Filosofía en español 
Filosofía en español

José Adolfo Arias Muñoz  1945-1993

José Adolfo Arias Muñoz

Profesor español de filosofía nacido en Orihuela (Alicante) el 22 de abril de 1945 y fallecido en Madrid el 25 de diciembre de 1993. Culmina en 1962 el bachillerato en el Instituto Nacional «Alfonso X el Sabio» de Murcia, y estudia los cursos comunes de la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad de Murcia, trasladándose en 1965 a la Universidad de Valencia, donde en 1968 obtiene la Licenciatura en Filosofía. En 1969 defiende su memoria de licenciatura, Existencia y ateísmo en Jean Paul Sartre (270 págs.), bajo la dirección de Juan José Rodríguez Rosado. Ese mismo curso 1968-1969 ya es nombrado profesor ayudante de clases prácticas en la Universidad de Valencia, donde luego fue profesor adjunto interino. En esa universidad alcanza el grado de Doctor en 1972, con la tesis Maurice Merleau-Ponty, una solución al dualismo antropológico (399 págs.), dirigida por Juan José Rodríguez Rosado, base de su primer libro, publicado en 1975 por la editorial Fragua, vinculada a Adolfo Muñoz Alonso, de quien era sobrino. Ese mismo año se convierte por oposición en funcionario del Estado, del Cuerpo de Profesores Adjuntos de Universidad, incorporándose el 10 de agosto de 1975 a la Universidad Complutense de Madrid como profesor de Historia de la Filosofía. Entre 1983 y 1987 fue también profesor invitado de Historia de la Filosofía en la Universidad Comillas de Madrid (institución privada que pertenece a la Compañía de Jesús). En 1987 el rector Gustavo Villapalos le nombra vicerrector de la Complutense, universidad de la que pasa a ser catedrático –tras la oposición que en diciembre de 1987 desencadena el llamado «caso Lledó»– el 29 de enero de 1988.

Desempeñaba el cargo de Vicerrector de Alumnos cuando, a finales de 1993, se produjo su prematuro fallecimiento. Fue miembro y vocal de la junta directiva de la Sociedad Iberoamericana de Filosofía, y socio fundador de la sección española de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino. En 1981 fue uno de los promotores del Centro Español de Investigaciones Fenomenológicas CEIF (vinculado a la organización mantenida por Ana Teresa Tyminiecka en los Estados Unidos), que se constituyó formalmente en 1982, adoptando la revista Fragua como su órgano, con Antonio Millán Puelles como Presidente y José Adolfo Arias Muñoz como Secretario General, y que en diciembre de 1983 organizó un Primer Congreso Español de Fenomenología, que no tuvo continuidad. El Departamento de Filosofía III de la Universidad Complutense de Madrid le dedicó en 1996 un número extraordinario de sus Anales del Seminario de Historia de la Filosofía: Memoria-Homenaje a Adolfo Arias (1945-1993), 577 págs.

«Mientras leo a Juan Pablo II en Cruzando el umbral de la esperanza, concretamente el capítulo 10, «Dios es amor. Entonces, ¿por qué hay tanto mal?», suena el teléfono. Es Mercedes, la querida y admirada esposa de Adolfo Arias. Una oleada de recuerdos dolorosos y lejanas nostalgias invaden nuestra conversación. Desea que en el libro homenaje a Adolfo, escriba algo que recuerde nuestra vieja amistad con él y con toda la familia. Porque, efectivamente, Adolfo, además de alumno, además de compañero, ha sido siempre un entrañable amigo. (...) Es un tema acariciado extremadamente en nuestro tiempo y también en el pensamiento de Adolfo es de la personalidad. Repetidas veces lo abordó en sus conferencias y escritos y, de ahí, sus constantes referencias a Mounier. La Filosofía Cristiana, viéndose obligada a explicar el tema de la Trinidad –unidad en la naturaleza, trinidad en las personas–, desarrolló ampliamente el tema de la persona desde sus comienzos hasta hoy. Pero no es mi intención introducirme por el camino de la Filosofía. Lo que sí importa es señalar cuáles son de verdad esos valores humanos de que tanto hablamos y de los que Lacordaire decía que constituían lo inmortal del ser personal. Están integrados por los valores de la inteligencia –ciencia y fe– los de la voluntad –autenticidad o fidelidad al deber– y los del sentimiento o moderación. Creo que lo inmortal de Adolfo entre nosotros es la encarnación de esos valores en su propia persona. (...) En primer lugar fue un hombre de ciencia, de investigación; pero su ciencia en nada condicionó su fe, ni su fe, convertida en la más profunda de sus vivencias, condicionó el esfuerzo en su búsqueda de la verdad. Vivió su fe como un digno descendiente del Patriarca Abraham, padre de los creyentes. Se hizo realidad en él la experiencia de Bacon de que la poca ciencia conduce al ateísmo, pero la mucha ciencia nos acerca más a Dios. Del valor de su esfuerzo en la tarea científica son claro exponente sus obras. No vamos a citar sus innumerables artículos, porque no es éste el lugar y, otros compañeros lo harán sobradamente. Quiero, únicamente, citar sus libros que hablan claramente de sus inquietudes filosóficas: La antropología fenomenológica de M. Merleau-Ponty, La radicalidad de la fenomenología husserliana, Jean-Paul Sartre y la dialéctica de la cosificación y La cultura cristiana y San Agustín, escrito éste último en colaboración con su amigo, el Decano de la Facultad de Filosofía Prof. Manuel Maceiras y el Prof. Rafael Ramón. (...) En alguna de las sesiones de la Sociedad Internacional de Filosofía Tomista, de la que los dos éramos miembros fundadores, comentábamos el texto de Bacon ya citado, y él, riendo, me decía: «Yo debo ser un pozo de ciencia, porque jamás mi ciencia me ha puesto en conflictos con mi fe». Es digno de tener en cuenta el hecho, puesto que Adolfo, no sólo nadaba con facilidad en los mares de la teología, estudiando a San Agustín y Santo Tomás, sino también profundizaba en el pensamiento de Husserl, Merleau-Ponty, Sartre y tantos otros. (...) Vida religiosa y vida universitaria fueron siempre acordes en Adolfo. Sus niños hicieron la Primera Comunión en la Facultad y nadie puede olvidar las fiestas que allí celebramos con tal motivo. A lo largo del año, los días de fiesta eran así: por la mañana, todos juntos a la Santa Misa. Luego, todos juntos a tomar un aperitivo y luego, todos juntos a casa. La tarde, cada cual la dedicaba a sus juegos o a sus lecturas. Tan sencilla, tan elevada y tan feliz era la vida de Adolfo Arias. (...) Es natural que todo hombre ame su tierra pequeña, el lugar donde nació dentro de la Patria. Pero no es tan natural que alguien lo demuestre y se enorgullezca como Adolfo de su Orihuela natal. Tanto que el reconocimiento se plasmó en dos privilegios importantes: ser Caballero Cubierto, de entrañable tradición y glosador de la Semana Santa Orioliana. Se puede igualar pero difícilmente superar su conocimiento y amor de Adolfo por su tierra.» (José Todolí Duque, «Semblanza de Adolfo Arias», en Memoria-homenaje a Adolfo Arias Muñoz, Universidad Complutense de Madrid 1996, págs. 35-39.)

Tesis doctorales dirigidas por José Adolfo Arias Muñoz

  1. Juan Ignacio Morera de Guijarro Martínez, Fenomenología de la relación interpersonal en Merleau-Ponty, Universidad Complutense de Madrid 1983. Director: José Adolfo Arias Muñoz. Tribunal: Sergio Rábade Romeo, Oswaldo Market García, Florencio Jiménez Burillo, Jacinto Choza Armenta.
  2. Pedro Márquez Vergara, El sentido de la dialéctica en Jean Paul Sartre (del hombre abstracto al ser colectivo). Universidad Complutense de Madrid 1984. Director: José Adolfo Arias Muñoz.
  3. Blanca Castilla Cortazar, La noción de persona en Xavier Zubiri. Una aproximación al género. Universidad Complutense de Madrid 1994. Director: José Adolfo Arias Muñoz, sustituido por fallecimiento por Alfonso López Quintas. Tribunal: Diego Gracia Guillén, Eudaldo Forment Giralt, Isabel Aisa, Jesús Conill Sancho, José Luis Abellán-García González.

Miembro de tribunales de tesis doctorales dirigidas por

Ángel González Álvarez: José Antonio Merino Abad, Antonio Álvarez García, Lorenzo Vicente Burgoa, Feliciano Blázquez Carmona, Gregorio Natal Álvarez.

Antonio Millán Puelles: Ramón Rodríguez García, José Antonio Freijo Calzada.

Bibliografía de José Adolfo Arias Muñoz

La antropología fenomenológica de Merleau-Ponty, prólogo de M. F. Sciacca, Fragua, Madrid 1975, 214 págs.

La radicalidad de la fenomenología husserliana, Fragua, Madrid 1982.

Materiales para una historia de la filosofía. «logos» divino y «razón» humana en la filosofía de la edad media, Fragua, Madrid 1984.

Jean Paul Sartre y la dialéctica de la cosificación, Cincel, Madrid 1987.

Sobre José Adolfo Arias Muñoz

Antonio Jiménez García, «Vida y obra de José Adolfo Arias Muñoz», en Anales del seminario de historia de la filosofía, número extra Memoria-homenaje a Adolfo Arias Muñoz, Universidad Complutense de Madrid 1996, págs. 41-50.

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