Filosofía en español 
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Paralelismo psicofísico

no figura

Diccionario filosófico marxista · 1946

Paralelismo

Doctrina filosófica que busca una posición intermedia entre el materialismo y el idealismo, y pretende que el aspecto material y el aspecto ideal de la realidad coexisten y se desarrollan como dos series paralelas sin que haya anterioridad de la una con respecto a la otra. Conocida en filosofía bajo el nombre de dualismo (ver) y llamada en psicología y en fisiología “paralelismo psicofísico”, esta doctrina enseña que los procesos psíquicos se desarrollan paralelamente a los procesos nerviosos sin estar, no obstante, ligados a éstos.

Cualesquiera que sean sus formas, el paralelismo es profundamente hostil al materialismo, puesto que sostiene que el espíritu, la conciencia, existen independientemente de la materia. De igual modo que el idealismo, el paralelismo niega que la conciencia sea un reflejo del ser. El “paralelismo psicofísico” se alza contra el principio según el cual, la actividad psíquica es un producto de la materia altamente organizada, el cerebro. La doctrina de Pavlov (ver) sobre la actividad nerviosa superior, está dirigida contra esas teorías idealistas cuyos partidarios han recibido de Pavlov el epíteto de “dualistas animistas”. De uno entre ellos, Sherrington, Pavlov decía: “Es un dualista que no vacila en dividir su ser en dos mitades: la carne débil y el espíritu eterno, inmortal”. En las ciencias sociales, el paralelismo se pronuncia contra el materialismo histórico según el cual, la vida espiritual de la sociedad está determinada por las condiciones sociales que refleja.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:398

Paralelismo psicofísico

Corriente de la psicología burguesa que resuelve en sentido dualista (dualismo) el problema decisivo acerca de la correlación entre lo psíquico y lo fisiológico o físico, considerando lo primero como ideal y lo segundo como material. Los partidarios del paralelismo psicofísico (Wilhelm Wundt, Theodor Lipps, Hermann Ebbinghaus, Edward Bradford Titchener, Théodule Ribot y otros) ven lo psíquico y lo fisiológico como series de causas y efectos que se producen en sentido paralelo, independiente una de la otra. Pero, como quiera que las lesiones corporales, por ejemplo, trascienden al estado de la psique, y el contenido de los procesos psíquicos modifica, por su sentido, el decurso de los procesos fisiológicos, el paralelismo psicofísico suele completarse mediante la teoría de la interacción psicofísica (L. Busse, K. Stumper, Oswald Külpe y otros), según la cual lo psíquico y lo fisiológico se influyen recíprocamente de manera constante. Aquí, como en la concepción materialista vulgar, es vicioso el principio mismo de la correlación establecida entre el contenido ideal de lo psíquico y la fisiología. En realidad, el contenido de los procesos psíquicos se halla causalmente determinado por el mundo objetivo y por la aprehensión práctica y teórica del mismo. Los procesos fisiológicos constituyen el mecanismo material necesario que hace posible la actividad vital y todas las funciones sociales del hombre, incluido el proceso de la cognición, del reflejo. Mas la fisiología de por sí no determina el contenido de los procesos psíquicos. De ahí que, gnoseológicamente, lo psíquico no deba de contraponerse al mecanismo fisiológico del reflejo, sino a aquello que se refleja. El paralelismo psicofísico, en última instancia, llega necesariamente a conclusiones idealistas en el sentido de la psicosomática.

Diccionario filosófico · 1965:351-352

Paralelismo psicofísico

En filosofía del tiempo nuevo, variante –presentada por primera vez por el ocasionalismo (Malebranche)– de “solución” del llamado problema psicofísico, que se plantea inevitablemente en el caso de la contraposición mecanicista del alma incorpórea al cuerpo con extensión (Descartes). Los adeptos del paralelismo psicofísico (Wundt, T. Lipps y otros), siguiendo la lógica del mecanicismo y reproduciendo por tanto, casi literalmente, la argumentación de los ocasionalistas, enfocan lo psíquico y lo fisiológico como series de causa y efecto paralelas e independientes una de otra. Por lo común, el paralelismo psicofísico es completado con la teoría de la interacción psicofísica (O. Külpe y otros). Aquí, lo mismo que en la concepción materialista vulgar, es vicioso el principio mismo de la correlación del contenido de la psique con la fisiología. Los procesos fisiológicos son un mecanismo necesario, pero no suficiente, ni mucho menos, para asegurar la actividad vital verdaderamente humana. Además, dichos procesos no determinan el contenido de los procesos psíquicos. La actividad vital del hombre, que sólo es posible en el curso de la comunicación, incluye también la actividad psíquica (psique, alma, conciencia) y, al mismo tiempo, constituye el contenido de esta última. Por eso no se debe oponer el alma (lo psíquico) al cuerpo (lo fisiológico), sino considerarla en correlación con el mundo objetivo de la actividad humana. El paralelismo psicofísico lleva necesariamente en última instancia a conclusiones idealistas.

Diccionario de filosofía · 1984:325