Filosofía en español 
Filosofía en español

cubierta del libro Aristóteles

La Política

Traducción de Pedro Simón Abril –refundida por Jesús Gil–. Bibliotecas Populares Cervantes, CIAP, Madrid 1928

Aristóteles, La Política. Traducción de Pedro Simón Abril. Bibliotecas Populares Cervantes (director: Francisco Carrillo Guerrero, Inspector-Jefe de Primera Enseñanza de Madrid). Serie Segunda: Las cien mejores obras de la literatura universal, vol. 2. Companía Ibero-Americana de Publicaciones [CIAP], Don Ramón de la Cruz, 51. Madrid [1928], 264 págs. + 2 h. + 1 lámina con fotografía en blanco y negro del busto que algunos atribuyen a Lisipo: «Aristóteles (384-322 a. J. C.)». Las páginas 7-9 contienen un «Prólogo» sin firma, que transcribimos más abajo. Aunque MLHA 1:16688 data esta edición en 1927, por lo que se dice a continuación parece mas ajustado retrasarla a 1928.

Aristóteles, La Política, Bibliotecas Populares Cervantes, CIAP, Madrid [1928][No figura fecha de edición, pero se puede datar en 1928, el mismo año en el que se constituyó este ambicioso grupo editorial de vida efímera (quebró en 1931) y de rápido crecimiento al adquirir e incorporar las editoriales Renacimiento, Mundo Latino, Atlántida, La Gaceta Literaria, &c. En las últimas páginas de este libro figuran anunciadas otras publicaciones de CIAP, y se menciona el Anuario Guía de Sevilla y de las Repúblicas Hispano-Americanas (Exposición de Sevilla de 1928). En el Catálogo General de la CIAP –Madrid 1930 (aunque la mayor parte de los datos se refieren a mediados de 1929), 319 págs.– aparecen los títulos de 31 volúmenes de la serie segunda de las Bibliotecas Populares Cervantes (pág. 34). En este catálogo figura La Política de Aristóteles al precio de 2,50 pesetas (pág. 106) y se reproduce su cubierta. «El fin primordial de las Bibliotecas Populares Cervantes es el de facilitar la posibilidad de proporcionarse una biblioteca valiosa y escogida, aun a las personas que dispongan de medios económicos más limitados, por la baratura de la colección y por las facilidades de pago, a cinco pesetas mensuales.» (pág. 29). El lema de las Bibliotecas Populares Cervantes era: «Una biblioteca en cada pueblo, un libro en cada hogar», y en la pág. 10 del mencionado catálogo puede leerse: «La lectura y el conocimiento de los clásicos han sido en todos los países el fundamento básico de la educación nacional, y a esta necesidad deseamos servir con dos de nuestras colecciones más interesantes: Las Bibliotecas Populares Cervantes y Los Clásicos olvidados. La primera ha realizado el milagro de llevar a un precio inverosímil, por lo barato, ediciones de las obras maestras de la literatura a las manos más humildes...» En esta edición de La Política figuran los siguientes cargos del Consejo de Administración de la Compañía Ibero-Americana de Publicaciones S.A.: Presidente el banquero Ignacio Bauer Landauer; Vicepresidentes: José Francos Rodríguez, Antonio Goicoechea, Alberto Bandelac de Pariente; Director Gerente: Manuel L. Ortega; Consejeros: Rafael Altamira, Francisco Carrillo Guerrero, Isaac Toledano, Angel Arpón de Mendivil, José Arango, M. J. Coriat, y Pedro Sáinz Rodríguez. Cargos que se repiten en el Catálogo 1930, salvo que Pedro Sáinz Rodríguez aparece como Director Literario, y el Marqués de la Vega de Anzo y Paul Dreyfus, además, como consejeros.]

Si bien esta edición asegura que sigue la traducción de Pedro Simón Abril (publicada originalmente en Zaragoza 1584), no ofrece ninguna otra explicación sobre la procedencia efectiva del texto. De hecho, esta edición de La Política de las Bibliotecas Populares Cervantes de CIAP no hace otra cosa sino reproducir tal cual el texto de Pedro Simón Abril refundido por Jesús Gil y Calpe (1878-1937), tal como aparece publicado en la edición de Prometeo, Valencia 1925, pero sin decirlo. (Ignoramos si Jesús Gil y Calpe autorizó o fue compensado por el uso de su adaptación del texto clásico de Pedro Simón Abril.) [A su vez esta edición de CIAP fue exactamente reproducida hacia 1934 por Ediciones Nuestra Raza.]

Prólogo

Aristóteles nació en Stagira en el año 384 a. J. C. Su padre, Nicomaco, médico de Amintas II, rey de Macedonia, murió cuando su hijo contaba pocos años de edad, quedando el niño bajo la tutela de Proxenes, de Atarnes, en el Asia Menor. A los diecisiete años fue Aristóteles a estudiar a Atenas; tres años después comenzó a seguir las enseñanzas de Platón, y no dejó la Academia hasta el fallecimiento del citado filósofo. En el año 348 regresó a Atarnes, e hizo amistad con el tirano Hermias, con una hija del cual se casó. Tres años después fue Hermias asesinado, y Aristóteles se refugió en la isla de Lesbos. Filipo, rey de Macedonia, le llamó a su corte y le confió la educación de Alejandro. Cuando Alejandro subió al trono, Aristóteles pasó a Atenas, donde abrió una escuela de filosofía en el gimnasio llamado Liceo. Muerto Alejandro, en 323, el filósofo se vio obligado a [8] marchar de Atenas, para escapar de una acusación de impiedad, y se marchó a Calcis, en Eubea, donde murió a fines del año siguiente, a los sesenta y dos años de edad.

Los escasos fragmentos que se conservan de las poesías de Aristóteles nos autorizarían a considerarle como uno de los primeros poetas de su tiempo, si el genio filosófico no hubiese hecho olvidar los demás títulos que su nombre tiene para la inmortalidad.

A imitación de su maestro, Platón, escribió diálogos, de los que se conservan los nombres del Eudemo y el Gryllus.

Más tarde abandonó la forma dialogada y compuso tratados populares que, según Quintiliano, se distinguían por la brillantez y la elegancia de su estilo.

Entre las obras mayores de Aristóteles debemos mencionar, en primer término, la Política, compuesta, según parece, hacia el año 344, en Mitilene. En este tratado el autor desdeña toda clase de brillantes futilidades para imponerse al lector con la única fuerza de los razonamientos, sin más atractivo que la verdad. Su forma es ya de una severidad escolástica; pero la naturaleza del asunto obliga al autor a cada instante a apartarse del tono severo y a esclarecer la discusión con ejemplos históricos y apuntes de costumbres o de caracteres. La Política se dirigía [9] a los gobernantes y a los pensadores de todos los países y todas las escuelas.

Las otras obras mayores de nuestro autor parecen haber sido escritas para uso de los discípulos del Liceo. Son éstas los famosos tratados acroáticos o acroamáticos, cuyo mismo nombre indica a lo que se destinaban, pues la palabra αχρóαμα significa lección. Tales son, por ejemplo, la Física, la Metafísica y los tratados de lógica que forman el Organon. La misma Retórica requería a veces los comentarios del maestro. La Poética es un informe retazo de una obra perdida, o acaso el esbozo de un libro inacabado.

En los tratados acroamáticos, y entre aquel inextricable dédalo de distinciones, definiciones y silogismos, encontramos a veces cosas más humanas, tras las que se vislumbra al Aristóteles platónico.

Sin embargo, en ellas tropezamos a cada instante con pasajes difíciles, escabrosos, ininteligibles a veces y otras susceptibles de diez interpretaciones diversas, lo cual hace que la Política, donde tales defectos no abundan, sea la más humana, la más perfecta y la más asequible, para los lectores modernos, de las obras del inmortal pensador.

(páginas 7-9 de La Política de Aristóteles, CIAP, Madrid [1928])