Filosofía en español 
Filosofía en español

Esencia y fenómeno

Esencia y fenómeno

La esencia expresa las conexiones internas en la Naturaleza, el cimiento de la variedad múltiple de los fenómenos. Por ejemplo, “el trabajo es aquello por lo cual diversas mercancías son iguales; su unidad, su esencia, la base interna de su valor” (Marx). El fenómeno es la manifestación de la esencia de las cosas, es decir, de su naturaleza interna. Por ejemplo, la contradicción, propia del capitalismo, entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiación es una esencia que tiene sus manifestaciones múltiples y variadas: en la lucha entre el trabajo y el capital, en las crisis económicas, en el paro forzoso, en las guerras, &c. La emulación socialista, el trabajo de choque, el movimiento stajanovista, son diversas manifestaciones de la actitud comunista ante el trabajo que constituye su esencia. Esencia y fenómeno están mutuamente relacionados y representan una unidad. “La esencia se manifiesta. El fenómeno tiene esencia” (Lenin). Pero esencia y fenómeno no coinciden inmediatamente. Así, por ejemplo, la ganancia del capital comercial parece ser un simple encarecimiento del valor de la mercancía. En realidad, la fuente de la ganancia es la explotación de los obreros que crean la plusvalía. De esta manera, la esencia no se manifiesta inmediatamente en el fenómeno, hay que descubrirla, conocerla. “Si la forma de manifestación de las cosas y su esencia coincidieran inmediatamente, estaría de más toda ciencia” (Marx). El objetivo de la ciencia radica también en resolver la contradicción que hay entre la esencia y el fenómeno en las cosas, descubrir detrás de los fenómenos sus conexiones internas, su esencia, y revelarla. “El pensamiento del hombre se profundiza infinitamente desde el fenómeno hacia la esencia, desde la esencia por ejemplo de la primera categoría hasta la esencia de la segunda categoría, &c. y así hasta el infinito” (Lenin). Ante el problema de esencia y fenómeno, el materialismo dialéctico se drierencia, en principio, tanto del agnosticismo, que separa la esencia del fenómeno y declara la primera como incognoscible, como del empirismo vulgar, que identifica la esencia con el fenómeno, limitándose sólo a la apariencia inmediata de las cosas.

Diccionario filosófico marxista · 1946:100

Esencia y fenómeno

Categorías filosóficas que reflejan diferentes aspectos de los objetos, de los procesos de la realidad objetiva. La esencia  expresa las características fundamentales de los objetos, su naturaleza interna, los procesos profundos que se desarrollan. El fenómeno es una manifestación exterior de la esencia, la forma exterior en que los objetos y los procesos aparecen en la superficie. La esencia de las cosas está latente y es inaccesible a la observación simple. Las formas exteriores, directamente percibidas por los órganos de los sentidos, pueden ofrecer una idea falsa de la esencia verdadera de las cosas. Así el Sol parece girar alrededor de la Tierra, mientras que en realidad, es la Tierra la que gira alrededor del Sol. El salario del obrero contratado por el capitalista aparece como la remuneración de todo su trabajo; en realidad, su trabajo no es pagado sino en parte, y el resto es acaparado por el capitalista bajo forma de plusvalía, fuente de los beneficios capitalistas.

Hay pues, un desacuerdo, una contradicción entre la esencia y el fenómeno. La ciencia tiene por finalidad el descubrimiento de la esencia de las cosas más allá de sus formas exteriores. “Si la forma de expresión aparente y la esencia de las cosas coincidieran de una manera inmediata, toda ciencia sería superflua” (Marx, El Capital, Libro III). En su análisis de las leyes internas, de la esencia económica de la sociedad burguesa, Marx muestra que las apariencias engañosas de la “igualdad” entre el capitalista y el obrero, ocultan una feroz explotación del proletariado por la burguesía, que la plusvalía es la fuente del enriquecimiento de los capitalistas. El hecho de que existan en la U.R.S.S. mercancías, dinero, &c., podría hacer creer que las categorías de la economía capitalista permanecen vigentes en la economía socialista. Se puede, en efecto, llegar a esta conclusión errónea si el análisis no va más allá de los procesos que se desarrollan en la superficie de los fenómenos. Pero si se hace una distinción entre la esencia y el fenómeno, se comprenderá que en la sociedad soviética sólo resta la forma de esas categorías, y que su contenido ha cambiado radicalmente. En el régimen socialista, el dinero, las mercancías, los bancos, &c., contribuyen al florecimiento de la economía soviética en beneficio de las masas trabajadoras.

El proceso del conocimiento va de los fenómenos exteriores a la esencia, a la revelación de la esencia cada vez más profunda de los objetos. “El pensamiento humano prosigue sin cesar su marcha a partir  del fenómeno hacia su esencia, de la esencia de primer orden, por así decir, a la esencia de segundo orden, y así por lo consiguiente, sin fin” (Lenin, Cuadernos filosóficos, Ed. rusa). Un ejemplo revelador de esta penetración cada vez más profunda en la esencia de los fenómenos, es el progreso de nuestras ideas sobre la materia, sobre el átomo. La física moderna explora cada vez más la naturaleza del átomo y del núcleo atómico revelando la esencia de las transformaciones de la materia, de sus metamorfosis cualitativas. El Partido Comunista debe sus éxitos a la comprensión de la esencia de los fenómenos sociales; el partido ve claramente los vínculos internos, esenciales de los fenómenos y pertrecha a las masas con el conocimiento de esos vínculos.

El materialismo dialéctico se opone irreductiblemente al agnosticismo (ver) que separa la esencia del fenómeno y la declara incognoscible, como al empirismo vulgar que identifica la esencia y el fenómeno. En realidad, la esencia y el fenómeno son conexos y constituyen una unidad. “La esencia se manifiesta, el fenómeno es esencial” (Ibid.). Gracias a la generalización, la ciencia descubre la esencia de los fenómenos, las leyes que los rigen, lo que nos permite orientarnos mejor, separar lo esencial y necesario de lo secundario y fortuito. Sin el conocimiento de la esencia, de las leyes de los fenómenos, toda actividad práctica está condenada al fracaso.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:165-166

Esencia y fenómeno

Categorías filosóficas que reflejan facetas necesariamente inherentes a cada objeto de la realidad. La esencia constituye el conjunto de las propiedades y relaciones del objeto más profundas y estables, determinante de su origen, carácter y dirección del desarrollo. El fenómeno constituye un conjunto de propiedades y relaciones del objeto diversas, externas, móviles, inmediatamente accesibles a los sentidos y representa el modo como la esencia se manifiesta, se revela. Los idealistas interpretan torcidamente dichas categorías, suponiendo o bien que la esencia es ideal (“ideas”, de Platón; “idea absoluta” de Hegel) o bien que el fenómeno es subjetivo y la esencia objetiva e incognoscible (Kant, Agnosticismo); o declaran subjetiva la diferenciación misma de esencia y fenómeno en el objeto (Dewey, Lewis), o bien, finalmente, niegan por completo la esencia e identifican el fenómeno con la sensación (Mach, Fenomenalismo). Esencia y fenómeno constituyen una unidad: así como no puede haber esencias “puras”, que no aparezcan, tampoco hay fenómenos carentes de esencia; “La esencia aparece. El fenómeno es esencial” (V. I. Lenin, t. XXXVIII, pág. 249). La unidad de esencia y fenómeno se revela, asimismo, en el hecho de que se transforman una en otro y recíprocamente. Lo que en cierto tiempo (o relación) es esencia, en otro tiempo (o relación) puede convertirse en fenómeno, y viceversa. Sin embargo, la unidad de esencia y fenómeno es internamente contradictoria, ellos mismos son aspectos de una contradicción. La esencia aparece como lo determinante; el fenómeno, como lo determinado; el fenómeno se da de manera inmediata; en cambio, la esencia se halla oculta; en cuanto a los rasgos, el fenómeno es más rico que la esencia, pero ésta es más profunda que el fenómeno; la esencia en un objeto es siempre una, aunque se manifiesta en una multiplicidad de fenómenos; el fenómeno es más móvil que la esencia; un mismo fenómeno puede ser manifestación de esencias variadas e incluso contrarias; el fenómeno puede expresar la esencia tergiversadamente, de manera inadecuada (Apariencia). Sin embargo, la contradicción existe no sólo entre esencia y fenómeno, sino, además, dentro de la esencia misma, y estas contradicciones son las fundamentales del objeto, cuyo desarrollo global determinan. En oposición a la metafísica, el materialismo dialéctico reconoce la mutabilidad de la esencia. La contradicción entre esencia y fenómeno condiciona el carácter complejo y contradictorio del proceso del conocimiento, “ ... si la forma de manifestarse y la esencia de las cosas coincidieran directamente, toda ciencia sería superflua” (C. Marx y F. Engels, t. XXV, parte II, pág. 384). Profundizar sin límites desde el fenómeno hacia la esencia, descubrir la esencia de las cosas tras los fenómenos externos, hallar el fundamento de por qué la esencia se manifiesta de una manera y no de otra, tal es el fin del conocimiento. Por medio de la contemplación inmediata, el hombre entra en conocimiento de las cosas que figuran en la superficie, entra en conocimiento de los fenómenos. El conocimiento de la esencia se logra gracias al pensamiento abstracto. En la ciencia, el tránsito del conocimiento del fenómeno al conocimiento de la esencia adquiere el aspecto específico de paso del experimento (la observación) a la explicación a través de la descripción.

Diccionario filosófico · 1965:148

Esencia y fenómeno

Categorías filosóficas que reflejan los aspectos universales necesarios de todos los objetos y procesos en el mundo. La esencia es el conjunto de conexiones y relaciones profundas y de leyes internas que determinan los rasgos y tendencias principales del desarrollo de un sistema material. El fenómeno son los acontecimientos, propiedades o procesos concretos, que expresan los aspectos exteriores de la realidad y constituyen la forma de manifestación y de descubrimiento de cierta esencia. Las categorías de la esencia y el fenómeno siempre están interconectadas indisolublemente. En el mundo no existe una esencia que no se revele en el exterior y sea incognoscible, como tampoco existe un fenómeno, que no contenga ninguna información sobre la esencia. Pero la unidad de la esencia y el fenómeno no equivale a su coincidencia, pues la esencia siempre se oculta bajo la superficie del fenómeno y, cuanto mayor es la profundidad en que se encuentra, tanto más difícil y largo resulta su conocimiento en la teoría: “...toda ciencia estaría de más, si la forma de manifestarse las cosas y la esencia de éstas coincidiesen directamente...” (C. Marx y F. Engels, t. 25, parte II, p. 384). El conocimiento de la esencia sólo es posible sobre la base del pensamiento abstracto y la creación de la teoría sobre el proceso en estudio. Es un salto cualitativo del nivel empírico al nivel teórico de conocimiento y esta enlazado principalmente con el descubrimiento de lo determinante en los objetos, de las leyes de su cambio y desarrollo. Esto va acompañado de la transición de la descripción de los fenómenos al desentrañamiento de sus causas y fundamentos. Uno de los criterios del conocimiento de la esencia es la formulación precisa de las leyes del movimiento y desarrollo de los objetos y la verificabilidad de los pronósticos que se deducen como resultado de las leyes dadas y las condiciones de su acción. Además, la esencia puede considerarse conocida si son notorias complementariamente las causas del surgimiento y la fuentes del objeto estudiado, si se han aclarado las vías de su formación o reproducción técnica, si en la teoría o en la práctica ha sido creado su modelo verídico (Modelado), cuyas propiedades se corresponden con las del original. El conocimiento de la esencia permite separar el contenido objetivo auténtico del fenómeno de su apariencia y eliminar el elemento de deformación y de subjetividad en la investigación. Pero las tareas del conocimiento no se agotan con la revelación de la esencia. Son necesarias la explicación y la fundamentación teóricas de las leyes anteriormente formuladas, de la esfera de su aplicación, &c. La solución de estos problemas está vinculada con el paso al conocimiento de niveles estructurales más profundos de la materia o con el desentrañamiento del sistema de conexiones y relaciones más generales del que forma parte como elemento el fenómeno en estudio. Esto exige conocer las leyes más generales y fundamentales del ser, de las que las leyes y procesos descubiertos antes se derivan en forma de sus manifestaciones particulares. Así se realiza la transición a una esencia más profunda, a niveles estructurales nuevos de la materia. En la interrelación de la esencia y el fenómeno se pone de manifiesto la dialéctica de la unidad y la diversidad. La misma esencia puede tener numerosas manifestaciones distintas, al igual que todo fenómeno suficientemente complejo puede ser determinado por varias esencias relativas a distintos niveles estructurales de la materia. La esencia es siempre más estable que los fenómenos concretos, pero en definitiva las esencias de todos los sistemas y procesos en el mundo también cambian en conformidad con las leyes dialécticas universales del desarrollo de la materia. Toda ciencia alcanza su madurez y perfección únicamente cuando pone de relieve la esencia de los fenómenos que investiga y resulta capaz de prever sus cambios futuros no sólo en la esfera del fenómeno, sino también en la de la esencia. El agnosticismo separa ilegítimamente la esencia y el fenómeno y considera la esencia como “cosa en sí” incognoscible, que supuestamente no se descubre en el fenómeno. Por otra parte, los idealistas atribuyen a la esencia de las cosas un origen ideal, divino, considerándola primaria respecto a las cosas materiales existentes en el mundo.

Diccionario de filosofía · 1984:142-143