Filosofía en español 
Filosofía en español

Juan Francisco Yela Utrilla  1893-1950

Juan Francisco Yela Utrilla 1893-1950 Profesor e ideólogo español, uno de los catedráticos de Filosofía más influyentes de la Universidad española en la década de los cuarenta: dirigió las tesis doctorales de 12 de los 37 doctores en filosofía por la Universidad de Madrid 1940-1950. Nacido en Ruguilla (Guadalajara), pequeño pueblo alcarreño, el 24 de mayo de 1893, donde su padre era Secretario del ayuntamiento, estudió latín y filosofía en el Seminario de Sigüenza, por el que fue pensionado en 1910 para estudiar en Roma, en la Universidad Gregoriana, donde se licenció y doctoró en filosofía en 1912 y 1913. Vuelto a España estudió Teología en el Seminario de Sigüenza, donde también ordenó y catalogó su biblioteca, pero antes de ordenarse sacerdote abandonó la carrera eclesiástica, viéndose obligado a tener que recomenzar su carrera civil. Entre junio y septiembre e 1917 se hizo bachiller en el Instituto de Guadalajara, en 1918 se licenció en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, y en 1922 alcanzó el grado de doctor en la Universidad de Madrid, con la tesis España ante la independencia de los Estados Unidos. Antes, en 1920, obtuvo por oposición una Cátedra de Lengua Latina, que desempeñó hasta 1932 en el Instituto de Segunda Enseñanza de Lérida. En 1924 fue nombrado también Director de la Escuela Normal de Maestros de esa ciudad. Durante los años veinte publicó numerosos libros de texto (lengua y literatura española, lengua italiana, Psicología, Lógica, Ética, Historia Universal, &c.). Su libro Historia de la civilización española en sus relaciones con la universal fue premiado por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, en el concurso de libros de texto que se convocó en 1928 para formar la colección de ediciones oficiales de «Libros de texto para los Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza», establecida por el ministro Eduardo Callejo cuando la dictadura de Miguel Primo de Rivera. En 1929 aspiró a la Cátedra de Lógica fundamental vacante en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. El prestigio del que ya gozaba entonces le mereció la siguiente entrada en el último tomo de la Enciclopedia Espasa, publicado en 1930:

«Yela Utrilla (Francisco). Biografía. Catedrático y publicista español, nacido en Ruguilla (Guadalajara) el 24 de Mayo de 1893. Estudió latín y filosofía en el Seminario de Sigüenza, por el que fue pensionado en 1910 para estudiar en la Universidad Gregoriana, donde se licenció y doctoró en filosofía en 1912 y 1913, obteniendo el premio extraordinario en ambos títulos. En 1918 se licenció en filosofía y letras en la Universidad de Zaragoza, concediéndosele el premio extraordinario de la licenciatura, y también fue laureado con el propio premio del doctorado de filosofía y letras en la Universidad Central, en 1922. En 1920 obtuvo por oposición la cátedra de latín, que actualmente (1930) desempeña en el Instituto de segunda enseñanza de Lérida, y en 1924 fue nombrado director de la Escuela Normal de Maestros de la misma ciudad. Yela Utrilla ha publicado los siguientes trabajos: Un aparato diplomático inédito y un recuerdo del padre Sarmiento (Madrid 1916), Estudio elemental del latín clásico (Sigüenza 1920); Resumen de Gramática Histórica de la lengua latina (Lérida 1922); «Documentos para la historia del Cabildo Saguntino», en el Boletín de la Real Academia de la Historia (1922-27); «Documentos reales del antiguo archivo de Roda anteriores al siglo XIII», en las Memorias de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza (tomo 1, Zaragoza 1922-23), España ante la independencia de los Estados Unidos, obra laureada con el premio Pelfort (Lérida 1922); El latín en los escritos de san Julián (1923-24); La Pedagogía en la Escolástica, discurso (Lérida 1925); «El Cartulario de Roda», en el Boletín del Instituto de Lérida (1922-23 y 1923-24); Sinopsis de Gramática Histórica de la Lengua latina (Lérida 1925); Nociones de Historia de América (Lérida 1926); Gramática del primer curso y del segundo curso de Lengua italiana (Lérida 1927); Antología del primer curso y del segundo curso de Lengua italiana (Lérida 1927); El Idioma Sonoro, Libro de Prácticas de la Lengua Española (Lérida 1927); Primer curso de Lengua Latina (Lérida 1927); Psicología (Lérida 1928); Historia de la civilización española en sus relaciones con la universal (Lérida 1928); Nociones de Historia Universal (Lérida 1928); Etica; Geografía política y económica, Lógica; Literatura española comparada con la extranjera; Segundo curso de Lengua Latina (Lérida 1928); Historia de la civilización española en sus relaciones con la universal, obra premiada por el ministerio de Instrucción pública en el Concurso de libros de texto de 1928 (Madrid 1928), y Crestomatía Latina (Lérida 1928), así como otros trabajos en diversas revistas.» (EUI 1930 70:683-684)

En 1930 y 1931 estuvo pensionado en Alemania. En el curso 1932-1933, ya en plena República, se trasladó a Oviedo, como Catedrático de Lengua Latina del Instituto Nacional de Segunda Enseñanza, ciudad en la que permaneció ocho años, desarrollando un importante activismo político desde las filas de Falange Española.

Francisco Yela Utrilla en Falange Española durante la República

Extraemos del exhaustivo y documentado libro de José María García de Tuñón Aza –hijo de Celso García de Tuñón–, Apuntes para una historia de la Falange asturiana (Fundación Ramiro Ledesma, Oviedo 2001, 159 páginas –los números entre paréntesis corresponden a páginas de este libro–), los principales momentos de la actividad política de Juan Francisco Yela Utrilla durante los años de la República.

En noviembre de 1933 ya es Yela uno de los miembros de la directiva provincial provisional del nuevo partido Falange Española, que presenta sus estatutos ante el Gobierno Civil de Asturias. El 6 de enero de 1934 interviene en el acto clandestino que Falange celebra en Llanera. Tras el acto de fusión entre Falange Española y JONS celebrado en Valladolid el 4 de marzo de 1934, al que probablemente asistió, se reorganiza FE de las JONS en Asturias, y el día 23 de abril, en el piso del que disponían (en Oviedo, calle Santa Susana, 14-2º izda, vivienda particular del canónigo Manuel Gutiérrez), se decide un nuevo comité local: Celso García de Tuñón presidente, Juan Francisco Yela Utrilla vicepresidente, &c. Tras los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, Yela, Secretario Provincial de Falange, fue condecorado por José Antonio Primo de Rivera con la Palma de Plata.

«José Antonio, en Oviedo. Recorrió con sumo detenimiento la abrasada Universidad y la derruida Cámara Santa. Ayer [27 de octubre de 1934] llegó en el expreso procedente de Madrid, el jefe nacional de Falange Española y diputado a Cortes, don José Antonio Primo de Rivera, que deseaba conocer de cerca las dramáticas consecuencias del movimiento revolucionario. El señor Primo de Rivera, juvenil y deportivo, fue recibido en la estación por el jefe territorial de Falange Española, don Celso García de Tuñón; el jefe provincial, don Francisco Yela Utrilla; el inspector nacional y consejero, señor Panizo, y el jefe de la Primera Línea de Gijón, señor Pondal. El jefe nacional de la Falange Española recorrió las calles de Oviedo, deteniéndose en la abrasada Universidad, en la derruida Cámara Santa y en aquellos lugares que ponen de relieve la barbarie más elemental de las huestes, desordenadas, que atacaron a la capital del Principado. Por la tarde salió para Mieres y, por último, tras regresar a Oviedo, se reunió en el domicilio del profesor don Francisco Yela Utrilla para tratar asuntos relacionados con el Movimiento falangista. Una vez terminada la reunión, don José Antonio Primo de Rivera, realmente impresionado por lo sucedido en Oviedo, declaró a uno de nuestros reporteros:
—Vine a Oviedo para convencerme con mis propios ojos del alcance de los sucesos desarrollados en Asturias. Bien es verdad que por las informaciones periodísticas, las que he leído detenidamente, ya me formaba una idea de lo mucho que había padecido Oviedo, pero la realidad de los hechos tristísimos, bien podemos decir que supera a todo lo escrito.
—¿Piensa usted hacer alguna información?
—Desde luego. Procuraré documentarme detenidamente para poder hablar con conocimiento de causa en el Parlamento.
—¿Creyó en algún momento que triunfarían los revolucionarios?
—Nunca. Pero esto no quiere decir que las cosas continúen como hasta el presente, pues se impone una transformación social del Estado.
El señor Primo de Rivera dijo, por último, que Falange Española dispone en Madrid, para un caso de necesidad, de dos mil escuadristas dispuestos a salir a la calle. Don José Antonio Primo de Rivera visitará hoy Gijón y luego regresará a Oviedo.» (Región, Oviedo, 28 de octubre de 1934.)

El día 26 de mayo de 1935 intervino José Antonio en un acto político en el Teatro Principado de Oviedo: «Toma la palabra en primer lugar el catedrático ovetense Yela Utrilla, quien dijo que había que trabajar por el advenimiento de un nuevo orden de cosas para hacer una España grande. Le siguió el obrero Manuel Mateo que censuró a los gobernantes del bienio porque a pesar de que en el Gobierno figuraban tres ministros socialistas no se había hecho nada para corregir el paro.» (45). El día 12 de junio se produjo una explosión en la sede de Falange en Oviedo (Campomanes 23), en la que fallecen dos obreros y otro resulta herido grave (falleciendo a los pocos días): los tres eran falangistas procedentes del comunismo; la policía sospecha que la explosión se debe a un artefacto que estaban manipulando y el gobernador ordena la detención de todos los dirigentes de Falange en Asturias: una docena de personas entre las que se encuentra Yela Utrilla. Permanecen en la cárcel hasta que se celebra el juicio, el 8 de julio de 1935, encargándose de la defensa de Yela el abogado Manuel Sarrión, pasante de José Antonio, llegado de Madrid. «Después es Yela Utrilla quien contesta a las preguntas del fiscal. Afirmó que no es posible que en el local pudiera haber explosivos porque estaba terminantemente prohibido. A su juicio, la explosión fue a consecuencia de un atentado y que Molina [el obrero herido que luego falleció] tenía algunos temores por haber pertenecido al Partido Comunista.» (54). Ese mismo día, a pesar de que el fiscal pedía doce años de cárcel para cada acusado, quedaron todos en libertad, con una multa de cinco mil pesetas que impuso el gobernador a cada miembro de Falange.

El 18 de octubre de 1935 se convoca el segundo Consejo Nacional de la Falange:

«1º. Se convoca al Consejo Nacional de la Falange Española de las J.O.N.S. para los días 15 y 16 de noviembre próximo.
2º. Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 37 de los estatutos de la Organización, compondrán el Consejo Nacional los camaradas siguientes:
Secretario general: Raimundo Fernández Cuesta.
Jefes de servicios: Manuel Valdés, Manuel Mateo, Emilio Alvargonzález, José Manuel Aizpurúa, Augusto Barrado, Gregorio Sánchez Puerta y Alejandro Salazar.
Elegidos por las J.O.N.S.: Daniel Buhigas, Leopoldo Panizo, Onésimo Redondo, Julio Ruiz de Alda, Jesús Muro, Roberto Bassas, Salvador Blasco, José Andino, José Sainz, Martín Ruiz Arenado y Domingo Lozano.
Designados por la Jefatura Nacional: Rafael Sánchez Mazas, Sancho Dávila, Vicente Navarro, José Moreno, Celso García Tuñón, Jesús Suevos, Luys Santa Marina, Francisco Rodríguez Acosta, Francisco Bravo, Manuel Illera, José María Alfaro, José Miguel Guitarte, Eduardo Ezquer, Vicente Gaceo, Luis de Aguilar, Alejandro Allánegui, Andrés de la Cuerda, Fernando Meleiro, Narciso Martínez Cabezas, Agustín Aznar, Manuel Hedilla, Ricardo Nieto, Federico Servet, Juan Francisco Yela, Enrique Esteve, Miguel Merino, Rogelio Vignote, José Maciá y Luis Batllés.
3º. El Consejo deliberará acerca de los siguientes temas: A) Posibilidades de creación de un Frente Nacional Español y actitud de la Falange ante tal supuesto. B) Métodos tácticos que debe seguir la Falange ¿Participación en la mecánica política constitucional? ¿Actividad circunscripta a la agitación, crítica y propaganda? C) Actitud ante los nacionalismos particularistas españoles. D) Elaboración de un índice de los problemas económicos más apremiantes. E) Problema del paro. F) Orientaciones de la política agraria.
4º. Las tareas del Consejo se ajustarán a lo que establece el reglamento adjunto.
5º. La sesión inaugural se celebrará a las diez y media de la mañana, el día 15 de noviembre, en el domicilio de la Falange, Cuesta de Santo Domingo 3, Madrid.
El Jefe Nacional, José Antonio Primo de Rivera. ¡Arriba España! Madrid, 18 de octubre de 1935.»

A finales de 1935 y principios de 1936 interviene Yela Utrilla, en pleno clima preelectoral, en varios actos públicos celebrados en Asturias por Falange (en la plaza del mercado de Llanera el 22 de diciembre, el día 29 en el Cine España de Tudela Veguín, a principios de enero en el Teatro Cervantes de Pola de Siero, en el Cine Moderno de Pola de Laviana, y en Trevías, Navia, Tapia de Casariego, &c.). El 28 de enero de 1936 José Antonio intervino en un acto celebrado en los teatros Principado y Santa Cruz de Oviedo: «Habla en primer lugar Yela Utrilla, que dice entre otras cosas: Vamos contra la revolución, pero nosotros también somos revolucionarios, con un sentido más espiritual, ...» (63-64). Dos días antes de las elecciones del 16 de febrero de 1936 intervenía, de nuevo en Oviedo, José Antonio: «A las siete de la tarde de hoy se celebrará en los Campos Elíseos un mitin de propaganda organizado por Falange Española en el que pronunciará un discurso el jefe de dicha organización política don José Antonio Primo de Rivera. Intervendrán además en el acto los siguientes elementos: don Enrique Cangas, jefe de la zona de Gijón; don Juan Francisco Yela, secretario de la organización de Asturias y don Manuel Valdés Larrañaga, de la Junta Política de Falange. La entrada será por invitación.» (Región, 14 de febrero, citado por José María García de Tuñón en la página 69). La candidatura que en Asturias presentó Falange para las elecciones de febrero de 1936 (una misma persona podía presentarse en varias provincias) estaba formada en este orden: José Antonio Primo de Rivera, Julio Ruiz de Alda, Raimundo Fernández-Cuesta, Manuel Mateo, Leopoldo Panizo, Juan Francisco Yela, Emilio Alvargonzález, Enrique Cangas, José David Montes, Santiago López, Manuel Valdés Larrañaga, Alfonso de Lillo y Juan Lobo (70), y los resultados obtenidos fueron desastrosos: José Antonio 818 votos, Panizo 507 votos, (...) Yela 233 votos... frente a los entre 150 y 170.000 votos obtenidos en Asturias por cada candidato del Frente Popular (71). El resultado electoral supone el incremento de la persecución de los falangistas, clausurándose locales y deteniéndose a los dirigentes. «[Celso] García de Tuñón recibe por aquellos días [marzo de 1936] una llamada telefónica de Yela Utrilla previniéndole de que la Policía tiene orden del gobernador de proceder a su detención por lo que conviene que se ausente de Oviedo...» (75).

En junio de 1936 es detenido Juan Francisco Yela Utrilla, en circunstancias que detalla su esposa, Paquita Icarán, en carta publicada por La Voz de Asturias el 4 de julio de 1936:

«Muy señor mío: Le agradecería infinito rectificase o aclarase algunas noticias que aparecen en el número de hoy del diario que Vd. Dirige, relativas al registro, verificado en el domicilio de mi esposo y mío el día 27 de junio entre la una y las cuatro de la madrugada.
Los brazaletes que se encontraron, no llevando como no llevaban, las flechas de Falange, lo mismo podían ser de esta organización que comunistas.
En cuanto al uniforme, se reduce a una camisa azul mahón que se usó en los mítines celebrados en esta ciudad con autorización debida. La existencia de un puñal toledano, que mi esposo usaba como plegadera, me parece tan peligrosa como los cuchillos de cocina.
Finalmente, en cuanto a los gorros de campaña, no pudieron encontrarse porque no existían.
Lo que me extraña es que no le hayan mostrado a Vd. otros objetos que también se llevaron de ésta su casa, a saber:
Un kilo de cuartillas de papel tela.
Un vaso con pasta blanca para pegar. Números de revistas alemanas de Filosofía y Pedagogía. Un cuadernito con apuntes en latín de filosofía del año 1912. Un sobre con tarjetón de participación de boda.
Por haberme dicho mi esposo que la Ley de Orden Público ordena claramente que en los registros llevados a cabo en estado de alarma, el agente de la autoridad se limitará a examinar y tomar nota de lo que crea conveniente sin llevarse nada, a no ser armas, yo protesté ante el teniente de Asalto de que se llevase los objetos dichos, pero no me hizo caso, si bien posteriormente, en el segundo registro, comunicó a mi esposo que tenía orden superior para incautarse de los mencionados objetos.
No puede ser, como se afirma en La Voz de Asturias, la detención de mi esposo resultado del registro, por cuanto me comunicó el teniente de Asalto que llevaba orden de detención, independientemente de lo que pudiera resultar del mismo; dicha orden de detención no se me leyó, como ordena la ley, ni antes de entrar en mi domicilio, ni adentro del mismo, amenazando en cambio el teniente en cuestión con derribar la puerta si no abría.
Orientándose esta carta sólo y exclusivamente a salir por los fueros de la verdad, ya que por los de la justicia se encargará de salir el tiempo, quedo suya afma, s.s.» (en José María García de Tuñón, Apuntes para una historia de la Falange asturiana, Oviedo 2001, páginas 100-101.)

El 18 de julio de 1936 se rompe la frágil eutaxia republicana iniciándose la guerra civil española:

«Mientras tanto, Yela Utrilla, que ocupaba en ese momento el cargo de jefe accidental provincial de Falange porque seguía detenido Leopoldo Panizo, ante los micrófonos de Radio Asturias pronunció una conferencia bajo el título "Nuestra guerra y la guerra de los marxistas". Yela señalaba las diferencias que se observaban en la lucha que mantenían los sin Patria, los sin Dios y los ciudadanos y militares movilizados que anteponían a todo sus propias creencias religiosas y el amor a la Madre Patria. "Aquellos –decía Yela– se lanzan a la destrucción, a la barbarie, al pillaje; éstos aspiran a construir, a entender la cultura, a conseguir que los hombres se traten como hermanos". Viajó Yela a Burgos y allí se entrevistaría con Manuel Hedilla, quien le informa de los nuevos nombramientos que quería hacer en Asturias. A últimos del mes de octubre esos nombramientos eran publicados en la prensa de Oviedo. Hedilla ratificaba al propio Yela Utrilla como secretario provincial de FE-JONS en Asturias, a la vez que le nombraba jefe territorial provisional. (...) A su regreso de Burgos, Yela Utrilla hizo unas declaraciones en los distintos medios de comunicación de Oviedo donde manifestaba que según noticias que traía, podía asegurar que José Antonio Primo de Rivera estaba vivo.» (126-128).

«El 19 de diciembre de 1936, sábado, aparece en Oviedo el primer número del periódico La Nueva España, diario de la Falange Española de las JONS (...) Ni una sola línea se publicaba, como sería lógico, de quien en ese tiempo ostentaba el mando de Falange en Asturias, en este caso Juan Francisco Yela Utrilla, ni ninguno de los otros mandos locales o provinciales, lo que hace que sigamos creyendo que el periódico estaba al servicio del Ejército y no de Falange. (...)» (136) «Manuel Hedilla no parece muy conforme con la línea que estaba llevando el periódico falangista, ni tan siquiera con el título del mismo, por lo que decide escribir una carta a Francisco Bravo, delegado de la Junta de Mando en Asturias y Galicia. La carta llevaba fecha 17 de febrero de 1937 y dice: "(...) Creo que en este sentido debes fijar tu atención principalmente y por de pronto en Yela y en el director de La Nueva España, Francisco Arias, y también en Ricardo Fernández a quienes creo principalmente culpables de la mala organización de la provincia (...)"» (138). «El 18 de abril de 1937 se celebra en Salamanca «la elección de Jefe Nacional de Falange Española y de las JONS con la asistencia de los asturianos García de Tuñón y Yela, pero éste sólo asistiría al acto de la elección ya que por motivos familiares tuvo que ausentarse el segundo día, según nota que él mismo enviaba al Consejo: "Cuando me disponía ir al Consejo, me comunican noticias que por retrasadas me dan más cuidado sobre novedades en mi familia, por lo cual me veo obligado a regresar urgentemente a Oviedo".» (150) (Hasta aquí los datos obtenidos del libro de José María García de Tuñon Aza, Apuntes para una historia de la Falange asturiana, Oviedo 2001).

Al día siguiente Franco decreta la Unificación que supone la caída definitiva de Hedilla, y la transformación de Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas en FE Tradicionalista de las JONS.

Francisco Yela Utrilla tras la Guerra Civil

La guerra civil terminó en Asturias en 1937, reanudando Yela su actividad como autor: la editorial FET (Falange Española Tradicionalista) de Oviedo publicó en 1938 su Segundo curso teórico práctico de lengua latina y en 1939 Las concepciones político-sociales contemporáneas. Intervino en el renacimiento de la Universidad de Oviedo, destruida por las llamas revolucionarias de octubre de 1934 y que algunos incluso deseaban reiniciar en otra ciudad fuera de Asturias. En 1940 la Universidad de Oviedo publicó su ensayo: Una nueva concepción de la historia de España como historia patria.

A finales de 1940 ingresó Juan Francisco Yela Utrilla en el Cuerpo de Catedráticos de Universidad (el 22 de noviembre), ocupando la cátedra de Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos de la Universidad de Barcelona, trasladándose al poco a la Universidad de Madrid, para desempeñar esa misma cátedra. Fue vicedirector segundo del Instituto «Luis Vives» de Filosofía, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

«Ya en Cifuentes, ¿cómo no pasar un día en Ruguilla, que es donde viví a la continua durante mi niñez y pasé las vacaciones mientras vivieron mis padres? Verdad que cada visita al pueblecito alcarreño me entristece con el recuerdo de los seres queridos. […] Ruguilla es un pueblecito pintoresco como pocos, pero pobre; lo movido del terreno y la variedad de encantadores paisajes tanto tiene de bello como de improductivo. […] Casi nunca sobrepasó los cien vecinos y ahora tendrá ochenta; es gente de inteligencia muy despierta, afanosa de saber y superarse, por lo cual destacaron muchos hombres de letras, entre ellos alguna figura eminente como el polígrafo don Manuel Serrano Sanz. […] sin que el hecho de haberse alzado algunas casas nuevas lograra ahuyentar mis vaticinios pesimistas respecto al porvenir de Ruguilla pero otra vez recobré la esperanza tras la visita hecha a un ilustre hijo del lugar, que fue conmigo a la escuela y desde este año veranea en una finquita cercana al pueblo. Su padre era modestísimo secretario, y él gracias al talento y laboriosidad tenacísima es catedrático de Filosofía en la Universidad Central; me refiero a don Juan Francisco Yela Utrilla, que por su inteligencia privilegiada y su cultura vastísima es uno de los españoles más insignes, pero muy austero, y esto que en otros países constituye una virtud, en el nuestro tan propicio a la exhibición y al “escaparate” resulta grave inconveniente.
Yela Utrilla ha convertido un colmenar cerca de la casa campera, en biblioteca donde lamenta “que sólo quepan dos mil quinientos volúmenes”; allí pasa las más horas del día, y no pocas dirigiendo la apertura de zanjas para captar pequeñas corrientes subterráneas de agua, que fertilicen en tiempo próximo las tierras sedientas. Pero Juan Francisco, mi amigo fraterno, no piensa sólo en su provecho; también en el del pueblo, al que quiere y procura favorecer, si no con grandes caudales, que no le sobran, en cambio con algo más que el ejemplo, que ya es mucho. Gracias a sus consejos se arreglarán en breve las calles, hoy intransitables; por su iniciativa, no sólo van sustituyéndose con chopos los numerosos olmos destruidos por la oruga y que antes formaban alta y larga cortina de verdor en el barranco de La Callejuela, sino que también se han iniciado grandes plantaciones de esos árboles a todo lo largo del arroyo por Traslamuela, vega de Abajo y El Chorro, hasta el término de Sotoca, así como desde El Cobacho por el valle de Los Prados, sin parar hasta conseguir un total de ocho o diez mil chopos, con los cuales el concejo tendrá una hacienda de que ahora carece en absoluto […]. Yela seguirá veraneando en Ruguilla y preocupándose del pueblo y sus problemas, de suerte que pronto se vea la diferencia existente entre que las ovejas marchen descarriadas a las dirija, cariñoso y paternal, un buen pastor. Pastor que no estará sólo, pues han de ayudarle en su caballeresca empresa hijos de antiguos dirigentes que vuelven la vista a la casona paterna, donde pasarán temporadas veraniegas.» (Francisco Layna Serrano –cronista provincial–, «Desde mi Alcarria II», Guadalajara [en El Alcazar] 31 agosto-8 septiembre 1948, pág. 1.)

Durante la década del cuarenta, en que fue uno de las catedrádicos de Filosofía más influyentes de la Universidad española, Yela Utrilla encabeza la más numerosa estirpe de jóvenes doctores en filosofía, de las tres estirpes de doctores en filosofía que pueden distinguirse tras la guerra civil: la de Juan Zaragüeta (1883-1974, 8 tesis dirigidas en los años cuarenta), la de Juan Francisco Yela (1893-1950, 13 tesis dirigidas en los años cuarenta) y la de Santiago Montero (1911-1985, 10 tesis dirigidas en los años cuarenta). El prematuro fallecimiento de Juan Francisco Yela Utrilla, a causa de un cáncer de hígado, en Madrid, el 26 de abril de 1950, supuso sin duda una evolución ulterior de la filosofía institucional en España diferente a la que hubiera ocurrido de haber estado presente Yela durante los decisivos años cincuenta.

«Necrológicas. Don Francisco Yela Utrilla. Ha fallecido en Madrid, a los cincuenta y seis años de edad, D. Francisco Yela Utrilla, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, vicepresidente del Instituto Luis Vives, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, consejero nacional y procurador en Cortes. El cadáver fue trasladado ayer tarde a Sigüenza, donde recibió sepultura. Su familia, con tan triste motivo, está recibiendo numerosos testimonios de pésame.» (ABC, Madrid, viernes 28 de abril de 1950, pág. 18.)

«Yela Utrilla (Juan Francisco). Catedrático y publicista; nacido en Ruguilla (Guadalajara) el 24-5-93. Del Seminario de Sigüenza va pensionado a la Universidad Gregoriana, donde se licencia y doctora en Filosofía y Letras, 1912-13, con premio extraordinario en ambos títulos, y también cuando los cursó, respectivamente, en la Universidad de Zaragoza, 1918, y en la Universidad Central, 1922. En 1920, Catedrático de Latín, por oposición, en el Instituto de Segunda enseñanza de Lérida, en 1924, Director de la Escuela Normal de Maestros de dicha ciudad. Pensionado en Alemania, 1930-31. En 1940, Catedrático, por oposición, de introducción a la Filosofía de la Universidad de Barcelona. En 41, Catedrático de Fundamento de la Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos de la Universidad Central. Vocal en activo del C.S.I.C. Además de valiosos libros de texto, se le deben numerosos trabajos y libros, entre ellos: España ante la independencia de los Estados Unidos, premio Pelfort (Barcelona) y Duque Loubat de la Real Academia de la Historia (Lérida 1922); Historia de la civilización española en sus relaciones con lo universal (premiada por el Ministerio de Instrucción Pública en el concurso de libros de texto de 1928), Teoricidad de la Lógica, Las concesiones político-sociales contemporáneas, Séneca, 1947, y más de 30 estudios monográficos, la mayoría sobre temas filosóficos. Posee la Palma de Plata de la Falange. Actualmente, 1950, Consejero Nacional de la Falange desde 1934, y Procurador en Cortes desde 1942. Presidente de la Junta Central de Recompensas y Distinciones. Vicedirector del Instituto Filosófico «Luis Vives» y de la Sociedad de Filosofía Española. Dirección: Princesa, 76. Teléfono: 24 65 29. (1893 † 1950).» (Figuras de hoy. Enciclopedia biográfica nacional ilustrada de las personalidades de la actualidad, tomo 1, Madrid 1950, pág. 627.)

«Dias pasados, se celebraba en Ruguilla un homenaje al intelectual Juan Francisco Yela, con motivo de su centenario. Sus paisanos lamentaban que este aniversario hubiera pasado desapercibido, y reclamaron algún otro acto de recuerdo a nivel provincial para el que todavía estamos a tiempo. A buen seguro que la Institutión Provincial Marqués de Santillana tomará la oportuna nota. Publicamos a continuación un artículo de la doctora en Historia, María Pilar Gutiérrez, donde se hace una breve semblanza de la vida y la obra de Juan Francisco Yela.» («Un intelectual alcarreño olvidado», El decano de Guadalajara, 28 de septiembre de 1993, época III, nº 4014, pág. 28. El artículo mencionado se basa en el texto de Francisco Layna Serrano, “Un sabio alcarreño, D. Juan Francisco Yela Utrilla”, Madrid, julio de 1950, cuatro cuartillas mecanografiadas insertas en un ejemplar de Las concepciones político sociales contemporáneas, Oviedo 1939, conservado en la Biblioteca Pública Provincial de Guadalajara.)

«En febrero de 1940 se había constituido el Instituto Luis Vives de Filosofía dentro del complejo macrocultural del CSIC. Bajo su férula estaba de algún modo toda la filosofía que se podía hacer en España, en la cátedra o en el libro. Para cumplir este objetivo se designó director al dominico Manuel Barbado Viejo, consejero de Educación Nacional del nuevo régimen y profesor de psicología en las facultades de ciencias y filosofía y letras de Madrid. Junto a él estaba otro eclesiástico, Juan Zaragüeta, catedrático de los de antes de la guerra y Juan F. Yela Utrilla, un turbio y fanático personaje a quien se debe la aportación de las «Introducciones a la Filosofía» que llenaron desde entonces universidades y centros de enseñanza media. [...] Los artículos [de Revista de Filosofía] rozan lo grotesco, como el del videdirector del Instituto, Juan Francisco Yela, cuando aprovecha el tricentenario de la muerte de Galileo para precisar frente a los Cassirer y los Ortega –despreciables ignorantes– que la Inquisición tenía razón: «La tesis de la Congregación Romana de que el movimiento de la tierra era falso y erróneo en la fe, resulta algo que se esfuma como de accidental monta... Se acertó en lo principal, o sea, en el sentido que informa todo el proceso, que no es otro sino la afirmación de la Iglesia como unidad de fe, como pensamiento integralmente humano y divino, como pensar libre, cual comunión de los santos, cual doxa recta, y este acierto compensa con creces el yerro en lo accesorio.» (Revista de Filosofía, primer número, 1942). Con este espíritu velaron sus armas los prometedores filósofos con ambición de perennidad que comenzaban entonces: Raimundo Pániker, José Ignacio Alcorta, Ángel González Álvarez, Rafael Gambra… bajo la protección de sus mayores, además de los citados Barbado y Yela, los jesuitas Ceñal e Iturrioz, «introductores» de Heidegger en la España de posguerra, Eugenio Frutos, Leopoldo Eulogio Palacios, y los también jesuitas catalanes Batllori y Roig Gironella.» (Gregorio Morán, El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cultura del franquismo, Tusquets, Barcelona 1998, páginas 121-123.)

El recuerdo de Juan Francisco Yela Utrilla en Oviedo

«Creación de la beca universitaria Yela Utrilla. El delegado nacional de Educación del Movimiento ha dispuesto la creación de una beca para licenciados en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo que llevará el nombre de “Yela Utrilla”, en memoria del ilustre catedrático fallecido recientemente. La concesión de dicha beca se hará por un Patronato, presidido por el jefe provincial del Movimiento de Asturias, y del que formarán parte el delegado de Educación de aquel distrito universitario, un catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras, de Oviedo; otro de los Institutos de aquella capital, un representante del S.E.U. asturiano y otro del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados de Oviedo.» (ABC, Madrid, sábado 3 de junio de 1950, pág. 10.)

En el Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, nº 181, de 12 de agosto de 1959, página 2, figura una cédula de citación del juzgado de Pola de Siero por la que se convoca «al testigo José Fernández Menéndez que tuvo su domicilio en la calle Yela Utrilla, número trece segundo, izquierda, de la ciudad de Oviedo, y hoy en ignorado paradero…». Este recuerdo que Oviedo mantenía de su presencia en la ciudad durante la República y la Guerra Civil, como profesor y como uno de los fundadores en Asturias de la Falange, se renovó en fecha relativamente tardía, el 2 de marzo de 1966, cuando el Ayuntamiento de Oviedo mantuvo el nombre de «Yela Utrilla» para la pequeña calle reordenada entonces al construir el edificio Sedes, promovido por una empresa semipública (y donde se establecieron distintas dependencias oficiales, así como la sede de La Nueva España, diario del Movimiento), que parte de la Avenida de Calvo Sotelo y limita la parte sur de los terrenos del Instituto de Bachillerato «Alfonso II». Como prueba del olvido de la figura de Yela Utrilla puede aducirse que en 2013 su nombre se mantiene en el callejero ovetense, a pesar de las abundantes sustituciones realizadas tras la instauración de la democracia coronada en 1975, y sobre todo tras la aplicación de la ley de memoria histórica impulsada por la socialdemocracia zapaterista.

Tesis doctorales dirigidas por Juan Francisco Yela Utrilla

  1. José María Rubert Candau, El realismo y el escepticismo en la filosofía de Guillermo Rubió, Universidad de Madrid 1944. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Antonio de la Torre y del Cerro, Juan Zaragüeta Bengoechea, Santiago Montero Díaz, Víctor García Hoz.
  2. Adolfo Muñoz Alonso, Teísmo cristiano en la filosofía helénica, Universidad de Madrid 1944. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Ángel González Palencia, Santiago Montero Díaz, Víctor García Hoz.
  3. Luis Rey Altuna, Qué es lo bello, según la doctrina de San Agustín, Universidad de Madrid 1944. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Eloy Bullón Fernández, Teófilo Ayuso Marazuela, Juan Zaragüeta Bengoechea, Santiago Montero Díaz.
  4. José Ignacio Alcorta Echevarría, Metafísica del Padre Francisco Suárez (Los modos), Universidad de Madrid 1945. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Santiago Montero Díaz, Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez, Víctor García Hoz.
  5. Ángel González Álvarez, El tema de Dios en la filosofía existencial, Universidad de Madrid 1945. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Víctor García Hoz, Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez, Anselmo Romero Marín.
  6. Eugenio Frutos Cortés, Las ideas filosóficas de Calderón como signo de su época, Universidad de Madrid 1945. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Ángel González Palencia, Víctor García Hoz, Anselmo Romero Marín.
  7. José Artigas Ramírez, La noción de filosofía en Séneca, Universidad de Madrid 1947. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Santiago Montero Díaz, José María Sánchez de Muniaín Gil, Anselmo Romero Marín.
  8. Eladio Leirós Fernández, La Filosofía de la Religión y sus relaciones con el tratado «De locis theologicis» de Melchor Cano, Universidad de Madrid 1947. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez, José María Sánchez de Muniaín Gil, Anselmo Romero Marín.
  9. Sabino Alonso-Fueyo Suárez, Concepción política de Saavedra Fajardo, Universidad de Madrid 1947. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Eloy Bullón Fernández, Juan Zaragüeta Bengoechea, José María Sánchez de Muniaín Gil, Anselmo Romero Marín.
  10. Francisco Ruiloba Palazuelos, Ideas filosóficas de Quevedo, Universidad de Madrid 1949. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Lucio Gil Fagoaga, Santiago Montero Díaz, José María Sánchez de Muniaín Gil, Anselmo Romero Marín.
  11. Jaime Bofill Bofill, El concepto de perfección en Santo Tomás, Universidad de Madrid 1949. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Lucio Gil Fagoaga, Santiago Montero Díaz, José María Sánchez de Muniaín Gil, Constantino Láscaris Comneno.
  12. Ramón María Condomines Valls, Introducción a la filosofía de Angel Amor Ruibal (1869-1930), Universidad de Madrid 1949. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Lucio Gil Fagoaga, Santiago Montero Díaz, Anselmo Romero Marín, Constantino Láscaris Comneno.
  13. Carlos París Amador, Física y filosofía (el problema de la relación entre ciencia física y filosofía de la naturaleza), Universidad de Madrid 1950. Director: Juan Francisco Yela Utrilla. Tribunal: Juan Zaragüeta Bengoechea, Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez, José María Sánchez de Muniaín Gil, Anselmo Romero Marín.
  14. Director de la tesis de Salvador Mañero Mañero, Dios en concepción aristotélica del universo, Universidad de Madrid 1950, tuvo que ser sustituido, por fallecimiento, por Santiago Montero Díaz.

Bibliografía de Juan Francisco Yela Utrilla

1922 «Documentos para la historia del cabildo saguntino», Separata del Boletín de la Real Academia de la Historia, Madrid 1922, págs. 211-228.

1925 España ante la independencia de los Estados Unidos, Gráficas Academia Mariana, Lérida 1925, 2 vols., 971 págs. 2ª ed. aumentada: Academia Mariana, Lérida 1925, 2 vols. XI+495, XII+379 págs. (Existe facsímil por Ediciones Istmo, Madrid 1988 –impresa en Imprenta Gofer, de Oviedo– con una presentación de José Manuel Gómez-Tabanera.)

1927 El idioma sonoro: libro de prácticas de la lengua española, Gráficas Academia Mariana, Lérida 1927, 254 págs.

Literatura latina con un apéndice sobre métrica, Biblioteca didáctica Urriza, Lérida 1927, 249 págs.

Gramática del primer curso de lengua italiana: fonética y morfología, Biblioteca didáctica Urriza, Lérida 1927, 157 págs.

Gramática del segundo curso de lengua italiana: sintaxis con un apéndice sobre correspondencia comercial, Biblioteca didáctica Urriza, Lérida 1927, 158 págs.

Psicología, Biblioteca didáctica Urriza, Lérida 1927, 189 págs.

1928 Literatura española comparada con la extranjera, Imprenta Mariana, Lérida 1928, 368 págs.

Lógica, Biblioteca didáctica Urriza, Lérida 1928, 299 págs.

Ética, Biblioteca didáctica Urriza, Lérida 1928, 306 págs.

Nociones de historia universal, Imprenta Mariana, Lérida 1928, 223 págs.

Historia de la civilización española en sus relaciones con la universal, Imprenta Mariana, Lérida 1928, 250 págs.

Historia de la civilización española en sus relaciones con la universal, Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Madrid 1928, 534 págs. Edición oficial. «Libros de texto para los Institutos Nacionales de Segunda Enseñanza, Bachillerato Universitario, Año Común.»

1932 El Cartulario de Roda, transcripción por Juan Francisco Yela Utrilla, Imprenta Mariana, Lérida 1932, 185 págs.

Iniciación en el estudio de la lengua latina, Emiliano González impresor, Oviedo 1932, XCVI+112 págs.

1938 Segundo curso teórico práctico de lengua latina, Editorial F.E.T., Oviedo 1938, 128 págs.

1939 Las concepciones político-sociales contemporáneas, Editorial F.E.T. (Meditaciones, ensayos y estudios metafísicos, 2), Oviedo 1939, 287 págs.

«Lo Universal Histórico», separata de Revista de la Universidad de Oviedo, 37 págs.

1940 Una nueva concepción de la historia de España como historia patria, Universidad de Oviedo, Oviedo 1940, 33 págs.

1942 Los «dii maiores» de la cultura española: Antonio Agustín de Albanell, Universidad de Oviedo, Oviedo 1942, 92 págs.

«Catolicismo y Falange», en el primer número de El Español, 31 de octubre de 1942.

«Galileo el ortodoxo (15 de febrero de 1564 al 8 de enero de 1642)», en el primer número de Revista de Filosofía del Instituto Luis Vives, CSIC, Madrid 1942, págs. 99-125.

1943 «Filosofía a la intemperie (philosophia sub divo)», Separata de Revista de la Universidad de Madrid, tomo III, Letras 1943, 12 págs.

1947 Séneca, Labor (Clásicos Labor 5), Barcelona 1947, 272 págs.

1948 «Espacio y tiempo en Suárez: ponencia», Separata de Congreso Internacional de Filosofía, Barcelona 4-10 octubre de 1948, págs. 147-181.

«El tema de la verdad en la metafísica de Suárez» Revista de Filosofía del Instituto Luis Vives, CSIC, Madrid 1948, número 27, págs. 660-692.

1949 «Valores trascendentales de la empresa calasancia», Separata de Revista española de Pedagogía, Madrid 1949, 31 págs.

Sobre Juan Francisco Yela Utrilla en el Proyecto filosofía en español

1950 Necrología en Revista de Filosofía del CSIC

Textos de Juan Francisco Yela Utrilla en el Proyecto filosofía en español

1942 Catolicismo y Falange

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