Filosofía en español 
Filosofía en español

Juan de Mal LaraLa filosofía vulgar · 1568

Preámbulos de la Vulgar Filosofía, sobre todas las partes de los Refranes

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Parte 2
En qué parte de Filosofía se pone el Refrán

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Quedanos de saber, pues los refranes entran debajo de la mano de la Filosofía, de qué parte tratan. Y para esto será menester que se digan las partes, que tiene la Filosofía, porque vengamos a la aplicación. Sabido que la Filosofía es un estudio de sabiduría, y que la sabiduría es conocimiento de las cosas así divinas como humanas. Dividese en tres partes, Racional, que los Griegos llaman Lógica, la cual tiene partes como Gramática, Retórica, Dialéctica, pertenece a los negocios de lengua para hablar en conveniente forma, o manera adornada de palabras, o tratada en su pura verdad. La segunda parte se ocupa en lo que se llama costumbres, así las que convienen al hombre por sí, como a lo que trata de gobierno de casa, y de la ciudad. Esta llaman generalmente Ética, y sus partes Monástica, Económica. Política, es la tercera más extendida, la cual tiene por sujeto a la naturaleza, en donde entran las Matemáticas, Aritmética, Música, Geometría, Astronomía, Medicina, y esta toda entera se dirá Física, y sobre esto todo será la Metafísica, y Teología, y como reina y señora eminente, tiene a todas estas ciencias, para que la sirvan como inferiores. Es toda la Filosofía una guía y adalid, que podemos tomar bien cierto para nuestra vida, que su oficio es inquirir virtudes, ahuyentar vicios, ser maestra de costumbres. Llamala bien Cicerón Disciplina, tratóla con gran autoridad aquél discípulo de la misma naturaleza, y maestro de las escuelas humanas Platón. Y porque tratar de esto, no es de esta materia principalmente, volveremos a lo que tenemos comenzado, y conviene para nuestro propósito. Los refranes, son tan abundantes en doctrina, tan copiosos en sentido, tan breves en sus razones, tan propios a la ciencia, que no hay parte en Filosofía, a donde no se puedan aplicar bien, y entrar mejor, según el que mejor los supiere cuadrar, como lo veremos en su aplicación, pues que adelante hacemos título por si para ella, y tabla en que la veamos. Será bien saber de adónde se dice Refrán. Según parece, hase llamado así, de referir a muchas veces, y nació de tantos años acá, y se conservó con el repetirlo, y decir comúnmente con experiencia, y ciencia, que supieron los antiguos por las reglas, que sus padres les dieron para que en todas cuantas cosas tratase tuviesen avisos a la mano dentro de sus casas, y tan dentro de sí, que se pueda llamar ésta ciencia, no libro esculpido, ni trasladado, sino natural, y estampado en memorias, y en ingenios humanos, y según dice Aristóteles parecen los Proverbios, o Refranes ciertas reliquias de la antigua Filosofía, que se perdió por las diversas muertes de los hombres, y quedaron aquellas, como antiguallas, que en alguna ciudad, como Roma, se hallan, y dan señal de la majestad del imperio Romano, es el bien que tienen en su brevedad, en Romance Castellano, que luego ponen delante todo el saber antiguo, y por andar de unas personas en otras los llamaron los latinos Adagios, o Circumagia, proverbia, los Griegos Paremias, todos son nombres, que nos declaran lo vulgar, y común, que hay en el uso de los Refranes. Quien quisiere ver el valor, y antigüedad, que hay en los Refranes, lea la epístola, que el venerable doctor León de Castro mi maestro hizo sobre los Refranes del Comendador. Es pues el Refrán según dice Sinesio, una razón, que tiene dignidad, que sacada de los misterios de la Filosofía, representa cuanto sabía la antigüedad. Es también un dicho celebrado, que tiene cierta novedad avisada, con que particularmente se conoce. Así difiere de sentencias, Chrias, Apophtegmas, Parábolas, y otros dichos, porque el Refrán no tiene señalado autor, ni aquellas diferencias, que en los otros hay en ser celebrado, difiere del buen dicho, que en cada uno sería Chria, o Apophtegma, tener cierta cosa particular es, con que se declara la propiedad en su común uso, y en fin con que todos conocen, y aprueban por Refrán, no puede dejar de serlo, y conocese en que ninguno lo extraña, como un dicho de Agesilao, o de Sócrates, o cualquier otra sentencia, que se alega, autor para su autoridad, aquí en el Refrán no decimos más de como dicen, según suelen decir, y las más veces no es menester añadir este temperamento, y más tiene que aunque no se diga más de la mitad, o se apunte la primera palabra, luego es entendido, como mal me quieren mis comadres lo cual ni en griegos, ni latinos se hace tan comúnmente.