Filosofía en español 
Filosofía en español


Prosigue la materia de ayer, y los progresos de la filosofía entre los Hebreos

Desde Isaac, Jacob y José, y después de estos, Moisés, y desde este, hasta el pacífico Reinado de Salomón, fue cultivada la filosofía civil; primeramente por los Jueces del Pueblo de Dios, y las demás partes de la filosofía, se enseñaban en las Escuelas de los Profetas. Esta dicha Casa de los Profetas, en la primitiva Iglesia de los Hebreos, se llamaba un Lugar, en el cual enseñaban los Profetas a sus Discípulos, con el mismo amor, que lo harían los padres con sus hijos. Después tomó varios nombres tomo Lahaka, o según Junio, Laka, por síncope, que significa Asamblea, de la que usaron después los Fenicios con el mismo conotado. Llamóse también esta Congregación, o Sociedad de hombres doctos, Mandra, de la que usaron los Fenicios, y Egipcios, y significaba en Hebreo un sitio de morada, o recreo; y en la Iglesia antigua se interpretaba aquel Lugar donde tenían su habitación varios sujetos, que por tedio del mundo se retiraban a la contemplación del estudio, y que, como temerosos de las persecuciones, se ocultaban en grutas, y en cavernas subterráneas, a fin de apartarse, y huir el espíritu a los contrastes de la envidia, y del odio. Llamóse después también esta Escuela, o Asamblea, Sinagoga, que significa un Lugar entre los Judíos, en donde hacían sus Congregaciones, o Concursos, tanto los que se dedicaban al Culto Divino, como los que hacían profesión del estudio. También conocieron sus Escuelas los Hebreos con el nombre de Gibba, o Gabaá, nombre, que entre los Hebreos, y Syros, significa collado, lugar cuyo destino era para Asamblea, tanto Eclesiásticas, como Escolásticas. Finalmente, llamaron los Hebreos, y sus vecinos los Fenicios, Labrathà, o Lebrathàn, a las Casas, o Escuelas donde se enseñaba todo género de bellas letras, y erudición.

Con estos políticos subsidios lograron los Hebreos darse a conocer por los más sabios entre los primeros hombres del mundo. Confirmó esta opinión la grande, extraordinaria, y admirable, por infusa, ciencia de Salomón, que entre todos los Orientales, y Egipcios, entonces los más doctos, era Salomón el mas sabio, como consta del Lib, I, de los Reyes, cap. 4. vers. 30. y siguientes; de lo que se colige fue sapientísimo, además de la Ciencia Moral, Económica, y Política, en la Física, y Astronomía. Suidas refiere, que Salomón compuso un volumen de remedios para todo género de enfermedades; pero que se perdió cuando la ruina del Templo de Jerusalén. Desde Salomón, hasta la cautividad de Babilonia, fue perfecta, y llena de candor la filosofía que se enseñaba por los Profetas; pero se corrompió su inocente simplicidad por las falsas doctrinas de los Fatídicos, y Agoreros que había en tiempo de Manasès. Después, aunque cautivos los Hebreos por los Asirios, conservaron estos, y aquellos el estudio, y enseñanza de la filosofía en Samaria. En tiempo de la cautividad de Babilonia, fue el Profeta Daniel insigne en el conocimiento de la filosofía. Después de esta cautividad, volvieron los Hebreos a tomar la posesión de esta ciencia, como se manifiesta en Esdras, Nehemías, en los Pontífices Hebreos, y en los Ancianos del Sanedrín, y en otros varones ilustres. Después, por último, de la destrucción de Jerusalén, y dispersos los Hebreos por varias partes del mundo, profesaron estos, sin embargo de su profusión, y derramamiento, la filosofía natural, la Astronomía, la Medicina, la Lógica, la Gramática, y otras Ciencias, y Artes; bien que envueltas en las Fábulas del Talmud, y de las Tradiciones Cabalísticas. Este es el origen, y el progreso de la filosofía de los Hebreos, como puede verse en Filón Judío, en Josefo, en Eusebio, en Diodoro, y en Otón Heurnio.

Un Escritor Moderno ha notado juiciosamente, que costó pocos esfuerzos la invención de los Artes; y dice, que en su origen se debieron casi todos, o a la simple aplicación, o a la fuerza de nuestras necesidades, o también a los caprichos de la casualidad; pero lo que nació tan fácilmente, no recibió del mismo modo su perfección, y progresos. Parece, que conociendo los Caldeos la felicidad que ocasionan las Ciencias, y que no se debe confiar su logro al acaso, se dedicaron cuidadosamente a cultivar la filosofía, la que tuvo principio entre ellos en Cam, hijo Noé: este, no contento con la África, que obtuvo en la repartición que hizo su Padre de la tierra, invadió la Siria, y las Provincias inmediatas, que tocaron en suerte a Sem su hermano; y viéndose dueño, y señor de tan vasto territorio, estableció en él su Reino; y para hacer valer su violencia, se acogió del patrocinio de los Sabios, para instruir a sus Súbditos, como veremos mañana; bien que no fue su elección tan discreta, que se acogiese del ramo mejor de la filosofía, antes se dedicó al estudio de la ignominia; pues aprender lo injusto, mas que alabanza, merece abominación, y vituperio.

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Prólogo, o Introducción a la Historia de la Amable Maestra, y Directora del Hombre la Filosofía