Filosofía en español 
Filosofía en español


[ José Joaquín Isurve ]

[ Respuesta a ocho preguntas sobre música ]

Al Editor del Correo de Madrid

B. L. M. su amigo Isurve.

Señor Editor: satisfago la discreta curiosidad de Vmd., dándole aunque muy superficialmente, idea de mi modo de pensar acerca de los puntos Musicales [147] que propuse en mi carta inserta en su Correo de 18 de Septiembre num. 397, ya que no se ha movido nadie a hacerlo, desde entonces acá, sin embargo de constarme que lo habían determinado varios Profesores y aficionados de mucho mérito. Yo me contentaré con que me diga el que guste su parecer sobre ellos y mis soluciones, logrando al mismo tiempo complacer a Vmd.

Para satisfacer a las preguntas, es necesario tener presente la precisión y exactitud de ella sin confundirla variándolas el sentido y desviándose de su verdadera significación; así pues: yo diría que las circunstancias indispensables que constituyen un buen cantor son: voz clara, suavidad y flexibilidad en esta: ejecución fácil, o garganta fácil para la ejecución: oído afinado: entonación precisa e inteligencia de la Música como arte. Las que pueden aumentar su mérito sin ser indispensables; más número de puntos de alcance por alto y bajo: voz de cuerda, que se llama la voz sonora, que sacada con arte del pecho, deja un eco resonante que la hace con extremo agradable al oído; estilo o gusto delicado y nuevo en la definición casi imposible de esta circunstancia, debiéramos extendernos más para poder dar una idea algo aclarada, ya que no completa, de la que pudiera deducirse un método para conocer esta circunstancia cuya graduación es absolutamente arbitraria; pero diremos de ella solo, que lo que rigorosamente se entiende por estilo o buen gusto en un Cantor, es un método o manera de expresar y proferir las entonaciones y consiguientemente los pasajes que las da más vehemencia, más significación y se imprime más en quien lo oye, pero estas maneras apenas pueden discernirse ni valuarse sino en pasajes o canciones ya oídas; pues la Música no es otra cosa que la unión de una porción de puntos de diferente sonido y duración echa con tal artificio y orden, que los ámbitos o duración de cada pasaje o cláusula tengan sentido y consecuencia entre sí, de donde viene el que un cantor no manifieste al que le oye la primera vez una cosa, sino las circunstancias indispensables que llevamos apuntadas de voz, afinación y ejecución o garganta fácil, quedándose para la segunda, tercera y cuarta la decisión o conocimiento de su mérito en cuanto al estilo, porque ya queda impuesto en la parte de este mismo mérito que debe graduar perteneciente al compositor, y está en estado de discernir el arreglo en los adornos o gracias que con inseparable atención a la entonación y tiempo, añade el ejecutor al pensamiento fundamental del pasaje que propiamente se llama motivo músico. De esto poco puede colegirse la dificultad que ofrece para conocerles apreciarse sobre un principio cierto esta circunstancia de un cantor.

Estas circunstancias y cualquiera otra particular que aumentan el mérito, es bien claro que pueden y deben conocerse y aprobarse por principios ciertos, pues no hay parte en la Música que sea independiente de la exactitud que en toda ella es propiedad indispensable y de con los alcances, de la voz serán inapreciables siempre que por ser dificultosos en el ejecutar retarden en la más leve parte el tiempo o discrepar de la afinación sin cuyo arreglo, lejos de ser agradable será reprehensible. Cuarto: el cantor que posea las expresadas circunstancias es una verdad tan clara como las de Pero Grullo, que no puede dejar de ser tenido por bueno de ningún sujeto de un mediano juicio, y solo desatendiendo el mérito único para graduarlo a otras circunstancias tan poco interesantes como inconexas con este punto, pueden los fanáticos y preocupados decidir y ajar el mérito siempre intrínseco y no arbitrario de un Cantor. Porque tal hay entre los partidarios o caprichosos que silogiza de este modo respecto de los Cantores de Teatro. Para cantar bien en un teatro, se necesita una airosa presencia, mucho espíritu &c. Fulano tiene los brazos largos, su espíritu es fresquísimo, es lánguido. Luego no es buen Cantor, luego es inaguantable; [148] hasta aquí puede llegar el fanatismo y la manía; el primer supuesto es falso, el segundo necio y apasionado, la consecuencia absurda, ¿con qué que les queda a estos locos? la hinchazón, la necedad, la pedantería y el espíritu de partido que los trastorna. Esta digresión acaso será inútil, pero ciertamente no es inoportuna.

El mérito de dos Cantores uno Nacional y otro Extranjero puede graduarse por un solo inteligente Extranjero o Nacional, arreglado con imparcialidad a los principios del Arte, con la sola diferencia de que no podrá votar ni decidir del verdadero mérito que les da la inteligencia en el estilo y gracias peculiares y privativas de sus respectivas naciones que consiste en la expresión puramente de las letras y la índole y carácter de los idiomas.

La Música y sus lecciones son ciertamente iguales a todas las naciones, porque los hombres en todos los climas tienen la misma organización y sensibilidad y la naturaleza madre común de los vivientes, ha puesto en la armonía unas leyes exactas y generales que no pueden dejar de adaptarse y hacerse sentir de todos de igual manera, y por lo que arbitrariamente pertenece a los hombres que es la convención de los signos con que se significa la Música están todos convenidos en un solo método, y de aquí es que no se diferencia el papel de música escrito en París, del que se escribe en Alemania o Madrid , y lo mismo se hace de compositor Alemán entender el Español, que el Francés del Alemán. Si son adaptables a todos los idiomas, no es tan fácil de decidir, pero para esto puede verse lo que dice el Señor Iriarte en una de sus notas al Poema de la música, poniendo en paralelo el idioma Español con el Toscano, y respectivamente pueden sacarse varias consecuencias oportunas: pero por nuestra parte diremos que las licencias o más precisamente el estilo y gusto característico, v. gr. de la música Italiana puede transmitirse felizmente a la Española por un compositor que posea con igual propiedad e inteligencia el idioma Español y estilo Italiano. Y dada esta posibilidad en el compositor, claro es que la hay en el ejecutor y venimos a dar en que un buen Profesor puede imitar con exactitud las canciones características de Francia o España; aunque sea Inglés, acomodándole la letra, el estilo y método, sin más auxilio que el de la inteligencia puramente música, puesto que con los signos de esta se pueden significar cuantos aires, modulaciones &c. caben en la expresión peculiar de la Música nacional y característica.

Conozco cuan superficial es esta explicación, y que acaso no satisfará a los que hayan aprendido lo contrario de lo que en ella se prueba, pero espero de que el que reflexione con inteligencia sobre el asunto y no le convenzan estas precisas razones, me comunicará por medio de Vmd. sus luces para salir de mi errado modo de pensar, si me probaren con solidez que no acierto en mis juicios.

B. L. M. de Vmd. su afecto amigo

Isurve.