solas, no fuesen suficientes para impulsar la obra propuesta, existe aún otra por demás importante. Cataluña tiene su lengua propia en la que numerosas generaciones nos han legado un inmenso tesoro que nuestra generación debe apresurarse a recoger, porque está expuesto a desaparecer de nuestro alcance rápidamente por una razón muy clara; la generalidad de los pueblos europeos que han constituido, antes que nosotros, estos archivos del saber y han dedicado a ellos preferentísima atención, logrando reunir cuanto pudiera directamente afectarles, hoy van extendiendo el radio de su acción y vienen ya a segar en nuestro campo, y como no todos los que poseen nuestros antiguos manuscritos serán insensibles al oro extranjero, a poco que se tarde encontraremos campos segados y podremos tan sólo recoger algunas desgranadas espigas, abandonadas al llevarse el haz.

No es éste el primer intento de constitución de esta Biblioteca ni por primera vez este Municipio va a ocuparse de tan importante asunto; pero si otras iniciativas resultaron estériles, no lo será indudablemente ésta, porque la necesidad apremia, porque existe un centro inteligente que va a consagrarse a ello con todo el amor que tal empresa requiere y porque el Ayuntamiento va a [67] proporcionarle los elementos necesarios para que perdure.

Con la Institución de Cultura Popular se logrará que sepan leer los que no saben y con esta Biblioteca el que puedan leer los que ya saben.

Al proponer hoy al Ayuntamiento que subvencione la creación de la Biblioteca con la importante suma de 500.000 pesetas, se limita el destino de esta cantidad a la compra de libros, destinándose el 50 por 100 a manuscritos y ediciones antiguas y el otro 50 por 100 a obras modernas a fin de que responda esta obra a los dos móviles que presiden a su creación; pero aquellos libros serán siempre propiedad del Municipio, en sus páginas quedará así consignado y si desgraciadamente aquel centro desapareciere, no seguirán igual suerte los libros que volverán al Ayuntamiento y, por consiguiente, siempre a disposición del vecindario de Barcelona.

Además la acción tutelar del Municipio se perpetuará sobre esta Biblioteca por los Delegados que le representarán en el Patronato.

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La iniciativa particular creó una importante Institución, que después ha merecido la sanción oficial y que viene a llenar un vacío que se observaba; ésta es la Escuela Industrial de Barcelona que, atendiendo a las características de nuestra población, se propone establecer la enseñanza de la materia industrial y de construcción, desde sus rudimentos hasta la más elevada o superior. Tan laudable iniciativa, que ya tiene precedentes en los [68] esfuerzos hechos constantemente por las Corporaciones populares de Barcelona al crear y mantener las Escuelas de Ingenieros Industriales y de Arquitectura, debe merecer toda la simpatía de este Ayuntamiento.

Dicha Escuela posee ya un importantísimo edificio y cuenta además con elementos propios, pero no los suficientes para que cuanto antes pueda entrar por completo y de lleno en sus funciones, por esto ha recurrido al Ayuntamiento y era imprescindible que si éste quería hacer algo en favor de la enseñanza, no olvidara esta Escuela que ha de ser fuente provechosísima para el perfeccionamiento de nuestra industria, fuente quizá la principal de nuestra riqueza.

Una subvención de 250.000 pesetas se asigna para esta Escuela, destinada expresamente a la adquisición del material necesario para que cuanto antes pueda empezar el funcionamiento de las clases en la sección de las industrias textiles y de fermentación y con el objeto, no sólo de lograr el fin propuesto, sí que también de no faltar al indicado principio de que lo adquirido con estas subvenciones fuese en su mayoría estable y permanente y pudiera en su caso volver al Ayuntamiento.

Aun cuando las condiciones especiales del Patronato oficial de aquella escuela imposibilitan que pueda el Municipio tener una intervención constante y delegada en su funcionamiento, la circunstancia de ser vocal nato de la Junta Consultiva el Alcalde de la ciudad venía en parte a allanar esta dificultad, que por completo ha quedado vencida por el espontáneo ofrecimiento de aquel [69] Patronato de que una Delegación Municipal interviniera en el empleo de la subvención propuesta.

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La Enseñanza del Arte no puede nunca ser fructífera si no va acompañada del estudio de la realidad; por esto cada día tienen mayor importancia los Museos, que no deben ser considerados como archivos, cuya contemplación recrea el espíritu, sino como escuelas vivientes, en que se recoge el tesoro inmenso de los esfuerzos y adelantos de los que nos precedieron. Sirven de noble estímulo al artista y educan y depuran el gusto de todo el pueblo.

El Ayuntamiento de Barcelona se ha ocupado ya, desde hace largo tiempo, de la creación y dotación de los Museos artísticos, y con gran asiduidad y esfuerzo, Corporaciones que precedieron al actual, dieron los primeros pasos, siempre los más difíciles; no era lógico, pues, que se olvidase esta tradición corporativa en los actuales momentos.

La Junta de Museos de Barcelona, que tiene hoy la representación de la Diputación y del Ayuntamiento, ha logrado reunir las colecciones que ya de antiguo ambas corporaciones venían formando, unidas a las dádivas cada día mayores de los particulares, que constituyen ya un floreciente Museo. Por su parte el Ayuntamiento no ha perdonado sacrificio para que la instalación fuera adecuada, y está ya terminándose en la actualidad.

Por esto en la ocasión presente se propone una [70] subvención extraordinaria de 200.000 pesetas destinada a la adquisición de obras.

La necesidad de dar mayor impulso a nuestros museos de arte, es tan sentida que no creemos que en la ocasión presente se deba justificar esta nueva subvención, que invertida con el acierto que preside en las adquisiciones de la Junta, será indudablemente un nuevo paso en el camino del progreso de nuestras artes.

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Recientemente se preocupó el Ayuntamiento de los Museos de Ciencias Naturales que poseía y nombró una Junta Municipal compuesta de notables personalidades y elementos de la Corporación que impulsaran la formación de estos Museos y prepararan la difusión de tan necesarios estudios. Por primera vez, desde que aquella Junta ha empezado a funcionar, se ha presentado ocasión al Ayuntamiento de proporcionarle elementos con que pudiera desarrollar su cometido, y por esto se ha consignado en el proyecto de presupuesto adjunto la suma de 70.000 pesetas.

No se propone cuál deberá ser la inversión que deba darse a esta cantidad, porque las necesidades que aquella Junta conoce serán las que aconsejarán se destine a la adquisición de nuevos ejemplares o a la mejora del edificio Municipal en que se halla instalado uno de dichos Museos. [71]

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El Ateneo Barcelonés había iniciado la idea de organizar una serie de Conferencias, a cargo de personalidades renombradas y de indiscutible mérito en el mundo científico, y se ha estimado oportuno coadyuvar a la realización de aquel pensamiento con la suma de 5.000 pesetas, indicando al propio tiempo que tales conferencias deberán versar sobre temas de ciencias sociales y políticas.

El principal objetivo que se propone lograr con esta subvención, no es sólo el facilitar la realización de aquella idea, si que principalmente procurar que tenga imitadores, con objeto de que sea dable a nuestros estudiosos conocer directamente el pensar de elevadas personalidades de la ciencia.

La cuantía de la subvención permitía que tuviera cabida en el presupuesto ordinario, pero como se desea que tenga el carácter de extraordinario se ha incluido en este presupuesto.

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En un ejercicio anterior abrió el Ayuntamiento una consignación para auxiliar a las corporaciones dedicadas a la enseñanza que hubiesen invertido sumas importantes en la construcción de los locales corporativos o destinados a Escuelas.

Conocía ya el Ayuntamiento la importancia de los sacrificios realizados y por esto intentó auxiliarlos, pero al concurso realizado acudieron buen número de corporaciones y justificaron la inversión de sumas cuantiosas y no era posible atender a todas ellas. [72]

Desde luego debió llamar especialmente la atención, la obra que estaba llevando a cabo el «Orfeó Catalá». Su importancia exigía algo especial, pues en otro caso hubiera absorbido el crédito abierto y no hubiera sido posible corresponder a otras obras no menos laudables, aunque más modestas.

Por estas razones fue eliminado el «Orfeó Catalá» del prorrateo que de la referida consignación se hizo entre las demás Corporaciones, declarando al propio tiempo el Ayuntamiento que en su oportunidad tendría en cuenta la importancia del edificio levantado por aquella Corporación municipal, auxiliándola como correspondía.

La Comisión de Gobernación al tener conocimiento de que se trataba de someter al Ayuntamiento un Presupuesto extraordinario destinado principalmente al fomento de la Cultura, trasladó a esta Comisión los antecedentes expuestos por si estimaba conveniente tenerlos en cuenta.

Este es el motivo porque en este presupuesto aparece la suma de 75.000 pesetas destinada a subvencionar el Orfeó Catalá, con obligación de invertirla en la terminación de su edificio corporativo; al propio tiempo se ha reservado el Ayuntamiento algunas prerrogativas, como el uso de la Sala de espectáculos para fiestas musicales, que ha sido aceptada inmediatamente por aquella Asociación.