Filosofía en español 
Filosofía en español

Gualterio Burley

La vida y las costumbres de los viejos filósofos

Edición de Francisco Crosas López


[Capítulo 65, Calístenes]

1 Calístenes

Calístenes, filósofo, deçiplo fue de Aristótiles. 2 Aquéste, segunt se dize en la Estoria de Alixandre, ovo enbiado Aristótiles a Alixandre para que andudiese con él así commo su consejero. 3 τ amonestóle primeramente Aristótiles que en tal manera fablase con Alixandre que açerca de las reales orejas 4 o el su callar lo fiziese seguro, o el su bien fablar açebto. τ fue resçebido alegremente de Alixandre. 5 En aquellos días mandóse no sola mente saludar mas adorar, lo qual le era reprovado de los sus consejeros; 6 espeçialmente, de aqueste Calístines, τ de otro de los suyos, el qual era omne de gran linaje. 7 Ca le dezían: «Si los dioses ovieran querido fazer el ábito del tu cuerpo tan grande commo fizieron la golosina de la tu cobdiçia, 8 çiertamente la tierra non te podría sostener, τ con el un braço llegarías a Oriente, τ con el otro a Oçidente. 9 τ ¿tú no vees que los árboles grandes prolongadamente creçen, y un ora son derribados? 10 Loco es aquél que espera fruto dellos τ non teme la su altura. 11 Pues vey tú que, mientra tientas de sobir arriba, non cayas de los ramos en que te tienes. 12 Non ay ninguna cosa tan firme que non tema el peligro de la su caída. 13 τ si tú onbre eres, piensa muchas vezes aquello que tú eres, ca loca cosa es menbrarte de aquellas cosas por las quales a ti mesmo olvidas». 14 Y entre todos los que redargüían a Alixandre de aquesta locura, mandarse adorar, el que más agramente lo reprehendía era Calístenes, el qual refusó de lo adorar. 15 Por lo qual Alixandre fue tanto airado contra él que fingo que Calístenes era partiçionero con otros algunos que le tenían asechanças para lo matar; 16 por lo qual mandó fazer cruel justiçia de Calístenes. τ mandole cortar pies τ manos, τ todos sus mienbros, τ las narizes, τ los beços. τ fízolo traer a sí por meter miedo a los otros. 17 Lo qual veyendo Lesímaco, deçiplo de Calístenes, 18 el qual era acostumbrado de resçebir de Calístenes mandamientos de virtud, τ merçendeado de un tanto varón padesçer pena sin culpa, 19 para remedio de las sus calamidades diole a bever ponçoña, a fin que no penase τ que moriese luego, τ saliese de los tormentos que padesçía.

[Capítulo 66, Anaxarco]

1 Anaxarco

Anaxarco, filósofo, floresçió en tiempo de Alixandre. 2 Aquéste, viendo que Alixandre tentava de ocupar las regiones orientales, τ que avía enbiado los sus adalides, 3 τ omnes que sabían mirar la tierra a que viesen las islas del mar Oçéano, para que le avisasen en qué manera podrían conquistar aquellas islas, 4 τ cómo podrían fazer guerra por aquel mar non navegado; 5 τ veyendo aquesto Anaxarco, que començava Alexandre una demanda tan difíçil, 6 díxole que en vano tomava tanto trabajo, ca nunca podría venir a la fin dél, 7 comno estudiese escrito en la dotrina de Demócrito, su maestro, que los mundos eran muchos τ innumerables. 8 Estonçes respondió Alixandre, diziendo: «¡Guay de mí, mesquino!, que aun un mundo de tantos commo son no he acabado de ganar». 9 Aqueste Anaxarco fue dapnado a muerte de Nicroante, tirano de Chipre.

[Capítulo 67, Teofrasto]

1 Theofrasto

Theofrasto, filósofo, deçiplo de Aristótiles τ subçesor suyo. 2 Del qual leemos las sentençias que se siguen: 3 Conviene amar tanto a los amigos provados, commo provar a los amigos. 4 τ cunple que las amistades sean inmortales. 5 Qual es el cuerpo sin ánima, tal es el onbre sin amigos. 6 Con los amigos nos conviene de aver breves razones τ luengas amistades. 7 En tal manera sey amigo que non temas de ser enemigo. 8 Al amigo bienaventurado ve quando te llamare; τ al mal afortunado socorre aunque no te llame. 9 ¡Guarte del amigo blando τ de aquél que tiene contra ti la palabra dulçe!, que el buen amigo más gravemente se ensaña. 10 Al amigo nin en juego nunca le dapnes. 11 La fe del amigo cuajo es de amistança. 12 Por el amigo más cumple morir que bevir con el enemigo. 13 Estonçes perdiste la bengança de tu enemigo, quando te sintió que eras su enemigo. 14 Muy más gravemente engañarás a tu adversario asegurándolo. 15 No sabe enpeçer el que demuestra que quiere enpeçer. 16 Escrivió Teofrasto un libro De amiçiçia, en el qual prefiere el amistad a toda caridad, 17 pero dize que mucho pocas vezes se falla en las cosas umanas la tal amistad. 18 Aquéste se dize que acusava a la Natura porque avía dado luenga vida a los çiervos τ a las cornejas, a los quales no les fazía mucho menester. 19 τ que a los omnes, que tanto les cumplía luengo bevir, dávales breve vida. 20 La vida de los quales si más luenga pudiese ser, en todas las artes perfectamente fueran todos enseñados. 21 τ querellávase porque entonçes avía de morir, quando començava aprender. 22 Escrivió así mesmo el Aureoleo, un libro de las riquezas[o7]. 23 Iten escrivió otro libro[p7] De las bodas, segunt dize Gerónimo Contra Joviniano, en el qual pregunta si el omne sabio deve de tomar muger. 24 τ concluye que si fermosa fuer, τ bien acostumbrada, τ nasçida de padres onestos; si él fuer sano τ rico, 25 quando aquestas cosas concurriesen, que lo devía fazer. 26 τ aquestas cosas todas pocas vezes concuerdan a las poder fallar en el casamiento. Así que la muger non la deve tomar el sabio. 27 τ primeramente enbarga la muger los estudios de la Filosofía, nin puede ninguno servir juntamente a la muger τ a los libros. 28 Así que si ovieres de tomar muger non fagas ningund descogimiento en ella, mas reçíbela qual viniere. 29 Si iracunda, o loca, o fea, o sobervia, o suzia, qualquier quella pueda ser, después de las bodas lo sabemos. 30 El cavallo, y el asno, y el buey, y el perro, τ los muy viles siervos, ante los provamos que los conpramos. 31 Solamente la muger non nos la muestran, por que non nos desplega antes que la compremos. 32 τ si toda tu casa le encargares, gradesçerlo deves a la su fe. 33 τ si alguna cosa reservares para tu alvedrío que a ella non le encargues, luego piensa que non fías della, τ luego te apareja renzillas. 34 τ si aína non te aconsejas de lo que deves, aparéjate poçoña. 35 τ si le dieres ricas vestiduras τ piedras preçiosas, pones en peligro la su castidad. 36 τ si gelas defendieres que non las traiga, usas contra ella de injuria de sospiçión. 37 τ ¿Qué te aprovecha la diligente guarda a la muger inpúdica?, que guardar non se puede. Ca muy mala τ mal fiel[q7] guarda de la castidad es la nesçesidad. 38 τ aquélla puede ser dicha casta que puede pecar si quisiere. 39 La fermosa muy ligeramente es amada; y la fea ligeramente ama. 40 Muy difíçil es guardar aquélla a la qual muchos aman; τ muy triste cosa es de poseer aquella muger que ninguno non desdeña aver nin amar. 41 Nin tanpoco es segura aquélla en la qual los botos de todo el pueblo sospiran. 42 τ si por despensaçión de la casa, τ por solás contra las tristezas, τ por fuir la soledad es de tomar muger, mucho mejor dispensará el siervo obediente a la abtoridad del señor, el qual tenplará mejor la su dispusiçión, que no la muger, 43 que estonçes se piensa enseñorear del marido, quando faze algunas cosas contra su voluntad; 44 τ así mesmo mejor pueden asestir a las nuestras tribulaçiones los amigos, a nosotros obligados por benefiçios, que no la muger, 45 la qual, si se quexa el marido, adoleçe τ nunca del su lecho se parte[r7]. 46 τ si por ventura, si buena fuere τ suave, las quales son pocas o no ningunas; si por ventura viniere al parto, al marido conviene gemir con ella τ ser atormentado de los sus peligros. 47 Mayormente quel sabio nunca puede ser solo, ca consigo tiene todos los que son τ los que ovieron seído buenos, τ el su libre ánimo a donde quiere lo traspasa. 48 τ aquellas cosas que por el cuerpo non puede por cogitaçión las abraça. 49 τ si copia de onbres le fallesçiere, con Dios fabla; nunca menos solo es que quando solo está. 50 τ por ventura si queremos tomar muger por causa de aver fijos, τ por quel nuestro nombre non peresca, o para los aver para solaz de la vejez, o para que lo nuestro quede a erederos çiertos, 51 estas cosas muy vanagloriosas son. Y ¿qué pertenesçe a nosotros, que nos partimos del mundo, criar fijos que por ventura morrán antes que nos, 52 por que nos metan en afliçión, o bivan en tal manera con nos seyendo de perversas costumbres, con que todavía con ellos nos atribulemos? 53 Çiertamente mejores herederos son los amigos τ los çercanos, los quales puedes descojer a plazer de tu juizio, 54 que non aquéllos que, aunque non quieras, seas costreñido a los aver por erederos.

55 De aqueste Teofrasto se lee aquesta sentencia: Muy más mejor τ mayor cosa es ser enseñado que confiante en los dineros. 56 Ca el enseñado libre queda de todas cosas, ni es pelegrino en las agenas. 57 τ puesto que pierda los familiares τ las cosas neçesarias, nin por eso non es menguado de amigos; antes en toda çibdad es çibdadano. 58 Sin ningund temor, por la su gran fortaleza puede menospresçiar todos los casos difíçiles de la Fortuna. 59 τ el que non es dotrinado τ confía en los defendimientos de la feliçidad, τ con la bienaventurança se entiende que está bien fortaleçido, aquéste tal por deleznable camino anda, 60 τ non está asentado en firme vida, mas en enferma τ movediza.

[Capítulo 68, Diodoro[s7]]

1 Alodrus

Alodrus, dialético ilustre τ socrático, floresçió en Gresçia. 2 Aquéste, segunt escrive Gerónimo en el libro primo, ovo çinco fijas, todas nobles τ sabias en la Dialética; 3 la una de las quales, llamada Filo, escrivió una muy fermosa estoria de su maestro.

[Capítulo 69, Polemo]

1 Polemo

Polemo, filósofo, oidor τ suçesor de Senócratres. 2 Commo primeramente fuese dado a las luxurias τ desonestidades, entrando acaso en el escuela de Senócratres, mudó el ábito τ el ánimo oyendo a Senócratres τ a la su admirable dotrina. 3 De lo qual está mas seriosamente dicho arriba, adonde de Senócratres es fecha mençión. 4 Floresçió aqueste Polemo en tiempo de Ovías, pontéfico de los judíos.

[Capítulo 70, Antípater]

1 Antípater

Antípater filósofo fue de Sidón. 2 Aquéste cada año en semejante día del que fue nasçido le tomava fiebre. 3 A la fin, veniendo a la última edad suya, en aquel día mesmo del su nasçimiento, tan grande le tomó la fiebre que fue muerto.

[Capítulo 71, Arquépilas]

1 Arquepílades

Arquepílades, del qual se tomó la seta de los académicos nuevos, tovo un amigo pobre y enfermo. 2 Pero, segunt suele acaesçer, disimulava estas dos cosas con vergüença. 3 Lo qual commo Arquepílades sintiese, pensó de socorrer secretamente al menester del su amigo sin confusión de la su vergüença. 4 τ tomó un saco de pecunia τ lançólo secretamente en la su cama; 5 τ el su amigo non lo sabiendo, commo aquél que era vergonçoso contra el su provecho; 6 en tal manera que lo que deseava, antes lo fallase que lo tomase. 7 Aquéste floresçió en tiempo de Ovías, rey de los judíos.

[Capítulo 72, Erasístrato]

1 Herasístrato

Herasístrato, médico, floresçió en tiempo de Homías, pontífico τ rey de los judíos. 2 Aquéste, segunt se lee, conosçió en el pulso los amores de un amante. 3 Cuenta Valerio que commo Antóralo, fijo de Selena[t7], estuviese corronpido por infinito amor de su madrastra, que de aqueste médico Erasístrato fue sano. 4 El qual, tomándole el pulso, una vez jelo fallava más arrebatado, otra vez más lánguido, segunt el allegamiento o apartamiento de su madrastra. 5 Lo qual el médico descubrió a su padre, el qual non dubdó de dar lugar asu fijo con la su muy cara muger.

[Capítulo 73, Arquímedes]

1 Arquemínides

Arquemínides, filósofo siracusano, floresçió en tiempo [...][u7] 2 Aquéste escrivió un libro de la quadradura del çerco, de la qual dize Aristótiles que’s cosa sabible, pero que non se sabe. 3 Aquéste, por la su gran curiosidad de estudio, le fue dada la vida τ fue despojado della. 4 Ca commo Marçelo tomase a Siracusas, τ por la sabiduría τ avisamiento de Arquimínides oyese dezir que la su vitoria se avía mucho difirido τ alongado, 5 Marçelo fue mucho deleitado en la gran sapiençia de aquel onbre. τ mandó que fuese conservada la su vida. 6 Pero commo el filósofo Archemínides estoviese en su casa propia acorvado τ los ojos fincados en tierra, 7 discriviendo τ señalando las formas τ las líneas de la su obra en el polvo, 8 un cavallero de Marçelo que por causa de robar entró en su casa, púsole el cuchillo sobre la cabeça, preguntándole que quién era. 9 Pero Arquemínides, por la gran cobdiçia de investigar lo que se requería a su arte, non le pudo así luego esplicar el su nombre; 10 pero, derribadas las sus manos sobre el polvo, díxole: «Yo te ruego que tú non quieras desfazerme aqueste çerco que yo aquí en este polvo tengo fecho». 11 El cavallero pensando que menospreçiava el mandamiento del que era vençedor, cortóle la cabeça, 12 τ cohondió Arquiménides con la su sangre las líneas que avía fecho en la su arte. 13 Esto cuenta Valerio en el libro octavo[v7].

[Capítulo 74, Tolomeo]

1 Tolomeo

Tolomeo Filadelfo, rey de Egibto, estudioso fue τ muy cobdiçioso de los libros. 2 τ commo Demetrión le preguntase el número de los sus libros qué tanto era, él le respondió que tenía por estonçes veinte mil libros, 3 mas que pensava muy aína llegarlos a çincuenta mil. 4 Fuele denunçiado a Tolomeo cómmo açerca de los judíos era dada ley por la boca de Dios τ con el su dedo escripta; 5 por la qual dezía que era mucho de trabajar para que fuese traduzida en griego, para que la toviesen en los almarios de los reyes. 6 τ algunos amonestaron al rey que escriviese al pontífico de los judíos que le enbiase algunos judíos enseñados en las letras griegas y ebraicas, τ que les diesen la ley de Dios. 7 τ que ellos fuesen tales que fuesen sufiçientes para la interpetrar. 8 τ el rey Tolomeo entendió que para impetrar aquello del pontífico de los judíos que sería bien que le enbiasen algunos dones con las sus epístolas. 9 Estaba por estonçes Aristeo, el qual luengo tiempo se atribulava por la cabtividad τ tribulaçión de los judíos. 10 τ commo vido aparejada oportunidad para los delibrar, dixo al rey: «¿Cómmo entiendes quel pontífico de los judíos te enbiará lo que demandas teniendo tú en tu reino tantos judíos en servidumbre? 11 Por ende si quieres dél aver lo que demandas, da libertad a estos judíos. Nin por aquesto que te digo non entiendas tú que yo soy çercano a los judíos, 12 mas fágolo porque sé que te cumple mucho que tú onres a Dios, fazedor de todas las cosas». 13 Por lo qual delibró el rey por estonçes çiento τ veinte mil judíos, mercándolos de cada uno de los señores que los tenían, τ dando por cada uno çiento τ veinte dramas de plata. 14 τ commo el rey dixese: «Este muy gran don es», respondiéronle: «Grant don es él, pero no para rey manífico». 15 Estonçes escribió el rey a Eleazar, rogándole que le enbiase de los más viejos del su pueblo, 16 que le diesen la intrepetraçión de la ley del Dios biviente. 17 Estonçes Eleazar, enbiándole lo que le demandava, enbióle a dezir que para intrepetrar la ley de Dios que le enbiava varones de cada uno de los tribus seis, los quales llevavan ley. 18 Aquéstos son los setenta intérpetres, los quales commo quiera que fuesen setenta τ dos, a costumbre de la Santa Escritura setenta son dichos. 19 La qual, quando algund número pequeño creçe sobre alguna gran suma, non lo cura de pronuçiar. 20 Los quales, commo viniesen al rey begninamente, fueron dél acogidos τ fablaron con el rey de aquellas cosas que eran en el su coraçón. 21 τ sobre todo de la cogitaçión de Dios τ de la governaçión de su reino. 22 τ sobre todo disputaron de cómmo avía de onrar a un solo Dios, τ cómmo Dios non era criatura. 23 τ de allí viene que do quiera que les ocurrió alguna materia que tocase en la Trinidad τ lo traspasaron so silençio, 24 o lo trasladaron por enígmatos, por que no paresçiese que en la su escritura fazían mençión de tres dioses. 25 Por semejante, faziendo mençión de la Encarnaçión del Bervo, así commo a Isaías, el qual commo dixese: «El moço es nasçido a nos», τ añadiese seis nombres dél, 26 por aquellos seis nombres trasladaron ellos: Ángel de gran consejo, por que no paresçiese que en la su trasladaçión pronunçiava onbre deificado. 27 Estonçes dieron al rey el rótulo de la ley que traían, el qual tanto era sotil la su letra τ tanta era la delgadez de los sus pargaminos que non podía ser conprehendida con los ojos. 28 τ por ende fueron metidos estos interpetradores en la casa del rey, çerca de la mar; el qual era lugar secreto para semejante deliberaçión. 29 τ dieron a cada uno una çelda, para que interpetrase aquello que les fuese visto oportuno τ provechoso. 30 τ guardando ellos cada uno de los días la costumbre de la su purificaçión τ sus oraçiones segunt su ley, en setenta τ dos días cumplieron su interpetraçión. 31 τ después de aquesto Demetrión, que era sobre todos para ver los libros, fizo ayuntar todos los judíos que eran en Alixandría, τ los más letrados de la provinçia, 32 τ fue leída ante todos la trasladaçión, τ aprovada, y el rey enbió dones a Eleazar τ al templo del Dios biviente. 33 τ enbióle otras oblaçiones, entre las quales enbió una mesa de oro, la qual era enobleçida por piedras preçiosas de inestimable presçio. 34 Aqueste Tolomeo conpuso cánones a los asirianos τ ordenó otros muchos libros. 35 Aquéste fizo la discriçión del mundo por Erastótenes, filósofo; 36 τ aquéste falló el número de los estados, que era en la medida del çerco de la tierra por maravillosa sutileza. τ fue en la çiençia del Quadrivio muy enseñado.

[Capítulo 75, Menandro]

1 Menandro

Menandro, poeta çívico[w7], floresçió en tiempo de Tolomeo. 2 De aquéste dize Gerónimo que fue aquella palabra que introduze San Pablo en la Epístola a los de Corintio; 3 es a saber: «Las malas fablas corronpen las buenas costumbres». 4 τ , segunt dize Ajelio, aqueste Menandro, commo quiera que fuese mayor escritor que Filemón τ mayor filósofo, muchas vezes era dél vençido en el estilo de las comedias. 5 Al qual, commo por ventura Menandro se fallase con él, díxole: «Yo te ruego, Filemo, que me digas por qué non as vergüença quando me vençes». 6 Fue muerto este Menandro en los tiempos de Honías, pontífico de los judíos.

[Capítulo 76, Filemón]

1 Filemón

Filemón, poeta, en las disputaçiones de las comedias muchas vezes fue vençedor de Menandro, commo quiera que Menandro fue más sabio. 2 Aquéste, segunt dize Valerio, muchas vezes era arrebatado τ salido fuera de sí de risa desmoderada que algunas vezes le recresçía de algunas cosas. 3 τ commo una vez estudiesen unos figos aparejados antél, sobrevino un asnillo τ començólos de comer τ de dañar. 4 τ Filemo començó de llamar al moço que amenazase el asno. 5 El qual commo sobreviniese quando todos eran comidos, díxole Filemo: «Pues que ya tan tarde veniste, da agora del vino al asno». 6 τ tanto riyó del aquel dicho, que el espeso anélito agravado de gran angustia, la garganta del viejo Filemón espiró. 7 Floresçió aquéste en tiempo de Onías, pontífico de los judíos.

[Capítulo 77, Zenón]

1 Zenón

Zenón estoico, filósofo, floresçió en tiempo de Tolomeo. 2 De aquéste es aquella sentençia; es a saber: «Del omne sabio es non poder ser perturbado, mas que la su gran razón dé logar a los malos deseos». 3 De aquesta razón usó Séneca, diziendo: «Ningund mal es glorioso, τ la muerte gloriosa es; así que la muerte non es mal».

[Capítulo 78, Zenón]

1 Zenón

Zenón. Fue por semejante otro filósofo que ovo nombre Senón. 2 Del qual escrive Valerio que, commo fuese de un tirano atormentado, de cuya muerte este Senón avía tratado, 3 díxole que ante que lo mandase matar lo quería avisar de otros conpañeros que tenía que avían seído en le tratar la muerte. 4 τ díxole que cumplía que lo supiese dél en secreto. τ el tirano mandólo soltar del tormento, τ inclinó la oreja contra el filósofo, por oír dél lo que le avía de dezir. 5 τ Senón travó al tirano de la oreja con los dientes, τ nunca lo dexó fasta que perdió la vida τ el tirano fue privado de la oreja[x7].

[Capítulo 79, Egesías]

1 Egesías

Egesías, filósofo de Egibto, el qual floreçió en los tiempos del rey Tolomeo. 2 Segund dize Valerio, así luziente τ fermosamente representava los males desta vida, 3 que fazía a los que lo oían enxerir τ anteponer en los sus coraçones la muy miserable imajen de aquesta vida τ de los tormentos della en tanto grado, 4 que algunos fazía voluntariosamente cobdiçiar su propia muerte, por lo qual le fue devedado del rey Tolomeo que de aquesta materia non tratase más.

[Capítulo 80, Ennio]

1 Enior

Enio Quinto, poeta, floresçió en la çibdad de Taranto. 2 El qual fue trasladado por Catón, questor, τ moró en el monte Aventino, contento con muy pequeñas despensas τ con serviçio de una sola sirvienta. 3 Floresçió en tiempo de los Macabeos.


Aparato de variantes

[o7] Como explica Grignaschi –“Lo Pseudo Walter Burley”, 144-145– el autor del texto latino confundió el adjetivo aureolus aplicado a Teofrasto en el Speculum historiale de Vincent de Beauvais con el nombre de una obra, el Liber de diviciis, que toma del Polycraticus de Juan de Salisbury.

[p7] En H se lee una anotación al margen izquierdo, en recuadro: «nota tu que quieres casar τ mjra bjen».

[q7] El texto latino dice: Infida enim custos castitatis est necessitas. Knust propone enmendar y ofrece «y muy (in)fiel guarda»; sin embargo, los tres testimonios dan «fiel». H y P: «mal fiel» y E: «muy fiel».

[r7] Se apartan del texto latino: Asistere autem egrotanti magis possunt amici et vernule beneficiis obligati quam illa que nobis imputet lacrimas suas et hereditatis sue periculum, et sollicitudinem iactans languentis animum deperacione conturbet. Quod si ipsa languerit coegrotandum est et numquam ab eius lectulo recedendum (Knust, 288).

[s7] El nombre del sabio aparece transformado en los tres testimonios.

[t7] Seleuco.

[u7] Los tres testimonios dejan un espacio en blanco. No coinciden, ni en texto ni en variantes, Stigall y Knust: Onie pontificis (Stigall, 182), Ciri regis persarum (Knust, 294). Justamente BNP lat. 6069c, BNP lat. 6249, BNP lat. 13475 y Cerralbo LIII 8808 omiten el nombre: Archimenides philosophus siracusanus claruit tempore hic libelum reliquit... Y BNP lat. 10344 y BUB 232 se limitan a: Archimenides philosophus syracusanus fuit. Hic libellus... BNM 10570: Arcvmenides philosophus siracvsavs claruit. Hic libellum... En cambio BNMVit. 18-7 lee: Archimenides philosophus siracusanus claruit tempora marcelli principis. Hic libellum... (fol. 35v).

[v7] En VIII, 7, extr. 7.

[w7] El texto latino dice comicus; ninguno de los testimonios lee bien.

[x7] Esto mismo cuenta Juan de Gales en su Breviloquium, BNP ms. lat. 3706, fol. 113v.


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