La phi simboliza la filosofía de tradición helénica, la ñ la lengua española Proyecto Filosofía en español
Antonio de Guevara 1480-1545

Reloj de Príncipes / Libro I

Capítulo XI
De muchos dioses que tenían los gentiles y de los officios que tenían aquellos dioses, y de cómo se vengavan de los dioses de que no hazían lo que querían ellos, y de cómo heran xx los dioses escogidos y heran infinitos los dioses comunes.


Caso que a los de claro juyzio las obras de Dios por sí mismas sin compararlas a otras son grandes, pero porque mejor se conosce lo blanco estando junto cabe lo negro, quiero para los curiosos contar aquí una flota de dioses falsos, porque por ellos y por sus poquedades verán muy claro en quánto han de tener los príncipes al Dios verdadero.

Es de saber que los antiguos paganos tenían muchas maneras de dioses, pero los más supremos eran los dioses que llamavan ellos dii selecti i sursum electi, que querían dezir dioses del cielo, los quales descendían pocas vezes acá en la tierra. Eran estos dioses veynte, conviene a saber: Jano, Saturno, Jovis, Genium, Mercurio, Apolo, Mars, Vulcano, Neptuno, Sol, Orcus, Víbar, Tellus, Céreris, Juno, Minerva, Luna, Diana, Véneris, Vestalis. Déstos, las ocho últimas son diosas y los doze primeros son dioses. Destos veynte dioses no podía ninguno apropriarlos o tomar para sí alguno dellos, sino que en común para todos avían de aprovechar, conviene saber: para un reyno todo, para una provincia señalada o para una ciudad generosa.

Quanto a lo primero es de saber que tenían un dios que se llamava Cancio, y a éste rogavan y ofrecían muchos dones a fin que les diesse dios fijos sabios y agudos, y si esto pidieran al Dios verdadero, ellos tenían razón, porque según la [107] malicia humana es enconada, mucho peligro corre el hombre al qual no le crió cuerdo la Providencia divina.

Ítem tenían otra diosa que llamavan Lucina. Y a ésta se encomendavan las mugeres para tener buen parto. Y avía un templo en Roma, vía Salaria, extramuros, assaz grande, do todas las romanas preñadas sacrificavan a su diosa Lucina y le tenían allí novenas. Según dize Frontón, De veneratione templorum, el templo desta diosa edificó Numa Pompilio y fue destruydo por el cónsul Ruptilio a causa que, como una hija suya estuviesse preñada y por más devoción se fuesse a tener novenas y a parir al templo de Lucina, fue la desdicha que la moça no sólo malparió, mas aun murió, y de aquel enojo el cónsul Ruptilio secretamente fizo poner fuego al templo; porque muchas vezes leemos que, quando los gentiles se veýan en una grande necessidad, si se encomendavan a los dioses y ellos no los socorrían en sus necessidades, luego les quitavan los sacrificios o les derrocavan los templos o mudavan dioses.

Ítem los gentiles tenían otro dios que llamavan Opis, y este dios era dios del niño que nascía, assí como Lucina era diosa de la madre que le paría, y tenían por costumbre que todos los nueve meses que la madre estava preñada traýa la imagen del dios Opis colgada sobre la barriga, atada en la cinta o cosida en la saya; y a la hora que quería parir, tomava en las manos la partera aquella ymagen; y, en assomando a nacer el niño, primero le tocava con el ýdolo que con la mano. Si el niño nacía bien, el padre y los parientes hazían aquel día gran veneración aquel ídolo; pero si el infante nascía ahogado, los parientes llevavan ahogar la ymagen del dios Opis en el río.

Ítem los gentiles tenían otro dios que llamavan el dios Vaginato, y a éste sacrificavan ellos por devoción porque no llorassen mucho los niños, y a este fin la ymagen o ýdolo deste dios Vaginato traýala el niño colgada del pescueço; porque los gentiles tenían por muy mal agüero quando en la niñez llorava mucho el niño, diziendo que el llorar mucho en la infancia es señal que terná el niño muy adversa la fortuna.

Ítem tenían otro dios que llamavan el dios Cunino, y a éste honrravan y sacrificavan a fin que fuese abogado de guardar [108] los niños en las cunas; y los que eran pobres tenían el dios Cunino y poníanle colgado encima de la cuna, pero los que eran ricos hazían unas cunas ricas, en las quales estavan esculpidos muchos dioses cuninos. Cuenta Herodiano, y Pulión en la Vida de Severo, que, estando el Emperador Severo en la guerra de los gallos, su muger, que avía nombre Julia, parió una fija y fue la primera, y acaso una hermana desta Julia que avía nombre Mesa, natural de Persia, de una ciudad que avía nombre Mesa, embió a la hermana en Roma una cuna, la qual era de olicornio y de oro, y en torno della estavan esculpidas muchas imágines del dios Cunino. Era la cuna de tan gran precio, que después por muchos tiempos estuvo puesta entre los grandes tesoros del herario, aunque en la verdad los romanos estas semejantes cosas más las guardavan con ambición de memoria que no con desseo de riqueza.

Ítem los gentiles tenían otro dios que llamavan el dios Runino, que quiere dezir dios de los niños que maman. A éste fazían las matronas romanas muchos sacrificios porque les guardasse las tetas y les diesse buena leche para sus criaturas; y todo el tiempo que tenían leche traýan la ymagen deste dios colgada de la garganta hasta los pechos; y cada mañana, antes que mamasse el niño, embiava a ofrecer una escudilla de leche la madre al dios Runino. Si no avía templo allí do ella estava, con leche bañava la ymagen del dios Runino que ella tenía.

Ítem tenían otro dios que llamavan el dios Stelino, que era abogado de los niños quando començavan a andar, y a este dios ofrecían las matronas romanas muchos dones a fin que sus fijos no quedassen enanos y supiessen bien andar, de manera que no quedassen coxos ni mancos; porque acerca de los romanos los coxos y los enanos eran tenidos en tan gran vituperio, que ni podían tener oficios en el Senado, ni ser sacerdotes en algún templo. Cuenta Hérculo, libro iii De republica, que Cornelia, aquella excelentíssima muger la qual fue madre de los Gracos, los dos primeros fijos que parió, el uno fue enano y el otro coxo, y ella, pensando que el dios Stelino estava della enojado, en la región xii cabe el campo Gadetano, entre los huertos de Detha hizo templo al dios Stelino, el [109] qual templo duró hasta los tiempos del rey Randagaismo, el qual quando cercó a Roma derrocó todos los templos y taló todos los huertos que estavan en torno de Roma.

Ítem tenían otro dios los gentiles que llamavan el dios Adeón, y éste tenía cargo de fazer al fijo, ya que sabía andar, que se llegasse a la madre y tomasse amor con ella. Y caso que Cicerón, libro ii De natura deorum, ponga a este dios entre los otros dioses, no me acuerdo aver leýdo que tuviesse templo en Roma hasta el tiempo de Mamea, madre del Emperador Antonino. Esta excelente muger, como quedasse biuda y con dos niños muy pequeños por criar, con desseo que los fijos fuessen buenos y que con ella de que creciessen los fijos fuessen amorosos, en la región xii, en el Vaticano, cabe los huertos de Domicilio, edificó un templo no poco solemne al dios Edeón, cabe el qual hizo otro edificio que avía nombre Sacelum Mamee, do ella estuvo por muchos tiempos retraýda; porque era costumbre que todas las biudas que querían dar a sus hijos buena dotrina, luego se salían y se apartavan de los plazeres y peligros de Roma.

Ítem tenían los antiguos otro dios que llamavan ellos Deus mentalis, que quería dezir dios del seso, conviene saber: que tenía cargo de dar a los niños buen seso o malo. Y a este dios hazían grandes sacrificios los antiguos, especial los griegos aun mucho más que los romanos, en tanto que dize Séneca que no se maravilla de lo que supieron los griegos, sino de lo que no supieron, pues tenían el templo del dios mental dentro de su academia. Todos los niños que avían de aprender para filósofos era ley en Atenas que primero sirviessen en aquel templo tres años. Y, dexado lo que dize Séneca de los griegos, osaré dezir a muchos que son oy bivos que si es verdad que en aquel lugar se dava a los hombres seso, que antes ogaño que otro año se partan a tener novenas en aquel templo; porque no ay en el mundo ygual infortunio con carecer el hombre de seso reposado.

Ítem tenían los antiguos otro dios que llamavan el dios Voluno y la diosa Voluna. Estos dos tenían cargo de los desposados; por esso eran dos dioses, el uno para él y el otro para ella. Y era costumbre que todo el tiempo que estavan desposados [110] traýa cada uno a su dios colgado de la garganta; y avían de ser de plata o de oro; y, quando se desposavan, dava ella a su esposo el dios Voluno y dava él a ella la diosa Voluna. En los tiempos que uvo cónsules en Roma, después que fueron alançados los reyes y antes que viniessen los emperadores, poco antes que los Cornelios inventassen las sediciones en Roma, fue un cónsul entre los cónsules que uvo nombre Balvo, y éste dizen ser el primero que edificó el templo a los dioses Voluno y Voluna, y estava su sitio en la región nona cabe la puerta Corinthia, y llamávase Cripta Valli, y junto con él avía otro edificio que se dezía Theatrum Valli. Todos los cónsules y senadores y varones illustres se yvan a desposar en aquel templo que edificó Balvo, y no faltó quien dixo en Roma la noche que el gran Pompeyo se desposava con la hija de Julio César estas palabras: «Pompeyo no ha querido desposarse en el templo de los dioses, pues desde agora adevino que aquel casamiento no durará mucho tiempo.» Es autor desto Publio Vítor, libro iii De nuptiis antiquorum.

Ítem adoravan los antiguos a un dios que avía nombre el dios Agreste, que quiere dezir de los agros, que son los campos y frutos; y a éste no le sacrificavan siempre sino dos vezes en el año, conviene saber: quando la cimentera y quando las miesses estavan para madurar. Deste dios Agreste fueron grandes cultores los frigios, que eran los troyanos, y los sículos, que eran los de Sicilia; y la causa desto era porque eran tierras do se cogían muchos panes, en tanta manera que Frigia era granero en Asia y Trinacria de Europa.

Ítem tenían otro dios que llamavan el dios Belon, y éste era abogado de los que peleavan en las batallas, conviene saber: que assí como los christianos al tiempo de romper una cruda batalla hazen a su dios oración, assí los antiguos en aquel mesmo punto de rodillas se encomendavan al dios Belon. Dize Livio que entre las otras cosas de que fueron acusados los cavalleros que pelearon en la de Canas contra Aníbal fue que no se encomendaron al dios Belon al tiempo de dar la batalla, ni al dios Mars sacrificaron antes de la batalla, y que por esso los penos quedaron vencedores, porque aquel día a sus dioses fizieron grandes sacrificios. En los tiempos que [111] Pirro, rey de los epirotas, vino en Italia, como supiessen los romanos que traýa muy grandes invenciones de guerra acordaron de edificar un templo al dios Belon, y éste estava dentro de los muros de Roma en la región ix, junto a la puerta Carmental, y llamávase Edis Belone, y tenía frontero de sí una solemníssima columna do estava esculpida la orden de dar una batalla.

Tenían los gentiles otro dios que llamavan el dios Victoria. A éste fazían los romanos más que todas las otras naciones muchos sacrificios porque dios les diesse victoria de sus enemigos. Deste dios de la victoria avía muchos templos y muy solemnes en Roma, pero el mayor y más principal estava cabe la puerta Venia, en la región xii, en la plaça que llamavan de la Vitoria, el qual templo y plaça fue constituydo en el año de la fundación de Roma cccclxxvii, y fue por ocasión de la vitoria que uvieron Apio Claudio y Quinto Fabio en Sicilia la primera vez que el pueblo romano peleó contra los africanos, siendo rey de Sicilia Herón. Desta guerra y vitoria uvieron principio todas las guerras crudas, largas y peligrosas que tuvo Roma y África.

Ítem uvo otro dios entre los dioses que llamavan los antiguos el dios Honorio, que quiere dezir dios que tenía cargo de proveer que los huéspedes fiziessen honra a los caminantes y fuessen bien tratados por las provincias y reynos que passassen. Era costumbre en Roma que todas las vezes que algún romano avía de yr largo camino, su muger luego yva al templo del dios Honorio a hazer sacrificios. En el año xv después que Aníbal passó a Ytalia, los romanos supieron por una profecía que si traýan la ymagen de la diosa Verecinta, que era madre de todos los dioses, que luego que ella entrasse en Roma, Aníbal saldría de Ytalia, y para este efecto los romanos embiaron su enbaxada al reyno de Frigia, que es parte de Asia, el qual reyno se llamó en otro tiempo Troya para traer a la diosa Verecinta. Y porque sus embaxadores fuessen con bien y bolviessen con salud, y a yda y a venida por los reynos que passassen les hiziessen honra, edificaron un templo al dios Honorio dentro de los muros de Roma, en la región iii, en la plaça que llamavan Forum transitorium. [112]


{Antonio de Guevara (1480-1545), Relox de Príncipes (1529). Versión de Emilio Blanco publicada por la Biblioteca Castro de la Fundación José Antonio de Castro: Obras Completas de Fray Antonio de Guevara, tomo II, páginas 1-943, Madrid 1994, ISBN 84-7506-415-9.}

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La versión del Libro áureo de Marco Aurelio, preparada por Emilio Blanco, ha sido publicada en papel en 1994 por la Biblioteca Castro, y se utiliza con autorización expresa de su editor y propietario, la Fundación José Antonio de Castro (Alcalá 109 / 28009 Madrid / Tel 914 310 043 / Fax 914 358 362).
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