Filosofía en español 
Filosofía en español

Séneca  4 ane-65

Lucio Anneo Séneca el filósofo (hijo de Marco Anneo Séneca el retórico y tío de Marco Anneo Lucano el poeta), romano de Córdoba educado en la capital del Imperio y adalid del estoicismo, queda incorporado al curso de la historia de España desde la Edad Media. En 1650 se le tiene por “andaluz ingenioso”, en 1660 por “el mayor ingenio de nuestra España” y en 1793 por “honor de la Filosofía Española”. En 1965 celebra España oficialmente su centenario, al reivindicarle como “Filósofo” que “ocupa un lugar destacado entre el conjunto de españoles que tanto contribuyeron a la formación y gloria de la civilización romana”, y constituirse al efecto una Junta Nacional para la conmemoración del XIX Centenario de la muerte de Séneca; mientras Televisión Española emitía la serie El Séneca, escrita por José María Pemán, quien ya desde 1944 venía cultivando tal personaje de prudente y sentencioso filósofo mundano andaluz, presunto Séneca cordobés redivivo.


XIII Las siete Partidas del Rey don Alfonso el Sabio, cotejadas con varios códices antiguos por la Real Academia de la Historia (Madrid 1807, 3 tomos, i:1, ii:2-3, iii:4-7):
“Et por esso dixo Seneca el filósofo, que el corazón del hombre es muy noble cosa.” (Primera partida, título V, ley LXXIX, pág. 242)
“Et sobre esto dixo Séneca el filósofo, que fue de Córdoba, que toda cosa que es fea de hacer non está a hombre bien de la decir paladinamente: et aun dixo mas, que las malas palabras afuellan las buenas costumbres.” (partida 2, título IV, ley II, pág. 22)
“…et segunt dixo Séneca el filósofo, quien mucho se alaba envilece su honra…” (partida 2, título IV, ley IV, pág. 23)
“Séneca hobo nombre un sabio que fue natural de Córdoba, et habló en todas las cosas muy con razón, et mostró cómo los hombres deben ser apercebidos en las cosas que han de facer…” (partida 2, título IX, ley V, pág. 61)
“Et por eso conviene mucho al pueblo que haya en só verdadera fe; ca Séneca el filósofo, maguer non era cristiano, tanto tovo que era buena cosa que dixo por ella que el que la perdie non fincaba con él ningunt bien: et por ende los que non la han, sin la pena que merescen haber en el otro mundo, débengela dar en este como a homes descreidos.” (partida 2, título XII, ley III, pág. 96)

XIV Burley, La vida y las costumbres de los viejos filósofos (versión en español del siglo XIV)
“Séneca Cordovés, filósofo muy sabio, deçiplo de Seçión estoico τ tío fue de Lucano, poeta…”

XV Alonso de Cartagena (Burgos 1384-Villasandino 1456), hijo de Pablo de Santa María (rabino mayor de Burgos y, una vez converso, obispo de Burgos, obispado en el que a su muerte, en 1435, fue sucedido por su hijo Alonso de Cartagena), traduce al español a Séneca, hacia 1430-1434.

beta texid 1392 → Tratados de Séneca · 31 mss
beta texid 2366 → Vida bienaventurada. Libro de la vida bienaventurada · 30 mss
beta texid 2644 → Libro primero de la providencia divinal. Libro de la divina providencia · 34 mss
beta texid 2645 → De clemencia · 25 mss
beta texid 2646 → De las siete artes liberales · 30 mss
beta texid 2647 → Libro de amonestamientos y doctrinas · 32 mss
beta texid 2648 → Libro de algunas compilaciones de Séneca. Compilación de algunos dichos de Séneca · 29 mss
beta texid 2657 → Libro contra las adversidades de la fortuna. Libro de los remedios contra fortuna · 17 mss
beta texid 2771 → Declaraciones y sentencias de Séneca · 1 mss
beta texid 3030 → Libro segundo de la divina providencia · 24 mss
beta texid 3031 → Libro de las declamaciones · 24 mss
beta texid 3033 → Dichos de Séneca en el hecho de la caballería de Roma (de Vegetius, pseudo Séneca) · 10 mss
beta texid 3034 → Titulo de la amistanza o del amigo (Séneca & Luca Mannelli 1347-1352) · 5 mss

1482 Pseudo Séneca, Proverbios de Séneca glosador por Pedro Díaz de Toledo. Antón de Centenera, Zamora 1482 (3 de agosto). [VI]+LXXXIIII folios. Se trata de la traducción al español de Proverbia Senecae o Sententiae Publilii Syri, las sentencias de Publilius Syrus o Proverbios del pseudo Séneca, realizada por Pedro Díaz de Toledo (1410-1466) entre 1445 y 1454. Esta obra contó con más de cuarenta ediciones impresas, la primera en Zamora 1482, en Sevilla 1495, &c.

beta texid 1469 → Proverbios de Séneca. Proverbios del Seudo-Séneca (Séneca & Publilius Syrus) · 23 mss

1491 Cinco libros de Seneca. Primero libro De la vida bienaventurada. Segundo de las siete artes liberales. Terçero de amonestamientos τ doctrinas. Cuarto τ el primero de providençia de dios. Quinto el segundo libro de providençia de dios. «Aqui se acaban las obras de Seneca. Inprimidas en la muy noble τ muy leal çibdad de Sevilla, por Meynardo Ungut Alimano τ Stanislao Polono: conpañeros. En el año del nasçimiento del señor Mill quatrocientos τ novanta τ uno años, a veinte τ ocho dias del mes de Mayo.» [129 folios sin numerar. Contiene textos traducidos y glosados por mandado de Juan II de Castilla (1405-1454) por Alonso de Cartagena, cuyo nombre se omite.]

Cinco libros de Séneca, Sevilla 1491

Cinco libros de Séneca, Sevilla 1491

«Prologo. Libro de Lucio anneo Seneca que escrivio a Galion E llamase de la vida bien aventurada, trasladado de latin en lenguaje castellano por mandado del muy alto principe τ muy poderoso rey τ señor nuestro señor el rey don Juan de Castilla de Leon el segundo. Por ende el prologo de la traslación fabla con el.» [folio 2r.]

1495 Prouerbios de Seneca con la glosa. «Aqui se acaban los proverbios de Seneca con la glosa: acabados en la muy noble τ muy leal cibdad de Sevilla. Imprimidos por Meynardo Ungut aleman τ Stanislao polono compañeros a xxii dias del mes de Octubre. Año del señor de mill τ quatrocientos τ noventa τ cinco años.» [VI]+LXXII folios.

beta texid 1469 → Proverbios de Séneca. Proverbios del Seudo-Séneca (Séneca & Publilius Syrus) · 23 mss
beta manid 1741 → Prouerbios de Seneca con la glosa, Ungut & Polak, Sevilla 1495-10-22, ff. 6+72.

Proverbios de Séneca, Sevilla 1495

[Dedicatoria de Pedro Díaz de Toledo a Juan II, rey de Castilla y León] «Muy alto τ muy ilustre rey τ señor. Comun doctrina es de los philosophos que la philosophia se departe en dos partes. En philosophia racional. E en philosophia real. La racional se departe en tres. En gramatica en logica τ en retorica. La real se departe en dos. En speculativa τ en practica. La especulativa se departe en tres. En mathematica, en natural τ en sobre natural. La mathematica se departe en quatro. En musica geometria aritmetica τ astronomia. La natural fabla de las cosas naturales: como en tractar de quantas τ quales cosas son compuestas, las naturales de la generacion τ corrupcion dellas, del anima, del cielo τ del mundo. De las impresiones que se hacen en el aire τ desto compuso Aristotiles diversos libros. La sobrenatural fabla de las cosas sobre naturales investigando por razon natural. Como es de dar un primero movedor, que mueva todas las cosas τ el no se mueva. Un primero gobernador, un primero regidor, una primera causa assi mesmo inquiere por razon natural. […]
Esta sciencia moral, muy ilustre principe τ señor es la que demuestra τ doctrina τ ser los hombres virtuosos. E seyendo virtuosos como seran bienaventurados, asi de aquella bienaventurança que los philosophos llaman politica como de la que dicen contemplativa. Por tanto Aristoteles en el comienço de sus ethicas pone esta ciencia moral por princessa de todas las humanas sciencias: assy que el fin de todos los philosophos morales fue induzir τ traher a los hombres a ser buenos τ virtuosos: esto por diversas maneras. Ca unos se esforçaron a fazer aquesto faziendo discurso de sciencia τ poniendo reglas τ documentos para mostrar como havemos de abraçar la virtud, τ fuyr los vicios segund que hizo Aristotiles en los libros que conpuso de la philosophia moral. Otros porque mas los frequentassen los hombres τ mas dulcemente viniessen a la virtud; τ se apartassen de los vicios, pusieron en metros las reglas τ enxemplos que pudian fazer a los hombres virtuosos: assy como el rey Salomon que compuso el libro de los proverbios en metro Rimado segund sant Jeronimo en una epistola. Otros fizieron de aquesto proverbios en prosa poniendo sentencias compendiosas τ cortas porque mas presta τ alegremente se aprendiesen como fizo Seneca en el presente tractado: en el qual da sentencias τ doctrina quasy de todos los actos τ costumbres de los hombres. Aqui non se toma proverbio en propia significacion. Ca segund dize sant Ysidoro en el sexto libro de sus etimologias, Proverbio es semejança de unas palabras entender otra cosa que las palabras dizen. Como en el evangelio simiente se pone por palabra de dios el leon por nuestro salvador como en el apocalipsy donde dize, Vencio el leon del tribu de juda. E por tanto nuestro salvador se dezia fablar en proverbios porque fablava en figuras τ semejanças, mas tomase aqui proverbio por sentencias ciertas compendiosas τ cortas, porque segund dizen los doctores De comun costumbre de los sabios, es fablar breve τ compendioso, porque se exerciten los ingenios de los que deprenden. Seneca puso aqui algunas sentencias breves τ compendiosas. Las quales porque mas se entiendan, o mas verdaderamente hablando por que hayan causa de pensar los que mas querran, ponese alguna explanacion τ declaración a ellas segund mi pobre juyzio sentira.
Muy poderoso rey τ señor, a mi humil siervo vuestro, la preclara magestad vuestra rogo que traduxiesse en nuestro lenguaje los proverbios de Seneca, τ el libro que compuso que intitula de las costumbres τ fechos. E assi mesmo ciertas autoridades notables de la philosophia moral de aristotiles que fueron sacadas de la trasladacion arabica en latin, porque en estos tres tractados quasy estan las reglas τ doctrina de todo el bueno τ polido bivir de los hombres. Non porque segund el alto juyzio τ discreto saber de que nuestro señor por su especial gracia a vuestra real señoria quiso denotar, no emienda expedidamente el latin τ alcance el profundor verdader seso de las cosas que en el lee. Mas porque los que son cerca de vuestra alteza, τ los de vuestro palacio τ si se pudiere fazer todos los de vuestra corte τ reino que no saben latin, o si lo saben non lo entienden: expendidamente ayan familiares aquestos tratados en el lenguaje castellano τ aprendan bien vivir: τ que si sean sabios porque en algo vos semejen, e lo que vuestra señoria sabe prudentemente mandar sepan ellos saber hazer. Ca como Aristotiles dize en las politicas, lo que cumple al señor es saber mandar, τ cumple al servidor saber hazer. O que illustre consideracion de tan poderoso τ virtuoso señor. Que diran los estrangeros que en vuestro reyno vienen veyendo tan sabio principe. E de las migajas que de vuestra real mesa caen tan sabios servidores. Diran lo que dize el sabio Salomon en el ecclesiastes, bienaventurada es la tierra cuyo rey es sabio. diran en sy mesmo lo que la reyna Sabba dixo al Rey Salomon, bienaventurados son los que te sirven τ son acerca de ti. […]» [folio ir-iir.]

1529 Antonio de Guevara, Reloj de Príncipes, libro 2, capítulo 13: “De tres consejos que dio Lucio Séneca a un secretario amigo suyo que bivía con el Emperador Nero…

1650 Alonso Nuñez de Castro, Séneca impugnado de Séneca, en cuestiones políticas y morales (Madrid 1650, otra portadilla: 1651). Cuestión XII: Si es tanto el gusto de experimentar un agradecido, que por él se puedan tolerar las desazones de muchos ingratos? (pág. 55): “Es tanto el gusto de experimentar un agradecido, que por él se pueden tolerar las desazones de innumerables ingratos: Sequens versus (dice el Andaluz ingenioso [Sen. c.1. lib.1. de benef.]) mirificus est, quia uno bene possito beneficio multorum amissorum de benef. damna solatur.”

1660 Aprobación del Padre Maestro Pedro de Calatrava, de la Compañía de Jesús (“En este Colegio Imperial de la Compañía de Jesús de Madrid, a 4 de junio de 1660”), a la segunda impresión de Alonso Nuñez de Castro, Séneca impugnado de Séneca… (Madrid 1661): “Por comisión del señor Licenciado D. Alonso de las Ribas, Vicario General de esta Villa de Madrid, y su Partido, y Canónigo de la Santa Iglesia de Santiago, he visto segunda vez, porque ya le tengo visto con harta curiosidad este libro intitulado, Séneca impugnado de Seneca, en cuestiones Políticas y Morales. No escrito como quiera, sino trabajado con última perfección por Don Alonso Nuñez de Castro, Cronista general de su Majestad en estos Reinos, que se imprimió en Madrid, año de 1651, y está aprobado no solo con las Censuras de tantos hombres Doctos, y entendidos, que con varios elogios le acreditan al principio de la obra; sino es también con el aplauso universal de los Políticos más escrupulosos, que reconocen el ingenio, erudición y prudencia del Autor, en asunto tan dificultoso, como es advertir yerros en el mayor ingenio de nuestra España, donde todos aprenden con sus sentencias aciertos: y corrigiendo al Autor consigo mismo hacer que acierte en lo mismo que yerra. Digo que le he visto ahora segunda vez, porque se vuelve a imprimir de nuevo con otras cuatro cuestiones añadidas…”

1793 Salanova, «Discreta sentencia del Filósofo Séneca» (Diario de Madrid, 4 de octubre de 1793): “El doctísimo Séneca, nuestro gran Filosofo de la antigüedad… […] Hasta aquí nuestro insigne Cordobés, honor de la Filosofía Española.”

1862 Canalejas, «Del estudio de la historia de la filosofía española» (Revista Ibérica, 30 marzo 1862): “¿Desde qué punto partir?… si en los poetas hispanos romanos, existen ya rasgos característicos del arte español, debemos seguir el mismo camino y colocar al frente de la filosofía española el nombre de Lucio Anneo Séneca, con tanto mayor motivo, cuanto que Séneca, es quizá el autor que ha influido más en la historia de nuestra cultura intelectual, y creemos no pecar de extremados si hablando de escuelas españolas, decimos que en nuestra cultura figura a la par de Aristóteles y quizá influye más que Platón. Séneca ha creado el sentido moral de nuestro pueblo: así en el último periodo de la edad media, como en el siglo XVII y aún en el XVIII las doctrinas de Séneca corren de libro en libro, y su nombre recibe un acatamiento religioso.”

1866 Vidart, La filosofía española (Madrid 1866): Primer estudio, III [Séneca], págs. 4-6: “¿Dónde debe comenzarse el estudio de la historia de la filosofía ibérica? –Esta cuestión, que es la primera que se ofrece después de hallarse cierto de la existencia de dicha escuela filosófica, la resuelve atinadamente el señor Canalejas en su artículo Del estudio de la historia de la filosofía española […]. Séneca nació en Córdoba, siendo hijo de Marco Anneo Séneca y de Helvia, ambos españoles. […] Así es la verdad; las ideas morales que forman el espíritu de las obras del filósofo español sólo pueden considerarse como un estoicismo puramente gentil, que comienza a iluminarse con los primeros resplandores del pensamiento católico. No es, pues, de extrañar la inmensa influencia que las obras de Séneca han ejercido en la civilización ibérica, que la austeridad de las doctrinas de Zenón se conforma bien con el altivo carácter nacional del pueblo de Viriato, y así es que la popularidad de su nombre ha llegado a convertirlo en proverbio, y personas que no saben lo que es ciencia, suelen decir para calificar un varón eminente: «sabe más que Séneca»; y para señalar el paroxismo de la vanidad: «se cree un Séneca.»”

1886 Zeferino, Historia de la filosofía (2ª ed., 1866): §99: El estoicismo entre los romanos. Séneca: “En obsequio de la justicia y de la imparcialidad, es justo recordar que el filósofo español…”

1897 Bullón, Los precursores del escolasticismo: “Lucio Anneo Séneca, el primero de nuestros filósofos y el más sabio moralista que produjo el mundo pagano…”

1918 ByN, «La muerte de Séneca»

1929 Méndez Bejarano, Predominio español en la edad de plata de la literatura latina: “Nota característica de las aetas argentea de la civilización romana es que la mayor parte de sus hombres ilustres son españoles, y principalmente andaluces.”

1929 Séneca, Tratados filosóficos, Biblioteca de Filósofos Españoles, Madrid 1929.

1932 Maeztu, Estoicismo y trascendentalismo: “Séneca no es español, hijo de España por azar: es español por esencia; y no andaluz, porque cuando nació aún no habían venido a España los vándalos; que a nacer más tarde, en la Edad Media quizás, no naciera en Andalucía, sino en Castilla.”

1934 Ernesto Giménez Caballero, “Séneca o los fundamentos estoicos del fascismo” (F. E., nº 4, Madrid, 25 enero 1934).

Proponen celebrar en 1939 el decimonono centenario de la muerte de Séneca

Pocas semanas antes de que las tropas nacionales pudiesen alcanzar sus últimos objetivos militares, se proponían conmemoraciones a celebrar en 1939, año de la inminente Victoria. “Hernán de Castilla” (de la Agencia Faro) propuso festejar los diecinueve siglos de la muerte de Séneca (el Viejo) y del nacimiento de Lucano. Lucano había de suicidarse en 65, poco después de que su tío el filósofo tuviese que hacerlo. El decimonono centenario de Séneca y de Lucano no fructificó el Año de la Victoria, pero Veinticinco Años de Paz después, no había de quedar en el olvido el renovado decimonono centenario de Séneca y de Lucano.

«Los Centenarios de 1939. Decimonono de Séneca y Lucano. Ocho centurias de la fundación del reino de Portugal. Cuatro siglos de la conversión de San Francisco de Borja. Tercer centenario del gran dramaturgo Ruíz de Alarcón. Cien años del abrazo de Vergara. […] Saltando ágiles de siglo en siglo, vamos a evocar, lector amigo, todos los centenarios que han de conmemorarse en 1939. Desde la remota España romana de hace diez y nueve centurias, que nos brinda a Séneca y Lucano, hasta el abrazo de Vergara, aun no desenlazado. Y añadiremos luego los primeros cincuentenarios de cosas memorables de nuestra Patria y hasta el recuerdo del primer cuarto de siglo de la Guerra europea. […] 39.- Séneca y Lucano. Marco Anneo Séneca, cabeza de ilustre familia inmortalizada en las letras latinas, nacido junto al Betis, en la Córdoba romana, muere viejo de 92 años, dejándonos su fama de “Retórico” bien fundada en sus lecciones de oratoria. Aquel sabio precepto que no ha caducado todavía; el preciosísimo rebuscado de la forma es opuesto a la genuina robustez de la elocuencia. Un hijo suyo, Lucio Anneo Séneca, el filósofo, había de disputarle la primacía en la fama del hombre de su estirpe. Lucano, autor de la Farsalia nació el año 39 en Córdoba, nieto de Séneca el Retórico y sobrino de Séneca el Filósofo, para morir trágicamente en Roma el año 65 víctima de la crueldad vengativa de Nerón. Quiso cantar las libertades republicanas, encarnadas en Pompeyo, el vencido de Farsalia, pero César, el vencedor es, sin quererlo Lucano, el protagonista de su poema, que sería el primero de la épica romana si Virgilio no hubiera escrito La Eneida. Córdoba, madre de tantos hombres inmortales, caudillos y poetas, ¿dejará pasar en silencio el décimonono centenario de Séneca y Lucano, dos de sus preclaros y antiguos hijos?» (Hernán de Castilla, “Los Centenarios de 1939”, El Progreso, Lugo, viernes 13 de enero de 1939, pág. 4.)

«Decimonono centenario de Séneca y Lucano. Año 39 de nuestra era. Marco Anneo Séneca, cabeza de ilustre familia inmortalizada en las letras latinas, nacido junto al Betis, en la Córdoba romana […] Córdoba, madre de tantos hombres inmortales, caudillos y poetas, ¿dejará pasar en silencio el décimonono centenario de Séneca y Lucano, dos de sus preclaros y antiguos hijos?» (Azul. Diario de FET de las JONS, Córdoba, domingo 15 de enero de 1939, pág. 5.)

El Séneca televisivo de José María Pemán (1964-1970 + 1996)

Sello de Correos, España 1997

Serie de televisión, con guión de Pemán, cuya primera entrega fue emitida por TVE (Televisión Española) el 21 de febrero de 1964, en blanco y negro. Se llegaron a producir 43 episodios (en tres temporadas: 1964-65, 1967-68 y 1969-70), y hubo de suspenderse al fallecer en accidente de tráfico Antonio Martelo (1904-1970), el actor que hacía de El Séneca. José María Pemán Pemartín (1897-1981), católico ardoroso formado inicialmente en Cádiz, en el colegio del Oratorio de San Felipe Neri, regido por la Compañía de María (marianistas), muy vinculado luego a la congregación mariana de La Inmaculada y San Luis Gonzaga, Los Luises, “jesuitas con chaqueta” tutelados por soldados de la Compañía de Jesús, monárquico de Acción Española (“Perfiles de la nueva barbarie”), individuo electo de la RAE en 1936 (A336), presidente del Consejo Privado de don Juan de Borbón en el exilio, firmante en 1960 de protestas “liberales” auspiciadas por la CIA (“Protesta contra la censura de más de 300 escritores, artistas e intelectuales españoles”), venía tallando desde 1944 su personaje de “El Séneca”, en artículos de la página tres del ABC; y mientras preparaba los guiones de esta serie de televisión había de solicitar, con setenta años, ser admitido, el 22 de junio de 1967, como miembro supernumerario de la organización católica Opus Dei.

«He aquí un actor tremendamente modesto y un hombre tremendamente tímido. El “Séneca”, andaluz y filósofo, ingenioso y humano, sosegado e inspirado por musas milenarias que creó José María Pemán como tipo vivo y popular, primero en la tercera página de ABC y más tarde en la televisión, ha sido encarnado con maestría insuperable por un actor que antes pocos conocían en España y que se llama Antonio Martelo Bejarano. Así, gracias a la imagen en movimiento de la pequeña pantalla, millones de españoles han visto durante muchos meses las divertidas peripecias que se producían con el “Séneca”, por el “Séneca” y en torno al “Séneca”, a través de una serie de episodios ricos de humor y de ternura, basados en temas actuales de la vida española y aun de la universal. Y hoy el fiel intérprete del personaje pemaniano, con su gran carga de humanidad andaluza, su gracejo luminoso chispeante de sol y de sal y su honda sabiduría destilada de viejos odres olorosos viene a las páginas “De cero al infinito” a resumirnos un poco su vida real, arrancada de una posición modesta en absoluto y elevada por la densa admiración pública sobre el victorioso pavés de la popularidad más firme. [...] —A propósito del “Séneca”, ¿quién le propuso hacerlo? —Don José María Pemán cuando yo trabajaba en su obra “El río se entró en Sevilla”, que protagonizaba doña Lola Membrives. Me encontró propiamente que yo era el tipo que necesitaba. —¿Y usted se ha considerado propiamente el “Séneca”? —Sí, señor, porque es un personaje que me va perfectamente. Es decir, que va con mi manera de ser, con mi cazurrería un poco de campesino andaluz y con mi filosofía de filósofo barato, pero al fin y al cabo filosofía. [...] —Y el “Séneca”, ¿volverá a deleitar a España? —¡Ah, no lo sé! La palabra la tienen don José María Pemán y doña Televisión Española. Yo estoy a disposición y encantado de que las gentes digan de nuevo: “¡Ahí está el ‘Séneca’!”» (J. C.-C., “Antonio Martelo, el ‘Séneca’ televisivo de Pemán”, ABC, Madrid, 8 enero 1966, págs. 12-15.)

Al parecer José María Pemán había dejado escritos un centenar de guiones de El Séneca, lo que facilitó que, quince años después de su fallecimiento, Canal Sur TV (de la autonómica Radio Televisión de Andalucía, controlada por socialdemócratas del PSOE), ofreciese en 1996 una continuación de 26 episodios de 30 minutos, donde El Séneca fue representado por el actor Idilio Cardoso (1934).

«El Séneca. Serie de ficción en clave de comedia en la que El Séneca personifica el humor y el sentido común del pueblo andaluz. Interpretado por Idilio Cardoso, El Séneca derrocha sentido común, gramática parda y buen humor, y representa a ese filósofo de pueblo de Andalucía al que la vida ha hecho sabio y al que acuden los amigos y vecinos buscando consejo. Otros protagonistas de esta serie son Don José y Doña Mati, amigos de El Séneca, y Dorita, típica chacha andaluza.» (canalsur.es/html/varios/divmusical/doc/elseneca.pdf)

Junta Nacional para la conmemoración en 1965 del XIX Centenario de la muerte de Séneca

Decreto 520/1965, de 25 de febrero, sobre constitución de una Junta Nacional para la conmemoración del XIX Centenario de la muerte de Séneca.

Se cumple este año el XIX Centenario de la muerte de Lucio Anneo Séneca.

Nacido en Córdoba el año cuatro antes de nuestra Era, por la calidad literaria y profundidad moral de su obra ocupa un lugar destacado entre el conjunto de españoles que tanto contribuyeron a la formación y gloria de la civilización romana, por lo que la conmemoración de su muerte debe alcanzar la amplitud e importancia que merece su relevante personalidad.

En su virtud, a propuesta del Ministro de Educación Nacional, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día diecinueve de febrero de mil novecientos sesenta y cinco,

Dispongo:

Artículo primero.- Se constituye, bajo la presidencia del Ministro de Educación Nacional, una Junta Nacional interministerial encargada de organizar la conmemoración del XIX Centenario de la muerte del Filósofo Lucio Anneo Séneca.

Formarán parte de dicha Junta el Subsecretario de Educación Nacional, que actuará de Vicepresidente; los Directores generales de Relaciones Culturales, Archivos y Bibliotecas e Información, el Rector de la Universidad de Sevilla, el Gobernador civil de Córdoba, el Director del Instituto de Estudios Políticos, el Alcalde de Córdoba, el Director de la Real Academia de Ciencia, Bellas Artes y Nobles Letras de Córdoba, el Presidente del Congreso Internacional de Filosofía, un representante del Instituto «Luis Vives», de Filosofía, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y dos Vocales designados por cada uno de los Ministerios de Gobernación, Educación Nacional e Información y Turismo.

Artículo segundo.- Para la organización y ejecución del programa general de actos conmemorativos del Centenario funcionará una Comisión Permanente ejecutiva presidida por el Subsecretario de Educación Nacional y formada por el Director general de Información, Alcalde de Córdoba, Presidente del Congreso Internacional de Filosofía, el representa.nte del Instituto «Luis Vives», de Filosofía, y los Vocales designados por los Ministerios de Gobernación, Educación e Información y Turismo que tengan residencia en Madrid.

Artículo tercero.- El Ministerio de Educación Nacional nombrará un Secretario y un Tesorero que administrará los fondos de que se disponga para la celebración del Centenario por las aportaciones de los Organismos y entidades interesadas en la misma.

Artículo cuarto.- El Ministerio de Educación Nacional queda autorizado para designar los colaboradores que le sean propuestos por la Comisión Permanente ejecutiva, así como para dictar las disposiciones necesarias para el mejor cumplimiento de lo que se establece en este Decreto.

Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a veinticinco de febrero de mil novecientos sesenta y cinco.

Francisco Franco

El Ministro de Educación Nacional
  Manuel Lora Tamayo

[Boletín Oficial del Estado, España, 13 de marzo de 1965, nº 62, página 3884.]

1965 abril, Homenaje nacional a Séneca en el XIX Centenario de su muerte

1965 Congreso Internacional de Filosofía conmemorativo XIX Centenario de la muerte de Séneca (Córdoba, 7 al 12 de septiembre de 1965: los 182 congresistas por orden alfabético, los 182 congresistas por países).

1965 “Séneca” en el Diccionario soviético de filosofía.

1968 Ortiz de Urbina, “Lucio Anneo Séneca”: “Filósofo y pensador español más destacado del Imperio romano.”

1996 Julián Marías, “Séneca” (ABC, Madrid, 26 septiembre 1996).

Gustavo Bueno: El “Principio de felicidad” de Séneca (2005)

6. El “Principio de felicidad”

El principio que hemos escogido como criterio de clasificación es el que denominaremos “Principio de felicidad”. Y tenemos que darle un nombre, porque aunque el principio se utilice masivamente, ni siquiera ha merecido nombre, es decir, una re-flexión sobre su condición y función “arquitectónica” de principio (lo que demuestra, dicho sea de paso, la penuria de los análisis gnoseológicos de la literatura de la felicidad).

El “Principio de felicidad” lo reconocemos en dos formulaciones, a las que podríamos llamar débil y fuerte. Para evitar repeticiones, supondremos que el “Principio de felicidad” es una abreviatura del “Principio débil de felicidad”; al Principio fuerte de felicidad lo designaremos “Supuesto de la felicidad”.

El “Principio de felicidad” tiene a su vez diferentes versiones (de alguna de ellas tendremos que hablar en el cuerpo de este libro). Pero tomaremos como “canónica” la formulación que Séneca hace del mismo al comenzar su De vita beata: “Todos los hombres, hermano Galión, quieren vivir felizmente...” (“Vivere, Gallio frater, omnes beate volunt, sed ad pervidendum, quid sit, quod beatam vitam efficiat, caligant”).

El “Supuesto de la felicidad”, que también tiene diferentes versiones, encuentra en un libro de Fichte sobre la felicidad, Die Anweisung zum seligen Leben (1806), una formulación que merece, por su radicalismo y brevedad lapidaria, ser escogida como canon del principio fuerte: “La vida [humana] es ella misma felicidad” (“Das Leben ist selber die Seligkeit”); o expuesto en forma extensional: “Todos los hombres son felices.”

La falta de reflexión sobre la “existencia literaria” de estos principios (ni siquiera se han denominado así a estas “sentencias”) puede explicar el descuido de Nietzsche en una frase suya muy citada y alabada por su agudeza observadora, a pesar de su carácter completamente gratuito: “El ser humano no aspira a la felicidad, sólo el inglés hace eso” (la frase figura en Götzen-Dämmerung, “Sentencias y flechas”, 12; trad. de Sánchez Pascual). ¿Habrá que sobreentender que Nietzsche creía que Séneca era inglés? Pero lo más grave es que muchos profesores de filosofía celebran la ocurrencia de Nietzsche como si fuera una profunda observación sociológico histórico filosófico cultural.

[Gustavo Bueno, El mito de la felicidad, Barcelona 2005, páginas 22-23.]

GBS