Filosofía en español 
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Neohegelianismo

Neohegelianismo

El neohegelianismo es una corriente filosófica burguesa contemporánea que fundamenta sus teorías empleando los aspectos conservadores de la filosofía hegeliana, criticando a la vez su sistema idealista objetivo desde posiciones del idealismo subjetivo. Convierte la dialéctica hegeliana en una dialéctica subjetiva y mística, desechando su vivo contenido revolucionario. Los neohegelianos son enemigos furibundos del materialismo dialéctico; en política son reaccionarios, proveedores de teorías que encubren y defienden la dictadura descarada de la burguesía imperialista y la explotación de los trabajadores; el nacionalismo burgués y el chovinismo. El neohegelianismo surgió simultáneamente con el imperialismo. Ya a fines del siglo pasado una serie de filósofos promovió en Inglaterra (Carde) sistemas que unen el idealismo hegeliano con el neokantismo (ver). Aproximadamente desde 1910 algunos neokantianos alemanes (Cohen, Natorp, Kroner, Rickert) comienzan a apartarse de Kant y a pasarse al neohegelianismo, el cual alcanzó su florecimiento en los años posteriores a la primera guerra imperialista mundial, cuando desplazó de la filosofía burguesa al neokantismo y al machismo. El neohegelianismo considera la Filosofía de la Naturaleza y la Filosofía del Derecho como obras fundamentales de Hegel, en las que el lado conservador de su filosofía logra su desarrollo más completo. El neohegelianismo dedica una atención especial a la creación de “teorías” que han de demostrar que el hombre se hace más libre cuanto más conoce a dios; que la nación, el Estado, son entidades eternas, en las que el hombre, como parte integrante, está disuelto y totalmente sometido y por las cuales debe sacrificarlo todo; que el contenido fundamental de la historia de la humanidad es la lucha entre las naciones y no entre las clases. Los neohegelianos critican a Hegel por considerarle “demasiado objetivo”. La dialéctica, según Kroner, tiene lugar solamente en el espíritu, en el pensamiento. Su “dialéctica” conduce al irracionalismo. El neohegeliano italiano contemporáneo, Gentile, desenvuelve una teoría idealista subjetiva: sólo existe el sujeto activamente operante; todo lo existente se divide en pensante y pensado; la historia es el producto de la libre creación del espíritu; en el mundo no existen leyes objetivamente válidas; el sujeto activo impone las leyes al mundo. La filosofía de Gentile, el “actualismo”, es la ideología del reaccionario, del imperialista, que actúa activamente contra la necesidad histórica. Sigfrido Mark une el neohegelianismo con el neokantismo, creando una “dialéctica crítica”. Combate la doctrina dialéctica de Hegel sobre el automovimiento como el resultado de la lucha entre las contradicciones. En su obra, especialmente dirigida contra el marxismo, señala que el materialismo no puede asociarse con la dialéctica. Arturo Libert es el fundador de la dialéctica “trágica”. La dialéctica, a la luz de su teoría, refleja el carácter indestructible del antagonismo, de la contradicción entre la realidad y el deber (desde el punto de vista de la burguesía). Libert expresa la ideología decadente de la burguesía actual que no ve la salida de la crisis general. Lo característico del neohegelianismo, como ideología de la burguesía imperialista, es el no haber sabido, no sólo crear un nuevo sistema filosófico, sino ni siquiera comprender el contenido positivo de la filosofía burguesa de la época del desarrollo progresivo del capitalismo. El neohegelianismo expresa la ideología de la burguesía en la última fase de su existencia, la fase del capitalismo putrefacto y agonizante.

Diccionario filosófico marxista · 1946:231-232

Neo-hegelianismo

Corriente filosófica reaccionaria de los siglos XIX y XX, basada en los elementos reaccionarios de la filosofía de Hegel (ver). Los neo-hegelianos critican el idealismo objetivo de Hegel desde el punto de vista del idealismo subjetivo, y transforman la dialéctica hegeliana en una dialéctica subjetiva, rechazando su núcleo racional: la idea del desarrollo. Enemigos del materialismo dialéctico, son reaccionarios en política y portavoces de las teorías que encubren y defienden la dictadura de la burguesía y la explotación de los trabajadores, el nacionalismo y el patrioterismo burgueses. Nacido con el imperialismo, el neo-hegelianismo, que fue una de las manifestaciones de la reacción política, se difundió sobre todo después de la primera guerra mundial.

El neo-hegelianismo toma de nuevo los principios fundamentales de la Filosofía de la naturaleza y de la Filosofía del derecho de Hegel, donde el lado conversador del sistema hegeliano aparece con más relieve. Concede particular importancia a las “doctrinas” según las cuales el hombre se aplica a conocer a Dios cuanto más libre es; la nación, el estado burgués, forman un todo eterno, mientras que el hombre, que es parte de ellos, les está enteramente subordinado, se disuelve en ellos y les debe sacrificar todo; el contenido esencial de la historia es la lucha de las naciones y no la de las clases. Según Richard Kroner, la dialéctica sólo existe en el espíritu y tiene un carácter irracional. El idealismo de Gentile, neo-hegeliano italiano, proclama: sólo existe el sujeto activo; la historia es el producto de la creación libre del espíritu; no hay leyes objetivas, el sujeto activo dicta sus leyes al mundo. El “actualismo” de Gentile es una ideología reaccionaria que se opone a la necesidad histórica objetiva. En su “dialéctica crítica”, el social-reformista Siegfried Mark hace una amalgama con el neo-hegelianismo y el neo-kantismo (ver), y lucha contra la teoría dialéctica de Hegel sobre el automovimiento como resultado de la lucha de los contrarios. En su libro, dirigido contra el marxismo, se desvive por demostrar que el materialismo no puede ser aliado de la dialéctica. Arthur Liebert predica la dialéctica “trágica”, que expresa la “indestructibilidad” del antagonismo, la contradicción eterna entre la realidad y “lo que debería ser”. Liebert expresa la ideología decadente de la burguesía reaccionaria que no ve salida a la crisis general del capitalismo. El neo-hegelianismo está íntimamente ligado al fascismo (ver). Apoyándose en el neo-hegelianismo, el fascismo trataba de “justificar” su ideología bárbara.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:377

Neohegelianismo

Corriente filosófica idealista que surgió en Inglaterra y en los Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX como reacción al materialismo de las ciencias naturales y al positivismo para defender la religión y la filosofía especulativa (Green, Bradley, Royce, McTaggart y otros). A fines del siglo XIX y comienzos del XX, el neohegelianismo tomó un sentido antimarxista, se difundió por Italia (Croce, Gentile), Rusia (I. A. Ilin y otros), Holanda (Gerardus Bolland). En vísperas de la primera guerra mundial y después de ella, se destacó el neohegelianismo alemán (Glockner, Kroner, Litt). Después de la segunda guerra mundial, el neohegelianismo se extiende por Francia, fundiéndose con el existencialismo (Jean Wahl, Hippolyte, Kojève) en muchos aspectos. Son características del neohegelianismo la renuncia a la dialéctica o su circunscripción a la esfera de la conciencia, la interpretación irracional de Hegel en el espíritu de la filosofía de la vida. En el neohegelianismo, la solución del problema de la contradicción varía desde le “conciliación” de los elementos contradictorios (Bradley, Haering) hasta la negación de que sea posible resolver las contradicciones en general (Wahl, Croce). En sociología, el neohegelianismo utiliza los aspectos reaccionarios de la filosofía hegeliana del espíritu para “fundamentar” el Estado imperialista (Bosanquet) y luego, también, el “Estado corporativo” fascista (Gentile, Haering) como recurso para conciliar las clases sociales. En 1930 se creó un centro de neohegelianismo, la “Unión hegeliana internacional”.

Diccionario filosófico · 1965:336

Neohegelianismo

Corriente filosófica idealista, surgida en Inglaterra y EE.UU. en la segunda mitad del siglo 19 como reacción al materialismo de las ciencias naturales y al positivismo y para defender la religión y la filosofía especulativa (Th. H. Green, F. H. Bradley, J. Royce, J. E. McTaggart, &c.). A fines del siglo 19 y comienzos del 20, el neohegelianismo adquirió una orientación antimarxista y se difundió en Italia (Croce, Gentile), en Rusia (I. Ilín y otros) y en los Países Bajos (G. Bolland). En vísperas de la primera guerra mundial y después de ella se promovió el neohegelianismo alemán (H. Glockner, R. Kroner, Th. Litt). Al terminarse la segunda guerra mundial, el neohegelianismo se propaga en Francia, fundiéndose en gran medida con el existencialismo (J. Wahl, Hippolyte). El neohegelianismo se caracteriza por la renuncia a la dialéctica o su extensión sólo a la esfera de la conciencia. Los neohegelianos resuelven de manera distinta el problema de las contradicciones: desde su “conciliación” hasta la negación de la posibilidad de resolverlas en general. En sociología algunos representantes del neohegelianismo se valen de los aspectos reaccionarios de la filosofía del espíritu de Hegel para “fundamentar” la política del Estado imperialista y luego también del Estado corporativo fascista como medio necesario para conciliar las clases en la sociedad. En 1930 fue fundado el centro del neohegelianismo: “Unión Hegeliana Internacional”.

Diccionario de filosofía · 1984:309-310