Obras de Aristóteles La gran moral 1 2 Patricio de Azcárate

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La gran moral · libro primero, capítulo XXVI

De la dignidad y del respeto de sí mismo
en las relaciones sociales

La gravedad y el respeto de sí mismo ocupan el medio entre la arrogancia, que sólo parece contenta consigo misma, y la complacencia, que indiferentemente se acerca a todo el mundo. La gravedad se aplica a las relaciones sociales. El arrogante evita mucho el trato de las gentes y se desdeña de hablar a los demás. El nombre mismo que se le da en griego parece que viene de su manera de ser. El arrogante es en cierta manera autoades{10}, es decir, contento de sí mismo, y se le llama así, porque se gusta [43] mucho a sí mismo. El complaciente es el que se acomoda a toda clase de personas, bajo todas las relaciones y en todas las circunstancias. Ninguno de estos caracteres es digno de alabanza. Pero el hombre que se presenta digno y grave, es digno de estimación, porque ocupa el medio entre estos extremos; no se acerca a todo el mundo y sólo busca los que son dignos de su trato. Tampoco huye de todo el mundo y sí sólo de aquellos que merecen bien que se huya de trabar relaciones con ellos.

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{10} Voz griega compuesta de dos palabras que significan: «lo que se complace a sí mismo.»

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  Patricio de Azcárate · Obras de Aristóteles
Madrid 1873, tomo 2, páginas 42-43