Filosofía en español 
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Idea pura de democracia: Fundamentalismo, Funcionalismo y Contrafundamentalismo

[ 865 ]

Fundamentalismo democrático definido según el momento específico (forma) de la Sociedad política: Olocracia fundamentalista / Olocracia metafísica

El fundamentalismo democrático definido dialécticamente (respecto a otras especificaciones o categorías de sociedades políticas) adopta las posiciones del exclusivismo y del proselitismo [864] propio de la mayoría de los fundamentalismos.

Es preciso definir ahora la “especificación” de la democracia que suele ser utilizada por el fundamentalista democrático. Consiste esta “especificación” principalmente en la idea de la “autoorganización de la sociedad”, del gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. Pero el pueblo, o demos, no será tanto el todo social (un Volk respecto del cual los individuos fueran “accidentes”) cuanto el conjunto de los ciudadanos. Pero no será necesariamente un conjunto meramente cuantitativo o enumerativo, un “total” (pan), cuanto un conjunto o un todo que llega a estar por encima de cada parte, en algunos casos, pero siempre en función de partes que han de concebirse como individuos capaces de juzgar, de seleccionar, de votar. Por ello, este todo (holon) puede estar representado por la mayoría (pollous); pero la mayoría siempre ha de representar al todo, como también las minorías que gobiernan de un modo no degenerado han de mirar al todo, y no a sus intereses particulares. El fundamentalismo considera además que solo puede “mirar al todo” aquella parte que más se le aproxima, a saber, la mayoría democrática. Por ello, el fundamentalismo tiende a identificar la democracia con la oloarquía [891], y por eso descalifica las oligarquías, las aristocracias, las tiranías y las monarquías (tanto si “miran al todo”, como si no), en cuanto sociedades políticas estables. Y, por ello también, a las teorías de la democracia más o menos próximas al fundamentalismo (como pueda ser el caso del profesor Russell Hardin) se les presentan, como cuestiones problemáticas principales, todas aquellas que tienen que ver con la “racionalidad del voto” y con la explicación de la abstención [863], que tiende a ser “justificada” a partir de las dificultades de acceso a las urnas, lo que daría cuenta de la elevada abstención de Nueva York frente a la alta participación de Chicago.

Es decisivo, para configurar la de Idea de fundamentalismo democrático, tener en cuenta:

1. Que la democracia, como forma política, presuponga una materia política dada a un nivel praeterpolítico, que puede ponerse en correspondencia con la llamada “sociedad civil”, con una sociedad civilizada compuesta de alfabetos, que viven en la civitas, en la ciudad, en la polis. El fundamentalismo podría redefinirse como aquella concepción de la democracia que supone que la constitución democrática es la constitución que se da a sí misma una “sociedad civil”, es decir, añadiremos, una sociedad con el nivel económico necesario para que la democracia pueda ponerse en la materia y no solo en la forma de la sociedad política. La democracia no se entenderá, por supuesto, como una “forma separada”. [846]

2. Que la democracia introduzca una línea divisoria entre el individuo-ciudadano y el individuo-hombre [733]; una distinción que suele ponerse en correspondencia con la distinción entre lo público y lo privado.

3. Que la democracia aparezca como forma positiva, pues aun cuando aparezca como negación de la aristocracia o de la tiranía, habrá que interpretar esta oposición como una “negación de la negación”.

4. Que la democracia-olocracia vaya referida a una sociedad concebida como solitaria en principio, al margen de otras sociedades, sin perjuicio de que pueda mantener con ellas relaciones de alianza o enemistad. Pero la democracia ha de suponerse ya establecida en cada una de las sociedades que forman parte del conjunto genérico de las sociedades democráticas. [837-838]

¿Qué conexión hay que establecer entre el fundamentalismo definido dialécticamente frente a otras especies de sociedades políticas, por el exclusivismo, y el fundamentalismo definido metafísicamente por la oloarquía? ¿Podríamos aceptar la posibilidad de que alguien defendiera un fundamentalismo oloárquico, pero no exclusivista de la democracia, y que reconociera ser compatible con la existencia de otros tipos de sociedades políticas? En este caso, la oloarquía no sería propiamente fundamentalista, sino simplemente metafísica. Y existen, sin duda, formas de esta Idea de la democracia de la oloarquía no fundamentalista. Pericles considera superior su democracia, pero no la impone como la forma exclusiva de politeia (al menos en los límites en que su pensamiento nos es ofrecido por Tucídides) [829-830]. Lo mismo diríamos de Platón, de Aristóteles [858] y, en general, de los defensores de un genus permixtum. Para un demócrata fundamentalista el género permixto es un círculo cuadrado.

{PCDRE 42-44 /
EC95 / → PCDRE 15-84 / → ZPA / → FD / → EC149 / → BS44}

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