XIX Congreso Mundial de Pax Romana España 1946

 
Salamanca
Día 22 de junio de 1946 a las ocho de la tarde

Continúa la discusión de la primera ponencia

Bajo la presidencia del Excmo. Sr. Arzobispo de Cardiff y la asistencia de D. Joaquín Ruiz-Giménez, Presidente internacional; Mr. Kirchner, Vicepresidente internacional, se inició la sesión con unas palabras del Presidente internacional, dando cuenta de las adhesiones recibidas en el día de ayer a las labores del Congreso. Leyó una adhesión del Instituto Católico de Actividades Sociales de Roma, firmado por su Presidente, Vittorino Veronese. Otra del Comité Ucraniano de América, en nombre de su Secretariado Pro-Oriente, pidiendo ayuda para sus hermanos oprimidos al mismo tiempo que manifestando su más entusiástica adhesión. Otra carta de adhesión de Mons. Barri, de Miami (Florida).

Después dice que han pedido la afiliación a PAX ROMANA las siguientes entidades, hasta ahora no incluidas en ella: el Movimiento Estudiantil, de Méjico; la Sección Universitaria de Acción Católica Cubana; la Unión Nacional de Estudiantes Católicos Femeninos, del Perú; la Rama Universitaria de Acción Católica Argentina.

A continuación se procede por el delegado mejicano, D. Ramón Sánchez, a la lectura del proyecto de conclusiones que presenta la primera Comisión de la ponencia «El universitario y la persona humana», que son las siguientes:

1ª La persona humana es una sustancia singular, incomunicable, de naturaleza racional; una unidad sustancial compuesta de cuerpo y alma.

2ª Los atributos esenciales derivados de la definición precedente son: la sustancialidad, la potencialidad y la libertad.

3ª Las propiedades accidentales de la persona humana in statu viae son la espacialidad y la temporalidad y tiene como atributo propio la historicidad.

4ª La persona humana no es una parte, sino un todo (en consecuencia, es fin y no medio) y se ordena inmediatamente a Dios y mediatamente a la comunidad, a la que se refiere, no sólo en cuanto a las cosas materiales, sino también en cuanto a las morales.

5ª La persona humana es imagen de Dios y a ella se ordena toda la naturaleza irracional; es sujeto de derecho inalienable, principio responsable de acción, destinada a perfeccionarse en sociedad, a ser elevada al orden de la gracia y a consumarse en la posesión sobrenatural de Dios.

Inmediatamente se entra en la discusión del primer punto, tomando la palabra el P. Ulpiano López, que propone como cuestión de método que, dado que existen completas [51] ediciones de los documentos pontificios, las Comisiones no se dediquen a discutir los conceptos doctrinales, que deben ser considerados como preliminares dados por supuestos. Se debe ir directamente a lo vital; el estudio de la persona humana no es práctico en este Congreso, dada la abundantísima bibliografía existente acerca de este punto. Lo necesario es actuar la doctrina contenida en los documentos pontificios. Responde el Presidente, Ruiz-Giménez, haciendo constar que se debe tener en cuenta el texto pontificio y que las Comisiones deben darle una forma dinámica juvenil en él inspirada, y que, por otra parte, las intervenciones deben dedicarse, no a alterar el orden establecido para el Congreso, sino a propugnar modificaciones que entrañen un carácter esencial. El Rvdo. P. Viviani, de la Universidad Gregoriana, de Roma, dice que si se trata de sacar conclusiones, éstas han de ser exclusivamente prácticas y no teóricas, entre otras cosas por la dificultad extraordinaria de definir determinados conceptos, como, por ejemplo, los de temporalidad y espacialidad, y que, por otra parte, es necesario tomar conclusiones efectivas, llegando a proponer que toda conclusión teórica debe ser eliminada. Francesco di Piazza, de la Delegación italiana, Vicepresidente de la F. U. C. I., disiente de lo anteriormente expuesto, y en una intervención juvenil y universitaria dice que considera absolutamente necesario el conocer el fondo de las cosas antes de tratar sus aplicaciones prácticas.

A continuación, la primera conclusión queda aprobada.

Discutiendo la segunda conclusión, el Rvdo. P. Escudero, de Chile, pide como necesidad inexcusable la definición de alguno de los conceptos en ella contenidos, como, por ejemplo, el de libertad. Ruiz-Giménez le contesta diciendo que no es necesario, que es suficiente con una remisión al concepto cristiano de libertad, tal como se contiene en las enseñanzas pontificias, y el Presidente de la Delegación mejicana, Sr. Sánchez, le propone la definición tomista de libertad. También queda aprobada esta conclusión.

Con respecto a la tercera conclusión, el Presidente, Ruiz-Giménez, propone la supresión del término historicidad. Angel González Alvarez, de la Delegación española, dice que es necesario ir entre elementos accidentales, como la espacialidad, que hace referencia al cuerpo, y la temporalidad, que hace referencia al espíritu, elementos comunes al hombre y otros seres de los elementos acedentales, que pudiéramos llamar propiamente dichos, como la historicidad, hasta el punto de que por algún filósofo el hombre ha sido definido exclusivamente como un ser histórico. El Dr. Santandréu propone añadir las notas de unidad y de finalidad con el fin –dice– la primera, de evitar posibles descarríos, fáciles en las teorías biológicas, y la finalidad, con el objeto de crear, a su juicio, un formidable argumento contra determinadas teorías, como, por ejemplo, el malthusianismo. El delegado mejicano, Sánchez, dice que con observar la redacción de los proyectos de conclusiones es fácil ver que la primera nota está ya incluida en la primera conclusión, y la finalidad, en la cuarta. De nuevo el P. Viviani propone otra objeción, diciendo que los conceptos de espacialidad y temporalidad son muy discutidos, pues aunque pueden ser considerados con carácter objetivo, sin embargo, se prestan a una interpretación que haría caer en el idealismo subjetivista. El Prof. Corts Grau afirma de nuevo otra vez con González Alvarez. Enrique Ramos, de Méjico, propone que sea estudiada de nuevo, y el Presidente decide pase otra vez a la Comisión.

Con respecto a la cuarta conclusión, el delegado de Colombia propone que para evitar los conceptos maritenianos, debe hacerse la salvedad de que el Todo de que se habla es un Todo abierto. El Prof. Salvador Lissarrague, de la Universidad de Oviedo, distingue entre comunidad y colectividad, haciendo constar la existencia de poderes públicos que actúan con un carácter antipersonalista, y que hay que salvar la redacción propuesta haciendo constar que si la persona se ordena en algún modo a la comunidad, lo hace en tanto en cuanto ésta se ordena al fin último del individuo. El Presidente de la Comisión dice que se tomará en cuenta en su ulterior redacción.

El Presidente internacional dice pasan a nuevo estudio por la Comisión las conclusiones no aprobadas de la primera Comisión, con lo cual se levanta la sesión.

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Pax Romana
XIX Congreso
XIX Congreso Mundial de Pax Romana
Madrid 1946, páginas 50-51