Filosofía en español 
Filosofía en español

Pedro Lombardo  c1100-1160

Escolástico del siglo XII, obispo de París, conocido como el Maestro de las Sentencias.

«Pedro Lombardo llamado el maestro de las sentencias, obispo de París, era de Navara en Italia, en la Lombardía, de donde tomó su epigrama de Lombardo. Otros aseguran que el lugar donde nació era un lugarillo del territorio de la misma ciudad, llamado en latín Lumen omnium. Después de haberse especificado por su saber en la universidad de París ya muy floreciente; fue provisto en un canonicato de Chartres, y algún tiempo nombrado obispo de París. Felipe, hijo de el rey Luis VI, llamado el Gordo, y hermano de Luis VII, llamado el Joven, el cual nada mas era que arcediano de la misma ciudad, rehusó este obispado por cederlo a Lombardo, que había sido su maestro, y quiso por medio de esta cesión mostrársele agradecido. Pedro Lombardo tomó posesión este obispado el año de 1159 o 1160, y murió el de 1164. Todo el mundo sabe es autor de la excelente obra de las Sentencias, dividida en cuatro libros, y comentada por Guillermo de Aucera, Alberto el Grande, santo Tomás, san Buenaventura, Guillermo Durando, Gil de Roma, Gabriel Mayor, Scoto, Okam, Estio y otros diversos. Después de la muerte de Pedro Lombardo, se halló en esta obra una proposición que la condenaron los Escolásticos, y el papa Alejandro III. Se expresa en estos términos: Christus secundun quod est homo, non est aliquod. Joaquín, abad de Flora en el reino de Nápoles, escribió contra el maestro de las Sentencias, y fue condenado el mismo en el cuarto concilio de Letrán, que se tuvo el año de 1215. Pedro Lombardo dejó también comentarios sobre los salmos y las epístolas de san Pablo, y fue sepultado en la iglesia de san Marcelo, en el Arrabal así llamado, donde se ve todavía su epitafio. * Matheo Paris, Hist. Angl. Sixto Senense, Bibliotheca sacra, lib. 5. y 6. Ant. 62. y 71. Henrique de Gante, cap. 31. & in Aparat. sacr. c. 11. Trithemio y Belarmino, de Script. eccles. Baronio, in Annal. Papiro Masson, in Annal. Franc. Du Breuil, Antigüedades de París. Roberto y Santa-Marta, Gall. Christ. San Antonino, Genebrardo, Opmeer, Possevino, Le Mire, &c.» (Luis Moreri, El gran diccionario histórico, París & León de Francia, 1753, tomo 7, pág. 156.)

Algunas menciones a Pedro Lombardo / Maestro de las Sentencias

1590 «Habiendo tratado de la mucha honra que merece la virtud, parece que se nos viene a las manos una cuestión muy notable, que tratan los sagrados Doctores sobre el 4º libro del Maestro de las Sentencias: por estos términos: Si los que votan para dar oficio, o beneficio, o dignidad, al menos digno, están seguros en su conciencia.» (Pedro Sánchez, La vida de Aristóteles… § 3.)

1726 «…en cuya consecuencia se niega la que se llama generación espontánea de los vivientes: afirmándose, que no hay planta, ni animal, por vil que sea, que no deba el origen a semilla de su especie. Esta opinión apadrina el Maestro de las Sentencias en el lib. 2. dist. 17 y la siguen muchos modernos.» (Feijoo, Teatro crítico, tomo I, discurso XIII, punto 46: Consectario a la materia del Discurso antecedente, contra los Filósofos modernos.)

1798 «A tiempo de S. Bernardo, que murió el año 1153, florecía Pedro Lombardo obispo de París, llamado el maestro de las sentencias, que murió el año 1160. No se coloca en la clase de padres de la iglesia Pedro Lombardo, aunque contemporáneo de s. Bernardo, e insigne por la doctrina de sus cuatro libros de las sentencias, que fueron el primer compendio mas metódico de teología, y modelo de la dogmático-escolástica, que después de [22v] la muerte de Lombardo se empezó a ilustrar, y enseñar por Pedro Pictaviense su discípulo parcialísimo, que florecía el año 1170, por Guillermo Altisidoriense, que murió el 1223, por Guillermo Alverno obispo de París, que florecía, en el 1240, por Alejandro de Ales (que murió el 1245) maestro de santo Tomás, y de s. Buenaventura, por estos santos doctores, y por otros insignes teólogos. Lombardo pues constituido fuera de la clase de los padres de la iglesia, de los que s. Bernardo se hace último, se pone por jefe de otra, que llamamos de teólogos dogmático-escolásticos, entre los que veneramos insignes doctores, y maestros de la iglesia.» (Lorenzo Hervás Panduro, § III. Doctrina de los padres de la iglesia hasta el siglo XIII sobre el uso lícito de las opiniones probables.)

1807 «Sobre el Maestro de las Sentencias: Antonio de Córdoba. Antonio de Valencia. Bartolomé de Ledesma: In quartum librum de Sacramentis. Bernardo Oliver. Diego de León. Diego Valdés: Epitome. Domingo de Soto: In quartum. Fernando de la Paz: In Primum. Fernando Pérez: In Primum. Francisco del Castillo Velasco: In Tertium librum. Francisco de Christo: In Primum & in Tertium. Francisco de Herrera: Manuale Theologicum de his quae disputantur in Sentent libris. Francisco de Ovando. Francisco Suárez. MS. Gregorio Ruiz. Geronymo Tamarit: Flores ex libris Sententiarum. Juan de la Fuente. Juan de Guevara. Juan de Irivarne: In quartum. Juan Maldonado: In quartum. Juan Martínez de Ripalda: Brevis expositio literae. Juan de Ovando: In tertium. Juan de Salaya: In secundum, tertium, & quartum. Josef Angles: In primum, & secundum. Martín de Ledesma: In quartum. Miguel Llot de Rivera: Epitome. Miguel de Palacios. Rodrigo de Arriaga: Expositio literae. Rodrigo de Santa Cruz. Thomás de Faria.» (Tomás Lapeña, Ensayo…, Filósofos y Teólogos escolásticos españoles, cap VII, § V, págs. 200-201.)

1923 «La Universidad nació con el primer sabio que tuvo discípulos; en Europa, con Abelardo, y como la ciencia es una e indivisible, floreció y se difundió. Cuando Abelardo y el Maestro de las Sentencias hablaban en París, sus disertaciones se transmitían a Bizancio y a Hipona, que eran entonces los confines del mundo sabio.» (Fernando de la Quadra Salcedo, La Universidad Vascongada, Bilbao 1923, pág. 6.)

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